Despues de aquella confesión por parte de ambos, nos seguimos besando por un buen tiempo hasta que el frío de la noche hizo efecto en mi y Owen se ofreció llevarme a mi casa.

Acepte gustosa y justo cuando estamos frente a mi casa decidimos hacer otra ronda de apasionados y sabrosos besos los cuales se estaban tornando fogosos.

Me separo de sus labios y él suelta un pequeño gruñido mientras aprieta sus manos en mi trasero. Observo sus ojos y estan totalmente oscuros del deseo, nuestras respiraciones son un completo desastre.

     —Creo.. creo que debería de irme ya— mi voz es suave y baja.

Owen se cuele entre mi cuello y deja un beso en el cuello haciendo erizarme por completo.

     —Deberias si, pero no quiero— suelto un jadeo cuando siento pasar su lengua por el lóbulo de mi oreja.

Cierro los ojos y llevo mis manos a su cabello.

     —Llevamos un buen rato estacionados frente a mi casa y no creo que quieras tener una charla con mi papá sobre que quieres con su princesa.

Sale del hueco de mi cuello y da una hermosa sonrisa.

     —Por el momento no, no estoy presentable como para presentarme y querer hablar con tu padre, sobre su princesa.

Lo miro sorprendida y sonrio como boba, me levanto de su regazo para sentarme en el asiento y tratar de acomodarme.

     —Primero, deberíamos hablar sobre esto— nos señalo a ambos mientras me remuevo inquieta.

     —Me parece bien, ¿Mañana?— levanto la mirada en su dirección y veo como fija su vista en su mano izquierda donde reposa un bonito reloj negro— bueno, relativamente más tarde.

Asiento sin saber que decir, hasta que recuerdo que tengo que ir a las dos de la tarde a una reunion de la universidad.

     —Creo que no se va a poder, tengo una reunion en la universidad a las dos de la tarde y no sabré a que hora termina.

     —Bueno, en ese caso, ¿Te parece ir a cenar y asi hablamos?.

Estoy consciente de lo mucho que me atrae Owen. Pero está situación se me hace un tanto incomoda por este cambio tan repentino de él.

     —Esta bien.

     —Bien, te pasare buscando a las ocho.

Asiento y me acerco para dejarle un beso en su mejilla y salir del auto apresurada, sin mirar hacia tras. Recuesto mi espalda sobre la puerta de la casa una vez que estoy adentro y echo un gran suspiro cerrando los ojos.

Escucho como enciende su auto y como se va alejandose poco a poco, abro los ojos y me encuentro con unos azules viéndome entre curiosa y divertida.

     —¿Se puede, saber quien es ese chico que te logra poner en ese estado?.

Muerdo mi labio inferior y luego de unos segundos callada, decido hablar.

     —Podríamos... ¿Podríamos dejarlo para después?.

     —Ah no jovencita, vamos a la cocina.

     —Ali tengo que ir a una reunión de la universidad a la dos de la tarde, necesito descansar.

     —Eso debiste de pensarlo antes de irte de fiesta, y más aun, llegar a las— levanta su delgado brazo donde reposa un delicado reloj color beige— tres y cuarenta de la madrugada, andando.

Hace un movimiento con su cabeza señalando la cocina y resignada la sigo hasta llegar y sentarme. Comienzo a contarle desde como nos conocimos, como es que entre en su empresa sin ambos saber que nos veríamos de nuevo, hasta la mentira y de como hace dos dias termino todo.

     —Pero.. pero si él decidió terminar la mentira, ¿Por que habrá echo lo que hizo hace un rato?.

Me encojo de hombros mientras le doy un sorbo al té que momentos atrás Alice preparo.

     —No lo sé, por eso acepte ir a cenar con él.

     —Esta demas decir que ambos se atraen.

La señalo y asiento.

     —Si, pero él me dijo "que no queria tener ningún tipo de relación asi sea de mentira"— trato en un fallido intento de imitar su voz.

Ali suelta una suave risa que me hace reír igual, escuchamos unos pasos provenientes de las escaleras y ver como papá aparece segundos despues, por la puerta de la cocina.

     —¿Se puede saber que es lo que le quita el sueño a mis princesas?.

Abro la boca para hablar pero Alice se adelante.

     —Cosas de chicas— habla seria y yo abro mucho los ojos, al aparecer estos dos siguen molestos o al menos ali—cariño deberías descansar, recuerdas que tienes la reunión de la universidad.

Se acerca a mi, me da un beso en la frente y sale de la cocina, papá solo la observa en silencio hasta que ella sale de la cocina y él cierra sus ojos para luego soltar un suspiro.

     —¿No has hablado con ella?.

     —Trate pero no quiso, la dejare que se le pase.

     —No es bueno dejar que se le pase por si sola papá— me levanto para dejar la taza en el fregadero e ir hacia él y dejarle un beso en su mejilla— recuerda como somos las mujeres, buenas noches papá.

     —Buenas noches hija.

°°°

Bostezo por quinta vez desde que estoy en la reunion de la universidad, la cual solo han hablado puras estupideces en mi opinión, nada que con un correo se puede describir y explicar todo sin necesidad de hacer acto de presencia. Pero a los de la universidad, al parecer les gusta joder a los estudiantes.

Tengo la cabeza recostada en el hombro de Anna, quien aveces escucho como ríe cuando mi cabeza se va hacia atrás.

     —Jul en cuanto termine esto, ¿Me puedes llevar al hospital?— escucho el susurro de Anna y solo le contesto un "ujum" a lo que ella ríe bajo— ¿Despues a china?.

     —Si Ann a donde tu quie.. ya va, ¿Dijiste china? ¿Para que quieres ir a china?.

Ella suelta una gran carcajada ganandose varias miradas incluidas la de nuestra coordinadora quien nos mira con ganas de asesinarnos, ambas decimos al mismo tiempo un "lo siento" y la coordinadora solo rueda sus ojos negando con la cabeza y sigue hablando.

     —Necesitaba algo con que despertarte por completo.

     —Y vaya que lo hiciste pendeja— me guiña el ojo y yo niego— ¿Oye te acuerdas sobre la invitación que nos hizo Phil?.

     —No me digas que si fuiste— asiento y ella me mira de forma recriminatoria— ¿Y fuiste con Owen no es asi?.

Niego con la cabeza y ella abre mucho sus ojos.

     —Tranquila que a final de cuentas nos encontramos alli.

     —¿Se enojo?.

     —Te cuento de camino al hospital, por los momentos déjame dormir otro ratico mas.

Ella niega con la cabeza y yo me acomodo en su hombro para poder dormir unos minutos mas.

De camino al hospital le conte con lujos y detalles todo lo que paso, ella solo asentía y se asombro con  lo ultimo de como reacciono Owen. Obviamente le conte que todo al principio era una mentira y como era de esperarse, recibí una mirada matadora como las que me lanza Amalia cuando le oculto algo.

Debo admitir, que me siento muy bien por ya haberle contado todo a Anna, ella se a vuelto alguien muy importante para mi. Al llegar al hospital entramos a la habitación donde se encuentra su hermanito el cual es una moneria y es una copia exacta de Anna solo que versión masculina.

El pequeño Andrew adora a Anna y ella a él, eso lo puede notar hasta un ciego. Cuando entramos a la habitación los ojos del pequeño brillaron y extendió sus brazos hacia Anna a la vez que decía su nombre.

Llevamos buen rato aqui en el hospital y para ser sincera ni se que hora es. En estos momentos le estamos contando a Andrew, de como es todo en la oficina y él todo emocionado pregunta cada detalle y nos escucha atentamente a todo lo que le decimos.

     —Cuando sea grande quiero ser arquitecto.

     —Pues seras el mejor de todos— le guiño un ojo y el pequeño Andrew se le asoma un leve sonrojo en sus mejillas.

     —Deberías de ver sus dibujos, son asombros— dice Anna mientras se levanta para tomar de su bolso una botella de agua.

     —A mi me encantaría verlos, es más, para la próxima visita te traeré un regalo.

     —¿Para mi?— abre sus ojitos los cuales expresan una sorpresa genuina.

     —Pues no veo otro niño por aqui— veo hacia los lados— ¿No te gustaría que te trajera un regalo?.

Sus mejillas vuelve a teñirse de rojo mientras asiente mientras Anna y yo reímos. Observo la hora y veo que ya son casi las siete de la noche, abro demasiado los ojos.

Apresurada me despido de Anna y Andrew, para despues salir corriendo hacia mi auto e ir hacia mi casa para comenzar alistarme.

Una hora exacta dure en estar completamente lista, deberian de colocarme en el libro de Récords Guinness. Tomo el frasco de perfume para rociarme de el, me miro en el espejo y me gusta como estoy vestida. Como no se adonde me llevará a cenar, opte por un vestido negro de mangas largas, es un poco ovalado de la cintura hasta un poco mas arriba de las rodillas y por último mis preciados tacones negros de gamuza.

Decidí hacerme una coleta alta y un leve maquillaje, voy hasta la planta baja y oigo risas que provienen de la cocina, me dirijo alli y cuando entro veo a papá bailando muy chistoso mientras está preparando algo, las risas de Alicia, quien esta sentada en el mesón me hace saber que papá logro contentarla.

Me acerco hasta ellos y veo que papá está preparando el batido favorito de Alicia el cual es el de banana. Ambos se percatan de mi presencia y recibo miradas de cariño, una de aprobación y otra recriminatoria, esta demás decir quien me mira de aquella forma.

     —Pense que no saldrías, tenia pensado hacer una noche de películas.

     —Eh si, solo voy a cenar con Amalia.

     —Para salir solo a cenar con Amalia vas muy elegante.

Miro mi vestido y vuelvo a mirarlo.

     —No tiene nada de malo vestirme asi.

     —Dejala tranquila Daniels.

Le agradezco con la mirada a Ali y cuando papá abre la boca para decirle algo a Ali, suena una bocina en la parte de afuera y esa es mi señal de salir de aqui pero antes de poder salir de la cocina la voz de mi papa me detiene.

     —Espero que ese chico no se propase contigo, por que se las vera conmigo— ruedo los ojos y asiento— ¿Me escuchaste Julia?.

Siento como se me encoje el corazón y una gran sonrisa se asoma en mi rostro. Mi papá siempre me a dicho que soy el vivo retrato de mi madre y lo certifico por el album de fotos que él me regalo en mi cumpleaños número diez. Cada vez que hago o digo una mentira piadosa, para él es como si estuviera viendo a mi madre, eso fue lo que me dijo cuando estaba entrando a la adolescencia y mis cambios de aptitudes lo estaban volviendo loco.

Por eso cuando hago este tipo de cosas como decirle una mentira piadosa, me llama por el nombre de mi mamá, para hacerme saber que ya él sabe que estoy mintiendo.

     —Fuerte y claro Papá— le sonrio y eso basta para él se relaje.

Me despido de ambos con un beso en la mejilla y salgo directo hacia el auto de Owen, mi pobre corazón está que sale desbocado de mi pecho. Abro la puerta para meterme de buena vez y asi Owen se pone en marcha hacia donde sea que vayamos a cenar.

• Espero les haya gustado este nuevo capítulo.😉

Saludos, Daniela.