Capítulo 12.
─── ¿estás bien? ─── preguntó Taehyung, sus ojitos preocupados mientras se ponía frente a su lobo, el cuál tenía las orejas de lobito puntiagudas, y alerta. Sus colmillos grandes y sus iris cambiados, mostraban lo enojado que estaba.
Era peligroso acercarse a un lobo en ese estado pero no para Taehyung. En los últimos años, la fe y confianza en su guardaespaldas, era innegable. Todos lo habían notado.
El príncipe acunó las mejillas de su lobo para acercar sus rostro y dejar caer un beso suave sobre los labios ajenos, porque uno, lo necesitaba y dos, sabía que con eso, su guardaespaldas, se calmaría y así fue, los colmillos se redujeron y sus ojos cambiaron a su natural color oscuro. Su mirada se suavizó después del beso, suspirando como un cachorrito feliz.
─── ¿y eso? ─── suspiró el lobo, lamiendo sus labios cuando el vampiro se separó después de ese beso. Había sido corto, suave, y lo había dejado con ganas de más.
─── Uhm, tenía que ponerte a pensar en otra cosa y no en lo que acaba de pasar allá adentro. ─── respondió Taehyung, sin alejarse mucho del gran enorme cuerpo de su guardaespaldas. Su mirada afilada, mirando el rostro ajeno, queriendo este momento.
La sangre ajena todavía estaba en su boca, corriendo por sus venas, había sabido tan jodidamente bien que quería más y más. El sabor era divino, lo más rico que había probado jamás, era como si hubiera tocado el cielo una y otra vez.
Y había tenido sospechas sobre eso. Sobre la sangre de su lobo y el impacto que tendría en él, porque. . . siempre lo supo.
Que su lobo, Jeon Jungkook, era su pareja destinada.
No había dudas, las parejas destinadas eran casi un mito, y dijo casi, porque habían algunas por ahí, pocas pero lo habían. Era casi imposible conseguir una en el maldito mundo, solo los más afortunados lo hacían, para los vampiros encontrarla, era probando la sangre, para los lobos, lo mismo solo que estos últimos no lo hacían seguido, pues, al morder, podían crear un lazo sin querer. Así que era algo delicado.
Pero para Taehyung, fue claro desde el principio.
Jamás nadie había llamado su atención como este lobo. Jamás había deseado tanto, o querido tanto a alguien, o soñado con él, o tenerlo siempre en sus pensamientos. Nunca le había pasado. No tenía necesidad, era poderoso, el mismísimo Príncipe de los Vampiros, y aquí estaba, cayendo de rodillas por la sangre de este lobo de bajo pedigrí.
Ahora pensándolo, no sabía para nada de bajo pedigrí, uhm.
─── ¿Sí? uhm, creo que no debiste de hacerlo, majestad. ─── Dijo Jungkook, su voz bajando varios tonos, más ronca, más espesa. Sus iris brillando con algo peligroso, algo más. Algo había cambiado en él.
─── ¿Por qué? ─── preguntó Taehyung, mirándole sin entender, sin darse cuenta, caminando varios pasos hacia atrás al notar esa mirada.
Había calor, había deseo, había lujuria.
─── Porque ahora solo quiero una cosa. ─── murmuró el lobo, caminando hacia él, lentamente.
Taehyung lo miró, nervioso y tembloroso porque esa mirada solo significa. . .
significaba. . .
signi-...
Sus labios se juntaron de nuevo con los ajenos, pero esta vez el beso no fue pequeño, ni un simple roce, no, fue mortal.
Jungkook lo había arrinconado contra la pared, su enorme cuerpo se había pegado firme contra el suyo, podía sentir las partes en la que sus cuerpos se tocaban, pequeños temblores pasó por su cuerpo mientras el beso era voraz, era sucio, habían cerrados sus ojos, metidos en su propio mundo.
El beso era depravado, labios entreabiertos mientras se besaban con fuerza, queriendo más del otro, necesitando más. A este punto, Taehyung se aferraba a la camisa de su guardia, manos en puños jalando hacia adelante, mientras el otro lo tenía sujeto por las caderas, hasta que bajaron a tomar las nalgas del príncipe en un suave masaje para pegar sus glandes y que estas se rozaran en el placer que estaban sintiendo.
Taehyung tenía su mente revoltosa, sabía que tenía que estar pensando en lo que acababa de pasar en el salón pero había probado la sangre de Jungkook, sentido, saboreado, y le había fascinado. Solo pensaba en proteger a su lobo, y luego, tener más de su sangre.
Sin evitarlo, saltó para envolver sus piernas alrededor de las caderas de Jungkook, su querido lobito se aferró a él, sosteniéndolo con bastante facilidad. La espalda de Taehyung volvió a chocar contra la pared cuando ellos cayeron en un beso desesperado y necesitado, buscaban tener más del otro, después de tanto tiempo, de tantas miradas, de tantos toques, de tantas palabras, de tanta tensión, por fin tenían lo que ambos querían desde que se conocieron.
El beso fue mordaz, labios entreabiertos y lenguas encontrándose para tener el sabor del otro, era una imagen bastante sexy.
La situación no era la mejor, pero no eran los únicos que estaban en esa posición. El príncipe no lo sabía pero casi un docena de parejas estaban repartidas por todo el lugar teniendo sexo o en algo similar, como ellos, curiosamente, las parejas eran vampiros con hombreslobo.
Así que todo era un desorden, como el príncipe y su guardaespaldas.
El asistente del príncipe, también era un vampiro, y mucho más joven, de belleza exquisita, casi rivalizando con el mismo Taehyung, era conocido como Adam, el perfecto asistente. Y por ese motivo, estaba pensando en si llamar a su príncipe, o buscar más guardias.
─── ¿Los separamos? ─── preguntó uno de los guardias, igual de inquieto que el asistente.
Se podría decir que en estos momentos, su príncipe y Jungkook, su guardaespaldas estaban. . . uhm, follando con ropa, en contra de la pared, la mirada intensa entre ellos podía poner nerviosa a más de una y sus movimientos, buscando el placer era obvio. Por suerte, no eran lo únicos, algo había tenido la última de las bebidas, haciendo que varios vampiros sufrieran un dolor inimaginable, y al ver cómo se tranquilizaba por consumir sangre de lobo, Adam tuvo que sumar dos más dos. Él no se había visto afectado porque estaba. . . estaba ocupado con otras cosas, uh.
Sin embargo, hubo un vampiro poderoso, bueno, todos en la sala lo eran pero Sir Francis Var Huggins era de los peces grandes, aunque no lo pareciera con su carita de ángel y de diablo al mismo tiempo, era hermoso, ojos grandes y verdosos, perfil de corazón, parecía un príncipe con su cabello rubio y rizado, muchos habían querido ponerle las manos encima pero solo un lobo pudo hacer eso, de todas maneras, Sir Francis también había caído y solo tuvo alivio al beber de su lobo, y los demás vampiros también, incluso hubieron dos que no tenían lobo y sus conocidos tuvieron que buscar cualquiera que hubiera disponible, fue un caos.
Era demasiado planeado.
─── Uhm, creo que vamos a dejarlos solo un par de minutos más, dejar que saquen lo que sea que tengan de su sistema. ─── Dijo Adam, haciendo una mueca por las cosas que estaba viendo, sabía que ellos estaban en sus cinco sentidos, pero jamás había visto a su príncipe actuar con tan poco decoro.
Jungkook se aferró a las nalgas de Taehyung, sosteniéndolo mientras éste trataba de arrancarle la camisa con desesperación, sus besos pasaron a mordidas pequeñas, en específico, los besos del lobo cayeron en el cuello del vampiro, dejando marcar cuando sus dientes mordían pequeños lugares, robandole gemidos agudos de placer provenientes de Taehyung.
─── Uhm, te necesito más cerca. Mucha ropa. ─── gimoteó el gran príncipe como un niño pequeño, tratando de quitarle la ropa a su guardaespaldas, desesperado por tener piel contra piel.
Y por tener más sangre.
Sabía que su mordida había afectado a Jungkook de varias maneras, y una de ellas fue ponerlo cachondo, era un ganar por ganar, dado que la sangre de Jungkook también lo había puesto duro y adolorido. Podría tener esto con otro lobo pero sabía que jamás habría sido tan fuerte, tan insistente sino fuera con Jungkook.
Había algo en su sangre que lo tenía con ganas de más, y aunque debería de pensar en lo que acaba de pasar, estaba la sangre de Jungkook, que lo hizo más fuerte, con más energía, sus sentidos se intensificaron, quería más de eso pero también, quería ser follado por él.
─── Joder, hueles tan bien. ───gruñó el lobo, casi primitivamente, sus orejas altas, en señal de alerta mientras sus labios se movían contra la dulce piel a su disposición. Su erección dolía, quería enterrarse en lo profundo de su vampiro pero debía esperar.
Y hubieran seguido, metidos en su mundo, sino fuera porque el buen asistente de Taehyung, que carraspeó al lado de ellos. Algo temeroso de acercarse. Después de todo, había razones para tenerle miedo a un lobo.
─── Uhm, ¿señor? uh, ¿príncipe? creo. . . creo que es mejor si van a su habitación, o primero averiguamos qué pasó, uhm, como usted quiera pero es mejor si lo mantenemos seguro. ─── tartamudeó Adam, las palabras golpeándose entre ellas, no había querido ser el causante de que se separaran, o frenarlos pero ninguno de los guardias tuvo la valentía para hacerlo.
─── ¿Qué? ─── gruñó Taehyung, jalando del cabello de Jungkook para pegarlo más a su cuello, ya adicto a tenerlo en ese lado tan sensible suyo. Sus ojos rodaron de placer cuando el lobito volvió a moverse contra él, estaba tan duro, que apenas recordaba lo que le decían. ─── ¿uhm?
─── Señor, uh, no. . . no pueden hacer esto aquí, ¡oh dios! ───el pequeño Adam se sonrojo furiosamente al ver como Jungkook abría la camisa de Taehyung, bueno, más bien, la rompía dejando el pecho descubierto del príncipe a su entera disposición. Fue una escena bastante caliente, y salvaje. ─── Eh, bueno, uhm, es mejor si van a una ¿habitación? sí, sí, eso es correcto, a una habitación, señor.
Taehyung estaba escuchando, solo que le era difícil concentrarse cuando tenía a un tremendo hombre contra su cuerpo. Además, no quería alejarlo pero sabía que era lo mejor. Tomando una respiración profunda, y toda la fuerza que consiguió, hizo la decisión.
─── Lobo, lobo. ─── ronroneó, su voz melodiosa, cargada de caramelo, llamó la atención de su guardaespaldas, el cual seguía demasiado enfocado en su cuello, robando suspiros de su parte porque se sentía demasiado bien. Sin embargo, sabía que tenía que ser él. El que terminará con lo que estaban haciendo, ya habría tiempo para esto, mucho más. ─── No te vuelvas gruñón y déjame ir. ───arrulló, jalando el cabello de su lobo, tratando de despegar el rostro ajeno de su cuello.
Cosa que logró pero a regañadientes, su mirada se oscureció al ver cómo Jungkook le devolvía la mirada con el ceño fruncido.
─── ¿Qué? ─── gruñó su guardaespaldas, frunciendo su nariz, completamente molesto por no seguir toqueteando al príncipe.
─── Tenemos que ir a mi habitación, poner todo en orden. ─── Sonrió Taehyung, haciendo un ademán para que el lobo lo bajara, cosa que hizo, de manera muy reacia.─── No te pongas así, uhm. ─── Taehyung se inclinó para dejar castos besos sobre los labios de su lobo, luego de eso, cayó de manera delicada y resulta, deslizándose del cuerpo de Jungkook para poner sus pies en el suelo.
Su lobo no lo dejó ir muy lejos, siempre pegado a él, como era de esperarse, solo que ahora, había una intimidad y cercanía que no había existido antes.
─── Uhm, Adam . . . ───carraspeó, un poco divertido al ver a su asistente todo incómodo. Su mente todavía estaba algo pegajosa de placer, pero era el príncipe de su raza, ya después podría comerse a su lobo todo lo que quisiera. ─── Vamos y me pones al tanto.
─── Sí, señor.
Y con eso, se dirigieron a la habitación del príncipe, esta situación no podía ser una coincidencia, ¿primero un ataque directo a su casa, y luego en la casa de sus padres? podrían ser dos hechos aislados pero el instinto de Taehyung nunca fallaba. Estaban conectados.
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