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Capítulo 28.

Los invitados seguían disfrutando de la fiesta no muy lejos de dónde estaban, más concentrados en los placeres y deseos, que en chisme, o en este caso, información mega confidencial. Sin embargo, a Taehyung le gustaba ser precavido, así que le pidió a Francis que buscara una sala privada, una que tenga el equipo para poder hablar con comodidad, sin que sean escuchados a escondidas.

Lo que se tenía que hablar era tan importante para Taehyung que odiaría que se filtrara, o peor, que la bruja se enterara de que la estaba buscando, y desapareciera.

No podía tentar el destino.

Después del subidón, adrenalina, y lujuria, Jungkook había limpiado con su exquisita boca cualquier evidencia de lo que habían hecho. Claro que, algunos lograron ver el espectáculo que su príncipe estaba haciendo con su caliente guardia, y no fueron modestos, observaron letalmente, pero Jungkook siendo un alfa, un alfa de alto pedigrí, cabe destacar, se aseguro que solo se viera su espalda y nada más, nada de lo que estaba haciendo con su paladar y mejillas.

Luego de eso, dado que el único en correrse fue Taehyung, y todo se lo había tragado Jungkook, estaba igual de pulcro como había llegado.

No podía decir lo mismo de Francis y su lobo, que tuvieron que irse a parte para bañarse, y ponerse ropa nueva luego de la gran mordida que había deleitado a todos. Se retiraron con quejidos y gemidos detrás de ellos como protesta, dado que ese tipo de espectáculos solían durar horas y horas, y este no había sido ni una pequeña parte, pero dado que el príncipe estaba ahí, las quejas no duraron mucho, y Francis rápidamente trajo entretenimiento por las molestias.

Ahora, estaban en una gran sala, decorada limpiamente, con un olor leve a vainilla. Había libros alrededor, unas sofás de la época pasada estaban postrados cerca de los enormes ventanales con puertas francesas. Candelabros colgaban como lluvia cristalina, los vampiros tenían algo por los candelabros, sin duda.

Taehyung estaba rodeado por Adam y Sascha, cada uno sentado a su lado, mientras que su lobito, con ese profundo ceño fruncido, estaba detrás de él. Actuando como si nada, como si no le hubiera comido momentos antes. Lobos, pensó, imperturbables, mientras que Taehyung todavía un leve sonrojo en sus mejillas por esa actividad tan descarada e inoportuna de su parte.

Frente a ellos, estaba la pareja de la noche, Francis y su lobo, cambiados, bien vestidos, y con solo Francis luciendo como si acabara de tener sexo, mientras que su lobo, sereno y serio.

Jodidos lobos.

── Entonces, mi príncipe, espero que no se haya incomodado mucho por la mordida, era un pequeño regalo de nuestra parte. No todos los años tengo a mi príncipe en mi casa, en mi mejor fiesta. ── Indagó Francis de manera risueña, una sonrisa coqueta perfilaba sus labios. Su mirada seguía algo vidriosa, pero eso era costumbre cuando tenías a un lobo de alto pedigrí como sustento, sabía que él mismo se debía de ver igualito.

── Oh, no, créeme, sí que lo disfrute mucho, tenía tiempo que no presenciaba una acto como ese, muchos años. Lo que me sorprende es que hayas sido tú el protagonista. Puede ser que no esté muy metido en los chismes de mis vampiros pero sí que sabía el rumor de tu persona siendo muy celoso con este lobo tuyo. 

A medida que hablaba, la tonalidad de Francis se volvía cada vez más roja, era lindo de ver, el vampiro era un querubín, podía pasar por un crío de 15 años como de 25, y entre medio. Claro que, su edad, rondaba casi la misma que Taehyung, joven y precioso para siempre.

── Uh, es que, no siempre tenemos al príncipe en nuestra casa, y pensé que sería adecuado, además que muchos me habían pedido que lo hiciera desde hace años. Al parecer, mi lobito es muy deseado. ── arrulló Francis, acercándose al famoso lobo para acariciar con la punta de su nariz la mejilla ajena. Como un gatito.

── Sin embargo, aunque me gustaría saber más del tema,  prefiero pasar inmediatamente al tema por el que vine, por favor. 

── ¡Ah, sí! Fue muy breve por teléfono sobre esa información, mi príncipe, entonces, ¿Qué necesita de mí?

── Necesito saber dónde encontrar a una bruja. Tengo entendido que era tu antigua amante.

Francis parpadeó, como ciervo pequeño y escandalizado por los reflectores. Su mirada se desvió ligeramente hacia su lobo, antes de volver al príncipe.

── ¿Una bruja? He tenido muchas brujas como amantes, mi príncipe, creo que tendrías que ser más específico.

── La más reciente, parece, una muy poderosa, no sé mucho más. Necesito encontrarme con ella.

── Uhm, supongo que esa debe ser Esmeralda, hermosa, brillante pero muy, muy escurridiza.

Un bajo gruñido salió del lobo de Francis, solo fue un bajo gruñido, más su rostro no mostró ninguna otra emoción, en completo control. Al contrario de Jungkook, que era tan abierto con todo lo que sentía, recordándole lo joven que era, sin embargo, era tan entrañable y lindo, que le volvía loco. Era su alfa.

── Eh, eh, eres mi favorito. ── ronroneó el otro vampiro, deslizándose al lado de su lobo, para pegarse lo que más podía. Sin embargo, su lobo no le dio ni una segunda mirada, sí, todos eran igual de celosos.── Bueno, mi príncipe, te puedo dar la dirección, sé dónde está, por supuesto. Quedamos en buenos términos, solo espero que no sea para nada malo. No quiero quedar mal con ella.

── Para nada, escuché que ella es la mejor, y necesito a la mejor.

── En eso estamos de acuerdo. Es una fiera, creo que es mucho más vieja que nosotros dos juntos, jamás pregunté, hay cosas que mejor no saber. Aquí. ── El vampiro se había levantado para escribir una dirección que se sabía de memoria, una pequeña nota. Que Taehyung no dudo en agarrar.── Ten cuidado cuando estén cerca, es una bruja, debe tener protecciones para todo lo posible, y otra cosa, mi príncipe, sé que no soy nadie como para pedirte algo pero, no me dejes mal posicionado con ella, por favor, cuesta tener a las brujas como amigas, y ella es una.

Taehyung no dijo nada, solo asintió como respuesta a lo que había escuchado. Sus angulosos dedos tomaron la nota, una información de suma importancia para él, que le hacía poner nervioso, anhelante y soñador.

* * *

Se fueron de la fiesta poco después de eso, Francis había tratado de engatusar a su príncipe para que se quedara más tiempo per Taehyung fue inflexible. Después de recibir esa nota, era claro que quería salir corriendo de ahí, en busca de la bruja, pero no podían, no cuando en nada sería la fiesta de Jimin.

── Estamos tan cerca, lobo. ── murmuró Taehyung, sentado cómodamente en su regazo, recostado sobre su pecho, mirando la nota como si fuera su tesoro más preciado.

── Jamás pensé que te morías por estar vinculado a un vulgar lobo. ── Indagó Jungkook, su voz igual de baja, compartiendo este momento íntimo.

Estaban nuevamente en el hermoso y lujoso apartamento de Londres, una de las joyas de Taehyung. Adam y Sascha se habían retirado hace rato a sus habitaciones, descansando para el gran día de mañana.

Sin embargo, la parejita había decidido acurrucarse en un cómoda sofá, como vampiro, Taehyung no tenía que dormir tanto, pero sí necesitaba reposar su cuerpo cada cierto tiempo, aunque últimamente sí dormía como un cachorrito, no podía evitarlo cuando tenía el cuerpo de Jungkook a su alrededor.

── Eres un cretino.

── ¿Mi príncipe?

── ¡No te digas vulgar lobo! estás lejos de ser un vulgar lobo, eres prácticamente de la realeza lobuna.

── No me lo recuerdes. Todavía no puedo creer que soy el hijo bastardo de ese lobo.

── ¡No eres su bastardo! Eres su primogénito, hijo del amor de su vida, y el lobito más fuerte de todos. ── ronroneó Taehyung, volteando su cabeza para dejar caer pequeños besos en el mentón del lobo.

Sus cuerpos estaban cubiertos por batas de la más fina tela, ambas de color negro y a juego. A veces Jungkook no se podía creer que en tan poco tiempo pasaron de tensión-sexual-no-resuelta a compañeros-destinados-completamente-obsesionados-con-el-otro. Sabía que solo era cuestión de tiempo que uno de ellos fuera el primero en caer, el primer en dar el paso para la rara relación que tenían. Porque habían tenido algo, todo el aquelarre de Taehyung lo había notado, muchos pensaban que estaban durmiendo juntos, pensaban que el príncipe se había permitido ensuciarse con un perro de bajo pedigrí, y no podían quejarse porque Jungkook era un lobo caliente, al contrario, si tuvieran la oportunidad, también se ensuciarían.

