Capitulo 14
Han pasado dos dias desde que Anna me dijo que su hermano pequeño le diagnosticaron Leucemia. Cuando me dijo aquello no supe reaccionar solo la atraje hacia mi y volverla abrazar.
El doctor dos horas antes de yo llegar, les informo que todo indica que el pequeño tiene leucemia por los síntomas que la mamá de Anna le dijo al docto y esté solo les dijo que lograron bajarle la fiebre y procedieron hacerle una cantidad de exámenes para confirmar aquello.
Ella se ausento debido a lo de su hermano pero hoy se vuelve a incorporar, Matt a estado como un chicle pegado a ella y eso me gusta. Demuestra que realmente la quiere, todos hemos estado muy al pendientes de ella.
Hoy es jueves y por sorprendente que sea no e sabido nada de Owen, puesto que con toda está situación del hermano de Anna nos trae algo cabizbajo, e dejado el informe a medio terminar y se lo e entregado a Ashley. En estos momento estoy frente al edificio donde vive Anna.
La veo como viene con un gran abrigo color beige, entra al auto y se frota las mano. Ya estamos a mediados de octubre y por lo tanto ya se acerca el invierno.
—Gracias por buscarme Jul.
—Sabes que no me cuesta nada.
La veo de reojo y observo como asiente para despues recostar su cabeza de la ventana, pasamos todo el camino en silencio hasta llegar a la empresa y seguir en silencio.
En la hora de almuerzo decidí dejarla sola con Matt, se que necesitan estar solos. Decidí salir almorzar afuera de la empresa, entro a un restaurante que se encuentra de la empresa, me dirijo a una mesa vacia cuando siento como me toman de la cintura.
—Creo que llegaste en un buen momento— la baja voz de Owen me hace estremecer entera y esté se da cuenta ya que me presiona mas a él.
—¿De que estas hablando Clark?.
—Despues te explico, ahora vamos a mi mesa donde se encuentra el señor Smith.
No me da tiempo de responder ya que me arrastra hasta la mesa donde se encuentra sentado el señor Smith junto con otro hombre muy apuesto, tiene el cabello castaño claro, ojos azules y sus facciones son perfiladas.
Owen tira la silla hacia tras, me siento y luego él se sienta a mi lado.
—Juliette querida justo le pregunte a Owen donde estabas.
Le sonrio amable.
—Lo que pasa es que tenia unos pendientes que terminar en la oficina y le dije a Owen que se adelantara.
—Entiendo, te presento a mi sobrino Mark se encuentra de visita.
Le tiendo mi mano.
—Un placer Mark, Juliette Adams.
—El placer es todo mio— estrecha mi mano y yo le sonrio amable.
Luego de eso todo fue charla y risa por parte del señor Smith y Mark. Owen en algunas veces se reia, del resto estaba serio, despues de terminar de comer nos despedimos de ellos y nos fuimos a la empresa no sin antes decirle al señor Smith que todavía esta pendiente el almuerzo con su esposa.
—Bueno este— carraspeo un poco, estamos afuera del restaurante— creo que iré a la cafetería por algo de dulce asi usted ingresa primero a la empresa.
Owen me mira entre molesto y confundido, ¿Por que esta molesto ahora?.
—Tranquila yo vine en mi auto.
—¿Es en serio?— le digo incrédula— tu empresa solo esta a diez locales de este restaurante.
—No me importa— se encoje de hombros y yo ruedo los ojos— cuando llegues a la empresa subes a mi oficina.
Y sin mas se dirije a su auto para despues irse. Yo todavía estoy algo impresionada por su aptitud, decido dejar de pensar en el imbecil para ir hacia la empresa.
Las puertas del ascensor se abren y salgo.
—Hola Ashley, ¿El señor Clark esta ocupado?.
Ella confundida arruga su entre ceño.
—Eeh no, no esta ocupado, disculpa mi curiosidad pero, ¿Estan peleados?.
—Algo asi.
—Con razón, por que llego con un humor de perros.
—Tranquila, un día de estos lo voy domesticar— le guiño el ojo y ella suelta una pequeña risa.
