Tengo en frente a mí, a nada más y nada menos que a Michael Beckman, pensé que no lo volvería a ver después del accidente de Scarlett.

—Papi, ella es mi profesora, quiere hablar contigo —le dice la niña y él me mira, se torna serio.

—Elisa, porque no entras al colegio y te sientas mientras que yo hablo con tu profesora —ella asiente y se va corriendo —. Tenemos que hablar —me dice.

—Lo sé.

Volver a verlo remueve en mí sentimientos que creí muertos. No puede ser que todavía sienta algo por él.

—Scarlett, la chica que trabaja en mi casa, ¿es mi hija? Es el bebé que esperabas cuando desapareciste —pregunta y yo trago saliva nerviosa.

—Este no es momento ni lugar para hablar sobre eso. Yo quería verlo para decirle que debe velar por el bienestar su hija. Ella dice que su madre no la quiere —él asiente.

—Que más se puede esperar. Su madre es Angela, un ser que no quiere a nada ni a nadie que no sea ella misma —dice.

—Entonces, ¿por qué te casaste con ella? ¿Por qué me traicionaste? —le pregunto dolida y él suspira.

—Yo no te traicione, mi madre me obligó a casarme con ella por el pretexto de su embarazo, pero el niño no era mío —yo me sorprendo.

—¿Joham no es tu hijo? —él niega y me alivio, entonces Scar no está cometiendo nada malo.

—No, es solo hijo de Angela. Parker y Elisa son mis hijos e imagino que Scarlett también es mi hija —me mira esperanzado y yo suspiro.

Tengo que revelar la verdad. No hay forma de mantenerla oculta.

—Ya es hora de que sepas la verdad. Sí, ella es tu hija —digo, él se pone pálido y comienza a respirar irregularmente —. Michael, ¿estás bien? —Se toca el pecho y suelto los libros para acercarme a él.

—Papi, ¿Qué tienes? —grita Elisa y yo lo agarro antes de que se golpee la cabeza.

—Michael no me hagas esto. ¡Michael! —grito y cierra los ojos.

De inmediato saco mi celular y le marco a una ambulancia. Todo esto es por mi culpa.

* * *

Scarlett...

Estoy con Joham en su casa, ya que Parker hoy está con mi amiga, aquí también, pero en su cuarto. Joham está a mi lado abrazándome, estamos viendo una película cuando suena su celular.

—Bueno... Sí, con él habla... ¿Qué?... ¿Está bien?... Voy para allá —dice y cuelga.

—¿Qué pasó? —pregunto.

Él se comienza a cambiar delante de mí, me sonrojo y no sé porqué, si ya lo he visto desnudo.

—Mi papá acaba de tener un infarto, me llamaron de la clínica y lo más raro es que fue tu mamá —yo frunzo el ceño y siento un mal presentimiento.

—Voy contigo —digo y también me cambio.

Salimos del cuarto y nos encontramos a Parker y a Jhoidy en el camino. Les decimos lo sucedido y se vienen con nosotros. Yo tengo ese mal presentimiento todavía. Más que eso, siento una angustia por lo que le pueda suceder al señor.

Llegamos al hospital y vamos a urgencias, allí vemos a mi mamá tratando de calmar a Elisa. ¿Qué paso aquí? ¿De dónde se conocen?

Elisa al ver a sus hermanos corre a los brazos de Joham, ya que Parker no la puede alzar. Yo me acerco a mi mamá. Y llega el doctor.

—Familiares de Michael Beckman —nosotros nos acercamos —. El señor está estable, tuvo un preinfarto. Pero ya todo está bien, nos dimos cuenta que sufría del corazón y anteriormente ya le habían hecho un trasplante, por eso no fue tan grave. Afortunadamente ahora su corazón está sano, sin embargo debe tener los mismo cuidados. No recibir emociones fuertes y ningún tipo de disgusto —dice y yo suspiro de alivio.

—¿Podemos verlo? —pregunta mi mamá y yo frunzo el ceño.

—Si, claro, ¿Usted es la esposa? —ella va hablar y Angela la interrumpe.

—Su esposa soy yo y sí, quiero verlo —dice y mira mal a mi mamá, ella baja la mirada.

—Sígame —dice el doctor y desaparecen de nuestra vista.

—Gracia a Dios que está bien —dice Joham y yo asiento.

Miro a Elisa y me doy cuenta de que se durmió en los brazos de su hermano.

—Parker, yo creo que lo mejor es que tú, Elisa y Jhoidy se vayan. Tú no debes estar mucho tiempo de pie, si pasa algo te decimos —él asiente a regañadientes.

Jhoidy carga a Elisa y se van del hospital. Yo me acerco a Joham y lo abrazo.

—Qué bueno que no fue nada grave, me alegra que tu papá ya esté bien —le digo a Joham y este asiente.

Besa mi frente y mira a mi madre, cruzan miradas.

—Ve a hablar con ella, seguro que tiene mucho que decirte —yo frunzo el ceño y asiento.

Lo beso y luego voy a donde mi mamá, ella me mira y habla.

—Vamos a la cafetería —asiento y la sigo, ella pide un café y yo agua.

—¿De dónde conoces a mi jefe? ¿Por qué te preocupa tanto? ¿Qué hacías con él? —pregunto y ella suspira.

—Scarlett, ya es hora de que sepas la verdad sobre tu origen. Es momento de que sepas quién es tu papá —dice muy sería y mi corazón comienza a latir con fuerza.