Tocan la puerta y entra Rosa con una charola de comida, me mira sonriendo.

—¿Cómo estás? —pregunta entregándome la charola de comida.

—Ya me siento mucho mejor —respondo y me llevo un trozo de fruta a la boca.

—Me alegro mucho, si necesitas algo avísame —asiento y ella sale por la puerta.

Yo por mi parte termino de comer. Al terminar decido darme un baño. Me levanto de la cama y entro al baño. Me doy una relajante ducha y cuando salgo encuentro a Joham sentado en mi cama, doy un respingo.

—¿Qué haces aquí? Casi me da un infarto del susto —digo tocando mi pecho.

—Ni que fuera feo —dice levantándose de la cama.

—¿Seguro que no lo eres? —me mira mal y yo sonrío.

—Sé que te encanto, ya basta de disimular —dice y se me acerca, doy un paso hacia atrás.

—No, tú no me encantas, me caes mal y no invadas mi espacio personal —me toma de la cintura y me pongo nerviosa.

—Claro que sí, estoy seguro de que te intereso —yo niego con la cabeza y él me besa.

Cuando sus labios tocan los míos siento una corriente de electricidad por todo mi cuerpo. Al principio me resisto, pero después me dejo llevar; sus labios son cálidos y muy suaves; introduce su lengua en mi boca y la explora con deseo. Cuando nuestras lenguas se rosan es una lluvia de emociones, siento algo en el estómago que nunca había sentido en mi vida. Nos separamos por falta de aire.

—¿Por qué me besaste? —pregunto recobrando el aire.

—Es obvio. Sólo quería probar lo que ya había dicho, yo te intereso. Sino, no  me hubieses correspondido el beso —no sé porque, pero su respuesta me dolió.

Frunzo el ceño y le doy una bofetada.

—Pues sí, no me resistí. Pero déjeme decirte que besas horrible —miento y él me mira mal. Vuelve a intentar besarme y esta vez lo empujo y le suelto otra cachetada —. Lárgate de mi habitación —me mira y puedo ver que tiene una guerra interna en su interior.

No dice nada y sale de la habitación dejándome muy confundida.

* * *

Son las 2:00 de la madrugada y yo no he podido pegar el ojo por estar pensando en ese maldito beso. Un beso que me gustó, me hizo sentir cosas que jamás había sentido, pero me da rabia que me haya besado. Él tiene novia y ese beso me mostró sentimientos ocultos que no debería tener, creo que Joham me atrae y no debo pensar tal cosa. Tiene novia y jamás, será para mí.

* * *

Una caricia en mi rostro me despierta, abro los ojos y veo a Parker a mi lado. Hoy es sábado, mi madre no trabaja. La tengo que llamar, debe estar preocupada.

—Buenos días, Scar, ¿cómo te sientes? —pregunta.

—Mejor —respondo sentándome en la cama.

—Tomate la pastilla —dice y yo hago una mueca.

—Yo no pedí un enfermero, puedo cuidarme sola —digo jugando y él sonríe.

—No te pregunté si lo pediste, te he dado una orden, obedece.

No puedo evitar reír. Hago lo que me pide y me tomo la pastilla.

Después de eso me disculpo y pido que me espere mientras me baño, me pongo la muda de ropa que traje adicional. Al salir, Parker está jugando con sus dedos.

—Ya estoy lista —digo y él me mira sonriendo.

—Esa ropa te queda genial —yo asiento y al dar unos pasos me tropiezo cayendo en el regazo de Parker.

Nuestros rostros quedan muy cerca y cuando pienso que va a pasar algo sentimos la puerta cerrarse con fuerza y me pongo de pie de un solo salto.

—Lo siento, me tropecé —digo nerviosa.

—No te preocupes —salimos del cuarto y yo lo ayudo con la silla.

Mientras caminamos al comedor, me detiene.

—Yo no pienso desayunar allí —dice y yo ruedo los ojos.

—Parker, no seas terco, demuestra que quieres seguir con tu vida. Ya saliste de tu cuarto, te subiste en la silla, no te encierres de nuevo; estoy segura de que a tu padre le encantaría verte allí sentado —él asiente.

—Desayuno con ellos solo si tú me acompañas —yo niego.

—Estás loco, aquí yo no soy más que una empleada —digo.

—Es eso o nada —suspiro resignada y caminamos hasta el comedor.

Todos están sentados allí, incluyendo a Joham, el cual me mira con enojo.

—Parker, que bueno que estás aquí —dice el señor sonriendo y este le devuelve la sonrisa.

—Ya te puedes retirar —dice la señora mirándome.

Asiento dispuesta a irme y Parker me detiene tomándome de la muñeca.

—No mamá, ella se queda —dice Parker y su mamá lo mira a matar.

Yo me siento como una completa desubicada.

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Hola espero y la novela sea de su agrado. Me gustaría saber su opinión...

Besos ❤