Una cosa era segura, si no controlaba a su lobo, éste iría por la garganta de Viktor y aunque lo quisiera de esa manera, no se lo podía permitir. Y no estaba haciendo puchero por eso, era el príncipe de los vampiros, maldición, no estaba haciendo pucheros.

No importaba si su lobo miraba sus labios con bastante atención, y ponía esa mirada de estás haciendo puchero, ¿quieres hacer una rabieta?

Bueno, sí estaba haciendo pucheros pero la principal razón es que tenía la atención de Jungkook sobre él, y sólo en él.

─── Viktor, por favor, escolta a mi hijo.

Taehyung se tensó al oír esto, también Jungkook, a pesar de que estaba todavía en la puerta, y sus padres al otro lado de la habitación, había escuchado alto y claro las palabras dichas. Y por supuesto, sus padres harían de esto una gran cosa.

No importaba cuántas veces rechazó la idea de estás fiestas, no porque no le gustaba sino que usaban estás fiestas para emparejarlo con algún vampiro inútil, o peor, pegarlo más con Viktor. No entendía por qué sus padres todavía seguían queriendo acoplarlo con el fanfarrón, tantas veces les había dicho que no, incluso, dejó de venir a su casa, por la misma razón, y seguían haciendo eso.

Y la cosa se intensificó una vez que subió como el príncipe de los vampiros. Jimin le había advertido sobre sus padres, diciéndole que no era normal lo que estaban haciendo sus padres. Era como si lo quisieran controlar de alguna manera, y no le había creído al principio pero ahora, con Jungkook a su lado, parecía que sus padres decidieron incrementar su juego.

─── ¿acaso se olvidaron de que estás en peligro? ¿Olvidaron que hacer este tipo de fiestas está prohibido? ¡Y más contigo aquí! Maldita sea quiero. . . ─── Gruñó Jungkook, sus iris cambiaron parcialmente, cosa que le sorprendió, más no dijo nada. Rápidamente se volteó para que su campo de visión sólo fuera él, posó su mano sobre el pecho de su lobo, frenando de alguna manera, e incluso, lo acarició para que no hiciera nada indebido, aunque en el fondo, estaba muy de acuerdo con él.

─── Mis hombres todavía están afuera, los puedo sentir, y no es mucha gente. . . ¿son solo setenta personas? solo hagamos esto para ir a nuestra habitación y. . . ─── se calló cuando se dio cuenta de lo que dijo, Jungkook no dormía con él, siempre estaba en una habitación diferente, cerca pero jamás en la misma cama, y fue tan fácil decir aquellas palabras. Sus ojos se encontraron con los del lobo, ninguno dijo nada, se quedaron mirando hasta que sintió que Viktor se acercaba y tenía que continuar rápido. ─── poder descansar mejor, mañana tenemos un día largo por delante.

No eran palabras muy tranquilizadoras pero tampoco podía decirle mucho más, no con la atención de todos puesta en ellos y sobre todo, escuchando cada pequeña cosa que decían. Después de todo, querían saber si los rumores de que el príncipe vampiro se estaba follando a su guardaespaldas lobo de cero pedigrí eran ciertas.

─── Alteza. ─── Saludó Viktor detrás de él. Con una última mirada a Jungkook, giró sobre sus talones de manera grácil y hasta coqueta, el viejo lobo se alzaba por encima de él, una mandíbula fuerte, ojos oscuros y profundos fueron lo que le recibió.

Un viejo malestar se asentó en su estómago, sin embargo, no demostró ningún signo de debilidad, ni lo incómodo que se sentía con la presencia de Viktor.

Muchos podrían pensar que era extremadamente guapo, alto, con una contextura grande y musculosa, su piel estaba siempre bronceada, con ese toque caramelo, cabello castaño peinado suavemente hacia atrás, y rostro fuerte y atrayente. Todo un lobo, el poder que irradiaba era demasiado, por eso sus padres lo querían como su guardián, y lo querían mucho antes del desastre en el que se había convertido su vida en los últimos años.

Su mirada subió, un poco más de cuando tenía que mirar a Jungkook, su lobo, el cual se alzaba también sobre él, él mismo era una vampiro alto y esbelto, sin embargo, los lobos, era descomunales, grandes, altos, fuertes, y estos dos no eran la excepción. Había más lobos en la sala pero definitivamente, eran Viktor y Jungkook los que tenían todas las miradas. Su lobo podía ser joven pero ya era una fuerza para tomar en cuenta.

