Sentimiento acogedor

Siempre he estado empeñada ha estar cerca del arte; la música, la danza, la escritura, el dibujo y demás, incluso el más ligero movimiento de galantería y firmeza de un personaje son de mi agrado. Son cosas de las que he podido percibir gratamente en el anime y que reconocí que me gustan mucho.

El 12 de junio de 2014. Ese domingo que me dolía la cabeza y no quería que ninguna luz me molestara, fue el día que comencé a adentrarme en este mundo para nunca salir, solo por un video, un video que puse solo para tranquilizar mi mente.

En mi tablet, en la plataforma de Youtube, esa portada brillaba en un amarilloso atardecer, con un hermoso violín de caoba que me llamaba la atención. Solo lo puse por curiosidad, porque me atraía esa sola imagen. Aparté mi mirada de esa pequeña pantalla, hasta que... comenzó... el delicado sonido de un piano siendo acariciado con una delicadeza sublime hasta darle paso, como quien entrega un ramo de flores, a un violín, que entonaba las notas de su soprano, pero no en notas altas sino tan bajas como si nadaras en el agua cristalina, como si volaras sin alas, en una historia tan bella como el amor que yo debía conocer. En ese instante mi dolor ya no importaba, coloqué de nuevo el hermoso sonido para poder divisar aquellas escenas de diversos personajes de diferentes animes que tocaban con gran adoración el instrumento en sus manos.

¿La música?, era el opening de Air, uno de los animes más tristes que he llegado a ver, pero eso lo sabría semanas después, porque donde inicié esta aventura, fue por los personajes de esta historia. Once animes unidos en escenas hermosas hasta dar el resultado de cinco minutos de felicidad, como solía decir mi maestra de coro.

Angel Beats, The Piano Forest, Kaichou wa Maid-Sama, La Corda d'oro, Ouran Host Club, Myself;Yourself y Kuroshitsuji. Fueron los siete animes que vi de los once que se encontraban en el video.

Después de eso busqué dónde pertenecía tan bonita melodía, aquella que contaba una historia de nostalgia que me hace llorar cada que la escucho, una musicalidad que me llevó a encontrarme, incluso con series que no tenían nada que ver con la música; es más, de estos siete animes... solo dos eran de ese género; el resto fue una hermosa experiencia, historias inolvidables por las que me gustó cruzar como en un campo de flores, a pesar de que no era lo que yo estaba buscando, porque era lo que necesitaba... sin saberlo.