San Luis Potosí, México
13 de mayo de 2017

Queridas Vacaciones:

¡Dentro de muy poco podremos vernos!

Sé lo que estás pensando: los planetas se han alineado; el espacio y el tiempo por fin te permitirán tenerme. Y lo cierto es que... no, todavía no.

Si no te conociera lo suficiente, diría que esperas paciente por mí. Una vez más te pido que aguantes mi último estirón, serán solo unos días, lo prometo. Después correré a ti dispuesta a lanzarme a tus brazos, y podrás darme vueltas en cámara lenta al estilo de las princesas.

Ya puedo sentir cómo tiras de mis tobillos. De hecho, debo confesarte que no quiero que me sueltes, pues tu presencia ahí es la fuerza que necesito para terminar. Me estremezco de emoción al pensar que en un parpadear podremos desvelarnos, no por deberes, sino por libros que susurran nuestro nombre. No habrá excusas provenientes de La Ley —mi madre— o El Orden —mi padre— sobre no poder salir a mitad de semana. Muchos menos una alarma en medio de la oscuridad, ni la bata de laboratorio esperando al pie de la cama.

Adiós elixir inhibidor de sueño, hola noches bohemias.

El esfuerzo desemboca en ti, Vacaciones. Aunque no todo es color rosa; he visto a mis amigos caer como moscas a lo largo del año, y si te soy sincera, los asientos ahora vacíos son una pastilla amarga para mi boca. Quiero resguardarme en ti y saber que seguirán adelante con sus estudios en otro sitio, por y para ellos. Por favor, no te olvides de motivarlos, incluso si se niegan en un comienzo. 

Te advierto que no soy la misma estudiante que se despidió de ti en enero. El aspecto demacrado viene en su versión primavera-verano mejor que nunca.
Dos funerales, una guerra fría y algunas decisiones, no pudieron dejarme intacta; sin embargo, confío en que sabrás reconocerme. Descuida, mi Roma, no se hizo en un día, así que tampoco la destruyeron en un semestre.

Espero que te encuentres bien y las cosas vayan sobre ruedas allá en tu pueblo. No puedo esperar a que me recibas con ese aire tranquilo tan tuyo. 

¡Nos vemos pronto!

Con cariño, 

 Andrea

P. D. Saludos a la familia.