Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo, que Taehyung no tenía ganas de pensar sobre eso. No cuando la traición de Sascha todavía le dolía. Ese vampiro había estado con él por siglos, ver su mirada de odio le dolía, le carcomía por dentro. Como un fuego lento.

Su cabeza le dolía, ese sonido había hecho vibrar sus tímpanos tan fuertes que solo pudo enrollarse y suplicar para que ese dolor parara. Y se detuvo, pero a un precio enorme.

Se acurrucó en los brazos de su lobo, apretando su rostro en el cuello ajeno, aspirando grandes bocanadas de aire para ver si se podía morir oliendo felizmente el olor de su lobito. Como si estuvieran en otro lado, y no aquí.

No debió de ignorar las palabras de ese gemelo. Le había dicho que alguien en sus filas lo estaba traicionando, pero cómo creerle a un lobo Min. Y más a ese gemelo, todo el mundo sabía la fama de esos gemelos, y de Soyeon. Querían el trono, y lo iban a obtener así sea por las malas.

No quedaban muchos Min, al menos no los legítimos para el trono. Podían llamarse hermanos o primos, pero nadie lo sabía con seguridad. Nadie sabía cómo se manejaban, pero eso era lo de menos.

Estaba de brazos cruzados, siendo cargada por su lobito que parecía más lobo que humano. Estaba enojado, podía sentirlo en la tensión de sus hombros, y como lo apretaba hacía su musculoso pecho. Jungkook era tan devoto a él, no podía creer su suerte.

Pero al final, ¿esto era lo que querían, no? Conoces al jefe final. Solo que no contaban con esa traición. Sabía que Jungkook podía con esos patéticos vampiros pero sabía que no estaba a su 100% y no lo iba a poner más en peligro.

Al llegar a la fiesta principal, se consiguieron con una escena parecida a la anterior. Muchos vampiros estaban en el piso, tratando de pasar el dolor de sus cabezas, ese pitido los dejaba indefensos porque tocaba todos los nervios que hacían volar la cabeza vampírica. Sin embargo, hubo uno que destacaba del resto, y el cual, no estaba para nada afectado.

No estaba sorprendido de que Kenneth estuviera imperturbable.

— Se tardaron demasiado, tenemos que salir de aquí ahora mismo. — Gruñó Kenneth, sacándose unos tapones de los oídos. Así fue como pasó, entonces, algunos ya venían preparados. La mirada de disgusto a Jungkook no se le perdió. — ¿Qué pasó con este maldito lobo? ¡Por qué no lo mataron!

— Joder, cállate, te dije que este es especial, no sé qué es, pero es especial.

— Maldita sea, ya te llegará tu hora, asqueroso perro. — El siseo de disgusto no le pasó desapercibido. ¿Todo este tiempo, Kenneth era de esos rebeldes? ¿En qué momento se perdió eso?

Pero, de nuevo, en los últimos siglos, él había estado más muerto que vivo. Irónicamente. Los vampiros estaban más muertos, pero todavía tenían cosas que los hacían vivos, estaban en términos medios, y él estaba en el lado del más allá. Desganado, deprimido, aburrido. Obviamente, muchas cosas se le pasaron por alto. Como el cambio de Sascha, y el odio de Kenneth por los lobos.

— Deja de quejarte y camina, no tenemos nada de tiempo antes de que esos lobos...

Las palabras de Sascha quedaron a la deriva cuando vio más allá de Kenneth, tres lobos grandes, demasiado grandes, estaban parándose a cuatro patas. Dos de ellos sacudían su cabeza mientras uno los estaba mirando fijamente, mostrando sus filosos dientes. Estaban juntos, se notaba que habían cambiado para que se les pasara más rápido el efecto del pito. No muy lejos de ellos, había otros lobos que habían empezado su cambio, algunos más lentos, otros más rápidos.

Taehyung no sabía qué pensar. Reconoció que los tres lobos no muy lejos de ellos, eran los gemelos y Soyeon. Ésta alfa era la que claramente los estaba mirando fijamente. La inteligencia brillaba en sus ojos rojos. Se notaba que eran Min, el negro predominaba en casi todos ellos, un pelaje como la noche. Mientras que los ojos variaba, aunque la mayoría los tenía rojos.

