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Capítulo 39.

— Entonces, ¿ya lo sabías todo?

— ¿Todo? Ja, no, jamás a esa magnitud, sabía algo pero no con tantos detalles, ni todas esas vidas. —Murmuró Taehyung, acurrucándose en el fresco y divino abrazo de su pareja. Amando como sus pieles rozaban en el íntimo abrazo.

Estaban en su habitación, había pasado solo un par de horas desde su sección en la mesa, y sí, habían estado como conejos, aunque ahora estaban pasando la resaca acurrucados en la gran y cómoda cama de Taehyung, a la ahora cama de ellos dos, y su habitación, de ambos. Taehyung ya había mandado a Adam a avisar que había un príncipe consorte, y que era un lobo, no dieron muchos detalles, habría una fiesta para eso, dado su status de líder, tenía que existir toda la fanfarria y estaban bien con eso.

— Tantos años...

— No, no quiero pensar en eso, vamos a vivir el ahora, ¿sí? —Taehyung acunó la mejilla de su lobito con dulzura, besando su mentón ya que era lo único que podía alcanzar estando en su posición. Yacía felizmente acurrucando a un lado del caluroso cuerpo de Jungkook, con su pierna firmemente encima de la cintura del lobo, y su brazo en su pecho. Solo disfrutando.

— Todavía queda la otra cosa.

— ¿Qué otra cosa?

— El lobo blanco. Todos me vieron en qué me transformé, para ahora, ya toda la comunidad de lobos del mundo deben saber de mí.

— ¿Quieres guiarlos?

— ¡Claro que no! Han estado bien sin mí por muchos años, dejaré que siga así, solo quiero estar a tu lado. —Informó Jungkook con una pequeña sonrisa, haciéndolos girar a los dos por la enorme cama, hasta que Taehyung quedó en su posición favorita, con Jungkook entre sus piernas y aprisionado bajo su cuerpo.

— Tendríamos que hablar con tu padre, dejarle bien en claro eso. Podrás ser su reencarnación pero ya no somos ellos. Somos nosotros, en el ahora. —sentenció Taehyung, acariciando el cabello de su lobo con cariño, cómodo con tenerlo encima de él, disfrutando de esto, tratando de ambos sobre llevar los recuerdos de sus vidas pasadas.

No todo era malo, tenían muchas memorias hermosas pero lo del emperador... Se sentía muy reciente, y muy doloroso, tantas vidas perdidas pero habían otras más donde vivieron por mucho tiempo y felices, solo tenían que procesarlo, y lo harían juntos.

— De todas maneras, solo tendría que presentarme a las grandes familias y dejarle saber que no tomaré liderazgo de nada.

— Suena demasiado fácil.

— Será fácil, soy el lobo blanco después de todo, ¿no? —Jungkook se carcajeó entre dientes, mostrando esa adorable sonrisa de conejito combinada con el lobo salvaje en sus ojos.

Taehyung asintió con una media sonrisa, bajando su mano hasta tocar la superficie donde se marcaba sus recientes mordidas en el cuello de Jungkook. Habían tenido otra ronda, no era suficiente, sabía que podía pasar, la etapa de celo podía durar muchos días, y la mordida aunque ya estaba de manera permanente, podía tener efectos secundarios, después de todo, nadie sabía cómo podía afectarle una mordida de lobo, cada pareja era diferente, así que solo habría que esperar.

— Tienes razón, tendremos que hacer eso lo más pronto posible.

— Sí, sí, pero ahora... Todavía me queda mucho de celo...

— Joder, estás insaciable.

— Como si no te gustara, mi príncipe, ¿o ya olvidaste cómo me tentabas, uhm? —Ronroneó Jungkook, deslizando como una serpiente para besar el cuello ajeno, en especial, en la zona donde su mordida palpitaba, estaba roja, toda una marca de alfa. Su marca.— Cuánto disfrutabas ponerme cachondo para oler mi deseo por ti...