Me giro para ir a la oficina de Owen, abro la puerta y cierro detrás de mi. Owen se encuentra contemplando la gran vista de Seattle, me acerco hasta llegar al escritorio y carraspear.
—¿Se puede saber que diablos te pasa?.
Esté se voltea y logro ver que todavía esta molesto o mas bien furioso, camina hacia mi hasta estar a solo centímetros de mi, yo me echo hacia tras hasta sentir como mis nalgas chocan con el escritorio y Owen se acerca mas.
—¿Quieres saber que diablos me pasa?— su voz se torna ronca mientras sus preciosos ojos grises me miran con intensidad.
—Me dijistes afuera del restaurante que una vez llegara, viniera a tu oficina. Es mas que obvio que quiero saber el por que pasaste todo el almuerzo molesto.
Apesar de su cercanía y su intensa mirada la cual hace estragos en mi cuerpo no se lo permito saber.
Owen aprieta su mandíbula
—Si quieres despues me puedes golpear.
¿Que? por que abría de golpearlo, cuando pienso preguntarle me toma de la nuca con una mano y plantar sus deliciosos labios junto a los mios.
Yo sorprendida por lo que está pasando tardo en reaccionar y cuando siento como la mano de Owen deja de hacer presión en mi nuca para después separar sus labios de los mios, reacciono y llevo mis manos hacia su rostro para traerlo de nuevo hacia mis labios.
Owen gruñe mientras regresa su mano donde estaba y la otra la lleva hacia mis cadera. No sabia que sentía esta necesidad de ser besada por él hasta ahora, llevo mis manos hacia su cabello para sentir la suavidad en ellos.
La puerta de la oficina de Owen es abierta haciendo que nos separemos para mirar quien interrumpió tan delicioso momento.
—Asi que es cierto.
En la puerta se encuentra una señora de tez blanca, cabello castaño y de ojos grises. Es como de mi estatura, logro ver que trae puesto un vestido color salmón junto a un abrigo blanco. Desvio mi vista y logro identificar a Camille quien tiene una expresión furiosa en su rostro.
Owen se lleva su mano a su rostro y suspira mientras que con su otra mano me coloca tras su espalda como intentando protegerme.
—Madre, ¿Que haces aquí?.
—¿Como que, que hago Owen? ¿Como es posible que estés con esta mujerzuela?.
¿Me llamo como creo? ¿Escuche bien? ni siquiera soy consciente de cuando sali de la espalda de Owen.
—Escucheme muy bien, señora.
Está me mira incrédula, quizás pensó que me quedaría tras de su hijo.
—Primero, aqui la única mujerzuela es la que tiene al lado suyo. Segundo, sino quiere que le falte el respeto le exijo respeto.
—¿Quien te crees que eres para hablarme de ese modo?.
—Me creo todo lo que se me de la gana. Pero le voy a responder, le guste o no, soy la novia de Owen— busco su mano y la entrelazo con la mia— duela a quien le duela.
Esto ultimo lo digo mirando a Camille quien estaba a punto de soltar lava por lo roja que estaba. Owen no a dicho ni una palabra y gracias a dios que no, por que de lo contrario seria capaz de matarlo si intentaba callarme.
—¿Vas a dejar que le hable asi a tu madre?.
La voz de Camille se siente contenida, sabe que no debe montar un número mucho peor del que ya se esta armando, Owen suspira y me atrae hacia su pecho y noto como tiene su corazón acelerado.
—Camille no se que haces aqui, te deje bien claro que tenías la entrada prohibida a mi empresa, asi que por favor retirate.
La mencionada estaba apunto de abrir la boca cuando la madre de Owen le dice que se vaya, que ella se comunicara en cuanto antes con ella. Camille solo se queda callada y me fulmina con la mirada para despues darse la media vuelta e irse.
—Es increíble que aceptes que— se me queda viendo de arriba a bajo y yo la observo altiva— tu novia, le hable asi a tu madre.
Su calmada voz es solo una fachada de lo que estoy segura que oculta muy dentro de ella.