— Sabía que esto iba a pasar. — Dijo Kenneth alarmado, retrocediendo hasta llegar al lado de Sascha, como la gallina que era.

— No te preocupes, idiota, ellos también tienen cosas por arreglar. — Dijo Sascha con aire de superioridad, señalando a los lobos que estaban más allá, los cuales como los gemelos, ya estaban sin el efecto del prototipo. Y miraban fijamente a Soyeon y los gemelos. — Algunos Min son fáciles de comprar, si le tienes la presa correcta. Llevamos tiempo conversando con ese lado de los Min.

— Lo tiene todo preparado, ya veo.

— Como sea. Vámonos. — Exclamó Sascha, mirando cómo los lobos empezaban a lanzarse unos a otros. — No podemos confiarnos, esa puta de Soyeon es demasiado buena. Muévete perro. — Indicó Sascha con molestia, moviendo su pistola como si lo tuviera todo resuelto. Y tal vez así era.

Aunque Jungkook y Taehyung podían contra una pistola, el príncipe estaba todavía bajo los efectos del prototipo, y Jungkook no iba a ponerlo en peligro. Esto le beneficiaba enormemente a Sascha, quién tenía el trabajo de sacar al príncipe de ahí, como fuera, preferiblemente vivo.

Avanzaron por la sala con bastante facilidad, el resto de vampiros todavía estaban gimoteando en el piso, junto con los lobos que no eran Min. Taehyung vio con cierto horror y fascinación la pelea de lobos no muy lejos de ellos.

Soyeon era imponente en su forma de lobo, masacraba sin pena a los lobos que iban sobre ella, que no era fácil. Podía notar una manada dividida, eran tres lobos contra el resto. No reconocía el resto de Min, para nadie era un secreto que Soyeon, los gemelos y Yoongi eran los más famosos de esa manada. Y ahora, estaban siendo traicionados.

Algo muy común en la manada de lobos.

Quién sea que estuviera haciendo esto, estaba matando dos pájaros de un tiro. Minimizar la manada Min era muy inteligente.

Se encogió cuando vio como Soyeon era atacada desde diferentes ámbitos, era realmente sangriento, con razón los rumores de los Min eran tan fuertes. Colmillos y garras hicieron mucho daño por parte y parte. Sin embargo, el trío Min era imparable.

Y eso lo notó Sascha.

— Mierda, muévete perro, tenemos que salir de aquí ya. — Le gruñó a Jungkook.

El cual, empezó a gruñir de vuelta, incluso, empezó a cambiar a su tercera forma. Taehyung se escandalizó —: No, no, no, quédate quieto, no cambies, no cambies.

Sin embargo, fue bastante tarde, al tiempo que Jungkook cambió por completo, otro lobo se fue encima de Sascha. El cual cayó frente a ellos, sin perder su arma. Taehyung reconoció al lobo, el único que quedaba era Yoongi, y dado que era un Min, no le sorprendería su rápida recuperación.

— ¡guardias, hagan algo! — Gritó Kenneth escandalizado, mirando hacia dónde Sascha estaba peleando por su vida. Sin embargo, Yoongi era un Min, implacable.

Jungkook no lo pensó dos veces, y trató de alejarse de la escena, de llevarse rápido a Taehyung, pero dos lobos le cayeron encima, haciendo que se cayera con Taehyung al piso.

Taehyung no pudo ir más allá, estaba siendo protegido por el cuerpo en la tercera forma de Jungkook, el cual era todo pelo y hocico. Lo que sí sabía, era que estaba siendo atacado desde su espalda, porque gruñía de una manera dolorosa.

Sabía que lo estaba protegiendo, pero era doloroso escuchar como lo estaba desangrando. Estaba de espalda, no podía ver nada pero podía escuchar. Y todo por protegerlo. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, quería luchar pero Jungkook no lo dejaría ir.

— Lobo, por favor, déjame...

