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Empecemos

Mello
Las tareas fueron repartidas.

En realidad eran sencillas, ninguno de nosotros tenía que hacer nada nuevo, eran órdenes claras y puntuales. Solo que la mayoría de nosotros no estábamos de acuerdo con la gestión de Near.

-¿Por qué tengo que quedarme yo aquí contigo, Near? Podría perfectamente ayudar a Matt.- me quejé.

-Porque eres el único de aquí que ha tenido un contacto directo con la libreta. Sofía ayudará a Matt.-

-¿Y yo quieres que saque información a Light mientras?- enarcó una ceja Clare.- ¿Te das cuenta de que me estás pidiendo hacer algo que antes me criticabas?-

-El problema es que has jugado mal tus cartas, por eso te ha ocurrido lo que más te temías. Tendrías que haberte acercado a Light más tarde.-

Clare tan solo abrió la boca para luego volver a cerrarla al mismo tiempo que apartaba la mirada indignada.

-¿Y yo porque tengo que vigilar? De todas las tareas es la más aburrida.-

-Es la misma que la mía.- intervino la pelinegra.

-Sí, pero tú puedes moverte del edificio, salir. Yo tengo que vigilar desde la SPK directamente. Lo tuyo es más ameno.-

-Confiamos en ti, Matt.- fueron las únicas palabras del albino, lo que no hizo más que incrementar el enfado de mi amigo.

-Oye, Near.-

-¿Qué te ocurre, Matt?- se sorprendió el albino.-Realmente pensaba que tú eras el que más de acuerdo iba a estar con su función. Soy consciente de que espiabas a la SPK cuando Mello y tú estabais en la mafia, por eso te he encargado esa tarea.- Nada más decir eso noté como Clare me miraba de reojo, pero sin llegar a estar sorprendida por lo que su amigo acababa de decir.

-No tiene sentido que me quede estancado en el edificio sin moverme, Near. Necesito investigar desde otros puntos de vista, como Sofía.-

-No seas tonto, Matt.- intervino Clare.- A ella no le han visto la cara tanto como a ti, ¿o es que se te ha olvidado que te clavaron una bala y que salisteis en las noticias tú y Mello?- soltó con dureza.

Matt tan solo sostuvo la mirada a Clare por unos breves momentos hasta que finalmente se sentó en el sofá que tenía detrás suyo.

Redordar un día como ese no era fácil, ni para mí, ni para Clare, ni mucho menos para él.

Aún despertaba en mí el aroma del hospital, de Matt en la camilla y de las ventosas recorriendo su pálida piel. Su pelo alborotado sobre la blanda cama y sus manos sujetando los pulgares con fuerza.

Si es que, aún recordaba el olor de la sangre que provenía del cuerpo de mi amigo, ese olor metálico, pero al mismo tiempo dulce, que nos hace en un primer momento apartar la vista o escandalizarnos, pero que luego nos quedamos perplejos observando la mancha ensagrentada.

Lo cierto es, que aún despertaba en mí ese aroma de culpabilidad.

-Me imagino que tampoco podré fumar.-

-Si quieres fumar tendrás que irte a la calle, y aún así tener cuidado de que nadie te sigue y de que nadie te ve entrar o salir del edificio.-

Matt tan solo resopló con fuerza.-Encerrado y con el mono, genial.-

-Tienes que vigilar a los miembros del cuartel  incluyendo a Misa, mientras que Sofía vigilará a Mikami. Si en algún momento alguno de los dos necesita ayuda os apoyaréis entre vosotros, la SPK no puede encargarse de vuestras tareas.- dijo mientras se sentaba en el suelo para armar un puzzle. -Gevanni ha tocado la libreta, lo que le supone estar en un continuo riesgo, alguien tiene que vigilar sus espaldas y apoyarle en su tarea.-

Sofía tan solo asintió estando totalmente dispuesta a colaborar.

-Además, Mikami y Light escribieron el nombre de Takada al mismo tiempo. Estoy convencido.-

-¿En que te basas?- pregunté.

