¿De verdad quieres ser psicólogo? - pregunté mirando su rostro que contemplaba el cielo nocturno.

-¿Qué carrera quieres estudiar cuando seas grande morena? - su mirada seguía perdida en las estrellas.

Me ruborise al pensar en el hecho de contarle, quiero ser veterinario. Muchas veces, cuando había confesado aquello, los niños se burlaban de mi y los adultos decían que me moriría de hambre.

-Es tonto - confesé.

Cameron suspiro y volvió su mirada a mi, los ojos tristes que mi corazón había comenzado a amar se encontraron con los míos.

-¿Sabes? - ella se acercó como si fuera a contar algo íntimo - En realidad, mi sueño no es ser psicológico - Miró a las estrellas y sonrió - yo siempre quise ser astronauta.

Mi corazón se aceleró y una sonrisa se formó en mis labios.

-Quiero ser veterinaria - sí era a Cameron a quién podía contarle mi sueño, entonces estaba bien.

Ella sonrió aún más y asintió.

Y perdiendo mi mirada entre las estrellas, pedí un deseo.