Por suerte, no necesito suplicar, al tiempo que decía esas palabras, una mancha oscura voló detrás de Jungkook para tumbar a ambos lobos. Quitárselos de encima, pero no hubo tranquilidad. No cuando Kenneth dio con un arma y empezó a disparar de manera imparable a Jungkook, rozándole y perforando su cuerpo, dado que la sangre cayó en su rostro.

— ¡No, no, no!

El peso en su espalda desapareció y rápidamente se levantó solo para ver como Jungkook se abalanzaba sobre Kenneth, tuvo un tiempo de respiro antes de que alguien lo tomara por atrás, capturando su brazos y dejarlo indefenso.

— Tú te vienes conmigo, príncipe. — La voz de Sascha era clara, el vampiro estaba sangrando por muchos lados, e incluso parte de su piel estaba desgarrada pero el maldito todavía tenía la fuerza para agarrarlo.

Por eso fue que lo contrató, maldita sea.

Mientras era llevado a rastras, vio cómo Jungkook le arrancaba la cabeza a Kenneth del cuerpo, el cual cayó al piso sin vida. Lo último que vio fue como otros lobos salían de la nada y caían encima de Jungkook. Que ahora era ayudado por Yoongi, no muy lejos de ellos estaban Soyeon y los gemelos. Como una familia.

— ¡Suéltame! — Gruñó, peleando por su vida aunque todavía estuviera algo débil.

Pero nada funcionó, fue llevado a rastras por los pasillos, mientras más y más lobos aparecían, eso le llenó de pavor. Porque los Min podrían ser fuertes, pero ni ellos podrían con demasiados lobos que seguían llegando, incluso cuando estaba afuera de la mansión de Jimin... Joder, Jimin, esperaba que ninguno de esos lobos les hiciera daño.

Fue empujado en un auto, rodeado por Sascha y otros vampiros que no reconoció, el auto cobró vida rápidamente, y salieron de ahí volando. Todos los vampiros tenían rastros de pelea, y Taehyung hubiese peleado ahí pero alguien se acercó para inyectarle algo, perdiendo el conocimiento.

***

No pensaba con claridad, no después de cómo Taehyung fue llevado lejos de él.

Había destripado a Kenneth sin mucho esfuerzo. Detestaba tanto a este vampiro que hasta disfruto quitarle la cabeza. Su lobo había estado insaciable.

Cuando se transformaban en lobos, no perdían su humanidad, naturalmente. Esa era una de las razones por las que creían que el emperador odiaba tanto a los lobos. Nadie lo sabía con seguridad.

Y poco importaba ahora.

Jungkook amaba su tercera forma. Llegaba casi a los tres metros, era parte humano, parte lobo, era más fácil y rápido transformarse. Por eso, cuando escuchó a Yoongi venir cuando llevaba a su príncipe, no dudó en ir cambiando lentamente a su tercera forma.

Sin embargo, todo se fue al carajo demasiado rápido.

Su primer pensamiento fue proteger a su príncipe. Era su guardia, su guardaespaldas, para eso fue contratado. Y eso hizo.

Recibió las mordidas y las garras de esos lobos sin ningún problema. Dolió pero solo podía pensar en proteger a su príncipe, intuía que se lo iban a llevar lejos de él en cualquier momento.

Y así fue, solo que tuvo parte de la culpa.

Se dejó llevar cuando Kenneth empezó a dispararle, una de las balas rozó la cabeza de Taehyung y no lo pudo soportar. El príncipe ni siquiera se dio cuenta, pero él sí, una vez que alguien le quitó los lobos de encima, fue a por ese maldito de Kenneth.

Y fue su mayor error.

Mientras estaba peleando con Kenneth, Taehyung fue llevado lejos de él. Y cuando iba a seguirlo, un montón de lobos aparecieron de la nada. Eran demasiados.

Se unió a Yoongi, Soyeon y esos gemelos contra todos los demás. Salían de todas partes e iban hacía ellos como si su vida dependiera de eso. Y tal vez era así. En las manadas de lobos, cuando tu alfa te mandaba a hacer algo, lo cumplías, como diera lugar.