— Yo no hice nunca eso, mentiroso... ah. —Taehyung convulsionó cuando los labios de Jungkook tocaron la zona de la mordida, a partir de ahora, sería una zona erógena para él, no solo era la marca de unión, siempre era mucho más cuando se trataba de la mordida de los lobos.

— No puedo tener suficiente de ti. —Jungkook se deleitó, pasando su lengua por encima de la mordida, se sentía tan condenadamente bien ser la pareja de este vampiro. Era su esencia, era todo para él.—Mi príncipe de placer, mírate, tan sensible a mi tacto.

— Tenemos... tenemos que... uhmhm. —Taehyung quedó sin aliento cuando Jungkook empezó a embestirlo, de nuevo. Su glande todavía estaba aferrada a él, y su nudo, sentía demasiado placer. Joder, había creado un monstruo, porque Jungkook no iba a parar hasta zacearse por completo, y eso podía durar días.

— No tenemos que hacer nada, estoy atendiendo al príncipe de los vampiros, eso es más importante que cualquier otra cosa, Adam se puede encargar de todo. — Gruñó Jungkook, su tono raspado por los miles de gruñidos que dejó salir en cada una de sus sesiones desde hace dos horas porque el celo de un lobo sí que era una cosa enorme.

— No, no, oh, maldición... —Taehyung arqueó su espalda cuando Jungkook tocó su próstata una y otra vez. Estaba en llamas, al rojo vivo, sus colmillos cayeron aunque ya había bebido pero nunca era suficiente. Sus manos se aferraron a la sábanas cuando Jungkook comenzó a acelerar, los besos en su cuello no se habían detenido, y su glande lagrimeaba siendo suprimida entre sus cuerpos, era demasiado. — Ahm, aah.

— Hermoso. —Jadeo Jungkook, sus caderas moviéndose con fuerza, buscando nuevamente un clímax, sin dejar de lamer y chupar el cuello de Taehyung, estaba obsesionado, sin embargo, bajó un poco su cabeza y tomó entre sus labios uno de los pezones de su vampiro, aprovechando que había arqueado su espalda en éxtasis. Él mismo estaba arqueado de manera que podía joder a su príncipe y chupar sus pezones, volviéndolo loco. Tomó con furia las caderas del príncipe, subiéndolo más a su glande, sus cuerpos unidos nuevamente no era suficiente, tenía esta necesidad de consumir, de marcar, de proteger, de domar.

Estaba insaciable y lo sabía. Según su padre, esto podría durar días hasta que estuviera satisfecho, y teniendo a Kim Taehyung como pareja, jamás lo estaría, solo quería más, tal vez por los tantos años sin estar juntos. O porque era un lobo con grandes necesidades.

No importaba, tenían tiempo.

***

Los nervios eran obvios, todos tenían ese leve roce de nervios, y estaba poniendo a Taehyung muy nervioso también, tanto que le había pedido a Jungkook que pusiera un poco de su sangre en una copa para poder beberla y calmar sus nervios. Era lo único que podía calmarlo de todas las maneras.

Hace tan solo cinco días días había terminado el ciclo de celo de Jungkook, había durado semana y media o dos, no estaba seguro y en ese entonces, solo comieron e hicieron el amor, y descansaron entre medio. No podía atender a nadie teniendo a su lobito de esa manera tan necesitada, así que se tomó el tiempo que necesitaban.

Porque lo necesitaban, tantas cosas por hablar, una de ellas estaba por aclararse ahora mismo.

Estaban en el consejo de lobos, un lugar parecido al de los vampiros, solo que más lobuno, con toques rústicos y nórdicos pero tenían esa sensación de confort, de manada. Era muy bonito.

Yoongi y Hoseok les habían conseguido un pase fácil para el consejo, ambos estaban con ellos con músculo, y testigos. Era necesario para dejar bien en claro sus intenciones.

