Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28.- Siempre iré contigo


ANTONELLA.

Chiara me lanza una mirada emocionada. Retengo la risa ante el estado en el que mi amiga parece haber entrado.

—¿Formalizaron? ¡Por Dios! Ya sabía yo que no podrías pasar mucho tiempo resistiéndote al bombón —me rio con ella —estoy tan feliz por ti, Anto. James es todo lo que necesitas, es sexi, tan apuesto y es un hombre maravilloso, me alegra tanto que al fin se haya atrevido y no desperdicie su oportunidad.

—Estoy tan incrédula con todo esto, ¿no te parece demasiado apresurado? —inquiero —quiero decir, no tengo duda de que quiero estar con él y sé que el tiempo es lo de menos, pero estoy tan aterrada. No quiero perderlo, después de todo lo que ha pasado, James se siente como lo que siempre esperé encontrar, si esto no funciona...

—Deja de ser tan pesimista, chica —pide Chiara —deja de pensar en si va o no a funcionar, y disfruta que estás con un hombre maravilloso que te adora.

No puedo esconder la sonrisa que se filtra en mis labios, ¿Cómo podría? Dirijo la mirada hacia la joya que reluce en mi mano. Tan perfecta, tan brillante y que me recuerda todas las palabras que James dijo aquella noche en mi hogar.

Han pasado algunos días, y sigo sintiéndome exactamente igual a ese momento, con la misma emoción latiendo en mi pecho.

—Sí, supongo que tienes razón.

—Claro que tengo razón —concuerda con una sonrisa —tu mejor amiga nunca se equivoca.

Volvemos a reír.

—¿Cómo recibió la noticia tu tío? ¿No está decidido a realizar una exhaustiva investigación?

—Creo que en realidad ya se lo esperaba —admito —no dijo nada, más que espera que James se comporte a la altura, ya sabes, no puede dejar su lado paternalista de lado.

Dirijo la mirada al reloj, hoy tenía una reunión programada a las doce, y antes de eso había decidido invitar a Chiara a los casinos.

—¿Quieres que demos un recorrido antes de que tenga que encerrarme en la sala de juntas? —ofrezco —podemos jugar un poco.

—Esa no es una invitación que pueda rechazar —sonrío satisfecha y nos incorporamos para salir de la oficina —¿no nos encontraremos a tu chico?

—El área publicitaria está un poco apartada —admito —tienen su propio espacio para trabajar y no están por los pasillos del casino a menos que se requiera colocar algún poster publicitario o se realice alguna campaña.

El casino no suele estar demasiado lleno a estas horas del día por lo que perfectamente podemos acomodarnos en los juegos que deseamos. Chiara siempre ha sido buena jugadora, tiene una habilidad con los juegos de azar impresionante, y aprovecha esta oportunidad para demostrarlo una vez más.

Tomamos un par de copas, y comemos algo entre cada juego, tratando de aprovechar el tiempo disponible que tenemos.

—Ahí está mi chica —giro cuando reconozco su voz. No retengo la sonrisa cuando miro a James, viste tan elegante, pero sin perder su habitual aspecto relajado —Ángelo dijo que te encontraría aquí.

—Hola, ¿no deberías estar trabajando?

—Son las cuatro, mi turno acaba a las cuatro —informa —estaba por irme a casa cuando tu tío me informó que estabas en el área de juego.

Se acerca hasta mí y se inclina para atrapar mis labios entre los suyos. Mi estómago cae al vacío ante el sentimiento, ya me ha besado antes, pero desde que somos novios, todo se siente mucho mejor.

Cuando se aparta, sonríe de lado y luego mira sobre mi hombro.

—Parece que traes compañía —murmura —hola, Chiara.

—James —saluda mi amiga —parece que después de todo si te encontramos.

—Le dije que era poco probable que nos encontráramos porque...

—¡Anto! —tengo que retener el impulso de rodar los ojos cuando escucho la melosa voz empleando un fingido tono de amabilidad.

Volteo, empleando la mejor de mis falsas sonrisas y observo a Kira venir junto con su padre el señor Jenkins. Los hijos de los socios del casino parecían creerse dueños también, era habitual verlos jugar y tratar de emplear los beneficios que traía ser hijos de socios accionistas, pero claramente, ninguno se molestaba en ser genuinamente amable.

—Hola Kira, señor Jenkins —saludo.

—Hola, Antonella —responde él con educación —que bueno verte por aquí, ¿estarás presente en la reunión de hoy?

