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Extra 5.

Le hubiera gustado decir que había follado con Taehyung esa noche, o la que le siguió o después de esa, pero no.

No cuando había cosas que atender y problemas que solucionar. Habían pasado semanas desde que habían tenido un momento íntimo, lo solucionaron con rápidas pajas, o mamadas descuidadas pero nada más que eso. Entre los cinco cachorros que ahora encontraba fascinante el correr, quedaban exhaustos, y aunque tenían gente que se ofrecieron para ayudarlos, la verdad era que no querían por ahora.

Ambos podían pasar horas y horas jugando con sus cachorros, querían hacer todos los momentos en familia posible. Lo querían.

Era un precio que estaban felices de pagar porque luego esos cinco terruños iban a crecer y harían sus vidas. Mejor vivir el presente.

—¿Está todo listo?

—Sí, señor. —Respondió Adam con su acostumbrada agenda digital, mirando y anotando cosas. Lucía más relajado, pero cómo no, tenía tremendos chupones decorando su cuello, y mordidas, demostrando que la estaba pasando muy bien. — El auto llevara todo lo necesario, sangre, en especial, y los juguetes, ropa, y demás cosas de los niños están también, más la ropa de ustedes... sí, todo en orden.

—Perfecto. Nos reunimos allá. ¿Qué dijo Matthijs?

—Todo en orden.

Matthijs ahora formaba parte de la guardia lobuna, y líder de la guardia general. Era el ex puesto de Sascha. No había sido fácil conseguirlo, por supuesto. Jungkook, personalmente, se aseguró que todos los candidatos para ese puesto sangraran de lealtad. Al final, Matthijs lo había logrado entre casi 200 candidatos.

Era la única manera de que Adam y él estuvieran juntos porque Taehyung no lo iba a dejar ir tan fácilmente. Ni loco. Adam, a pesar de ser tímido, reservado y antisocial, era su mano derecha desde hace siglos, era como un hermano menor al que quería mucho, así que, o Matthijs dejaba la agencia o dejaba la agencia, no había de otra. Por suerte, todo fue muy bien.

—Muy bien. ¿Lobo? —Giró su rostro a su pareja. Jungkook estaba en su forma lobuna, siendo mordido por sus cinco terremotos. Seguían en su forma lobuna después de casi tres meses desde su nacimiento, estaban más grandes pero todavía seguían siendo unas cositas pequeñas, adorables y juguetonas—. ¿vamos?

Su amor en ese estado solo le envió una mirada de ¿qué esperas?.

Con una enorme sonrisa corrió para subirse ágilmente al lomo de su lobo. Fue en ese momento en que sus hijos dejaron lo que estaban haciendo para mirarlo con ojos grandes y gimoteantes porque también querían estar en el lomo de su padre.

—Muévete, o van a estar chillando.

Con un resoplido, Jungkook comenzó a caminar por la puerta del aquelarre, su imponente figura hizo paralizar a todos de lo que estaban haciendo.

Siempre era un espectáculo ver al lobo blanco en su forma más pura y limpia. Y ahora había cinco fotocopias de él, siguiéndolo muy de cerca, era una imagen caóticamente impactante y hermosa.

Les quedaba camino por recorrer, no lo harían todo pero sí lo suficientemente para tener un tiempo en familia mientras iban más al sur. Al territorio de Min Soyeon, la alfa de la manada Min.

No fue sorpresa. Lo que sí fue sorpresa es la razón por la que iban.

Por un travieso pequeño omega.

Cuando Taehyung fue informado de eso, tuvo que tomarse unos momentos para ver cómo le informaba eso a Jungkook. Quién no se lo iba a tomar nada bien. No era nada grave pero aun así.

Y aquí estaban, caminando para arreglar ese asunto lo más pronto posible.

—¿Por qué no corres? A ver si así dejan de mirarme feo. ¡A su propio padre! —Acusó Taehyung, devolviéndole la mirada a sus malévolos cachorros quienes pasaron de malos a poner ojitos grandes y lastimeros de cachorros.

