Era cerca del atardecer cuando llegaron a la manada cerca de su cabaña de sus vacaciones. Sí, aceptaron la oferta.

Taehyung estaba muy nervioso y muy encantado. Había querido venir con su mejor ropa para mostrar el honor que sentía por la invitación pero su lobo le recomendó mejor ir lo menos vampiresco posible para no incomodar.

Aunque ya no había discordia entre vampiros y lobos, todavía había cierta incomodidad cuando los vampiros vestían con las mejores prendas alrededor de los lobos cuando estos las odiaban. Preferían ir desnudos o con poca ropa. Al menos los lobos en manadas como estas, lejos de la civilización, más primitivos, más salvajes.

Y sí que lo eran.

El príncipe de los vampiros veía todo maravillado. Estaban en un claro congelado, rodeados de la pureza del bosque y de la manada de los lobos. Los había recibido el alfa, con su bello omega y sus pequeños y lindos hijos. Había sido muy amables con ellos desde el principio y Taehyung estaba muy agradecido de haber seguido el consejo de su lobito. Estaba vestido con un suéter gris que estaba rasgado en la zona del cuello, y era de Jungkook, le sentaba bien llevar la ropa que olían a él, que él había usado y sabía que el lobo estaba encantado.

Había hablado con su suegro sobre eso. Realmente no quería incomodar a los lobos así que llamó a Yoongi, y este le dijo que podía ir vestido como quisiera... Luego su hermana, Soyeon, tomó el teléfono y le dijo explícitamente que era mejor que se vistiera con una prenda de Jungkook porque si Jungkook era igual como su padre, jamás le diría a Taehyung que llevar ropa con su olor era lo mejor que podía hacer la pareja de un lobo.

En especial, muy especial, cuando iba a visitar otra manada.

Los lobos por naturaleza eran territoriales y posesivos con su pareja, y solo querían que olieran a ellos y marcarlos todo el tiempo. Cosa que Jungkook hizo apenas lo convenció de ir a la manada. La mordida en su cuello estaba fresca y recién hecha, y tenía un juego de mordidas al otro lado de su cuello, también tenía marcas de garras en sus muslos y caderas.

Además, según Jimin, apestaba a Jungkook, en todos los lados posibles, dentro y fuera.

Y estaba encantado con eso.

Su lobo le demostraba de todas las maneras posibles lo mucho que lo amaba, y que no importaba el pasado, estaban viviendo el presente, la mordida en su cuello que era constantemente rehecha era un recordatorio bien placentero.

Eran pareja, por fin, después de tantos años.

Se conocieron hace apenas 4 años pero tenían un largo historial, estaban destinados como ninguna otra pareja en el universo.

—No te me vayas muy lejos, nene. —aconsejó su grandote lobo blanco su lado, su voz cerca de su oído.

—¿Vas a correr?

—Uh-huh. No puedo evitarlo cuando la mayoría me está haciendo ojitos.

—Mientras no le hagas ojitos a nadie.

—A nadie más que a ti, mi amor. —Jungkook lo tomó por la cintura, trayéndole cerca para robarle un beso o dos antes de dejarlo ir. Se alejó corriendo de espaldas, dándole una enorme sonrisa que podía llamarse pecadora, era sensual, mostraba todos sus dientes y combinaba con el brillo divertido de sus ojos, todo mientras se quitaba la ropa. Taehyung sacudió su cabeza mientras veía como se desnudaba antes de cambiar a su forma de lobo.

La desnudez entre los lobos era muy común. Por eso nadie se inmutó ante eso, aun así los lobos tantos adultos como cachorros se quedaron viendo al lobo más poderoso del mundo.

Un fuerte suspiro grupal recorrió el claro cuando el lobo de Jungkook apareció en escena. Taehyung se quedó mirando con placer y sorpresa. Jamás se cansaría de ver a su lobito en esa forma.

Era grande, como un elefante. Completamente blanco. Desde la punta de la nariz hasta la punta de su cola era puro musculo. Su pelaje era suave y hermoso, parecía brillar. La mayoría de los lobos cambiaron con él, en especial los cachorros quienes estaban fascinados con el poderoso lobo en sus tierras.

