22
22
Ambos nos estábamos mirando, sabiendo lo que pensaba el otro. Entonces...
Por larabargas
Ambos nos estábamos mirando, sabiendo lo que pensaba el otro. Entonces sus labios se acercaron a los míos, les dieron un suave rosón y... ¡Sus dientes se clavaron en mi boca!
Solté un grito y retrocedí dando traspiés mientras Elías se reía a todo pulmón de su "gran hazaña"
—¡¿Qué te sucede?! —exclamé.
Pero él seguía muy ocupado mofándose.
—¡Eres un caníbal!
Lo fulminé con la mirada hasta que se le acabó su chiste.
—No estás tan buena como para tener el honor de que un caníbal te coma —dijo mientras se señalaba a si mismo con ambas manos.
—Igual tu... —miré arriba de su entrepierna, justo donde su pantalón se abultaba lo mínimo, y sonreí.
Elías entrecerró los ojos y apretó la mandíbula. Luego se puso repentinamente serio y bajó los ojos a sus zapatos.
—No necesito que me lo recuerdes...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro