Hoy es lunes y me toca trabajar. Ayer recibí la noticia de que Jhoidy se quedará a vivir en Seattle, trasladó sus cosas a un departamento y se mudó ayer, Parker influyó mucho en su decisión.

Termino de arreglarme y salgo del cuarto empiezo a comer y mi mamá sale después, no me habla y sale de la casa sin dirigirme la palabra. Desde la discusión que tuvimos se porta cortante conmigo y ni siquiera sé la razón, ella me oculta algo y estoy dispuesta a averiguarlo. Salgo de la casa y tomo un taxi, me deja en casa de los Beckman y le pago antes de bajarme.

—Buenos días, Rosaura —le digo y ella me sonríe.

—Desde que te vi la primera vez me pareció haberte visto antes —dice y la miro confundida.

¿Por qué todos se comportan tan raros?

—¿De qué me habla? —ella sonríe.

—Ya entiendo porqué te me hiciste conocida. Eres hija de Aurora —me sorprendo cuando dice el nombre de mi mamá.

—¿Usted conoce a mi mamá? —ella asiente.

—Sí, ella era amiga mía en el pasado, pero nos alejamos cuando ella te traía en el vientre —yo frunzo el ceño.

—No entiendo, ¿mi mamá vivió aquí? —siento que esta señora puede ayudarme a aclarar mis dudas sobre el pasado de mi mamá.

—Claro que sí, nosotras trabajamos juntas. Trabajamos en la casa del papá de tu papá, o sea de tu abuelo —yo agrando los ojos.

—¿Usted sabe quién es mi papá? —ella asiente.

—Sí, está muy cerca de ti, más de lo que tú crees —y al decir eso desaparece de la cocina.

Esta señora me dejó con más dudas y encima se va, como me va a dejar así. Siento un beso en mi cuello y me sobresalto.

—Como que ya es costumbre eso de asustarme —le digo a Joham y me aferro a su cuello.

—Es que me encanta ver tu expresión de espanto —se ríe y golpeo su hombro sonriendo.

—Muy gracioso —digo y me besa.

No pongo resistencia alguna y muerde mi labio inferior, aprovecha y mete su lengua en mi boca, con sus manos acaricia mi espalda por encima de la tela de mi uniforme. Nos separamos al escuchar un grito. Miramos de donde proviene el grito y vemos a Elisa saltando muy contenta.

—¡Se besaron! O sea, son novios —dice riendo y saltando.

Yo sonrío al igual que Joham, él quita sus manos de mi cintura y se acerca a su hermana, la alza en brazos y asiente.

—Estás en lo correcto preciosa, esa hermosa mujer al fin es mi novia —me sonrojo por sus palabras y la niña aplaude.

—Ya no serás mi hermana, sino mi cuñada —yo me sorprendo por lo que sabe esta niña con tan solo cinco años.

—Eres muy inteligente, Eli —la niña se baja de los brazos de su hermano y corre a abrazarme.

Me pongo de cuclillas para poder hacerlo.

—Eres la primera cuñada que me cae bien —yo me rio y nos separamos.

—¿Y es que has tenido muchas? —ella asiente y yo alzo una ceja.

Miro a Joham y este rasca su nuca, se ve muy gracioso y tierno sonrojado.

—Como 10 —la niña se ríe y Joham la toma de la mano.

—Mucha información por hoy, Elisa, imagino que tienes tareas que hacer —ella le saca la lengua y sale de la cocina. Yo miro interrogante a Joham, me cruzo de brazos —. Oh, vamos, le creíste a esa niña traviesa, yo solo he tenido como 2 novias en mi vida, aparte de ti —me rio de su explicación y ruedo los ojos, lo vuelvo a besar.

—No me importa cuántas novias has tenido en el pasado, lo que importa es el presente. Nuestro presente —él sonríe y nos abrazamos.

—Te quiero —besa mi cuello y siento cosquillas.

—Yo más —nos separamos —. Voy a ver a tu hermano. Ya está mejor, pero necesita seguir con el tratamiento.

—¿Crees que logre caminar del todo? —comenzamos a caminar hacia el cuarto de Parker.

—Claro que sí —él se va a la empresa de su papá y yo entro al cuarto de Parker.

Lo veo muy animado hablando por teléfono y sé que es mi amiga por cómo se expresa y las caras de enamorado que pone. Cuelga al verme y sonríe.

—Hola, cuñadita —me dice y yo frunzo el ceño.

—¿Cómo sabes eso? —pregunto sentándome en su cama.

—Mi hermano me dijo, está muy feliz desde que son novios, hasta retomó el canto —yo me sorprendo.

—¿Canta? —el asiente.

—Sí, es muy bueno cantando, no sé porqué no estudió para eso, seguro fue para seguir con la empresa de mi papá. Yo debería de tener ese cargo por ser su primer hijo barón, pero no me interesa nada de eso —dice muy rápido y yo me quedo sorprendida por la información que acabo de recibir.