Una sonrisa de tonto enamorado llegó a los labios del único vampiro en el claro. El príncipe se llenó de regocijo y calentura tierna al ver como su lobo corría con los cachorros muchos más pequeños y jugaba con ellos, incluso con los adultos más grandes.

—Wow. —un susurro a su lado lo asustó, pensó que estaba solo pero no, el omega del alfa no estaba tan lejos de él. Era muy bonito, piel morena, cabello marrón rizado, ojos igual de oscuros, rostro entre gentil y fuerte, era de su misma altura, un omega en toda regla. Solo que no parecía en nada a los demás lobos suizos.

—¿No cambias?

—Oh no, tengo cinco meses de embarazo, mis cambios deben ser cuidadosos...

Taehyung no quiso mirar, pero tuvo que hacerlo, sus iris se deslizaron en el cuerpo del hombre, dándose cuenta que sí, estaba en cinta. Por el abrumo y la emoción había ignorado que escuchaba un segundo latido, pequeño, constante, dentro del hombre, pero la barriga era pequeña. Apenas notable. — Oh.

—Sí, lo sé. Apenas se nota. Pero ya son cinco meses.

—Ayuda la ropa. —El omega estaba vestido con una camisa enorme, que le llegaba a las rodillas, y ahora que lo pensaba, no olía al omega, si no al alfa.

—Ah sí, solo usó ropa de mi alfa. Ya sabes. —El omega hizo un ademán con la mano y luego señalando su propio suéter, que le quedaba muy suelto.

Claramente no era de él. Sí. Era de Jungkook, bastante obvio dado que le quedaba muy grande, pero a pesar de lo grande era acogedar y le dejaba una sensación plena de seguridad y confort.

—¿Es normal?

—Mucho. La verdad es que desde mi primer embarazo solo he usado la ropa de mi alfa. Cosas de omega. —El pequeño omega abrió sus ojos al darse cuenta de lo que había dicho, carraspeó ligeramente antes de añadir—: Sin embargo, creo que es válido para todas las especies. Un vínculo de pareja es intenso sea quién sea.

—¿Tan obvio somos?

—Todo el mundo sabe quiénes son. Y qué son. Además, llevas su ropa, todo un omega vampiro. —La sonrisa del chico era genuina y juguetona, muy carismática.

—Sí, sí que lo somos. —Suspiro Taehyung. Su corazón sintiéndose pleno mientras veía al amor de su vida jugar como un cachorro rodeado de más cachorros y lobos adultos.

Un rato después, ese gran lobo se acercó a él, trotando con la lengua por fuera, el brillo en sus ojos era de felicidad absoluta. La oscuridad lo cubrió por lo grande que era.

La mirada del príncipe de los vampiros subió, ojos de estrellas infinitas se consiguieron, y una vibra natural se entrelazó entre ellos. Era mágico.

Sus corazones ya palpitaban como uno solo.

El primer hombre lobo y el más poderoso vampiro de todos los tiempos.

Eran uno solo. Como el destino lo había decretado hace tantos milenios.

Taehyung se acercó también, inclinó su cabeza para apoyarla en la enorme nariz mientras el olor de su lobo entraba a su cuerpo y calmaba sus demonios, que eran tan pocos, casi inexistentes hoy en día. Nada que el tiempo no cure.

Un suave cosquilleó recorrió ambos cuerpos. El viento resopló de felicidad. El amor de la pareja era tan palpable que podías sentirla. 

¡AAAAAAA, FINAAAAAAL!

¡Espero mucho que les haya gustado! Es corto porque así lo quería, la verdad. Como acaban de leer, se acercaron más al lado de los lobos. ¡Pero eso lo veremos más en los extras!

¡muchísimas gracias por leer esta historia que comenzó así casi un año ya (en agosto, creo) Lamento mucho haberme tardado tantísimo, ¡pero llegamos al final!

Ahora solo faltan los extras. No sé cuántos serán, no muchos eso sí, bueno, quién sabe. ¡Espero mucho que me sigan en mis demás historias! Se vienen más, y one shots, en especial, historias que se puedan leer en wattpad. Y si gustan, no se olviden de seguirme en Inkspired.

Ahora quiero actualizar al menos dos caps de mis otras dos historias activas y luego vendría con los extras. ¡De nuevo, muchas gracias por los votos, lecturas y comentarios!

Nos vemos pronto.