—Claro que sí, debo estar. Supongo que usted igual entrará.

—Así es, Ángelo dijo que tiene un par de temas importantes por tratar. Debemos estar todos presentes, pero creí que no vendrías. Ya sabes, últimamente has estado algo distanciada.

Sé exactamente qué es lo que trata de decir.

—Sí, pero eso se ha acabado —aseguro —de cualquier forma, no debería discutir mis asuntos personales con usted, ¿no lo cree?

—¿No vas a presentarnos a tu amigo, Antonella? —retengo de nuevo el impulso de rodar los ojos cuando Kira hace referencia a James. —¿O es tu cita?

—Él es mi novio, James Cavalli —recalco la palabra novio y siento la mano de James posarse en la parte baja de mi espalda.

—Encantado —extiende la mano que tiene libre hacia el señor Jenkins y luego dedica una sonrisa educada a Kira.

—Sí que eres rápida para conseguir pareja, Anto, deberías pasarme la fórmula para...

—¡Kira! —la reprende su padre —no seas impertinente.

—Desearía quedarme a platicar, pero tengo cosas más importantes que hacer —pronuncio mirando a la mujer que aún se molesta en darme una fingida amabilidad. —Nos vemos, señor Jenkins.

Prácticamente tomo el brazo de James, y lo arrastro hacia el lado contrario.

—¿Qué fue eso? —inquiere él.

—No fue nada —sonrío levemente.

Cuando mis ojos se posan en él, reconozco la mirada divertida que lanza hacia mí. Sin embargo, no dice nada.

—No me has dicho que tal estuvo tu día hoy —mi intento de cambiar de tema es demasiado evidente, pero él no menciona nada.

—Ocupado, tenemos una nueva campaña publicitaria. Tengo que revisar los tableros que saldrán antes de fin de mes, y ver que todo esté en orden. Habrá un evento cercano y tenemos que tener listo todo lo que servirá como publicidad para ese día, así que me siento un poco presionado.

—Espero que no estés viendo a demasiadas de esas modelos —lo molesto y el ríe.

—¿Cómo podría? Sabes bien que algo como eso no puede pasar. Pero no me molesta en lo absoluto que me presentes como tu novio delante de todas las personas que tú desees.

Sonrío un poco apenada porque sé bien la razón de sus palabras, pero el gesto tan genuino que lanza hacia mí, elimina todo sentimiento de pena.

—Tengo que dejar en claro que ya estás ocupado —objeto.

Se inclina hacia mí, con sus manos a cada lado de mi cintura y me besa con decisión.

—¡Eh, tórtolos! ¡Dejen de comer frente a los pobres! —nos apartamos con una sonrisa cuando escuchamos la exclamación de Chiara.

—¿Quieres quedarte un momento más y pasar el rato con nosotras? —ofrezco.

—Pero por supuesto —toma mi mano, entrelazando nuestros dedos y es así que volvemos hacia la zona de juegos, dispuestos a retar a nuestra suerte en todos los juegos en los que decidiéramos participar.

—Debiste decírmelo antes —reclamo ingresando a la oficina —no comunicármelo en el mismo instante que a todos los accionistas.

—Anto, por favor —mi tío se deja caer de manera despreocupada sobre su silla —eso fue solo una manera de medir tu reacción, lo manejaste muy bien, por cierto.

—Nada de eso —objeto —esto es serio, dijiste frente a todo el cuerpo de accionistas que estaré a cargo de las decisiones operativas, no me estoy negando, pero preferiría haber sido informada con anticipación.

—Ya has estado conmigo el tiempo suficiente como para poder hacerle frente. Estaré a tu lado, desastre, no tienes que portarte como si mi acción fuese la peor del mundo.

Estrecho la mirada hacia él. Mi tío se ríe levemente y sacude la cabeza.

—Por favor, Antonella. No te pongas así, ¿quieres una disculpa? Bien, lo siento. Creí que sería una buena idea saber cómo manejas las noticias impactantes.

Resoplo.

—Creo que sabes bastante bien como manejo las noticias impactantes. Tío, realmente desearía que me lo hubieses dicho.

Su gesto se suaviza. Tomo asiento frente a su escritorio, mi tío había decidido comunicar a la junta de accionistas que, a partir de este momento, yo sería la encargada de las decisiones operativas, como camino a mi preparación para dirigir los casinos.

No estaba preparada para escuchar algo como eso, creí que pasarían varios años antes de que él decidiera colocarme parcialmente al frente.

—Sí, lo sé. Lo lamento —se disculpa con total sinceridad —pero confío en ti, lo sabes, ¿no es cierto?

—Lo sé, y sé que todos esperan que haga esto, pero...—me detengo.

Él arquea la ceja, echa la espalda hacia atrás y me mira como si pudiera leerme la mente por completo.

—¿Pero...?

—¿Y si no estoy hecha para los casinos?

No me responde de inmediato, su rostro permanece serio, no molesto, ni sorprendido, parece como si estuviese tratando de analizar el significado de mi pregunta.

—Estás más preparada de lo que crees, Anto. No estaría haciendo esto si no supiera que eres capaz. La cuestión no es si estás preparada o no, es si deseas hacerlo, desastre.

Por la forma en la que me mira, sé que la tía Daphne le contó. No me sorprende en realidad.

—Te contó, ¿no es cierto? —a pesar de conocer la respuesta, no puedo evitar preguntárselo.

—Algo mencionó, pero esperaba que mi sobrina me tuviese la confianza suficiente como para decírmelo a la cara. ¿Es eso cierto? ¿No quieres formar parte de esto?

Lo dudo, una parte de mí lo desea, para eso me ha enseñado todos estos años. La carrera que estudié, la manera en la que he aprendido todo lo que debo saber...es porque debo ser la siguiente líder. Entonces, ¿por qué lo cuestiono tanto?

—No es que no quiera —trato de ordenar las ideas en mi mente para poder transmitir todo lo que deseo decir —una parte de mí lo quiere, pero otra está cuestionando constantemente si esto es en verdad lo que deseo hacer.

Una mirada comprensiva es lanzada hacia mí.

—No lo sabrás si no lo intentas —responde con suavidad —que empieces con esto, no quiere decir que tengas que terminarlo. Puedes intentarlo, y si al final no es lo que deseas, juro que voy a entenderlo. Nunca te obligaría a permanecer en un lugar que no te de felicidad.

Las comisuras de mis labios se crispan en una sonrisa genuina.

—Papá no cometió un error al dejarnos bajo tu cuidado —mi tío parpadea, con la emoción destellando en sus ojos —sé que nunca he dicho esto, pero...no eres solo mi tío. Yo también te considero mi padre.

—Oh, desastre...—se incorpora de su asiento y rodea el escritorio, me incorporo para recibir el abrazo que viene a darme y cuando sus brazos me rodean y me apegan a su pecho, me siento en casa, me siento segura, reconfortada.

Se aparta, sus labios se encuentran con mi frente en un gesto paternal, cuando retrocede y sus ojos encuentran los míos, hay un destello de orgullo en sus pupilas.

—No importa lo que decidas hacer, cariño, siempre tendrás mi apoyo.

—Lo sé, nunca he dudado de eso.

—Serás la encargada de dirigir la gala que se llevará a cabo en una semana, será un evento importante. Será tu debut como futura directora, ¿estás preparada?

—Tal vez será una buena forma de empezar con todo esto, ¿no lo crees? Tal vez me guste y haga que tu jubilación llegue antes.

Se ríe, sus hombros se sacuden y lanza una mirada realmente divertida.

—Cuando llegue el turno de apartarme, lo harás excelente, Anto, sé que sí.

Vuelve a abrazarme y deseo más que nunca que tenga razón, deseo encontrar en esto lo que de verdad quiero hacer, deseo ser tan feliz como él en los casinos.

Deseo poder ocupar el lugar que me corresponde, pero, sobre todo, deseo sentir eso que mi tío Ángelo expresa cada que habla de los casinos, forman parte de él, y quiero que algún día, también formen parte de mí.

Al día siguiente, mi tío demuestra que realmente va a dejarme a cargo. Apenas llevo un día, menos en realidad, y creo que comienzo a entrar en pánico.

—¿Cómo es que puede interpretar tantos informes? —inquiero echando la cabeza hacia atrás —buen momento para decidir ir a una reunión a otra ciudad, ¿no es cierto tío?

La puerta se abre, elevo la mirada y me encuentro con el tío Franco.

—Hola, tu tío me dijo que viniera a ver si necesitabas algo —informa ingresando a la oficina.

Le toma unos minutos darse cuenta de que en realidad si necesito ayuda, una sonrisa se filtra en sus labios mientras se acerca.

