En la puerta está Joham mirándome con diversión, ya se le está haciendo costumbre eso de asustarme.

—Solo fue curiosidad y no estoy hurgando —él alza una ceja.

—Ah no, ¿entonces como se le llama a eso que estabas haciendo? —pregunta cruzado de brazos.

—Solo quería ver una cosa, pero ya me iba —digo y camino a la salida.

Me detiene del brazo.

—¿Por qué me esquivas? —yo alzo una ceja.

—No te estoy esquivando, suéltame, ya me voy —hace caso omiso de lo que digo y me jala pegándome a su cuerpo.

—No niegues lo que es evidente, bonita —lo miro mal.

—No me digas así y ya te dije que me sueltes —me mira divertido.

—¿Y si no qué? —ahora la divertida soy yo.

—No querrás saber, así que suéltame —no lo hace y en vez de eso, me besa.

Por un momento le sigo el beso, pero después me doy cuenta de lo que hago y lo empujo, pero aún me tiene agarrada.

—¿Qué me vas a hacer? —lo miro mal.

—¿Me vas a soltar? —niega y sonrío con maldad —bueno —Alzo mi pierna y le doy un golpe en la entrepierna, cae al suelo retorciéndose del dolor —. Eso fue por besarme —me mira mal, yo me rio y me voy de allí.

Soy una malota.

Llego al cuarto de Parker y entro. Está sonrojado mirando mi celular, al percatarse de mi presencia se pone nervioso.

—¿Y esa cara de espanto? —escucho decir a Jhoidy y sonrío.

—He llegado yo —camino hacia ellos y mi amiga al verme, pone cara de que me quiere contar algo.

—Amiga, te hablo después, tengo mucho que contarte —me guiña un ojo y yo sonrío —. Y tu Parkito —me rio del apodo y Parker se pone rojo —fue un placer conocerte, espero y sigamos en contacto —mi amiga de coqueta como siempre.

—El placer es mío y no dudes lo de seguir en contacto —ella le guiña un ojo y le tira un beso, a mí me saluda con la mano y corta la videollamada.

—Veo que ya se llevan bien, Parkito —me rio de él y me mira mal, pero sonrojado.

—Tu amiga es muy buena, me cayó bien, ¿podrías darme su número? —pregunta.

—Claro que sí —lo anoto en su celular y comenzamos con la terapia, como siempre se queja.

—Esto me duele mucho —yo asiento.

—Y te va a seguir doliendo, desde mañana empezamos en la piscina —hace una mueca.

—Estás loca —termino y pone cara de alivio.

—Es parte del procedimiento para que puedas caminar — asiente.

—Lo que digas —tomo mi celular.

—Ya me voy a mi casa, mi mamá debe estar preocupada —digo y él asiente.

—Con cuidado —me despido de él y salgo del cuarto.

De camino me encuentro con la señora que me mira a matar, pero yo no me quedo atrás y la miro mal, salgo de la casa y tomo un taxi.

* * *

Llego a la casa y mi mamá está hablando por celular, me da una mirada de "tenemos que hablar", yo camino a mi cuarto y al entrar me tiro en la cama y suspiro, cierro los ojos y me viene a la mente la situación en la que me encuentro con Joham. Lo único que hago es sonreír como boba, ¿Qué me está pasando? No puede ser que me esté enamorando de él. Los besos que me ha dado me encantan. Scarlett no deberías estar pensando esto, él tiene novia y no es para mí. Siento mi celular vibrar y lo miro.

Joham 8:40 p.m.

Me debes una, bonita, no sabes cuánto me dolió.

Scarlett 8:42 p.m.

I'm sorry, es que a veces no puedo controlar mi pierna, ups.

Joham 8:43 p.m.

Ja-ja-ja muy graciosa.

Scarlett 8:45 p.m.

Ya me lo han dicho.

Joham 8:46 p.m.

Además de hermosa tienes un buen sentido del humor, me encantas.

Al ver ese mensaje me sonrojo, voy a responder, pero mi mamá abre la puerta. Y me mira fulminante.

—¿Cuantas veces te he dicho que te tomes la maldita pastilla? ¿Se puede saber por qué no me contaste? ¿pensabas hacerlo? —me pregunta furiosa y yo agacho la cabeza.

—Lo siento, mamá, no quería preocuparte —respondo y ella suspira.

—Me preocupas más si no me dices. Yo soy tu mamá debo saber todo lo que te pase, en esa casa no tienes a nadie de tu sangre que se preocupe por ti, solo me tienes a mí —la miro a los ojos.

—Y a mi papá, ¿acaso él está muerto? —mi mamá me mira mal.