— Mil años para que nos reciban, no recordaba que esto durara tanto. —Gruño Yoongi, afilando sus garras. Taehyung se había dado cuenta que era algo Min, Jungkook lo hacía últimamente también.

— Porque ustedes los Min, generalmente, no piden permiso, ni perdón. —Contraatacó Hoseok, mirándole con una mirada de pocos amigos. Yoongi rodó los ojos.

— Mucho protocolo.

— Está por una razón.

— Pff.

— Bueno, ya, joder, me tienen con los nervios de punta. —Se quejó Taehyung, bebiendo de su copa, sentadito en el regazo de Jungkook, felizmente. — Solo quiero que todo vaya bien.

— Irá bien, solo quieren asegurarse de que Jungkook se controle.

— Mientras no pidan algo a cambio.

— Eh... sí, sobre eso...

Hoseok no pudo seguir porque una adorable chica se acercó a ellos, guiándolos hacía el estrado del consejo de lobos, era humana, y caminaba muy rápido. No fueron muy lejos, pasaron un arco grande y hermoso que dio lugar a una amplia sala de mármol. Frente a ellos estaban los representantes de las grandes manadas, excepto Pavlov, por supuesto. También había otros lobos, supuso que de testigos.

— Jung Hoseok y Min Yoongi, curioso verlos reunidos nuevamente.

— Larga historia y mejor ir al grano, Kayla. —respondió Yoongi, cruzándose de brazos. Su mirada aburrida y de pocos amigos, Taehyung bebió más de su copa, mirando a su suegro con ojos levemente abiertos. Estaba pegadito a Jungkook, no queriendo ir muy lejos.

— Cuida tus palabras, Min.

— Antes que ustedes dos comiencen, pasemos con lo importante. —Interrumpió Gonzalo Mendoza, era un lobo imponente, de piel morena y ojos claros, muy parecido a su contraparte lobuna. — Jeon Jungkook, ¿es tu nombre?

— Sí, señor.

— Uhm, se dice que tu madre es la hermana de Hoseok pero no es lo oficial. —el hombre tenía en su mano una hoja, Taehyung supuso que era una con la información de su lobito. Era de esperarse. — ¿No es así, no?

— No.

— ¿Padres oficiales?

— Min Yoongi y Kim Sungho. —Respondió Yoongi mirando a un lado, su voz no flaqueó pero de él irradiaba un aura de tristeza, recordando.

— Entonces, ¿por qué no es un Min oficial?

— Hace más de veinte años la manada Min era una locura, creo que lo sabes. —Replicó Yoongi, con un profundo suspiro observó a la junta que tenía enfrente. — Asesinaban a cualquier niño con sangre Min, no importaba si eran hijos o sobrinos, eran aniquilados junto con sus progenitores, así que lo protegí enviándolo con Hoseok apenas nació, no tenía opción, habían matado a mi omega y el cachorro se salvó por un milagro, doce años después asesiné a los asesinos de mi omega pero no busqué a mi cachorro, no quería que creciera en un lugar como mi manada, así que lo dejé ser, vigilándolo de cerca.

— ¿Sabías que podía ser el lobo blanco?

— No.

— ¿No?

— No. Podía ser cualquiera en la manada, yo, o mis primos o sus hijos. Nadie sabría hasta que se manifestara en algún momento.

— ¿Por qué responde todo tan fácil?

— Es lo mejor. —Respondió Jungkook en voz baja, dejó un beso en su oreja antes de seguir—: así no siguen metiendo sus narices en cosas de la manada.

— Ah. —Tenía sentido, más rápido responde, más rápido salen.

— Así que, ¿me estás diciendo que el lobo más poderoso del mundo está decidido a no dirigir ninguna manada, ni siquiera la Min? — Dijo Kayla BlackLupin con incredulidad. Era una loba muy guapa, sus orejas de lobo eran de un color claro rubio, y estaban muy atentos a todo lo que escuchaban. —Y más ahora que los Min serán dueños del territorio y manada de los Pavlov, perdón si no creo mucho eso.

