Después de que me consolaron y calmamos a Parker, les conté que me voy con Brayan. Ellos se apuntaron a ir con nosotros, pero yo dije que no, Elisa no puede quedar sola con la mujer que tiene por madre. Jhoidy le dará las terapias a Parker. Aunque pueden alcanzarnos después y llevarse a Elisa. Arreglo todo y me voy a dormir, ha sido un día agotador.

***

Siento algo golpear contra mi cara y me levanto rápidamente.

—¿Qué pasa? —Pregunto adormilada.

—Es hora de levantarse, tienes un viaje hoy, Brayan te espera —yo la miro mal y le tiro una chancleta que estaba a mi lado, como tengo buena puntería le cae en la cabeza —. Auch —yo sonrío y me levantó de la cama.

Me ducho y al salir me pongo un jean negro talle alto, una blusa rosada holgada arriba del ombligo y unos vans negros con rosado. Me dejo el cabello suelto, tomo la maleta y salgo del cuarto.

—Amiga, ¿tú dejaste que Joham te explicara? No te puedes ir sin que hablen —dice y yo la miro incrédula.

—¿Qué me va a explicar? Si yo lo vi con mis propios ojos —ella rueda los ojos.

—Mejor termina de comer —yo suspiro y le hago caso.

Media hora después estoy llegando a la casa de Brayan. Este va saliendo y yo sonrío, beso su mejilla y caminamos a su carro.

—¿Piensas manejar? —él asiente y lo miro mal.

—¿Cómo se te ocurre? Manejo yo, dame las llaves —él suspira y me las da.

Yo sonrío y me subo al coche, él se sube y arranco.

***

3 horas de viaje, tengo las nalgas entumecidas. Nos bajamos del coche y Brayan se pone a mi lado, el paisaje es muy bonito, es una cabaña en el campo, se respira paz.

—Es lindo el lugar, ¿cierto¿ —dice... esa voz ¿qué hace él aquí?

Frunzo el ceño y me doy la vuelta.

—¿Qué haces tú aquí? —le digo con rabia y el me mira serio.

—Vine a recuperar lo que es mío —yo alzó una ceja —. Solo escúchame, por favor —lo miro mal.

Doy media vuelta, tomo mis maletas y camino a la cabaña. Por dentro se ve más grande, es de dos pisos, abajo está la cocina, un comedor y el baño. La decoración es rustica, pero acogedora. Subo las escaleras y tiene cuatro habitaciones.

—Veo que ya no hace falta que te haga un recorrido —dice Brayan a mis espaldas, se pone en frente de mí y lo miro seria.

—¿Tú le dijiste? —él niega rápidamente.

—No, al único que le dije fue a Parker. Quiero pasar mis últimos meses con amigos —yo suspiro y lo abrazo.

—No lo puedo creer, Brayan, tú no te puedes ir —me devuelve el abrazo.

—Algún día me tenía que morir —sonríe triste y carraspea —. Puedes utilizar cualquier habitación —dice y se encierra en la primera habitación.

Yo tomo mi maleta y me meto en la última habitación.

Pongo la maleta en la cama y me siento en ella. Suspiro y Joham me viene a la mente, cierro los ojos y recuerdo las veces que compartimos cama. Sí, el día que mi mamá llamo a Joham y el día que perdí mi virginidad. Lo extraño. ¿Por qué me hizo eso? Sacudo mi cabeza y al hacerlo siento un leve mareo, eso seguro es por no comer nada después del desayuno. Miro la hora 5:30 p.m. Con razón. Me pongo de pie y salgo del cuarto, veo a Joham entrando a uno de los cuartos y lo miro mal.

—No me digas que te quedarás aquí —él sonríe.

—Tarde o temprano tendrás que escuchar mis explicaciones, bonita —lo miro mal y bajo las escaleras.

Llego a la cocina y parece que Brayan ya estaba preparado, la nevera está repleta de comida. Saco una pasta y las cosas que necesito, para preparar espagueti. Comienzo a prepararlo y siento un poco de frío, como si quisiera llover.

Cuando la pasta ya está hecha, me baño, me pongo un pijama y les aviso a Brayan y Joham. Mientras sirvo la comida ellos bajan, en eso tocan el timbre y escucho las voces de mi amiga y mis hermanos. Es raro decir eso, voy a la sala y allí están Parker, Elisa y Jhoidy. La niña me mira y corre hacia mí.

—Sabía que eras algo mío, te quiero mucho, hermana —me sorprendo cuando dice eso y me pongo a su altura para abrazarla.

Después de todo ella siempre intuyó algo. Seguramente la foto que vio era de mi mamá. Me alegra tanto que ellos sean mis hermanos.