V
Algún día, cuando el llanto perezca, perecerá tu nombre con él.
Algún día, cuando la noche no amanezca en mi ventana, olvidaré del todo lo que en mis recuerdos más lejanos, más antiguos, los enjaulados le susurraron a la vida de mi vida.
Y quedaré repleto de presentes solamente, de brevedades tan inmediatas como minúsculas, minúsculas como mis ganas de permanecer –todavía– despierto, mirando hacia la nada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro