Capitulo 22
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Me quedo observando por unos segundos la puerta por donde Owen acaba de irse, cierro los ojos y cuento mentalmente.
—Jul debes de entenderlo te encontró en una situación poco agradable para él— la voz de Matt me hace abrir los ojos y girar la cabeza como la niña del exorcista— oye no me mires as...
—Y una mierda, no puede venir y hablarme de esa manera y mucho menos actuar como un loco psicópata, pero me va a oír.
Dispuesta a irme a la oficina de Owen, siento como Matt me toma del brazo haciendo detenerme un momento.
—Primero trata de calmarte, no puedes salir así, vas a dar de que hablar.
—Ya están hablando por la manera en la que me trajiste aquí, para luego venir Owen y después salir como alma que lleva el diablo, ¿En serio crees que ya no están hablando?.
Él se queda callado sin saber que decir, se lleva una mano hacia su cabeza y comenzar a rascarse.
—Que... ¿Qué crees que estén hablando?.
Alzo una ceja en su dirección.
—No lo sé Matt, te recuerdo que todavía estoy aquí contigo— me apunta.
—Cierto, ¿Y tu gafete de pasante?.
Ruedo los ojos a la vez que se me escapa una risa.
—Lo olvide en la repisa de mi habitación— hago una mueca— ire hablar con Owen.
Asiente en mi dirección, sintiéndome más calmada me encamino nuevamente hacia la puerta que al momento está de ser abierta siento varios ojos puestos en mi y sin prestarles atención y con una expresión neutra, me dirijo hacia mi puesto en busca de mi teléfono.
Mis ojos dan con los de Anna quién tiene una expresión preocupada, tomo mi teléfono y me dirijo hacia ella.
—Ann dentro de poco va hacer la hora del almuerzo, déjame ir un momento con Amalia y luego vengo a buscarte ¿Si?.
—Si tranquila no hay problema, ¿Pediste permiso para salir?— asiento— bueno nos vemos al rato.
Le sonrio y me dirijo hacia las escaleras, siento varios ojos puestos en mi, así que me dirijo escaleras abajo y una vez que verifico que nadie del departamento de marketing este por aquí, marco el piso de Owen.
Cuando las puertas del elevador se abren lo primero que veo es el rostro de Ashley, quien al verme se coloca un poco pálida y nerviosa. Yo alzo mi ceja de manera interrogativa y ella se levanta de su sitio rápidamente.
—Jul este... No puedes pasar.
Detengo mi andar cuando escucho a Ashley decir aquello.
—¿Como dices?.
—Es que en la oficina del señor Clark — se muerde el labio inferior— se encuentra la señorita Rothschild
Lo último lo dice muy bajito pero logro oírla y confundida pregunto.
—¿Y quien es la señorita Rothschild Ashley?.
No se porque pero siento una pesadez en mi cuerpo el cual logra tensarse por completo dándole la bienvenida nuevamente a la furia cuando escucho como Ashley me dice que se trata de Camille quien esta con Owen en la oficina.
Camino rápidamente hacia la puerta de Owen y la abro de manera brusca, veo que Camille tiene sus manos en el pecho de Owen y esté rápidamente se aparta de ella.
—¿Que haces tú aquí?— su ridícula voz chillona me pregunta, haciéndome soltar una risa irónica mientras cierro la puerta
Camino hacia el gran escritorio de Owen y me siento en su silla a la vez que cruzó mis piernas.
—Querida, esa pregunta debería de hacerla yo— le digo totalmente seria y se por la expresión de Owen que estoy totalmente roja de la furia— así que, dime ¿Qué haces aquí?.
Ella abre los ojos incrédula en mi dirección para después voltear hacia Owen.
—¿Vas a dejar que me hable así?.
Owen suelta un gruñido mientras se pasa las manos por el rostro.
—Camille largo de mi empresa, la vuelves a pisar y te juro que está vez si te pongo una orden de alejamiento.
Camille lo mira dolida y hasta sus ojos se colocan un poco rojos y por primera vez me siento un poco mal hacia ella. Ella se acerca un poco a Owen y mi cuerpo se coloca tenso nuevamente.
—¿Nunca vas a perdonarme?— su voz sale lastimera haciendo que me encuentre confundida e inquieta ante aquella confesión
El rostro de Owen no expresa nada, simplemente se la queda mirando sin decir nada y eso hace que mi corazón comience a bombear como loco ante la situación que estoy viendo, me levanto de la silla y me coloco a un lado del escritorio.
—¿Te vas por tu cuenta o tengo que llamar a seguridad?— mi tono de voz sale duro haciendo que ambos me vean.
Camille vuelve a mirar a Owen y al ver que no dira nada, se dirije a la puerta pero a medio camino se voltea y me mira.
—Tu podrás estar con él en estos momentos—su voz es decidida— pero en su corazón siempre voy a estar yo, nunca podrás ser yo querida.
El querida lo suelta de manera burlesca y aunque por fuera no demuestre que sus palabras me afectaron por dentro estoy que grito por la inseguridad que está creciendo como tsunami.
—Tienes razón Camille— la voz de Owen hace acto de presencia y miro como los ojos de Camille toman un brillo de esperanza mientras lo observa, entre tanto siento como mi pecho se oprime a la vez que siento arder mis ojos— Jul nunca podrá ser como tú, porque ella es mucho mejor, porque sé que me quiere por lo que soy y no por lo que tengo.
Siento las manos de Owen posarse en mi cintura hasta pegarme en su pecho y automáticamente siento como mi corazón deja de moverse por lo que acabo de escuchar y haciendo que ese sentimiento de inseguridad se vaya poco a poco.
—Hablo en serio Camille, vuelves a pisar mi empresa y no respondo.
Dirijo mi vista a Camille quien tiene el rostro totalmente contraído por el dolor y la furia, se va cerrando la puerta con fuerza, dejando que lo único que se escuche es el zumbido de está.
Me aparto de Owen y volteo a mirarlo, estoy un poco confundida ante está situación pero todavía sigo estando cabreada con él.
—No siento nada por Camille, si es lo que estás pensando— los ojos de Owen me examina esperando una respuesta de mi la cual no llega, suspira y habla— no sé cómo paso, de seguro fue mi madre quie...
—Owen en estos momentos no me interesa saber cómo paso Camille— lo miro directo a los ojos— aunque no te voy a mentir que me incomodo lo último que te dijo, pero lo que realmente a lo que vengo aquí, es que te comportaste con un lunático allá abajo.
Sus ojos vuelven adquirir aquella furia y su semblante se vuelve serio.
—¿Lunatico dices?— asiento mientras me cruzo de brazos— ¿lunático por ver cómo ese imbecil te sostenía por la cintura?.
—Si Owen, yo no me coloque como una lunática ayer cuando entré aquí y vi que estabas solo con Madison— enfatizo lo último— tampoco me coloque como una lunática al verte aquí con tu ex.
No dice nada pero su semblante se relaja un poco, cierro los ojos y suspiro para volver hablar.
—Entiendo que sientas celos, porque yo igual los siento— él se acerca y siento como la rabia va mermando— pero debes de controlarte, estamos aquí en la empresa y soy tu pasante.
Nos miramos sin decirnos nada, él cierra sus ojos por unos segundos mientras niega, se acerca hacia mi por completo colocando sus manos en mi rostro.
—Disculpa por a ver reaccionado así el día de ayer— pega su frente junto a la mia— sé que tú carrera es importante, lo entiendo y respeto, pero soy nuevo en esto, a mi no me importa si ven o no con alguien.
Muerdo mi labio inferior.
—Pense que tendriamos otra discusión por eso o que tal vez no me hablaras más.
Él se separa de mi y levanta una ceja.
—¿Me tomas por un crio?.