Se veían muy pequeños en donde estaba, pequeñas cositas lindas de cuatro patas con sus orejas bien puntiagudas y hocico largo y espinoso, con su colita moviéndose al ritmo de sus pisadas y con su lengua por fuera, un hábito que tenían tres de ellos.

Por suerte, su mirada lastimera no duró mucho cuando se dieron cuenta de las aventuras que podían tener mientras hacían su camino.

El lento vaivén estaba adormeciendo a Taehyung pero se mantuvo firme a pesar de la tentación. Ya pronto podría descansar.

Ahora, vigilaba de cerca a sus cinco terremotos. El mayor, Taegukk, era el más calmado pero era el más explorador, y sus hermanos y hermanas tendían a seguirlo. Después de un largo debate sobre los nombres, se fueron por Taegukk, Jimin II —sí, era imposible no ponerle uno cuando Jimin se había asegurado de decirle a todos que uno de sus cachorros se llamaba así, y el nombre era hermoso así que estaba bien—, Tannie, Yeonie, y Sunnie. Tres varones y dos hembras. Claro que no nacieron en ese orden, todavía estaban confusos de quién era el menor, solo sabían que Taegukk sí era el mayor. Bueno, cosas de tener quintillizos.

Eran unos muy buenos cachorros pero tenían esa vena valiente de sus padres por lo que les gustaba desafiar muchas leyes, así que todos en el aquelarre se aseguraban de cuidarlos.

Soyeon había dicho que seguro harían su cambio pronto de cachorros a bebés humanos, claramente, su ascendencia era fuerte, y crecían más rápido de lo usual. Nada grave. Sus pequeños cuerpos podrían con eso. Solo les advirtió que sí deberían conseguir un ritmo para ellos. Enseñarles todo medianamente porque lo iban a consumir todito, serían como extrasuperdotados.

Ambos tomaron nota y empezaron a buscar a los mejores tutores en muchas áreas. Después de todo, uno de ellos sería heredero de la manada de su padre, Jungkook, y otro del aquelarre de Taehyung, Soyeon dijo que incluso otro podría ser su heredera, y los otros dos serían tan fuertes que podían reclamar otras manadas o hacer las suyas propias. Claro que para eso pasaría muchísimo tiempo. Por eso había que educarlos de la mejor manera y con todo el amor del mundo.

Cosa que la pareja más poderosa hacía todos los días.

Todas las mañanas desayunaban juntos y duraban acurrucados un buen rato, disfrutando de la perezosa mañana antes de ir a sus actividades. Usualmente, se repartían a los cachorros, algunos días iban con Jungkook, otros con Taehyung y otros mitad y mitad.

Casi estaban en el punto de encuentro, y Taehyung se moría por algo.

—Oye, espera, bestia, bájame. —Pidió Taehyung.

Jungkook se paró y le dio una mirada: 'puedes bajarte solito'. Taehyung le lanzó un manotazo porque lo entendió perfectamente. De manera arrogante, se deslizó por un costado y sus pies tocaron firmes la dulce maleza. Sus cachorros no dudaron en correo hacía él, gimoteando, Taehyung con una sonrisa caminó para alejarse un poco para luego dejarse caer en el césped y poder enrollarse con sus cachorros quienes se abalanzaron a él, gimoteando y lloriqueando mientras pegaban sus cuerpecitos, y narices para enterrarse entre sus costados.

—Son unos sinvergüenzas.

—De mí no lo sacaron.

La risa contagiosa de Jungkook le hizo sonreír. Los pasos ajenos se acercaron sin prisa, dos de sus chiquines fueron a conseguir con su otro papá y cuando fue a ver. Jungkook estaba acostado a él, y ahora, él se estaba abalanzando al cuerpo grande de su pareja, sus hijos haciendo lo mismo.

—A Adam le dará algo porque no estaremos llegando a la hora que acordamos.

—Él me conoce y seguro que su lobo lo va a entretener para que no se agobie.