—Madre, tu comenzaste al llamar a mi novia de aquella forma, es lógico que se defendiera.
Ella levanta su rostro y aprieta su mandíbula.
—Quiero hablar contigo a solas— mientras dice aquello su mirada no se aparta de la mia.
Yo solo suelto una risa irónica.
—No, lo que tengas que decirm..
—Tranquilo cariño, además tengo que ir con Amalia— me volteo, le coloco mi mano en su mejilla y me acerco un poco para susurrarle— me avisas en cuanto estés seguro que ambas no esten cerca.
Su mirada irritada cambia a una profunda e intensa cuando mira mis labios y rápidamente comienzo a sentirme nerviosa, cuando pienso en darme la vuelta e irme, siento sus labios juntos a los mios.
Y antes de dejarme llevar se separa de mi dejándome con ganas de querer mucho mas.
—En cuanto termine aqui te pasare buscando.
Asiento para luego dirigirme hacia la puerta y cuando paso por el lado de la mamá de Owen le digo "un gusto en conocerla suegra", no vi que gesto hizo pero se que rodo sus ojos.
Al cerrar la puerta me dirijo hacia el ascensor ir a mi piso, decirle a Anna que regresaba dentro de un rato mientras recogía mis cosas e irme como alma que lleva al diablo a la empresa de Amalia la cual la llame de camino para avisarle que iba para allá.
—¿Entonces ya puedes admitir que te gusta Owen?.
Observo Amalia y decido no responder, llevo mis manos hacia mi rostro y gruñir. Tengo alrededor de tres horas metida en la empresa de Amalia, Owen todavía no me avisa sobre que ya puedo regresar a la empresa.
Estoy descalza y acostada en el piso con las piernas montadas en el sofa, siento como Amalia se sienta a un lado de mis piernas quito mis manos del rostro y ver una gran sonrisa en su rostro.
—Jul no tiene nada de malo que te guste Owen, se que tienes miedo de salir herida despues de lo que paso con el imbecil de Peter, pero querida lamentablemente la vida es asi— lleva su mano a una de mis piernas y la aprieta suavemente— ya queda de tu parte si dejarte derrotar o seguir con la frente en alto.
Nos quedamos por un momento calladas hasta que sentimos como la puerta de su oficina es abierta, ¿Pero es que nadie saber tocar? ambas volteamos hacia la puerta y se trata de Owen quien tiene el ceño levemente fruncido.
—¿Que haces en el piso?.
Elevo una ceja y lo ataco con otra pregunta.
—¿Que haces tú aqui?— rueda sus ojos.
—Necesitamos hablar.
De repente lo de hace un rato me llega a la mente y me entra nervios de tan solo estar a solas con él.
—¿Amalia nos podrías dar un momento?— está bufa y se levanta.
—Encima que no sabes tocar, me corres de mi oficina— Amalia sale negando con la cabeza.
Noto que Owen tiene la corbata un poco floja con los dos primeros botones abiertos, su negro cabello esta un poco desordenado, se ve realmente guapo de esa manera.
—¿Y bien?.
—Primero levantate del piso.
Arrugo el entre ceño.
—No, estoy muy cómoda asi.
—¿Sabes la cantidad de bacterias que habitan en el suelo?.
Sin poderlo evitar suelto una gran carcajada, me tapo la boca con una mano para no verme como una foca con problemas cardíacos, me calmo a los segundo y bajo las piernas del sofa para luego levantarme.
—No me digas que eres de esas personas que son obsesivamente pulcros.
—Prefiero ser asi a que estar sucio por la vida.
Me cruzo de brazos y ruedo los ojos.
—¿Es que no tuviste infancia?.
—¿Es que no te has dado cuenta que ya eres adulta para estar acostada en el piso?.
—Para tu información tengo bien en claro lo adulta que soy. Pero no una adulta aburrida como muchos.
Observo como aprieta su mandíbula.
—No vine a discutir sobre cosas sin importancia.
Le doy una sonrisa irónica para luego sentarme en el mueble grande y con mi brazo izquierdo lo invito a sentarse en el sofa pequeño del frente.
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