Capítulo 41
Doy dos toque a la puerta del señor Anderson y unos segundos después aparece mi jefe con un brazo extendido dándome la bienvenida.
Como si estuviera esperándome, antes de entrar a la oficina echo un ojo discretamente hacia atrás y veo a unos cuantos trabajadores. Suelto un pequeño suspiro para después entrar.
El ruido de la puerta al cerrarse me hace sentir incómoda.
-¿Es necesario tener la puerta cerrada?- le digo de manera amable para que no se dé cuenta de la sonrisa forzada que le estoy dando.
Y por lo visto no se da cuenta, ya que esboza una relajada sonrisa.
-Oh Jul, no queremos que los demás sepan de tu idea, ¿Verdad?-dice aquello mientras se sienta en su silla.
-Claro, tiene razón señor Anderson- aprieto la carpeta entre mis manos.
Me relajo internamente hasta contar hasta veinte. Me enderezo y de manera profesional comienzo a explicarle mi idea sobre el nuevo producto, le paso la carpeta mientras sigo hablando, noto como aveces su mirada va hacia mis pechos pero solo dura segundos cuando hace aquello.
Me siento sumamente incómoda estando a solas con este señor y más con las miradas que me hecha, termino de explicar mi idea y el señor Anderson juntas sus manos encima del escritorio de vidrio.
-Otra idea magnífica igual que las anteriores, mañana en la reunión hay que decir todas aquellas ideas que ustedes han aportado- asiento mientras le doy una sonrisa de boca cerrada.
Él se levanta y va hacia una pequeña mesa donde reposa una botella de tequila con unos cuantos vasos pequeños, siento mi teléfono vibrar y lo saco para ver que se trata de Owen, me levanto y cuando le voy a dar al botón de contestar el señor Anderson se voltea y habla.
-¿Deseas un trago?- arrugo el entrecejo y niego- oh vamos querida Jul, será sólo uno.
-No gracias, no tomo- aprieto el teléfono en mis manos, lo guardo en mi bolsillo y hablo- si no hay más nada que decir, me retiro.
Sin esperar doy la vuelta en dirección hacia la puerta pero en eso siento como él me toma por el codo y me voltea haciendo que choque con su pecho, coloco ambas manos en su pecho mientras reflejo sorpresa en mi rostro.
-Vamos a divertirnos un poco Jul- susurra cerca de mi rostro.
Mi corazón comienza a latir desenfrenado, siento como mi furia empieza a crecer, intento quitarme pero me sostiene con ambas manos.
-Suelteme en este instante- suelto entre dientes, siento como mi rostro va tomando calentura.
-Me encanta cuando las mujeres son así de fieras pero realmente son unas gaticas- se acerca a mi cuello y comienzo a forcejear- si te quedas tranquila todo va a salir mejor.
Siento mi teléfono vibrar nuevamente y se que Owen debe de estar en la parte de abajo esperándome, seguimos forcejeando y siento como comienza a besarme el cuello.
Una nueva sensación me invade por completo, siento un miedo que jamás había sentido y siento como las lágrimas comienzan a surcar en mis ojos, aprieto mis ojos mientras comienzo a quedarme quieta, los nervios me están dominando.
Escucho la risa del señor Anderso seguido de un "Ya vas entendiendo cariño" y eso fue como un interruptor en mi cabeza, levanto mi rodilla derecha y la levanto con fuerza dándole justo en su amigo el cual estaba ya levantado.
Un sentido de asquerosidad me invade el cuerpo pero la hago a un lado cuando veo que el imbecil se dobla mientras tiene sus manos en su parte íntima, aprovecho aquello e inmediatamente mi mano se cierra y le doy un puñetazo en el rostro.
-Eres una perra- su voz suena ahogada y veo como escupe sangre.
-Y tu eres un asqueroso.
Tomo el pomo de la puerta pero no puedo abrirla y mis pelos se ponen de punta al escucha su risa, de manera desesperada comienzo a dar golpe fuertes en la puertas mientras gripo por ayuda. Siento como el imbécil me tira del cabello haciendo que suelto un grito adolorido.