—¿En horas laborales?

—Sh. Solo a ellos se los permitiría. ¡Taegukk, ni se te ocurra morder las orejas de tu padre!

El cachorro se congeló con una patita en el aire, se había acercado sigilosamente, con la esperanza de morder las orejas de su padre pero fue cachado. Sin embargo, no se movió, esperando que fingieran no verlo porque estaba quieto.

—Recuérdame hablar con Soyeon de lo que hablamos.

Planearon no tener más hijos por ahora, así que necesitaba un método anticonceptivo seguro, pero era vampiro y hombre, nada normal le ayudaría así que Soyeon había estado probando recetas mágicas que pudiera ayudarle.

Harían muchas cosas en la manada de su lobito.

***

—Es una broma, ¿verdad? Dime que es una broma.

—Jungkook...

—Lo voy a matar, joder, hace desastres en mi manada y ahora va y hace caos en la de mi tía. ¿Quién se cree?

—Amor...

—Ese omega me va a escuchar.

—Y por eso no quería que te enteraras. —Taehyung bebía tranquilamente el té mágico que Soyeon le tenía preparado. Apenas llegó a la manada, fue lo primero que le pidió, el anticonceptivo. Soyeon le aseguró que una vez que lo bebiera, duraría cinco años, de aquí a allá escogería si beberlo o no.

Taehyung sabía que lo haría, un problema menos, ahora queda el otro.

—No estoy exagerando.

—Solo un poco.

Estaban en la casa de Soyeon, o más bien, en la enorme mansión de lujo de la alfa de la manada Min. No podía ser menos.

Habían llegado tan solo hace una hora y ya tenían problemas.

Se le informó a Jungkook que el omega Missa, de alguna manera había llegado al territorio de los Min y había pedido asilo, se le concedió y al día siguiente ya estaba coqueteando con Yoongi y proclamado ser su omega. Hasta ahí okey, el problema fue que era un omega muy bonito, y sin marcar, así que otros tres alfas de la manada Min pidieron un duelo por él.

Pero Missa se negaba rotundamente, pero ya pidieron el duelo y éste fue aceptado, y todo okey. Hasta que esos lobos empezaron a meterse con Missa, diciéndole cosas feas que Yoongi tuvo que intervenir y proclamarse como otro retador.

Y la manada entró en caos.

Un Min es por naturaleza, más fuerte que el resto de lobos del mundo entero. Y los otros contrincantes ven una clara desventaja que un Min participe, así que han estado portándose mal para que esto no suceda. Y no ayuda que Missa se haya estado quedando en la casa de Yoongi. Más que todo por protección, pero estos lobos no lo ven así.

Así que la manada ha estado dividida entre los que creen que Yoongi debería de pelear y los que no.

—En realidad, sí estás exagerando, sobrino. A mi manada le gusta la sangre, y quieren solo una excusa para tenerla, y este duelo lo es. Se están portando como siempre se portan —dijo Soyeon, tomando un poco de brandy—, huelen un omega sin marcar y se vuelven perras en celo, y no es culpa de Missa, sospecho que tiene una ligera imprimación en Yoongi. Solo hay que dejarle ser, aunque si por mí fuera, haría que tu padre se divirtiera un poco, necesita algo de calor en su vida.

—De todas maneras, ¿qué pasó con los otros dos alfas? —preguntó Jungkook, mirando a su vampiro, quien acarició su cabello lindamente, o más bien, como si se burlara.

—Ow, cariño, ¿cómo no supiste? Decidieron no seguir por lo de Missa, las malas lenguas dicen que tienen algo.

Ah.

—Sí, era bien sabido que esos dos se traían ganas. Entonces, ¿veremos algún duelo? —La voz de Taehyung era de éxtasis, Jungkook le miro de mala manera y decidió beber más del té especial mirando a otro lado.

—Probablemente. Hoy van a comenzar, casualmente.

—¿A qué horas? Los niños...

