Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Historia corta #1. Parte 5

Marta se separa al notar que no hago ningún movimiento, me mira con duda y veo un atisbo de miedo.

Yo la miro con sorpresa y sigo sin saber qué hacer. Imaginé tantas veces besar sus labios que justo cuando ocurre me quedo en blanco.

—Yo-yo... —intenta decir—. No quise, o sea sí, pero tú... —mueve las manos efusivamente y mira a todos lados, me mira con miedo, sin saber qué hacer—. Yo no... es que tú me has dicho eso y yo... —la corto uniendo nuestros labios otra vez y esta vez no es como la primera vez.

Esta segunda vez, la beso de verdad. Muevo los labios contra los suyos. Marta reacciona más rápido que yo y me sigue de vuelta.

Mi cabeza chilla de alegría y mi corazón explota de emoción. Los latidos de mi corazón están desbocados y siento mi pecho inflarse con nada más que felicidad.

Nos besamos durante un rato. Saboreando, lamiendo, chupando, conociendo y tocando.

Nos separamos lentamente cuando ya el oxigene es estrictamente necesario.

Respiramos agitadamente, intentando recuperar el aire que nos hemos robado mutuamente. Apoyo mi frente sobre la suya cerrando los ojos, sin poder creerme que esto acaba de ocurrir.

—No puedo creer lo que acaba de pasar —le expreso en un susurro mientras le acaricio una mejilla.

Abro los ojos y veo que tiene los suyos cerrados. Repaso sus cejas con los dedos y ella abre los ojos lentamente.

Me mira con la mirada brillando. Y una hermosa sonrisa se forma en su cara.

—Yo tampoco —susurra. Mira mis labios y con una sonrisa pícara pregunta—. ¿Desde cuándo te gusto?

Carraspeo y el calor sube a mis mejillas, haciendo que me sonroje levemente.

—Desde hace tiempo —contesto rascándome la nuca y alejándome un poco. Marta se pega rápidamente a mi otra vez, abrazándole de la cintura.

Sonrío al ver que no quiere que me aleje, porque yo tampoco quiero alejarme de ella.

—¿Tú que sientes por mí? —le cuestiono. No quiero hacerme ilusiones, aunque el beso ha quedado claro.

—El chico del que estaba hablando antes eras tú —dice con una sonrisa—. Me he ido enamorando de ti lentamente desde hace mucho tiempo, Gabriel. Creí que era evidente, pero tú eres muy lento para entender más cosas —me reprocha.

—Tú tampoco te has dado cuenta de que me gustas —le digo de vuelta.

Marta se pone de puntillas, acerca su cara a la mía, quedándonos a centímetros.

—Supongo que los dos somos unos lentos —murmura antes de posar sus labios nuevamente sobre los míos.

Nos besamos durante mucho tiempo, como si intentáramos recuperar el tiempo que hemos perdido escondiendo nuestros sentimientos por miedo a que el otro no sintiese lo mismo.

Pasamos la tarde juntos. Hablando y contándonos como es que empezamos a gustarnos. Nos reímos de nuestra tonta idea de no querer decirlo por miedo, nos miramos como si fuera la primera vez y sobre todo, nos besamos mucho.

Como todas las mañanas, vamos juntos al instituto. Cuando estamos ya a unas cuadras de nuestras casas, nos paramos y por fin podemos hacer lo que tanto queríamos hacer cuando nos vimos antes.

Besarnos.

—No sé si podré acostumbrarme a esto —le digo en un susurro.

—Haré que te acostumbres —me vuelve a dar un beso en los labios, entrelaza nuestros dedos y echamos a caminar.

Hemos decidido entre los dos no contárselo a nuestros padres ni a nuestros amigos cercanos, ni tampoco a nadie en concreto.

Vamos a llevar nuestra relación en secreto, entre los dos. Porque no queremos oír los comentarios de los demás ni sentir presión ni nada.

En el camino sonreímos como bobos y a cada oportunidad nos besamos.

En el instituto actuamos normal, aunque es un poco difícil hacerlo cuando yo solo quiero permanecer pegado a Marta y besarla una y otra vez. Y creo que ella piensa lo mismo.

En la salida me despido de mis compañeros y espero a Marta. Me apoyo contra la verja y observo la puerta donde salen todos.

Marta sale hablando con unas chicas, tiene una sonrisa pintada en el rostro y las mejillas sonrojadas.

Me busca entre el gentío y cuando me ve, su sonrisa aumenta. Se despide de sus amigas y corre como puede hacia mí.

Sonrío cuando me abraza por el cuello y me da un beso en la mejilla.

—Vamos.

Me coge del brazo y me arrastra apurada.

—¿Tienes prisa? —pregunto lanzándole una mirada.

—Sí.

Hablamos poco en el trayecto en metro. Marta me mira de vez en cuando y yo me pregunto si la pasa algo.

Está muy rara.

Llegamos a nuestra parada, nos bajamos y salimos a la calle.

Marta mira a los lados, por delante y detrás nuestra, como si buscara algo. Alzo las cejas confundido y cuando estoy por preguntarle qué pasa, ella me coge del abrigo y en un segundo siento sus labios contra los míos.

Me besa efusivamente y con muchas ansias, así que, sin quedarme atrás, le sigo el beso igual de efusivo y ansioso.

La agarro de las caderas y la acerco más a mí. Sus manos se dirigen a mi pelo y me lo desordena.

Nos alejamos lentamente, recuperando nuestras respiraciones.

—Parece que alguien estaba muy ansiosa por besarme —señaló con sorna.

—Tú no te has quedado atrás —me responde con burla.

Le doy pequeño beso en los labios y otro en la nariz. Entrelazo nuestras manos y tiro de ella para que echemos a andar.

Al llegar a su casa, me despido con un beso en la mejilla.

—Estaré toda la tarde estudiando ya que ayer cierta persona me distrajo —le susurro levantando las cejas.

—No noté que te quejaras —rodea mi cuello y acerca su cuerpo al mío.

—No, ayer estaba entre las nubes, toca bajarse por hoy —le digo con una sonrisa de enamorado. Le doy un último beso y con dificultad nos separamos.

No sé si de verdad podré bajarme de mis nubes, pero de lo que estoy seguro es que no dejaré de pensar en ella durante toda la tarde.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro