Capítulo 50
Años después....
Han pasado cuatro años desde que desperté del coma. Cuando salí del hospital el doctor me dio unas indicaciones y cuidados que debía tener para poder ponerme mejor, también pude ver a mis hijos, las dos personitas que me alegran la vida. En ese tiempo me enteré que no tenían nombre y decidí llamarlos Nicholas y Noa. Esos dos nombres me encantan. Ahora esos bebes son unos niños de cuatro años muy traviesos. En estos cuatro años, compramos una casa, muy linda de dos pisos. Jhoidy y mi hermano se casaron, ahora tienen dos hijos; una linda niña de tres años igual de coqueta que la mamá y un niño de un año tímido como el papá. La niña se llama Lucia y es muy hermosa y el niño se llama Isaac. Ya Elisa tiene 10 años y es una niña preciosa y muy inteligente, mis padres vendieron la casa y se mudaron cerca de aquí, al igual que Parker y Jhoidy, todos vivimos cerca. En este tiempo me enteré de la muerte de la madre de Joham y a Chantal la metieron en la cárcel después que se mejoró, la llevaron a juicio y le dieron 25 años de cárcel, y se los tiene bien merecidos por todo el daño que hiso. Hoy es un día muy especial, hoy por fin me caso. Después de tanto esperar al fin me caso. Joham no está en la casa, ninguno de los hombres está en la casa, sólo Isaac el bebé de Jhoidy; ni mi hijo está, se fue con su papá desde ayer en la noche, él va a entregar los anillos.
—Mami, estás quedando muy bonita —dice Noa con una sonrisa mirando como mi mamá me maquilla.
—Y va a quedar más linda cuando se ponga el vestido —dice Jhoidy dándole de comer a Isaac.
—Sí, y nosotras también quedaremos igual de bonitas ¿cierto, mami? —pregunta Lucia mirándose en el espejo.
Mi madre y yo nos reímos, mi amiga sonríe.
—Claro mi amor, van a quedar bellas como las princesas de las películas —ella asiente muy enérgica.
—Yo quiero quedar como cenicienta ¿Como quieres quedar tú Noa? —dice Lucia preguntándole a su prima.
—Yo quiero quedar como la princesa Mérida —Lucia frunce el ceño.
—Pero esa princesa es muy loca y no se peina —mi hija se encoje de hombros.
—Es la princesa que más me gusta —dice Noa y Lucia la mira como si se hubiera vuelto loca.
—Pero si es una rebelde y no le gusta peinarse, ni ponerse vestidos lindos —mi niña sonríe.
—Como yo —Lucia niega mirándola de la misma manera que antes.
Estas niñas se les ocurren muchas cosas locas.
—Las dos van a quedar hermosas, de eso no hay duda —dice mi mamá y Noa asiente.
—Yo tampoco tengo duda de eso, abuela Aurora —dice Lucia coqueta y todas nos reímos.
Esta niña es una egocéntrica como la mamá y el tío.
***
—Mami te ves hermosa —dice mi hija y le sonrío.
—Tú también cariño. Te ves preciosa —ella tiene un vestido muy parecido al mío.
Está vestida igual a mí, solo que sin maquillaje y ropa diminuta.
—Ya es hora Scar —entra Jhoidy al cuarto.
Ella es mi dama de honor y tiene un vestido dorado, con un recogido en el cabello muy bonito.
—Noa, cariño, ven conmigo —le habla mi madre y esta antes de ir a su lado me abraza y yo beso su mejilla.
Mi mamá besa mi frente y se lleva a Noa. Jhoidy también sale del cuarto y a los pocos minutos entra mi papá.
—Mírate, tan hermosa como siempre —dice y me da un abrazo.
—Tú también estas muy guapo papá —él se ríe.
—No puedo creer que ya estés así de grande, no sabes cómo me hubiera encantado ver tus primeros pasos, tus primeras palabras —yo agacho la cabeza y él alza mi mentón —pero eso me pasó por ser un idiota con tu mamá. Ya, no te voy a agobiar más con él pasado, no es necesario ir de vuelta, el presente es mucho mejor —yo sonrío y lo abrazo.
—Te amo papá —besa mi mejilla.
—Yo más hija —sonrío y salimos de la casa.
Me ayuda a subir al auto y a los pocos minutos llegamos a la iglesia. Cuando estamos en la entrada de esta suena la marcha nupcial, anunciando que debo entrar y siento unos nervios horribles.
Mi papá me mira —¿Estás lista? —yo asiento.
Él sonríe y yo igual. Hoy por fin cumplo uno de mis sueños. Casarme con el hombre que amo.
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