— Creo que yo tengo mucho que ver con eso. —Taehyung se irguió, su mentón en alto, luciendo como el príncipe poderoso que era. Ahí fue cuando el consejo se dio cuenta que estaba aquí, incluso algunos abrieron sus ojos de sorpresa. Sí, Jungkook con el poder que irradiaba se había llevado todos los reflectores, nadie había notado que un vampiro estaba entre ellos.

— Ah... sí, la pareja ¿no?

— Sí, y mi único propósito es servirle por mucho tiempo.

— Además, todavía tenemos cosas de pareja que discutir. —Puntualizó Taehyung, acercándose a Jungkook, pasando su brazo por los grandes hombros de Jungkook... o al menos hizo el intento, estaba más alto desde que quedó libre de la maldición, ahora tenía que pararse de puntitas para poder besarlo. Pero eso no logró evitar que no marcara territorio, obviamente.

— ¿Y es así de fácil?

— Así de fácil. ¿O acaso tiene que hacer algo mágico para que no haya problemas?

— Cosa que no está sobre la mesa. —Gruñó Yoongi. —Entre mi hermana y yo nos haremos cargo de la manada Min, espero que las demás manadas se comporten, no estamos buscando poder. Lo de Pavlov era necesario, eran ellos o nosotros, seguro entenderán. Fuimos atacados directamente y ganamos, eso en la ley de los lobos significa que nos quedamos con sus tierras. ¿Algún problema con eso? —La mirada era furiosa, incluso sus orejas de lobo estaban en alerta, desafiantes, podría parecer inofensivo pero al final, es un Min y ningún Min lo era.

— Quedó claro. —Decidió Gonzalo. Una mirada de control le mandó a Kayla, frenandola. — Sin embargo, espero que no haya problemas con que le hagamos seguimiento a ambos cada cierto tiempo. Solo para tranquilizar a los lobos.

— No hay problema.

— Y probablemente habrá muchos curiosos por conocer al lobo blanco así que esperamos...

— Lo que sea, en dos meses, mi lobito y yo nos vamos de vacaciones y no cambiaré la fecha por nada. —Discutió Taehyung, ya molestándose por tener a estos lobos en sus asuntos. Todo era protocolo pero era demasiado molesto. —Y tendrán que pedir cita, soy el príncipe de los vampiros, naturalmente entenderán que no están hablando con cualquiera.

— Eso es...

— Lo resolveremos. —Gonzalo volvió a callar a Kayla hablando primero. Al parecer había discordancia en el consejo pero no era su problema, seguro llegarían a un entendimiento, su suegro se aseguraría de eso. —Se puede retirar pero me gustaría que Yoongi y Hoseok se quedarán, por favor.

Sí, hora de irse. Menos mal, quería acurrucarse con su lobito... otra vez. Últimamente estaba muy cariñoso y mimoso, tanto que le pidió a Adam que planeara unas vacaciones, las cosas se habían calmado, ya las malas manzanas habían sido atendidas, y solo quería viajar por un tiempo, beber de su lobo, disfrutar de sus atenciones, y visitar viejos amigos... Y Jimin, se había invitado solo, sabía que había convencido a Adam para que los metiera en el paquete, y estaba bien con eso.

Nada mejor que estar acompañado con las personas que amabas. 

¡Hola, hola! Feliz de traerles un nuevo capítulo. ¡Espero que les haya gustado! Aviso que para el siguiente espero no tardarme mucho peeeero primero quiero actualizar mis otras dos historias. Ya solo queda un cap, el epílogo y los extras que vendrán después para De Rodillas.

¡Muchas gracias como siempre por el apoyo! Estos caps son más de relax. Pensando como voy a terminar la historia, pero recuerden, ¡Se vienen extras!

¡Nos vemos! Un beso. 

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