No pudo seguir a su príncipe, no cuando tenía que tratar con varios lobos a la vez, en su tercera forma se sentía más cómodo pero tuvo que cambiar a un lobo de cuatro patas para curar algunas heridas que había recibido.

La pelea fue ardua, y solo terminó cuando la gente de Hoseok y él mismo, llegaron.

— Joder, chicos, están... — Dijo cuando llegó, incluso él tenía sangre, pero no como los Min, los cuales estaban completamente manchados de sangre.

Jungkook al ver la ayuda, se desesperó e iba a ir en búsqueda de su príncipe, pero tenía una pata lastimada, tenía mordidas por todos lados, incluso le habían quitado un pedazo de piel, sin embargo, no se daba cuenta que estaba recuperándose demasiado rápido para un lobo, incluso un Min.

No le importaba nada de eso, solo su príncipe, pero Hoseok lo había frenado. — Sé que quieres buscarlo, cachorro, pero así no vas a ayudar a nadie. Informe.

— ¡Informe, mi culo! ¿Dónde está Taehyung? ¿Qué infierno pasó aquí? — Chillo Jimin, había llegado hace unos minutos, cuando los Min (y Jungkook) junto con la gente de Hoseok, estaban terminando con los últimos lobos rebeldes. Algunos vampiros que se habían recuperado, se habían largado, que era la gran mayoría, sin embargo, algunos decidieron quedarse, solo para disfrutar del olor de la sangre lobuna.

— Eso es lo que estoy tratando de averiguar. — masculló Hoseok entre dientes, su paciencia acabándose.

Jungkook no les paró, se desplomó, lamiendo sus heridas, queriendo recuperarse los más rápido para ir a por su príncipe, porque tenían razón, no podía ayudarlo si estaba a nada de caerse muerto. Jungkook tenía un aura triste y dolorosa. Al final, todo fue mal.

— Sascha. Sascha traicionó al príncipe. —Informó Namjoon, sujetando a Jimin para que no hiciera una locura. Entre tanto, Yoongi se acercó con la cabeza gacha, lentamente, a Jungkook, mostrando que no era una amenaza cuando éste empezó a gruñirle, sin embargo, después de unos minutos, Yoongi pudo acercarse y le ayudó a lamerse sus heridas. Esto no pasó desapercibido para nadie.

Lamerse entre lobos era una cosa grande. Después de todo, cuando se pasaba una lengua, esta no solo dejaba saliva, sino que también curaba, haciéndolo un acto muy íntimo, y sobre todo, dejaba un pequeño rastro de olor. Por eso mismo, solo los que sean familia lo hacían, y las parejas, más nadie tenía ese derecho. Los cachorros recibían ese cariño de sus padres desde que nacían, y las parejas lo hacían como muestra de amor, y afecto.

Así que, que Yoongi hiciera eso, y Jungkook lo dejara, significaba una cosa. La respuesta era obvia; por el olor que irradiaba Taehyung, el cual apestaba a Jungkook, eran pareja, así que, la otra opción, era que estos dos eran familia.

— Así que este cachorro es obviamente tuyo, hermanito. — Se burló Soyeon, cambiando a humana. Tenía grandes heridas en su cuerpo desnudo. Su ropa había sido desgarrada durante el cambio, como siempre pasaba. Y ella no tenía ninguna vergüenza, en los lobos la desnudez era algo bastante común. — ¿Esto era lo que tanto querías evitar que descubriéramos?

— Bueno, le funcionó, ¿cuántos años pasaron desde aquel día? ¿26? ¿27? Este mocoso parece estar a finales de sus veinte. — Comentó uno de los gemelos indiferente, había cambiado también, estaba arrodillado al lado de su hermano, atendiéndole las heridas que no podía si estaba en su forma de lobo. — Con razón parecía tan familiar. La sangre llama.

— La sangre llama. — Acordó Soyeon, sentándose en una silla cercana que había acomodado para atender sus heridas.

— Hablemos de eso después. — Comenzó Hoseok, mirando fijamente al padre e hijo con cierto cariño.

— Claro que vamos a hablarlo después, cariño, tú también tienes mucho qué explicar. — Dijo Soyeon entrecerrando los ojos.

