Su príncipe se veía inmaculado, un dios entre simples mundanos vampiros deseosos de morder un poquito de su increíble inmensidad.

Sabía lo que todos veían, un vampiro esbelto, de una atractivo rostro de portada, mandíbula afilada, ojos profundos, cabello negro y perfectamente arreglado. Su cuerpo estaba cubierto la mayoría de veces por finos trajes, que acentuaban su cuerpo en todos los lugares correctos. Sin embargo, lo más embriagador del príncipe, era su aura de inmortal y poder, su seguridad, y enigma. Querías verlo en su placer, y en su vulnerabilidad, al menos todo eso era para Jeon Jungkook.

─── Guapo, ¿no es así? superior a todos los que están en esta sala. Príncipes de príncipes. ─── Dijo alguien a su lado, su mirada se volvió a esta persona, un hombre, un hombre muy hermoso como todos los vampiros en la habitación. Sus orejas de lobo se movieron curiosas, igual que su mirada.

─── Así es. ─── aceptó, volviendo su mirada al frente, los meseros habían entrado con copas llenas de sangre, y bebidas con licor para los lobos presentes.

─── Jamás habíamos tenido un príncipe como él. ───Siguió el vampiro, no era más alto que él, su mirada estaba fija en el príncipe de los vampiros, como la de toda la sala.

Estaban fascinados.

Había pasado tan solo media hora desde que fue separado de su príncipe, Jungkook había odiado cada minuto de eso pero tenía que portarse bien. Sabía que los padres de Taehyung buscarán cualquier excusa para sacarlo de la sala. Lo veían como una amenaza para lo que sea que quisieran hacer entre Tae y Viktor.

No había hablado con nadie, hasta que este vampiro se acercó a él, demasiado cerca para su gusto pero no sintió nada malévolo viniendo del hombre, así que lo dejó cerca, lo hizo porque sería grosero de su parte alejarse, o alejarlo de alguna manera. Además, es peligroso ofender a un vampiro.

─── Es único, las cosas van mejor con él al mando. No como el anterior. ─── siguió hablando, sinceridad en su voz.

Para nada es un secreto la clase de príncipe pasado que habían tenido los vampiros, ya habían pasado siglos con respecto a él, pero todavía la oscuridad estaba ahí, el sello de ese vampiro siendo un dolor todavía para muchos vampiros, y lobos.

─── además, con un guapo guardaespaldas como tú, uhm, creo que está en buenas manos. ───la sonrisa del vampiro lo hechizó, era hermosa, haciendo que le quitara por un momento los ojos a su príncipe, el vampiro aprovechó para presentarse. ─── Sir Francis Van Huggins, es un placer conocer al lobo del príncipe.

A Jungkook no se le escapó el "lobo de príncipe" siendo dicho con doble propósito. Era como un secreto no tan secreto. Incluso ahora, podía sentir miradas curiosos, y de envidia de muchos de los presentes. Tanto vampiros como lobos, ser uno de los guardias del príncipe vampiro ya era un privilegio, ¿pero un concubino? era mucho más, todo es cuestión de poder.

El mundo estaba dividido entre lo natural, y lo sobrenatural, donde los humanos eran la cantidad, habían en abundancia, sin embargo, estaban en el escalón más bajo, siendo superados por los lobos y vampiros. Los lobos aunque poderosos, solo estaban en el segundo escalón, por la simple razón de que los vampiros antiguos habían decidido hacerlos sus perros. Los esclavizaron, secuestraron, torturaron a una cantidad impensable, casi diezmando a los lobos hace milenios, porque no querían aceptar que los hombres lobo eran superiores, así que decidieron atacar.

Por siglos, los vampiros se volvieron los reyes, un mundo de oscuridad, donde los humanos también se vieron afectados, y algunos vampiros, y todo fue culpa de un vampiro antiguo, el Emperador Kerem Mbakú, que creía en la supremacía de los vampiros y logró por siglos que estos vivieran como reyes, lo que no esperaba fue que entre sus filas, un vampiro callado empezó a subir filas, hasta ser el segundo al mando del Emperador, su mayor confidente, su mano derecha, su amante.

Se ganó la confianza hasta el punto en que el Emperador jamás vio venir la traición que ese vampiro le hizo. Se había unido con un poderoso lobo que empezó a unir todos los lobos posibles para una guerra en contra de los vampiros, donde los humanos tomaron un bando, y por suerte, fue el ganador. Después de tantos años de sufrimiento, el gran Emperador Kerem Mbakú fue asesinado por Kim Taehyung, su fiel amante y servidor.

Costó mucho volver todo a un equilibrio, los lobos habían sufrido demasiado para volver a la normalidad, sin embargo, poco a poco se vio la luz al final del túnel. Taehyung fue electo príncipe, y terminó la esclavitud. Sin embargo, los lobos empezaron a subir, y subir hasta volverse la perdición de los vampiros.

No buscaron venganza, buscaron algo más y lo usaron en contra pero de una manera eficaz e inteligente: el deseo.

No había nada más importante para un vampiro que la sangre, pero incluso la sangre tenía sus tipos, donde la sangre del deseo era la más ansiada de todas. Y eso los lobos lo sabían. Así que empezaron a crear más de esta sangre, cruzando sangre alfa con alfa, y de ahí, se combinaba con sangre omega, para volver la sangre más dulce y rica. A esos lobos se les llamó lobos de buen pedigrí, donde tener uno te subía de categoría.

Los vampiros podían estar en el primer escalón pero los lobos los controlaban a su merced porque no había nada mejor que la sangre de lobo.

Jungkook había estado tan sumergido en esos pensamientos que se perdió el momento en que Viktor había sacado a bailar a su príncipe. Su lobo gruñó, él gruñó de rabia, no quería a ese lobo cerca de su vampiro.

─── Tsk, tsk. