¿No les pasa que cuando no van a clases les resulta más difícil conciliar el sueño?

Pues esta lista salió de esa situación.

COSAS QUE APRECIO

1• Compartir una buena comida con toda la familia y después hacer una agradable sobremesa; gozo puro.

2• Es un verdadero placer entablar conversaciones profundas con alguien sobre un tema que le apasione. La forma en que se expresan irradia una especie de energía que... WOW. El planeta gira gracias a eso.

3• Aprecio de manera enorme a las personas que saben reírse de sí mismas, y que con ello no se sienten mal de ninguna forma.

4• Díganme loca, pero me emboba ver una persona atractiva según mis puntos de vista; sea hombre o mujer. Tener la oportunidad de perderte en alguien, de observar cada detalle de su cara y cuerpo. Eres arte, ¿puedo contemplarte?

5• Ver recuerdos. Tengo una mochila pequeñita donde comencé a guardar cosas desde los diez u once años. Cartas de amistades, algún palito de paleta en fechas especiales, mensajes random de amigas en mis apuntes. Hay de todo allí, y cuando la abro me siento muy melancólica, pero dentro de ese sentimiento vienen otras sensaciones más reconfortantes.

6•  Las relaciones de amistad donde el tiempo ha sido una variable crucial. Con tantos años se conoce mucho de una persona... saber sus gustos y disgustos es conocer un mundo. Es como... oye, sé quién eres, lo que te conforma y te llena como persona, y por eso te quiero tanto. Es un cariño que no sé exactamente cómo explicar, pero me parece que nos incita a abrazar, aunque no de manera tangible, a dicha persona.

7• Bailar con amigas. No importa que haya hombres ahí, bailar con tus allegadas siempre es más divertido. Pareciera que la cercanía nos hace expresarnos en una sola sintonía, entre risas y movimientos improvisados.

8• Tener el tiempo de recostarte a escuchar música sin preocupaciones. Por lo menos para mí es una forma de recompensarme luego de actividades pesadas o largos periodos de estrés.

9• Ir a una librería. ¿No han sentido que ahí pertenecen en realidad? Su hábitat natural o algo así. Ni siquiera sabemos por dónde comenzar. El aroma de los libros y el sonido que desprenden al cambiar de página, ese murmullo constante. En pocas palabras... es el paraíso.

10• Reírse hasta que duela el abdomen... o hasta hacerse pipí. Debo confesar que me han pasado ambas.
Hay persona que apenas llegan, ya estás riendo con ellas. Su sola presencia ilumina la situación, y no importa de qué estén charlando, siempre encontrarán la manera de hacernos soltar carcajadas.