—Ya los envié con los gemelos, cuidaran bien de ellos. Quedaron encantados. Jamás pensé que mis hermanos caerían por cinco bolas de pelo.

—Son muy adorables.

—Lo son pero también son hijos de ustedes dos, como lobos, es imposible no orbitar a su alrededor. Tienen un poder muy fuerte, como su padre.

—Sí, mis chicos. —El orgullo era palpable en la voz de Jungkook. Taehyung no pudo evitar ronronear de gusto mientras se levantaba y tomaba posesión del regazo de su lobito. La taza de té ya vacía dejada a un lado—. Nuestros chicos.

Taehyung sonrió besando el mentón de su lobito mientras este lo acomodaba mejor en su regazo para pasar un brazo por su espalda y posar la otra en su muslo de manera posesiva. Sí. Habría muchos momentos como estos estando aquí. Taehyung estaba bien con eso.

—Agh, no empiecen ustedes... Esperen, ¿me están usando para cuidar a sus niños? Qué malos de su parte. —Soyeon no sonaba para nada descontenta, más bien, como que ya lo sabía—. Sabía que los vampiros no podrían mantenerlos lo suficientemente quietos para que ustedes tengan algún momento a solas.

—No tienes idea. Todos los están malcriando. No le pueden decir no.

—En especial el cocinero, se la pasó dándole todo tipo de comida los primeros días que ahora se la roban si les dice que no.

—Eso se escucha demasiado Min. —Se burló Soyeon con una sonrisa, que perdió cuando un par de lobos entraron en su oficina—. ¿Qué pasa?

—Ya comenzaron. Quisieron adelantar el duelo para aprovechar que el lobo blanco está aquí.

—Joder.

Soyeon salió disparada. Sin embargo, Jungkook no hizo ningún ademán en levantarse, perfectamente feliz con estar recibiendo besos de su vampiro.

—Deberíamos ir —murmuró Taehyung sobre la piel ajena antes de volver a repartir otra ronda de besos mientras su mano subía para acariciar el cabello de su lobito, las hebras negras se deslizaron entre sus dedos mientras sus labios tocaban la dulce piel de su lobo.

—¿Quién lo dice? Solo sigue dándome esos besitos, ahora en el cuello.

—¡Jungkookie!

—Bien, bien. Después me las vas a cobrar.

—Cuenta con eso.

Jungkook cargó en sus brazos a su vampiro, quien gustosamente se dejó llevar, acostando su cabeza en el amplio pecho y con sus dedos jugueteando el cabello de la nuca de su lobo. No tuvieron que ir mucho.

En todo el frente ya los lobos se estaban peleando, ni siquiera habían esperado a que llegaran. Sin embargo, había una peculiaridad.

Todos estaban atacando a un solo lobo.

—Creo que es tu padre, cariño.

—Ni me lo digas. Que se las arregle solo.

—Tsk. ¿Crees que pueda?

—Es un Min, amor. Claro que sí. Ahora tú y yo tenemos que ponernos al día.

—¡No nos podemos ir así!

—Sh.

Jungkook lo calló mientras se dejaba guiar a la habitación que habían preparado para ellos. Tenía que aprovechar antes que sus hijos llegaran. Los amaba mucho pero realmente necesitaba un tiempo con su pareja.

Mucho de eso.

¡Hola, hola! espero que les haya gustado estos dos extras seguidos. ¡A mí sí!

Sin embargo, todo llega a su final y me complace decir que solo queda un extra más y De Rodillas terminaría. Pero, pero, hay un gran pero, el extra final será en Inkspired, (mi usuario es Missdiane) y Ao3 (Misskooktae) ¿la razón? bueno, tendrá mucho contenido homoerotico y prefiero evitar problemas con wttp. 

Pondré la historia terminada cuando suba el último extra por allá. 

De todo corazón, muchas gracias por leer esta historia. Fue un placer escribirla. ¡Y espero verlos en los que vendrán! Aunque por favor, me enfocaré en las dos que tengo. Un beso.

¡Cuídense y stream a Layover! 

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