-Cuando hablábamos contigo por teléfono te chocaste, y cuando abriste el maletero estaba muerta. Nadie muere de un golpe, y si fuese así tú hubieses acabado mucho peor que ella.-

-Eso es verdad.-apoyó la pelirroja.

-Light Yagami nos envió las normas en su momento. Me las he releído unas cuantas veces.-dijo mientras cogía un montón de folios del escritorio.- Y hay una que dice que si dos personas escriben al mismo tiempo un nombre, la persona que haya sido escrita, morirá.-

Todos nos miramos incrédulos, asustados por los límites a los que podía llegar la libreta.

-¿Sabías algo de esto, Mello?- yo tan solo negué con la cabeza.

Pasadas unas cuantas horas decidimos hacer una parada para comer, Rester nos trajo comida, por lo que nos sentamos en el sofá para engullir el delicioso arroz blanco del restaurante de enfrente.

A partir de ahora todo iba a ser distinto. Matt, Sofía, Clare y yo tendríamos que instalarnos en el cuartel de la SPK hasta que se resolviera el caso, es decir, pasar 24 días conviviendo con Near.

Pero en mi caso es aún peor, porque, no solo estoy conviviendo con la persona que más detesto, sino que además tendré que quedarme aquí encerrado con él, sin poder salir y sin poder poner ni siquiera un solo pie en el exterior.

Entendía que era peligroso para mí exponerme saliendo a la calle de la misma manera que Clare, pero no dejarme salir del edificio me parecía un crimen peor que los que cometía Kira. ¡Ni que estuviésemos en cuarentena, por el amor de Dios!

Inmediatamente me levanté. Y lo hice porque el solo hecho de pensarlo me agobiaba, me atrofiaba la mente saber que estaría encerrado con el mocoso de Near resolviendo planos y acertijos.

-¿Te ocurre algo?- se preocupó Clare, que había dejado de comer.

Yo tan solo le dije que estaba bien, y que lo que necesitaba era tomar el aire, a lo que Matt me acompañó a las escaleras una última vez.

-¿Quieres?- me ofreció un cigarro.

No hizo falta ni que me lo pensara para que mis manos encendiesen el mío y el de mi amigo.

-¿Nos volveremos locos ahí dentro?- no pude evitar soltar una suave carcajada mientras inspiraba del tabaco.

-Hemos pasado por peores situaciones en la mafia, Matt. Saldremos de esta. Tan solo estamos pagando las consecuencias.-

-Debimos de ser más conscientes esa noche..- murmuró por lo bajo al recordar lo de Takada.-Así yo no hubiese estado hospitalizado y ahora no estaríamos siendo buscados.- le miré de reojo sin saber que decir.

No quería que cargara con la culpa, porque claramente ese día la culpa fue mía, el plan fue elaborado y ejecutado por mí, y Matt tan solo me apoyó en ese acto de estupidez y lealtad.

No es justo que se culpe de esa manera, pero tampoco tengo derecho a decirle que no se sienta así, porque una parte de mí comprende la frustración que siente al no haberme advertido del peligro.

Cuando me fumé el cigarro, le di una suave palmada en la cabeza mientras subía arriba, yo no era el único que pensaba que para vencer a Kira había que cambiar.

Finalmente, el plan se puso en marcha, Clare se reunió con Light, Sofía vigiló minuciosamente a Gevanni y Matt y yo nos quedamos en la SPK, intentando librar con la pesadez del ambiente.

Mi amigo empezó a armar su equipo para así poder vigilar y tomar notas sobre lo que hacía la policía, mientras el enano y yo nos sentábamos en el suelo para poner las cosas en su sitio.

-Está bien, Mello, hoy no llamará Light teniendo en cuenta que está con Clare, pero los días que lo haga no puedes hablar. No puede saber que estás conmigo. ¿Está claro?-

-Estoy de acuerdo en eso.-

-Así que cuando hable yo con él, por favor, intenta calmarte y no intervenir en mi llamada.- yo tan solo le miré mal. Estaba claro que no iba a arruinar una operación de esa manera.