─── Permíteme escoltar, alteza. ─── Viktor carraspeó, ofreciendo su brazo para escoltar y llevarlo por la sala.

Podía sentir a Jungkook completamente tensó detrás de él, a pesar del poco tiempo que se llevaban conociendo, habían creado una gran química, y entendimiento entre ellos. Ninguna persona lo entendía como él, y odiaba tenerlo en este lugar. En especial, con Viktor aquí.

Al final, sin poder hacer nada más, aceptó el ofrecimiento, envolviendo su brazo alrededor del ajeno para ser escoltado por la sala. No le dio una mirada al lobo más viejo, ni un saludo, solo su mirada hacia delante, mentón alto, y movimiento grato, dirigiéndose hacia sus padres.

Los invitados le abrieron pasó, embelesados por la imagen frente a ellos, e ignorando groseramente al lobo guardaespaldas de su príncipe, que había permanecido en la puerta, una vez que Taehyung avanzó con Viktor, la gente se posó detrás de ellos, impidiendo avanzar. Ambos sintieron la falta del otro, pero no podían hacer nada, no cuando eran los padres del príncipe de los vampiros los que tenían la batuta.

─── Un placer verlo, majestad, tanto tiempo. ─── Dijo Viktor, teniendo cuidado de que su alteza no tuviera a nadie frente a él, obstruyendo.

─── He estado ocupado. ─── informó Taehyung, saludando a algunos vampiros por aquí y por allá.

Podía sentir su deseo de querer acercarse más a su líder, su ansiedad por darle todo lo que quisiera, admirar y mostrar de lo que están hechos para ver si llamaban su atención. Le divertía, y amaba ser adorado, pero siempre y cuando, fuera en sus términos, en dónde se sentía seguro, y dónde él era el que lideraba todo.

Y eso jamás sería en la casa de sus padres.

No supo cuándo fue el momento en que la relación de sus padres simplemente se deterioró, ellos siempre quisieron escalar en la pirámide real, y una vez que su hijo se convirtió en el príncipe de los vampiros, acabando con el antiguo príncipe, aprovecharon su oportunidad, y se convirtieron en algo que no reconoció. Hubo un tiempo que eso le llenó de tristeza, y dolor, pero poco a poco aceptó que sus padres estaba ciegos por el poder, y la riqueza, ser los mejores, lo utilizaban para su fines, se había tardado en verlo pero una vez que lo hizo, empezó a lentamente cortar todos los lazos con ellos. Solo los veía lo oportuno.

Al final, sus amigos se convirtieron en su familia, en los que podía confiar y apoyar el hombro. Y ahora también, su lobo, aunque éste no lo sabía todavía.

─── ¿Tanto como para no ver a sus padres, alteza?

─── Ellos están muy bien sin mí, Viktor.

─── Yo no diría eso.

─── ¿Uhm? ─── Taehyung lo miró de soslayo, apenas una mirada antes de volverla hacia el frente, cada vez más cerca de sus padres.

─── Te extrañan, y no son los únicos. ─── Dijo el lobo mayor. Taehyung podía sentir la honestidad en sus palabras, y no se sentía cómodo con eso. Por suerte, llegaron frente a sus padres, Viktor lo despachó con una reverencia pero no antes de decirle───: permíteme un baile, alteza. ─── el pedido fue alto y claro, haciendo que las voces que los habían rodeado se callaran para darle atención a ellos dos.

La mirada de Taehyung se volvió turbulenta, sus labios se fruncieron disconforme, no quería durar tanto en este lugar, tenía que descansar y volver a su vida como príncipe, descubrir cómo iban las investigaciones en su palacio, no tener que soportar este circo de aristócratas bien vestidos, vampiros poderosos, y algunos de sus lobos poderosos de igual manera.

Se detuvo brevemente, tomándose su tiempo para pensarlo, aunque sabía ya la respuesta que quería pero no la que debía dar.

─── Por supuesto.

Aceptó, una sonrisa falsa perfumando su rostro, quería volver a ver a Jungkook, pero dado que todos los invitados le habían cortado el paso, tenía que conformarse con saber que estaba aquí, con él.

Sin más, subió a la plataforma, tomando el lugar que su madre le había dejado. Podía sentir todos los ojos en él, esperando algo, deseándolo, era molesto. Estaba molesto y aún así, tuvo que fingir estar feliz, recibiendo una copa de sangre, y que la "pequeña reunión" continuará.