—Creo que sí, por lo que puedo ver.

—¿Cómo se supone que pueda autorizar algo con tantos informes? —inquiero —mi tío dijo que estaría aquí para cualquier cosa que necesitara, pero evidentemente me ha mentido.

Escucho la risa del tío Franco y entorno la mirada hacia él.

—No es divertido.

—Lo estás haciendo bien, tienes que darte un tiempo para adaptarte, Anto.

—Si me doy un tiempo para adaptarme, nos vamos a la quiebra —dramatizo —tengo que aprobar dos presupuestos y en realidad no tengo idea de cómo es que lo haré. Estoy colapsando, y apenas es mi primer día.

Él vuelve a reír.

—Tío, esto no es divertido, no te rías de mí.

—No me río de ti, solo que luces exactamente igual a Ángelo cuando comenzó —admite con una sonrisa —eres idéntica a él.

—Al menos él tenía al abuelo —objeto.

—En realidad no —plasma una mueca en los labios —tuvo que hacerlo solo.

Los informes pierden interés cuando dice aquello. Siempre pensé que el tío Ángelo es tan bueno en el área de los casinos porque aprendió del abuelo.

—¿Cómo dices?

—Tu abuelo, perdón por lo que diré, era un hijo de perra con tu tío. Todo lo que sabe, lo aprendió por su cuenta —una leve sonrisa aparece —lo hubieses visto, pasaba horas leyendo los informes, comparando los resultados y tratando de encontrar las mejores soluciones. Hacía preguntas todo el tiempo, a quien fuese. A los accionistas, a amigos de tu abuelo, a todo aquel que estuviera dispuesto a darle algún consejo.

Dejo los papeles sobre el escritorio, prestando especial atención.

—Tuvo personas que se dieron cuenta de su potencial, y le sirvieron de guía. Pero gran parte de los conocimientos que tiene, son porque nunca se rindió. Él sabe que eres igual, sabe que eres capaz, si él pudo, tú también —me señala —no dejes que un par de informes acaben contigo.

Sonrío de lado.

—Creí que el abuelo le había enseñado todo —susurro —¿por qué no fue así?

—Es una historia complicada, tu abuelo esperaba que tu padre o tu tío Antoni fuesen los líderes, y que después de eso pasara a manos de alguno de sus nietos. Nunca consideró al menor de sus hijos, ¿y no es irónico? Es quien ha conseguido crear todo el imperio.

Recuerdo cuando papá dijo que no dirigiría los casinos, no es un momento claro, pero está en mi memoria. Mamá y él habían discutido, y luego papá solo decidió alejarse. Fue tan extraño, pero pasó más tiempo en casa gracias a eso, pasó más tiempo conmigo y con Bella, y mamá pudo dedicarse a su carrera, tal vez fue algo bueno en realidad.

—Pero no tenemos que entretenernos con historias del pasado —dice rodeando el escritorio —¿por qué mejor no me dices que necesitas? Soy bueno leyendo informes.

Me rio, pero termino por enseñarle los documentos que llevaban torturándome desde que llegué a la oficina.

Nos toma un par de horas acabar, cuando al fin terminamos, confirmo que el tío Franco definitivamente tiene más experiencia de la que creí. Cuando no tengo que preocuparme más por los informes, decido salir de la oficina e ir hacia el área de publicidad.

Sé que no debería interrumpir el trabajo de los demás, pero...por algo seré la siguiente dueña, ¿o no?

Solo haces función del puesto cuando te conviene.

Saludo a un par de personas durante mi camino hacia el piso de publicidad, cuando llego, me encuentro con todo un ambiente distinto.

Hay posters publicitarios, pantallas mostrando diseños de anuncios, cámaras y varias de las modelos se encuentran ya preparadas. Permanezco en la puerta unos segundos, hasta que lo miro.

James ríe con un par de chicos, y una de las modelos frente a él. Mi pecho sufre un pinchazo de un sentimiento que conozco bastante bien, con una molestia que no debería de estar sintiendo. Sonríe de esa manera tan genuina que tiene mientras habla con ellos, y cuando me doy cuenta, estoy caminando hacia ahí.

—James —mi voz lo hace voltear, soy consciente de la sonrisa que coloca en los labios cuando me ve.

—Cara, no esperaba verte por aquí —dice apartándose del grupo —¿has venido a supervisar?

