Seguimos charlando y bromeando muy animados. Hasta mis bebes hicieron acto de presencia.

—Está muy entretenida la plática, pero ya debo irme —dice Joham y se levanta de la mesa.

—¿Tan pronto? —hago pucheros y acaricia mi mejilla.

—Voy tarde, cariño —lo Atraigo hacia mí y lo beso apasionadamente.

—El cuarto está a menos de tres metros —escucho gritar a Jhoidy y nos separamos sonriendo.

—Me llamas cuando llegues —él asiente.

—Vale.

Parker, al igual que Joham, se despide de Jhoidy. Finalmente se decidió a trabajar en la empresa de su familia, bueno, de nuestro papá.

—¿Qué harán hoy que Parker y yo estaremos fuera? —pregunta.

—Iremos a comprar mi vestido de novia y al cementerio a visitar a Brayan —dice Jhoidy y yo me pongo seria.

—Hoy estaría cumpliendo años si estuviese vivo —Joham me abraza y besa mi cabeza.

Se despiden de nosotras y se marchan. Ayudo a Jhoidy a recoger la mesa, terminamos y nos retocamos en su cuarto.

—¿Vamos en la camioneta? —pregunta y yo asiento.

Cada una toma su bolso y cerramos la puerta, ella maneja y yo voy de copiloto. Primero iremos al cementerio y luego nos desviamos a la boutique. El trayecto es silencioso, pero no un silencio incómodo. Llegamos al cementerio y nos bajamos de la camioneta. Caminamos a su lápida y depósito las flores en esta.

—Feliz cumpleaños, amigo, te extraño —derramo una lágrima —. No puedo creer que ya no estés con nosotros, todavía recuerdo ese día —digo llorosa.

Flashback

Me desperté por unos movimientos en mi vientre, al menos ya no son náuseas. Desaparecieron a los tres meses. Miro a mi lado y Joham no está, escucho voces en la sala y como soy tan curiosa bajo a ver de qué se trata. Están todos en la sala, me extraño al ver a la mamá de Brayan aquí.

—Mi amor, pensé que estabas dormida —dice mi mamá y yo niego.

La madre de Brayan tiene lágrimas en los ojos.

—¿Qué pasa? —la mamá de Brayan camina hacia mí y toma mis manos, derrama una lágrima.

—Mi hijo, Scarlett. Mi hijo está muerto —dice y se me corta la respiración.

Pierdo el control de mi cuerpo y siento un dolor en mi pecho. De momento todo se vuelve negro.

Fin del Flashback

—Todavía recuerdo ese día —lloro en su tumba y mi amiga me abraza.

—Era una buena persona. No lo conocí a fondo, pero lo poco que conviví con él, me agradó —dice mi amiga.

—Sí y yo no fui una buena amiga con él —ella me consuela y espera a que me calme.

Cuando estoy completamente tranquila salimos del cementerio y nos subimos al carro. Tenemos cita en la boutique para ver los vestidos de novia y que mi amiga escoja uno. Llegamos a la boutique.

—Buenas tardes, ¿en qué la podemos ayudar? —pregunta una chica muy amable.

—Estamos buscando un vestido de novia para mi amiga —señalo a Jhoidy y la chica asiente.

Nos sentamos en un sillón mientras ella trae los vestidos. Por la expresión que hace mi amiga puedo asegurar que esto va a durar mucho.

* * *

Llevo 4 horas aquí sentada esperando que a mi queridísima amiga le parezca lindo un vestido. Ahora me estoy comiendo unas botanas que ofrecieron y están deliciosas.

—Amiga, ahora que estamos aquí deberías buscar un vestido para ti, ¿cuándo se piensan casar? —yo la miro y ella me mira por el espejo.

—Después que nazcan los niños y tengan la edad suficiente para ponerse en pie, tomar la cola de mi vestido o entregar los anillos —digo suspirando y ella me mira con ternura.

—Creo que este me gusta, ¿qué te parece? —se voltea y me muestra el vestido.

Es lindo y va con la personalidad loca y atrevida de ella.

—Mi hermano se va a morir cuando te vea, te queda hermoso —ella se ríe y yo le sigo.

—Me lo llevo —le dice a la chica y esta asiente, se lo quita y la chica lo empaca.

Mi amiga lo paga, salimos de la boutique y la convenzo para que vayamos a comer algo, me muero de hambre.

—Acabas de comerte todas las botanas —yo ruedo los ojos.

—Como para tres personas, ¿crees que eso es suficiente? —ella rueda los ojos y vamos a comer algo.

Luego de comer vamos al aparcamiento y guardamos el vestido en la cajuela. Cuando Jhoidy va a arrancar unos tipos nos apuntan con una pistola y nos hacen bajar del coche.

—Por favor no nos hagan daño —dice mi amiga con pánico y yo estoy muy asustada.

El encapuchado me tiene agarrada y me apunta con un arma. Él que tiene a mi amiga le da con el arma en la cabeza y esta cae al suelo inconscientemente.

—¡Jhoidy! —grito y el tipo me pone un trapo en la nariz que tuene un olor muy fuerte.

Forcejeo, pero de un momento a otro todo se vuelve negro.