Estuvimos hablando de la libreta, quería saber como funcionaba. Todo. El tiempo exacto en el que moría la persona al escribir el nombre, que era un Shinigami y de donde venían...

-Near, yo no vengo de ese mundo, así que haz el favor de hacerme preguntas normales.-me enfadé al ver que no podía responder a ninguna de las que me había hecho.

-Estuviste con un Shinigami, Mello. ¿Me estás diciendo que no le preguntasteis nada sobre su origen? ¿Es que la mafía solo se dedica a lo que se dedica?-

Eso era lo que me molestaba de Near.

Exactamente eso.

Y era eso lo que no iba a poder aguantar 24 horas durante casi un mes entero.

Clare

La última vez que había visto a Light Yagami fue en la fiesta, y el último contacto que tuvimos fue con un beso, por lo que no esperaba encontrarme con él.

Sé que Near quiere que me encuentre con él, pero estoy segura de que Light Yagami no me aportaría nada ahora mismo, salvo peligros y amenazas.

Es por esto, que simplemente decidí seguirlo.

Caminaba por las calles con la cabeza bien alta, su arrogancia llegaba hasta las nubes y sus ojos se posaban con vagueza y soberbia en el horizonte.

Una actitud que claramente no tenía conmigo cuando estaba con él.

Una persona con dos caras.

Un psicópata.

Me di cuenta de que entró al bar al que me llevó el día en el que me encontré con Mello, el día en el que me dejó tirada y en el que comenzarían todos mis problemas. Disimuladamente, me asomé por la puerta, tan solo se estaba pidiendo una copa de vino tinto. No era extraño, o al menos por el momento. Es así, como en un golpe de locura irremediable, decidí entrar.

Me senté en la mesa que había justo detrás de la barra, pedí una cerveza e intenté actuar lo más normal posible.

-¿Quieres otra, Light? Me imagino que estarás cansado con todo el trabajo que tienes encima.-le le preguntó el camarero, que por alguna razón se conocían.

-No, gracias, con esta que llevo estoy bien.-

-¿Y Misa, ya no viene?-

-Misa tiene hoy una cena importante, hace mucho que no venimos los dos juntos. La próxima vez nos pasaremos por aquí.- sonrió con gentileza.

-Así que hoy estás solo, ¿por eso te has cogido el día libre y te has venido a mi bar?- se rió su amigo.

-En realidad, debería de irme ya.- dijo mientras cogía su abrigo.-debo de acercar a Misa, me lo ha pedido.-

Y dicho eso, los dos se despidieron. Nuevamente, comencé a seguir a Light que se acercaba a su apartamento, y como él mismo había dicho, se dispuso en acercar a Misa a la importante reunión que tenía.

Una oportunidad de oro como lo era esta no la tendría dos veces.

Entré por la puerta del garaje antes de que se cerrara y me adentré en su casa.

Necesitaba saber donde estaba la libreta. Dudo que esté aquí, pero..¿y si sí?

Sé perfectamente que Light Yagami no es quien está cometiendo los crímenes, pero Misa tiene el ojo, y está lo suficientemente enamorada como para caer en la manipulación de Light.

Empecé a mover cojines, hojas, libros, cacerolas... Sin embargo, no lo encontraba, no estaba en la casa, seguramente lo tenía Mikami, lo cual era lo más probable, ¿pero entonces como mataba Misa?

Pasada una hora decidí marcharme, tanto porque era ya tarde como por el miedo a que los dos volviesen. Lo último que querría es que los dos me pillasen con las manos en la masa, y más en su propia casa.

Me pillé un taxi hasta la SPK, me subí al ascensor y nada más abrir la puerta me encontré con Mello agarrando por el cuello de la camisa a Near. Ambos insultándose, cada quien a su manera, pero los dos conseguían que al otro le resultara hiriente y molesto.

Yo tan solo me llevé la mano a la cabeza.

Menudo mes y menuda convivencia nos espera.

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