Su mente todavía se sentía sensible, pasar por una tercera transformación de manera tan abrupta y luego cambiar de esa manera, dejaba sin fuerzas a cualquier lobo, sin embargo, solo su mente estaba algo contraída, y ni siquiera era mucho, solo lo suficiente para saber lo que había pasado. De resto, su cuerpo se sentía mejor que nunca.

Y sabía el por qué. A pesar de que tenía el borrón de algunas situaciones, la más reciente era la más nítida y fresca, incluso, todavía se sentía algo caliente por esa pequeña situación.

Por un lado, se sentía tan bien saber que no era el único de los dos que sentía algo por el otro. Era como si miles de relámpagos hubieran pasado por su cuerpo y envolvieron al vampiro contra él, provocando cada vez más y más descargas. Había querido follarle ahí mismo, besar sus labios por toda la eternidad mientras se perdía dentro de él, estaba más confiado ahora que sabía que su vampiro lo deseaba tanto como lo deseaba.

Quería verlo perderse en el placer, seguir escuchando esos pequeños gemidos roncos y palpitantes. Pero, por supuesto, las circunstancias no eran las mejores.

Acaba de salir de su poderosa tercera forma, estaba hambriento y con mucha energía, y quería hacer muchas cosas pero ninguna de esas opciones era pasar el tiempo con los padres de Taehyung. Los había conocido solo un par de veces, un puñado, dado que no les gustaba estar en el aquelarre de su hijo, y en esas pocas veces, lo había tratado como la peor escoria existente, el peor de los perros. Seguían pensando que el tal Viktor, era mejor lobo, mejor guardián, mejor todo para su hijo, pero Jungkook tenía la ligera sospecha que querían usar a ese viejo lobo más como un controlador del príncipe, que como su guardián.

Sin embargo, esa era otra historia a contar. No podía pensar más en eso cuando, estaba unos pasos más atrás que su príncipe entrando al gran salón de fiestas de la mansión de sus padres.

Era ridículamente obvio que habían estado planeando este tipo de fiestas por un tiempo bastante largo, para nadie es un secreto que al gran vampiro le gustaba evitar las fiestas ostentosas. Le gustaba más estar en privado, probando nueva sangre fresca de algún guapo voluntario, no era un aguafiestas, prefería estar tras bambalinas, si era invitado, iba con gusto, se aseguraba de ser el centro de atención por unos minutos para hacerle saber a todos que estaba presente y luego iba por su codiciosa lengua a algún lugar privado.

A veces ni siquiera se alimentaba, solo pasado el rato con sus amigos más cercanos, odiaba la falsedad con la que se acercaban muchos para poder usar su poder y subir de nivel, Jungkook había notado que la hipocresía, y falsedad era el pan de cada día de los vampiros. Donde la riqueza, y el poder eran más importantes que cualquier otra cosa.

Incluso, siendo el concubino del príncipe era un lugar de poder muy alto, y muchos trataban de meterse en la cama del vampiro, pero éste no había llegado a dónde estaba por su cara bonita, de eso estaba seguro.

━━ Su Alteza Real El Príncipe Kim Taehyung. ━━ Dijo el presentador, voz alta, fuerte y poderosa, para que se escuchara en cada rincón del salón.

El cual era de gran tamaño, y sumamente hermoso, las ventanas lisas y grandes estaban alrededor, cortinas de seda color pastel les daba sombra y estaban justamente cerradas para ese aire íntimo. No había luna, pero no importaba, las estrellas iluminaban el cielo, y los enorme candelabros de vidrio caían como fina lluvia del techo.

Se notaba la riqueza, la presencia, y el poder que tenían los dueños del lugar. Mostrarles a todos, quién mandaba. Los cuales, dichos padres estaban sentados en sus pequeños tronos de terciopelo color rojo, muy parecido al de su hijo, estaba en un pequeño elevado, al final y en el centro, como unos reyes de antaño. Muchos podrían pensar que era un insulto hacia su propio hijo, pero muchos más, hacían lo mismo en sus lugares, al final de cuentas, importaba el poder.

Jungkook estaba asqueado con la rapidez con la que los padres de su príncipe realizaron esta fiesta. Desde su llegada no habían pasado ni siquiera tres horas, y tenían a toda una comitiva lista para encantar a su príncipe, era demasiado extraño, y raro, y todo tan fríamente calculado.

Y por supuesto, entre todos estos vampiros y algunos lobos, estaba el famoso Viktor, nunca lo conoció en persona pero sabía quién era apenas entró en esa habitación.

Alto, perfilado y orgulloso, el hombre estaba detrás de los padres de Taehyung, como su guardaespaldas claramente. El hombre solo tenía ojos para su príncipe, lo veía de una manera que su lobo empezó a gruñir, apretó sus manos para controlar, sus orejas se movieron inquietas, filtrando los sonidos en busca de amenazas para entretenerse.

─── Por supuesto que se atrevieron a hacer una pequeña fiesta en tan poco tiempo, y con tantas personas. ─── Dijo Taehyung, apenas audible, solo para ellos dos. A pesar de que todos en la sala (excepto los humanos) tenían un gran oído, había una cierta manera de decir la palabras para que los sobrenaturales no lo oyeran, y este era el caso.

─── Sospecho que lo tenían planeado desde hace tiempo, señor.

─── Uhm, siempre tan inteligente mi querido lobito. Por eso te prefiero a ti.

El elogió hizo que todo su cuerpo se calentara, además, no se perdió ese ronroneó de su vampiro, como si quisiera hacerle saber que lo prefería a él, y no al lobo que se paraba como si fuera el rey de los lobos.

Quería morderlo, arrancarle la garganta. Se sentía jodidamente amenazado.

─── Hola a todos, es un placer verlos y acompañarlos en esta hermosa velada. ─── Dijo Taehyung, siempre con una sonrisa, no importaba que hace poco había sufrido de un atentado. Mientras siguiera en pie, siempre estaría con una sonrisa y soportando la falsedad de tantos seres.

Era demasiado perfecto, siempre correcto, vivo. Entendía por qué todos querían un pedazo de eso. Kim Taehyung nació para ser de la realeza.