—Pueda que si— me encojo me hombros— y disculpa aceptada, debemos esperar solo un poco y ya, creo que falta un mes o hasta menos para que acabe las pasantías.
Owen arruga el entre cejo.
—¿Y eso que tiene que ver?.
—Pues que no voy a estar más aqui— le dio una genuina sonrisa que se esfuma al ver su seriedad— ¿No estarás pensando dejarme aquí o si?.
—El hecho de que seas mi novia no significa que te quedas por favoritismo— una boba sonrisa se pinta en mis labios haciendo que me acerque y darle un pico haciéndolo sonreír igual— eres muy talentosa Jul y te quedas por eso.
—¿Solo por eso?— levanto una ceja con una sonrisa juguetona.
—Bueno, también porque quiero verte a cada rato.
—Eso lo podemos discutir después— miro la hora en mi reloj de mano y ver que ya es hora del almuerzo— por ahora voy almorzar con Anna.
—Te iba a pedir almorzar los dos— rueda sus ojos y paso mis manos por su cuello— ¿Estamos bien?.
Abro la boca para responder pero siento como sus labios hacen presión con los mios, me dejo llevar por él y sus deliciosos labios, su lengua hace acto de presencia y yo gustosa le doy la bienvenida haciéndome sacar un jadeo, mis manos no paran de acariciar las hebras de su cabello.
Mientras que sus manos se pasean por toda mi espalda, después de unos minutos nos separamos, notando lo desastrosa que está nuestra respiración.
—Todavia no estamos del todo bien, no te has disculpado por comportarte como un loco allá abajo.
Él solo rueda los ojos.
—Eso lo podemos discutir más tarde— me guiña el ojo haciendo que yo le saque mi dedo corazón.
Unos toques en la puerta nos hace voltear hacia está y escuchar la voz de Ashley. Owen la hace pasar y ella trae unas cuantas carpetas en sus manos.
—Señor Clark dentro de unos minutos tiene una reunión con los señores Drikovak.
—Se me había olvidado, gracias Ashley en unos momentos nos vamos— ella asiente y sale de la oficina— nos vemos a la hora de salida, esperame en el estacionamiento.
—Esta bien.
Nos dimos otro fogoso beso y salimos de la oficina, yo rumbo a las escaleras y él y Ashley por el ascensor.
—¿Entonces ya están bien?— Dice Anna mientras envuelve pasta en el cubierto.
Antes de responder trago y tomo un poco de agua.
—Se puede decir que si.
Seguimos comiendo hasta que veo como Anna se queda viendo su plato sin decir ni comer nada, voy a preguntarle si pasa algo pero ella levanta la mirada y reposa su mentón en su mano.
—Jamas me imagine en una situación como está.
—¿Tu y yo comiendo aquí?— ella rueda sus ojos haciendo que suelte una risa.
—No pendeja, hablo de mi relación con Matt o la tuya con la de Owen.
Tomo el pañuelo blanco que está a un acostado y me limpio la comisura de mi boca.
—Realmente yo menos, ¿Quieres saber algo chistoso?—ella asiente y yo coloco ambos brazos en la mesa— El día que Owen nos eligió, antes de entrar a la charla. Amalia me estaba persiguiendo y justo cuando mire hacia atrás no vi que una puerta fue abierta y cuando mire hacia el frente me di un buen beso.
Anna suelta una carcajada y aún así habla.
—Con razón tenías la frente roja ese día.
—Asi es— sonrio— ¿Y sabes quién abrió la puerta?— ella niega y hace seña de que hable— Owen.
Ella abre la boca en forma de "o" para luego volver a reírse, seguimos hablando hasta que se nos hace la hora de irnos, pagamos y nos dirigimos hacia mi auto para llegar hasta la empresa y seguir con nuestras labores.
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Es todo por hoy, espero les haya gustado ♡.
Denle a la ⭐️ y cuéntame que fue lo que más te gustó. 😉
Daniela.
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