Me volteo aún teniendo su mano en mis cabellos y formo un puño con mi mano derecha y lo golpeo en el estómago pero ni así me suelta. Me estampa contra la pared, me toma por las dos manos y las coloca arriba de mi cabeza mientras las sostienen con sus dos manos.
-He de admitir que me has calentado más de lo que pense- le escupo en la cara y en cuestión de segundos me da una bofetada.
-Eres un malnacido ¡ayuda!- vuelvo a gritar sin importarme el dolor de mi mejilla.
Él se mete un mi cuello y siento como aspira mi olor, vuelvo a gritar por ayuda y escucho como intentan abrir a golpes la puertas. El señor Anderson se quita de mi de manera rápida y en cuestión de nada la puerta se abre de manera brusca hasta romperse.
Veo el cuerpo de Owen entrar y mi cuerpo de manera inmediata entra en alivio, Owen me observa de arriba a bajo y mis ojos se llenan de lágrimas haciendo que él cierre sus manos en puños e irse encima del señor Anderson moliendolo a golpe.
No se cuanto tiempo pasa solo se que veo como entran varias personas para quitar de encima a Owen quien dejo todo lleno de sangre al señor Anderson. Owen intenta nuevamente ir hacia el señor Anderson pero mi padre no lo permite.
Amalia se acerca a mi con su rostro bañado en preocupación, toma mi rostro entre sus manos y allí es cuando reacciono, me lanzo a sus brazos mientras comienzo a llorar. Siento como pasa sus brazos por toda mi espalda mientras sigo llorando.
Siento como Amalia se aparta de mi para limpiar mi rostro pero es inútil porque siguen bajando.
-Preciosa- la voz baja de Owen hace latir mi corazón como siempre lo a hecho.
Termino de levantar la cabeza para ver la preocupación y algo de indecisión en su rostro, doy solo dos pasos hacia él ya que Owen se acerca de manera rápida hacia mi para envolverme en sus brazos. Me siento segura y siento como también entra una paz en mi cuerpo.
Owen deja un beso en mi cabeza mientras sigue sin querer despegarse de mi.
-Princesa ven aquí- me separo de Owen para ir a los brazos de mi padre los cuales siento la misma protección que siento con Owen.
La voz de Owen se hace resonar en la oficina del señor Anderson.
-Es este bastardo de aqui- saco la cabeza del cuello de mi papá y me dio cuanto que hay agentes de la policía aquí.
Veo como se llevan a un inconsciente señor Anderson, el que parece ser el jefe de la policía se queda con nosotros y su rostro es una auténtica piedra.
-La víctima me tendrá que acompañar para que testifeque todo lo que pasó aqui- mi cuerpo automáticamente se tensa, él suspira y vuelve hablar- bajo las condiciones que está la víctima podemos esperar que se tranquilice para que pueda hablar con tranquilidad, mientras tanto ¿señor Clark puede acompañarme a la estación?.
De manera rápida me aparto de mi padre para quedar cerca de Owen mientras susurro un "no por favor" mi crimen andante aprieta su mandibula y termina de acercarse a mi, tomar mi rostro para dejar un beso en mi frente.
-Todo estará bien preciosa- mis ojos se llenan de lágrimas mientras no dejó de verlo- te lo prometo, yo te estaré esperando con mi abogado en la estación, ¿Esta bien?.
Cierro los ojos mientras asiento y siento como vuelve a dejar otro beso en la frente, abro los ojos y él deja salir una pequeña pero hermosa sonrisa.
-Relajate para salir de esto rápido, recuerda que voy a estar aquí contigo en todo momento- deja otro beso en la mejilla y siento como se acerca a mi oído- te amo nena.
Mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente y antes de poder responderle, él ya se encuentra saliendo de la oficina junto al oficial. Tengo todo mi cuerpo tembloroso, papá se vuelve acercar a mi y me lleva a él sofá gris que se encuentra aquí en la oficina pero niego.