—Algo así —me excuso. Apenas me he acercado cuando las manos se James se colocan en mi cintura, y se inclina para atrapar mis labios en un corto beso.

—¿Quieres ver algo en específico? —inquiere cuando se aparta —el equipo y yo hemos trabajado en...

—No —interrumpo —confío en que todo está bien.

Desplazo la mirada hacia el par de chicos, y la chica que me observa con una leve sonrisa, que, por alguna razón, no me resulta amable.

—Señorita Lombardi —saluda uno de los chicos —que bueno que haya decidido venir al piso, ¿quiere que le enseñemos los avances de la campaña?

—Yo me encargo, Fredy, no te preocupes —James entrelaza nuestros dedos y me conduce hasta una de las habitaciones traseras —no tenemos un gran avance, pero...

—¿Conversas con las modelos? —se detiene, parece no entender mi pregunta porque su cejo se arruga y ladea la cabeza con ligereza.

—¿Qué quieres decir? Tengo que hablar con ellas, Anto. Coordino los proyectos...

—Sí, lo siento —cierro los ojos por un par de segundos dándome cuenta de lo ridículo que fue mi pregunta —entiendo, no me tienes que dar explicaciones yo solo...

—¿Está todo bien? —busca mi mirada, el azul profundo de sus ojos me desarma y suspiro con pesadez —Cara...

—Bien, me puse un poco celosa, ¿de acuerdo?

Permanece serio por un par de instantes...y luego se ríe. ¡En mi cara!

—No es divertido, James...esto no es divertido —golpeo su pecho —¿te reirías si yo hablara con alguno de esos apuestos modelos que andan por ahí sin camiseta?

Su risa se detiene, pero aún tiene la mirada divertida.

—No es lo mismo, yo hablo con ellas porque tengo que hacerlo, es muy diferente a coquetear. Y no coquetearía con nadie que no fuese mi preciosa e increíble novia. No tienes motivos para ponerte "un poco celosa".

Mis hombros decaen y una sonrisa se apodera de mis labios, parece ridículo, pero creo que sentir celos de que tu novio esté rodeado de modelos puede considerarse algo normal, ¿o no?

—No vine a supervisar nada, solo quería verte.

—A asegurarte que no coquetee con esas modelos, a mí no me mientes —me molesta y eso consigue una risa de mi parte. —Puedo mostrarte el avance sin problema.

—Tal vez luego —arrugo la nariz —no quiero seguir pensando en trabajo, he pasado horas leyendo informes y tratando de tomar decisiones que no lleven al casino a su bancarrota en mi primer día.

James se ríe con fuerza, el sonido de su risa me contagia y la carga se va de mis hombros mientras ambos reímos.

—No lo hagas, por favor. No quiero perder mi empleo cuando apenas lo he conseguido.

—¡Oye! —golpeo su pecho —sé más amable con tu novia.

No me pasa desapercibida la sonrisa que coloca en sus labios, como su mirada se ilumina y adquiere ese brillo que hace lucir el azul de su mirada mucho más profundo.

—Soy amable con mi novia todo el tiempo —asegura —y para comprobarlo...

Eleva su dedo índice pidiéndome que aguarde, se aparta y va hacia uno de los escritorios, busca algo en una de las carpetas y le toma varios segundos regresar.

Cuando lo hace, extiende un sobre hacia mí.

—Tu tío me dijo que dirigirás la siguiente gala —informa —y quise hacer algo para que puedas lucir.

Cuando abro el sobre y miro el contenido, mi corazón se detiene, o creo que lo hace. Mi respiración se corta mientras saco el papel fotográfico y miro la imagen impresa en él.

Es una fotografía mía, luzco tan impresionante y ni siquiera sé en qué momento fue tomada. No porto un vestido espectacular, es apenas uno sencillo que elegí sin mucho cuidado, pero cumple el propósito de mostrarme tan...poderosa.

—Tu tío estuvo encantado, dijo que, si estás de acuerdo, la usaremos.

—¿La tomaste tú?

—¿Quién más sino?

—Esa noche vendrás conmigo, ¿cierto? —se acerca de nuevo, con sus manos colocándose en mi cintura y su habitual sonrisa preciosa.

—Siempre, Cara, siempre iré contigo.

Y es todo lo que necesito escuchar para dejar de preocuparme sobre chicas impresionantes, modelos, y "pocos celos" que pudieran existir. 

_____________________________________________________________________________

¡No se olviden de votar y comentar! Significa mucho para mí. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro