Capítulo 25.
Las noticias iban y venían, y al ser el gran príncipe de los vampiros, todo lo que le pasaba tendía a saberse en todo el mundo en cuestión de horas. Sin embargo, como él no era muy fan de los medios de comunicación, como las redes sociales o el noticiero, no estaba al tanto de esto.
Era el vampiro más poderoso, todo el mundo sabía quién era él desde que los humanos, lobos y vampiros se unieron para acabar con el emperador. Por tal motivo, se había prácticamente recluido en su enorme castillo autosuficiente, que era rodeado por su pequeña ciudad, lejos del bullicioso Londres.
Además, para las redes sociales, tenía a Adam, el cual le informaba de absolutamente todo. El vampiro tenía ya unas décadas con él, era un excelente asistente, su mano derecha, inteligente y leal, aunque muchos no le creían era tan bueno por esa cara de bebé. Sin embargo, esa carita de bebé tenía conexiones en todos lados, y le informaba de todo. Justo como ahora.
── ¿Estamos interrumpiendo algo? ── Preguntó el gran príncipe de los vampiros al ver como una fila de carros de lujo estaban estacionados en todos los lugares posibles de la enorme mansión que se avecinaba a solo unos metros.
La mansión quedaba en una colina, una de las pocas que había en Londres, era un gran monumento, rodeado de un hermoso jardín de tulipanes blancos, que eran alumbrados por focos de color rojo, algo curioso, y muy divertido. Los tulipanes eran considerados pulcros y representaban la calma y hasta la virginidad, algo que para los vampiros era inaudito, tal vez por eso, los focos rojos que los marchaban, una hermosa escena.
── ¿Tal vez? ── Adam hizo una mueca, como si hubiera cometido un error revisando su tablet.── Uhm, parece que sí, señor, había olvidado que Sir Francis en estos momentos está haciendo su acostumbrada fiesta, Nuits d'or (Noches Doradas), conocida por ser la antesala de la fiesta del solsticio de Lord Jimin. Dura tres noches seguidas, justo termina la noche antes de la fiesta del solsticio, es definitivamente, el before de la fiesta del solsticio.
── Uhm, ya veo. ¿Justo tenemos que encontrarnos con Francis, no? ── preguntó Taehyung, sus iris picoteando lo que veía.── ¿Alguien, además de Francis, sabe que estaré aquí?
── No, será una sorpresa. Le dije que no podía contarle a alguien que irías a verlo, pensé que todo sería privado pero olvidé que tenía su fiesta anual, probablemente ya todo el mundo lo sabrá, estarán grandes vampiros aquí, señor.
Taehyung no dijo nada, tal vez ya todos sabían que vendría, en el mundo de los vampiros, el chisme corría rápido. Él podía soportar esta fiesta pero Jungkook, por otro lado...
── No voy a portarme como un idiota, soy tu guardaespaldas, joder. ── gruñó el lobo a su lado, leyendo su mente. Una cosa que podía ser real, si estuvieran realmente enlazados pero por el hechizo que tenía su lobito, no podían enlazarse todavía.
Por eso estaban aquí, Hoseok les había dicho a la salida de la agencia, que solo había una persona que sabía el paradero actual de la bruja, y ese era su antiguo amante, Sir Francis , el cual ya no lo era, pero sabía dónde estaba. Al menos eso era lo último que sabía sobre ella.
── Sé que tú puedes, la cosa es que no confío en ellos... ── ronroneó el príncipe, deslizándose al lado de su lobo gruñón, el cual estaba vestido tan caliente que quería subirse a su regazo y hacer cositas desvergonzadas con él, pero no podían, tenían una bruja por encontrar, y unos vampiros que encantar.── Porque eres un lobo alfa, aunque piensen que eres de bajo pedigrí, no son ciegos, verán tu fuerza, tu presencia, tu cuerpo... ── Mordió su labio inferior, pensamientos pecaminosos invadiendo su mente, y por la mirada de su lobito, fue descubierto lo que estaba pensando.
── Me dices que soy un perro en celo, pero eres tú el que siempre me busca para montar mi polla, príncipe. ── La voz sonó despiadada, con una mirada bien desafiante que hizo ruborizar al vampiro más viejo.
La mirada de Jungkook era oscura, su mano se puso sobre su muslo, apretando sus dedos, una fuerza letal que le robó un jadeo. Era muy desconcertante como ahora parecía el que estuviera en celo, quería la boca del lobo sobre él, quería su olor sobre él, quería su mordida, quería... Oooh.
Su mente voló cuando Jungkook se acercó a él para dejarle su olor, junto sus mejillas y se acarició. Primero uno, luego la otra, luego bajó a su cuello, frotandose, cual perro descarado. Marcando su territorio. Taehyung permaneció quietito, con su corazón latiendo a mil por hora, su respiración se desniveló y hasta sudó.
Había algo con que Jungkook lo marcará de esta manera que le calentaba de todas las maneras correctas. Le recordaba que ya no estaba solo, que podía soltarse, que podía ser él. Que tenía a alguien que estaría dispuesto a estar bajo un árbol por si se caía.
A pesar que tenía a Jimin, Adam y Sascha, eran amigos, no su pareja, no como Jungkook. Se había sentido muy solo por ese lado, como si algo le faltara por muchos años. Un hueco vacío y constante, hasta que este hermoso lobito joven llegó a él.
Fue hace tan solo 3 años, para muchos habrá sido poco pero para ellos fue demasiado. Y el cómo estaban ahora, mostraba lo tan enamorados que estaban del otro...
¿Será eso? ¿Amor lo que sentía? No sabría decirlo, jamás había estado enamorado. O algo cerca, con otra persona que no sea sus padres o amigos. Le asustaba un poco pero Jungkook estaba igual o peor que él, su pequeño lobito. No podía pensar en su vida antes que él. No le gustaba. Se sentía solo.
Ahora estaba Jungkook, su guardaespaldas, su amante. Desde hace tres años sus noches y días ya no eran solo, no desde que prácticamente obligó al lobito a tener su habitación al lado de la suya, y en algunos casos, a estar con él durante toda la noche mientras se daba placer.
Porque joder, esas noches fueron las mejores, nada mejor que el olor de un lobo cachondo.
Así que sí, tal vez sí es amor, y realmente esperaba que fuera mutuo, no solo deseo. Como ahora, que tenía tantas ganas de morderlo y...
── ¡Señor, señor, por favor, ya hemos llegado! ── El chillido de Adam lo sacó de esos pensamientos tan maquiavélicos, y separó a Jungkook de su cuerpo, que tenía una mirada altanera y de suficiencia, como diciendo "ves, eres tú el perro en celo".
Como sea, el chillido de vergüenza, venía del mismo hombre que perdió la compostura en un lugar público y hasta se besuqueo con un lobo a vista de todos. Se rodeaba de puros descarados hipócritas.
Sin embargo, no dijo nada, sus iris se enfocaron en la mirada de su lobo, permanecieron así, mirándose, disfrutando de la vista del otro hasta que el auto se detuvo, justo a unas largas escaleras, parecía todo un cuento de hadas. Y lo era, era el príncipe más esperado de la noche.
Sabía que los vampiros eran naturalmente chismosos, así que, esperaba que Sir Francis no hubiera escondido que vendría a última hora. Contaba con ello, en realidad. Ya era hora que dejara de estar escondido en su castillo, y empezará a socializar con sus vampiros, demostrar que no estaba muerto, que seguía siendo su príncipe, y estaba mejor que nunca.
── Muy bien, qué comience la fiesta...
── Ni se te ocurra salir primero, déjame.
Rodó los ojos ante el regaño de su guardaespaldas, pero le hizo caso, sabiendo que era lo mejor para no tener una pequeña discusión. Mientras veía como su fiel lobito salía, se preparó para lo que vendría. Habrían muchos vampiros desconocidos, y conocidos, ya podía ver algunos subiendo las escaleras, luciendo lujosamente ricos, pomposos y creídos.
Aunque jodidamente hermosos, como una flor, una flor letal y peligrosa que apenas les des la espalda, te van a apuñalar de la manera más placentera posible.
Tomó una profunda respiración para calmar sus nervios, se habían activado por lo que tendría que pasar. Desde hace décadas se había vuelto muy ermitaño, después del subidón de la guerra, solo quería tranquilidad, cosa que no conseguiría jamás rodeado de hombres y mujeres que solo querían favorecerse por sobre los demás por ser los favoritos del príncipe de los vampiros.
Había estado rodeado de muchos inútiles, en un punto llegó a ser conocido por el príncipe de los deseos, famoso por hacer las mejores fiestas, y orgias. Recordar ese pasado suyo, lo hacía sentir muy triste, y decepcionado, se había sentido tan solo, que se sentía bien, aunque no duró mucho, se cansó y se escondió en su hogar. Cosa que terminó de discutir a muchos vampiros, pero al final era el príncipe y podía hacer lo que quisiera.
Como ahora, ser el protagonista de una fiesta que no le pertenecía, y que todos vieran como tenía un favorito, nada más y nada menos que un lobo de "bajo pedigrí".
── No te separes mucho, cariño, no quiero que ninguno de estos mocosos crea que puede tenerte.
Le avisó a su lobo, el cual estaba completamente enfocado en hacer su trabajo. Habían hablado de los detalles, lo mejor era que no mostraran que habían pasado de jefe/empleado a amantes. Después de todo, según la comunidad vampírica, Jungkook seguía siendo el guardaespaldas alfa bajo pedigrí del príncipe.
Sin embargo, sería difícil de mostrar eso cuando Jungkook se había encargado de perfumarlo con su olor, como todo un lobo posesivo con lo que era suyo.
Como sea, ya pensaría en excusas, ahora tenía que soportar a una multitud.
Mientras subía las escaleras de la hermosa mansión, podía sentir ya los jadeos pequeños de los vampiros a su alrededor, los cuales habían tenido la fortuna de llegar con él. Un cuento que sin duda le contarían a todos sus conocidos de cómo el príncipe los había mirado con aprobación.
Jungkook se mantenía dos pasos detrás de él, igual que Adam, una a cada lado, Sascha estaba solo un paso detrás de ellos, con dos de sus hombres. Aunque eso no le preocupaba, sabía que había más de su guardia por los alrededores.
Había venido con dos propósitos, bueno, tal vez tres, y uno ya lo estaba obteniendo.
Los jadeos de sorpresa, miradas de temor y admiración, murmullos de pánico se escucharon mientras caminaba, ahora por los pasillos de la hermosa mansión. ¿Estaría en venta? Tendría que preguntarle al dueño.
Su paso era seguro, y confiado, como si estuviera modelando, palabras de su lobito, no suyas. Sabía cómo se veía, como lucía, ─tardó muchas horas para ver así, y mucha persuasión de Jungkook, diciéndole varias veces que estaba hermoso para convencerlo─. Era un hombre alto, esbelto, con un traje azul medianoche, pegado a su cuerpo, haciéndolo más estilizado. Más hermoso. Y por supuesto, no podía olvidarse de su rostro, el cual estaba enmarcado por su cabello largo, finamente cuidado y arreglado.
Los pasillos estaban llenos de vampiros y hombres lobo, porque en una fiesta de vampiros no podían faltar los lobos. Había también humanos entre las paredes blancas.
El lugar estaba hermosamente decorado, entre un estilo nuevo y viejo, un perfecto equilibrio.
Y le parecía mejor cuando las personas corrían lejos de él cuando caminaba, le abrían paso. Como debían de hacerlo.
Con guía de Adam, que lo sabía todo, llegaron a la sala principal donde la música tocaba retumbaba, y las luces eran un poco más tenues. No era temprano, así que no le sorprendió ver un comienzo de orgía en un lado de la sala. Así eran los vampiros, sexualmente naturales e intensos.
La sala era grande, muchísimo, con hermosos candelabros cayendo como lágrimas, habían mesas, y sofás, decorados hermosos y pinturas eróticas, igual que la música que gritaba sexo. Claramente, el before de la fiesta de Jimin era más salvaje, más sexual, más erótica, una antesala de altura. Aunque Jimin también tenía lo suyo, conocía a su mejor amigo, siempre tenía regalitos escondidos, y su fiesta era la mejor del año. Esta no estaba mal, por supuesto. Al final, era una representación de los vampiros, de todo lo que eran y disfrutaban.
Poco a poco cada uno de los presentes pararon lo que estaban haciendo y voltearon hacia la puerta, los susurros se detuvieron primero, luego la música, hasta que un lento nada se hizo presente. El silencio fue entero, las miradas estupefactas de los presentes era claro, y tan divertidas para Taehyung. Le gustaba esta reacción.
Podía ver rostros conocidos en la multitud, rostros de vampiros muy conocidos. En específico, de las grandes casas de vampiros. Los antiguos, por los que su madre había estado tan preocupada. Los que querían derrocarlo, cambiarlo por otros vampiros jóvenes, y tal vez, más fuertes. Pero se olvidaron de que era un príncipe amado, miles de vampiros lo visitaban todo los años en su castillo. Porque podía no estar en las fiestas, o reuniones, pero siempre fue accesible.
── Muy buenas noches, queridos.
Saludó con voz fuerte, esbozando una sonrisa siniestra cuando todas las miradas se posaron en él. La gran mayoría era de sorpresa, pero otras, más sutiles, eran de cuidado.
Y debían de tenerlo, estaba a punto de adueñarse de esta fiesta.
¡hola, hola! lo sé, lo sé, me tardé demasiado, y lo siento mucho. Ya estoy en la recta final con la universidad y es todo más intenso. (Termino el semestre a finales de noviembre).
¡Espero que les haya gustado este capítulo! Es una transición hacia el siguiente, que será de la fiesta y se vendrán cositas ;) Este capítulo es como una parte I, ¡disfruten!
¡Muchas gracias por sus votos y comentarios! Un beso enorme, y cuídense mucho.
PD: Espero terminar esta historia antes de que termine el año. Crucemos dedos para que sea así.
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