Yoongi paró lo que estaba haciendo para darle una mirada. Sabía que Soyeon odiaba las mentiras, y secretos. Y esto no lo iba a dejar pasar, además que Hoseok y ella... tenían asuntos sin arreglar.

— Pero como ahora tenemos un problema más grande, vamos por partes, por ejemplo, estas mierdas eran de la manada de los Pavlov. Cosa que no me sorprende, han querido nuestro territorio y poder desde que aparecieron. — Soyeon pateó a uno de los lobos cercanos para demostrar su punto.

— Eso no nos dice dónde podrían tener al príncipe.

— Tú no preguntaste eso.

— Basta. — Gruñó Yoongi, cambiando a su forma humana pero quedándose cerca de Jungkook. Como un padre con su cachorro. —Esto es fácil de resolver, solo tenemos que preguntarle a Jungkook dónde está Taehyung, ¿son pareja, no?

— Sí, sobre eso... —Hoseok se mostraba indeciso al hablar. No le había comentado a Yoongi ese pequeñito detalle del hechizo. — ¿Te acuerdas de Esmeralda? Bueno, hace muchos años hizo algo, no me preguntes qué, solo sé que Jungkook no está a su 100%.

— ¿Cómo que no está a su 100%? ¿Qué mierda le hizo esa perra?

— Yoongi, he tratado de averiguar desde que lo descubrí. Esto se remonta a siglos, probablemente, a milenios, desde el emperador...

El título fue como un balde a agua fría. Nada bueno viene cuando se nombra a ese ser. Nadie le gustaba siquiera pensarlo. Había hecho tantísimas cosas que nadie sabía todas ellas. Y eso daba miedo.

— ¿Qué tiene que ver él con Jungkook? Es un niño.

— Yo no diría que es un niño... — comentó uno de los gemelos de manera intencional. Siendo fulminado por Yoongi, el cual tampoco tenía vergüenza en mostrarse desnudo.

— No lo sé. Por eso los mandé a buscar a la bruja, consiguieron la dirección pero primero pasó esto.

— Esto tiene marca Pavlov por todos lados. Su alfa es un cobarde, siempre manda a los peones a hacer su trabajo. — Comentó Soyeon, limpiando la sangre de su mano con su boca. La Reina Sangrienta le quedaba fenomenal. Incluso con toda esa sangre encima, todavía se veía sublime.

— Y creo que la señorita Min, tiene razón.

Matthijs Allen, la mano derecha de Hoseok había llegado, con un aterrorizado Adam quién miraba hacía todos lados, casi escondido en su espalda. Y demasiado cerca para considerarse amigos.

La escena era sangrienta, un baño de sangre por la caída de demasiados lobos. Los vampiros no sufrieron bajas, era obvio que no eran ellos los objetivos.

— Conseguimos información de que Sascha se estaba comunicando con la manada Pavlov para entregarles a Taehyung desde hace bastante tiempo. — La voz de Adam bajaba cada vez de tono, su aura transmitía demasiada tristeza y enojo, igual que Taehyung cuando se enteró de la traición. — Creemos que el alfa de los Pavlov lo tiene.

— Todo apunta a él. Parece que por fin me daré un festín de Gregov Pavlov. —Soyeon pasó la lengua por sus labios.

— Habría que avisar a la manada. — Comentó Yoongi con cierta molestia.

— No sabríamos en quién confiar, algunos de nuestros queridos primos fueron comprados fácilmente. Idiotas. Como si pudieran con nosotros.

— ¿Dónde viven los Pavlov? — La voz rasposa y dura de Jungkook hizo a todos mirarlo.

Había cambiado a su forma humana, su cuerpo se estaba recuperando demasiado rápido, incluso muy rápido para un lobo.

Se veía más alto, más grande, y sus ojos... Tenía un borde dorado combinado con rojo. Sus uñas fueron cambiadas por garras, había algo salvaje en él. Algo peligroso. Hasta Soyeon tomó su cautela.