-Quiero salir de aqui- mi voz es baja, él asiente y juntos salimos de aquí.
Amalia viene casi que corriendo con un vaso de agua en la mano, me lo tiende y se lo acepto, bebo un poco y noto que no hay nadie aquí en el piso, mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas de tan solo pensar lo que me hubiese pasado si no es por Owen que llegó a tiempo, pero que aún así me siento mal conmigo misma.
Papá y Amalia tratan de tranquilizarme y darme ese apoyo que siempre tengo de ellos cuando algo en mi vida anda mal y estoy enormemente agradecida con la vida por tenerlos conmigo.
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Tengo como una hora sentada en el asiento trasero del auto de papá. Estamos frente a la estación de policía, estoy esperando a sentirme mejor para poder ir hasta dentro y enfrentar todo aquello que paso hace una hora atrás, supe por Amalia que Owen está todavía allí adentro y tengo miedo que algo le pase por mi culpa.
Dejo de mover mi pies izquierdo, el cual lo movía como alma que lleva el diablo. Aprieto los ojos mientras suelto un gran suspiro y tomo el valor para salir del auto.
-¿Ya te encuentras mejor hija?- niego con la cabeza sintiendo como mi corazón va a mil- entonces quédate un rato más en el auto cariño.
Sonrio de lado y niego.
-No papá, haré lo que dijo Owen- parpadeo de manera rápida para espabilar las lágrimas- mientras más rápido, mejor.
Veo que él también parpadea varias veces para luego asentir con la cabeza y ofrecerme su brazo.
-Vamos entonces cariño- le doy una sonrisa triste y acepto su brazo.
Amalia se posa en mi otro brazo y así entramos los tres a la estación. Aquí dentro todo es un alboro de personas por aquí y por allá, un oficial se nos acerca para ayudarnos y mi padre es el que se encarga sobre porque estamos aqui.
El oficial asiente mientras nos lleva por un pasillo para dejarnos sentados en una sala de espera y decirnos que esperemos un momento para que el jefe de ellos nos atienda. Al paso de unos quince largos minutos una de la puertas que aquí hay se abre y veo como sale Owen y detrás de él sale el oficial que estaba en la empresa y otro hombre más.
Rápidamente me levanto y sin pensarlo mucho voy hasta él para abrazarlo sin querer soltarlo, Owen me envuelve entre sus brazos mientras me susurra que todo está bien, que voy a entrar en la oficina del policía junto a su abogado.
Nos separamos y asiento a todo lo que me dijo, siento las manos de mi padre en mi hombro y volteo a mirarlo mientras asiento en su dirección, paso a la oficina primero y veo como entra el abogado de Owen, de último entra el oficial cerrando la puertas detrás de él.
Mi cuerpo automáticamente se tensa y comienzo a sentir nervios por todo mi cuerpo.
-¿Po..podría dejar la puerta abierta?- mi voz sale temblorosa, poniendo en alarma a los dos hombres que están aquí.
-Claro no hay ningún problema señorita Adams- el oficial abre la puerta dejandola de par en par y haciendo que mi cuerpo se relaje poco a poco al ver tres pares de ojos puestos en mi.
Suelto un suspiro de alivio mientras juntos mis manos.
-Gracias- ellos sin decir nada, solamente asiente. El oficial toma asiento, enciende su grabadora y procede a decirme que comience a relatar absolutamente todo lo que pasó.
Desde el momento que pise la empresa hasta lo que pasó hace un rato. Me lo quedo mirando por unos momentos y siento como mis ojos se llena de lágrimas, me las limpios de manera lenta mientras vuelvo a soltar un suspiro y comienzo a contarle desde que entre a la empresa hoy.
El oficial simplemente asiente en algunas ocasiones mientras noto como el abogado hace algunas anotaciones en una libreta y presta atención a todo lo que voy contando.
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Nuevo capítulos chicas, espero les haya gustado. ❤️
Ya sabes no se olviden de darla a la ⭐️ y comentar.
Daniela.
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