Sin embargo, no fue la cuestión, fue mucho más.

Odiaba a su querida suegra, pero sabía que ese pequeño desliz los llevo aquí, a ser amantes. Por fin.

Era algo nuevo, demasiado nuevo, a pesar de eso, era real y lo que sentían, lo era mucho más. No había comenzado ahora, sus sentimientos, por supuesto que no. Habían empezado poco tiempo después de que comenzó a ser el buen perro guardián del gran príncipe de los vampiros.

Su corazón golpeaba con fuerza, otro día, otra noche, viviendo con puros mosquitos, ejem, vampiros. No podía creer su suerte, o su mala suerte, si lo pensaba mejor. Siendo el niño prodigio de la Agencia, Hoseok no dudo en enviarlo a él como guardián del mismísimo Príncipe de los vampiros, según él, se lo había ganado por ser tan bueno en lo que hacía. Había tenido tres trabajos y todos habían sido cortos pero efectivos.

Y no hay nada mejor que las excelentes referencias, además, Jungkook no solo era bueno como guardaespaldas, también era un buen alfa, con buenos instintos, inteligente y fuerte. Habían pedido al mejor, y ese lo era él, podía ser joven, casi 30 años, pero era letal y muy bueno en lo que hacía.

Así que aquí estaba, sirviendo como guardaespaldas, en su apenas quinta noche. Hoseok le había dicho que este trabajo era importante, y esperaba lo mejor de él. Estaba cuidando al mismísimo príncipe de los vampiros, por un tiempo ilimitado, el asistente del príncipe le había especificado que querían al mejor por al menos cinco años de trabajo como guardián de Taehyung, dado que había recibido amenazas, algunas siendo físicas. En el contrato estipulaba que después de los cinco años, el lobo podía extender o rechazar el trabajo.

Y le faltaba mucho para eso, pero por ahora no se quejaba.

Era un lobo inquieto, no podía estar quieto, y vivir con vampiros, era una maratón constante.

Además, tontamente pensó que las amenazas al príncipe eran mentiras, blasfemias solo porque estaba aburrido. Sin embargo, en su primera noche tuvo que salvar al príncipe de un envenenamiento. Fue fácil para él, todos sus sentidos eran muy agudos, mucho más que los alfas de altos pedigrís, por eso Hoseok lo había enviado. Para proteger al príncipe, porque era un prodigio entre la raza de lobos, un bajo pedigrí bastante raro.

Había estado haciendo un buen trabajo, veía lo que los demás no, escuchaba mejor, olía mejor, pero sobre todo, mantenía al príncipe bastante entretenido.

Porque esa era otra, el príncipe había agarrado una enorme fijación por él. Una cosa rara. No sabía qué decir, ni qué pensar. ¡Lo ponía nervioso en su propio trabajo! y lo odiaba por eso. Claro que si alguien le preguntaba si estaba nervioso, lo negaría rotundamente como si eso lo salvaría de la muerte. Primer muerto antes de aceptar que se sentía atraído por un vampiro, un vampiro que estaba más enfocado en beber de cualquier humano feo que en salvar su vida.

Sí, estaba siendo un poco duro, pero no podía evitarlo. Su parte lobuna odiaba ver cómo el hermoso y caliente príncipe disfrutaba de la atención que recibía. ¿Cómo podía protegerlo si dejaba que cualquier ser en el planeta se acercara a adorarlo?

Como ahora, sentado en la cabecera de su larga mesa de eventos, rodeado de otras figuras vampíricas, y algunos lobos de alto pedigrí, porque aquí, por supuesto, abundaban desde que los lobos empezaron a ser atesorados, y no esclavizados, siempre abundaban.

No había vivido esa época donde apenas y habían lobos, técnicamente, eran muy pocos lo que la vivieron, después del casi exterminio de su raza, los lobos viejos eran contados, sin embargo, su número había incrementado casi un siglo después, y él, por lo mucho que le disgustaba, era un bebé en comparación a otros. Así que sí, tal vez estaba un poco celoso de todos esos lobos que tenías más años, por otro lado, estaba celoso, en especial de los vampiros que habían compartido siglos con el príncipe de los vampiros.

Una jodida locura pero lo estaba.

El hombre era absurdamente guapo, demasiado guapo, el hombre más guapo que ha visto en su joven vida y estaba seguro, que sería el más guapo que vería en siglos y siglos, por toda la eternidad, porque sí, era guapo, era caliente, era un dulce creado por los dioses, un ángel del placer que te encantaría para que le hicieras cosas desvergonzadas, y Jungkook estaría tan dispuesto a hacerle muchas, muchas cosas.

Solo para tenerlo mirándolo, y para que esa sonrisa tan hermosa fuera dirigida solo a él.

Le enojaba demasiado estos sentimientos... no, sentimientos no, era más que todo ganas, lujuria, deseo, eso era. Porque estaba cachondo, el vampiro tocaba todos sus puntos, lo volvía loco con ese aroma personal, con esa soltura con la que se movía, con ese tonito tintineante cuando hablaba, voz ronca, lenta y baja, un placer para sus oídos. Era demasiado, sentía demasiado.

Y lo conocía desde hace solo cinco noches, y no ayudaba el hecho de que Taehyung lo llevaba a todos lados, y cuando se refería a todos lados, eran todos. Desde ir con él a su clase de yoga, donde debía soportar verlo con un pequeño short que marcaba su perfecto y redondo trasero hasta verlo tomar té con nada de ropa, nada. No era un mártir, era un pobre lobo de bajo pedigrí que hacía un trabajo, un trabajo que le resultó más difícil que fácil por su guapísimo y caliente jefe. 

Porque era su guardaespaldas, contratado para protegerlo, aunque en su quinta noche, juraba que fue contratada para el placer del gran príncipe de los vampiros. Justo como ahora.

── Cachorro, ven y dame un masaje, lo necesito. Infiernos, necesito uno bueno y según tu expediente, eres bueno con las manos. ── Exclamó fuerte y claro el señor y amo de los vampiros, con esa voz rasposa, prometiendo placeres, e injurias.

Kim Taehyung.

El despiadado Kimg Taehyung.

Absurdamente guapo, inexplicablemente caliente, e imposiblemente guapo, joder, lo ponía estúpido. ¿Cuántas veces ha pensado en "guapo" para referirse a su vampiro, perdón, al vampiro? bastantes, ridículo, incluso para él. 

── Sí, mi príncipe.  ── Respondió a regañadientes, apretando sus dientes con fuerza al verlo desnudarse sin ninguna pena frente a él.

Esbelto, y orgulloso. Mirándole con grandes ojos de oso cariñoso, o un tigre depredador listo para cazar. Y él era la presa. 

Estaban en el enorme spa que un gran príncipe debía de tener en su aquelarre. Era un castillo, después de todo, así que había espacio para muchas habitaciones como esta. Se lo podía permitir, claro, el hombre era obscenamente rico, y el vampiro más poderoso de todos.

El spa eran grande, habían tres en todo el castillo, dos públicos, para todo el aquelarre de vampiros del príncipe, y otro privado, solo para él, el cual, había dejado caer su bata de terciopelo negro para que le diera el masaje.

Jungkook trató de no bajar su mirada mientras tomaba el aceite de coco y se dirigía hacia su jefe. El cual se había recostado boca abajo en la camilla especial para masaje, sin nada que lo cubriera, dejando su pequeño trasero al aire, a merced de Jungkook. . . No, joder, no podía tener ese pensamiento, no ahora, ni nunca.

── Cachorro, necesito un buen masaje en la espalda baja, sé bueno conmigo, y te recompensare. ── si tan solo esa recompensa no fuera una tortura, estaría con ello.

Pero tenía que soportar al vampiro darse placer a sí mismo. Sabía que era solo un juguete para la diversión del príncipe, todos se lo hicieron saber. ¿Eres su guardaespaldas? excelente, eso es igual a ser su juguete favorito. Una persona nueva en quién gastar su aburrimiento. Era ofensivo, pero no se podía quejar cuando disfrutaba verlo darse placer, estaba loco, traicionando su raza.

── Por supuesto, mi príncipe, lo que usted desee. ── Y lo que yo no deseo, pensó Jungkook con fuerza, pensando en perritos y gatitos y no en la espalda del príncipe. . .

. . . Ni en su trasero. Ni en sus piernas largas. Ni en su cabello largo y ¡Basta!

Apretando sus dientes hasta el punto de dolor, se arremango sus mangas, dejando al descubierto un sinfín de tatuajes en su mano derecho hasta perderse más arriba, echó un poco de aceite de coco en la parte baja de la espalda del vampiro, y simplemente, empezó a masajear.

Sus pulgares comenzaron a moverse de manera circular, a cada lado de la columna del vampiro, movimientos redondos y suaves, esparciendo el rico aceite de coco. A pesar de que tenía su mirada enfocada en sus dedos, no podía evitar deslizarla hacia las nalgas firmes del vampiro, era pequeño pero respingoso, con varios lunares en cada mejilla. 

