El paramédico intenta reanimarla y la conectan a unos aparatos, el que indica el latido de su corazón, comienza a pitar muy fuerte.

—¡Está teniendo un infarto! —grita el paramédico y me asusto, mi corazón late con rápido y con fuerza.

—Trata de mantenerla estable, si le damos una descarga puede afectar a los bebés —le dice otro y este acude a los primeros auxilios.

—Mi amor, no me hagas esto. Scarlett, por favor despierta, sé fuerte por los niños, ya falta poco para llegar. ¡No me puedes dejar! —grito y el aparato se normaliza.

Suspiro, le ponen la mascarilla de oxígeno. La ambulancia se detiene y la sacan en la camilla, veo que comienza a abrir los ojos poco a poco y eso me tranquiliza. Entramos al hospital y hace muecas de dolor.

La doctora que nos atendió en todo el embarazo la revisa y da la orden de que la pasen a la sala de partos, a mí me da un atuendo para poder ingresar con ella.

—Joham, cariño —escucho que dice con dificultad y después gruñe por una contracción.

Tiene la mascarilla de oxígeno así que beso su frente.

—Vayan preparando el material y llamen al cardiólogo, apenas nazcan los bebés hay que realizarle el trasplante que se tenía previsto —dice la doctora y se posiciona entre las piernas de Scarlett —. Cada vez que sientas una contracción, puja —le dice a Scarlett y esta asiente.

Comienza a pujar.

—Vamos, amor, tú puedes —la aliento y veo que está pálida.

Derrama una lágrima.

—Vamos, Scarlett, ya veo la cabeza. Dos intentos más, tú puedes —ella comienza a pujar con más fuerza.

—No, no puedo —grita y aprieta mi mano.

Está derramando lágrimas.

—¡Vamos! Tú si puedes —le grita la doctora de vuelta.

—Vamos, cariño, tú eres fuerte —le susurro al oído.

Beso su frente y vuelve a pujar, se escucha un llanto y Scarlett suspira. Respira muy agitado.

—Es un niño —yo sonrío y veo que Scarlett sonríe al igual que yo, pero a los pocos minutos hace una mueca de dolor.

La doctora le da el bebé a una enfermera, que si logro enfocar bien la vista, se parece mucho a Jhoidy.

—Vamos, puja. Falta otro, yo sé que tú puedes —Scarlett comienza a respirar con dificultad, pero sin dejar de pujar.

A los 15 minutos después se escucha otro llanto.

—Es una niña —dice la doctora y Se me sale una lágrima.

—Eres muy fuerte, cariño —ella sonríe.

El aparato que conecta los latidos de su corazón comienza a pitar y sus ojos se cierran.

—¿Qué pasa? —pregunto totalmente asustado, su mano ya no hace presión contra la mía.

—¡Manténganla estable! Doctor, ya puede aplicar la anestesia general y proceder —dice la doctora, luego me mira —. Joham, ya no puedes estar aquí.

—Cariño, lucha por favor. Lucha por quedarte con nosotros, no nos dejes, te necesitamos —susurro.

Beso su frente y su mano, derramo una lágrima y se salgo del quirofano.

Agacho la cabeza y ponen una mano en mi hombro, la alzo y veo a Jhoidy, si era ella la enfermera, tiene los ojos llenos de lágrimas y la abrazo.

—Mi amiga estará bien, ella es muy fuerte —se me salen las lágrimas.

—De eso no tengo duda, pero me preocupa —ella asiente.

—Mírale el lado bueno, hay dos personitas que te quieren conocer —otra enfermera trae a mis hijos y están llorando, derramo una lágrima.

Son hermosos, tomo primero al niño que es el que está llorando; al cargarlo se calma un poco, pero sigue inquieto, beso su cabecita. Jhoidy lo recibe, me da a la niña, la cual está mucho más inquieta que su hermano, acaricio su mejilla; se parece mucho a Scarlett. También beso su cabecita y la enfermera se los lleva, Jhoidy y yo salimos de aquella sala, cada uno va al cuarto de baño y nos quitamos esta ropa.

Cuando estoy listo, salgo y me voy a la sala de espera, Jhoidy me sigue. Allí están Michael, Aurora y Parker. Este último tiene una venda en el brazo izquierdo. Jhoidy corre hasta donde está su prometido. Cuando Aurora se percata de mi presencia se suelta del agarre de Michael.

—¿Cómo está mi hija? ¿cómo están mis nietos? —pregunta llorando.

Se ve demacrada, se nota que ha llorado bastante.

—No te quedes callado, Joham, ¿cómo está nuestra hija y nuestros nietos? —pregunta Michael y vuelve abrazar a Aurora.

Yo suspiro.

—Los bebés están bien. Fueron niño y niña, son hermosos —digo y ellos suspiran, miro a Jhoidy y esta asiente —. Pero Scarlett, ella... Se desmayó después de parir y se veía muy mal, la doctora que atendió el parto ordenó que se realizara el trasplante inmediatamente —digo y Aurora rompre en llanto.

Parker abraza a Jhoidy, al igual que Michael a su esposa, este último pone su mano en mi hombro. Scarlett tiene que estar bien, ella es fuerte.