Podían sentir la fuerza proveniente de él, había algo que lo frenaba. Algo que no lo dejaba explotar. Hoseok a veces pensaba que el poder que tenía Jungkook era para protegerlos a todos de él. Pensó que entre los Min no habría nadie más poderoso que Yoongi, Soyeon y los gemelos, pero se había equivocado tremendamente.

Era, era como si estuviera en presencia de ese lobo de los mitos y leyendas. De ese lobo blanco del que le enseñaron de niño.

— El cachorro es todo un Min.

— Iremos, pondré a mi aquelarre a disposición. — Avisó Namjoon, ya con celular en mano.

— Mientras llamaré al propio aquelarre del príncipe. — Informó Adam también, su mano volando rápidamente a su teléfono. Matthijs no se había separado de él en ningún momento.

Siempre era bueno tener aliados, y tener un buen ejército de su lado. Sin embargo, Jungkook no tenía la paciencia para esperar por todos ellos. Le dolía no saber cómo estaba su príncipe, joder. No podía pensar en nada más que no sea él. Quería cazar.

— No sé si han puesto cuidado, pero, ¿Por qué un lobo querría al príncipe de los vampiros? Es estúpido. — Se burló Jin, el cual todavía se estaba recuperando, su hermano le había dado sangre para que recuperara fuerzas.

— No tanto si sabes de esos rumores. — Siseó el gemelo que había cambiado, estaba acomodando los huesos de su mano, que parecían partidos apuntando a diferentes lugares. — Al parecer, Gregov es la reencarnación del emperador, el idiota ha estado diciendo eso por un buen tiempo, y la gente tonta le sigue.

— El emperador odiaba demasiado a los lobos para que termine reencarnando en uno de ellos. — Masculló Jimin, cruzándose de brazos porque seguía enojado que Namjoon no lo dejara caminar porque lo sostenía con fuerza en la cintura. Idiota.

— Es así, pero hay algo divertido e irónico en eso, ¿no? Y aunque el príncipe se encargó de matar a todos y cada uno de los seguidores de ese bastardo. El emperador todavía dejó una gran huella para que tuviera seguidores en generaciones siguientes.

— Y también está la historia del lobo blanco. — Apuntó Soyeon, sin embargo, la inteligencia de esa mujer era demasiado. Porque mientras hablaba no le quitaba la mirada a Jungkook. — Se decía que el lobo blanco aparecería en momentos de necesidad, de ayuda, hacía sus lobos. Pero no ha habido rastros de él por muchísimo tiempo, sin embargo...

— Sin embargo, nuestros abuelos nos decían que el lobo vendría, de nuestra familia. Porque el primer hombre lobo, fue un Min. — Terminó Yoongi, mirando a su hijo, el cual seguía perdido en sus pensamientos. Una sed de sangre irradiaba de él. Tenía sangre por todo su cuerpo, estaba salvaje, y casi parecía un dios con su escultural cuerpo, y aura de violencia.

— Incluso si Jungkook es ese lobo, tiene ese hechizo que no le deja alcanzar su potencial.

— Hoseok, cariño, debes saber algo... — ronroneo Soyeon, levantándose y desfilando mientras decía—: Somos Min. Ningún hechizo podrá retenernos. Esa Esmeralda podrá ser la mejor hechicera, pero nosotros, nosotros somos leyendas. Sangre Min, del primer lobo, del primer Alfa. Será doloroso para él, pero romperemos ese hechizo. Y mi querido sobrino va a soportarlo, si quiere volver a ver a su príncipe.

Y no se equivocaba. Jungkook estaba listo para que su sangre corriera. Si tenía que sufrir, que así sea. Iría por su vampiro, pero lo haría, con toda la fuerza que tenía, y terminaría con la vida de todos aquellos que querían a Kim Taehyung muerto. Costará lo que costará. Ellos querrán morir, y Jungkook con gusto les daría el gusto.

¡hola, hola! ¡Espero que les haya gustado el nuevo capítulo!

Perdón por la pelea en general, soy malísima para escribir ese tipo de escenas. Y todavía me queda algo en el siguiente capítulo... o el que le sigue. ¡Ya estamos terminando! ¡Muchas gracias por sus votos, comentarios y vistas!

¡Espero vernos prontito, un beso, cuídense!