── Oh, sí, sí, uhm, justo ahí, cachorro. ── el gimoteó del príncipe lo sacó de sus pensamientos, apretó sus dientes, ignorando esa voz ronca en esa instancia. 

Sus dedos se movían ágiles, en uno de sus pasados trabajos le había tocado fingir ser un masajista, así que sí, era bueno con las manos, bueno para hacer estos masajes y odiaba a Hoseok por poner ese detalle en su expediente.

Su frente le dolía de tan fuerte tenía el ceño fruncido, su mirada oscura ahora sí enfocada en solo hacer el trabajo. Movimientos circulares, luego amasando hacia un lado y luego al otro, tratando de quitar el dolor, si es que existía, claro.

 ── Bueno saberlo, señor. ── Respondió, sabiendo que era mejor responder, y no quedarse callado, porque entonces Taehyung saldría con alguna cosa vergonzosa.

── Uh, más fuerte, por favor. Lo necesito, cachorro. 

Y lo hizo, como el buen perro faldero que era, muy en el fondo, le gustaba mucho que Taehyung lo buscara a él para hacer estas cosas, pero tampoco podía pensar que era la gran cosa porque era un vampiro de siglos, solo era un juguete nuevo más del montón.

Tomó un profundo respiro mientras seguía dándole un masaje, la piel era lisa y sedosa, con un color bronceado, no tenía ninguna imperfección. Perfecto, como todo vampiro. 

Había escuchado hablar sobre el príncipe, quién no, nacido para solo darle placer al viejo emperador, un capricho que le costó caro. Por años fue su amante, confiando en él y luego, Taehyung lo traicionó.

Era un héroe para todos los seres, por eso era tan amado, y envidiado. 

Por eso está siendo amenazado, hasta el punto del asesinato, el hombre tenía demasiado poder, y todavía habían pocos vampiros, muy pocos, que querían de vuelta a la época del emperador. Eran pocos porque Taehyung se había asegurado que lo fueran. Un asesino de dioses, asesino de reyes, asesino de emperadores, asesino de su propia raza, asesino de noche, asesino y libertador. Un sin fin de nombres y títulos le habían puesto a este hombre, a este ser de la noche, a este vampiro.

Y él lo estaba tocando tan fácilmente, el príncipe confiaba en él para darle un masaje, para darle su espalda. Era demasiado. Demasiado para pensar, demasiado para analizar. Demasiado para procesar.

Joder, esperaba que la madre luna lo protegiera de enamorarse de él, porque solo era un lobo bebé en manos de un lobo cazador. Un cachorro en palabras más exactas, y si lo dejaban suelto, podía entregarle fácilmente su corazón a un vampiro que se lo haría trizas.


Sí, sus pensamientos en esos días no fueron los mejores. Llevaba días conociendo a este príncipe, y a pesar de eso, de conocerlo por solo días, ya el hombre lo había marcado profundamente, era un coqueto, y eso le hacía doler su corazón, hacía vibrar su sangre. 

Era un presumido, su príncipe, por eso había luchado tanto para no seguirle el juego pero lo que no sabía, era que nunca fue un juego para él, para Taehyung. Era igual de real, pero Taehyung no podía evitar ser como es, una especie de defensa ante algo desconocido.

Jungkook y Taehyung eran desconocidos que se fueron conociendo poco a poco, y las cosas cayeron en su lugar. Dos almas consiguiéndose por fin, cayendo poco a poco en algo conocido como: amor. El lobo buscando, el vampiro anhelando. Dos piezas del mismo rompecabezas.

Un rompecabezas que estaban a punto de perder, o encajar

¡hola, hola! ¡Nuevo capítulo y bastante largo como regalo!

Espero que les haya gustado, a mí me encantó escribirlo, darles ese pedazo de flashback. ¡Noticias! Este capítulo fue especialmente largo porque estaré actualizando mis otras dos historias y tal vez me tarde un poco en el siguiente capítulo de este. (recuerden seguirme en inkspired y en mi cuenta secundaria que se viene actu por allá, de mis otras historias por si les interesa)

¡Se viene ya la recta final! ¡Espero que estés igual de emocionados que yo!

Un beso enorme, cuídense, no estén tristes por Jin, prontito estará de nuevo haciendo de las suyas. El tiempo pasa volando cuando no estás tan pendiente de él. 

¡Nos vemos! 

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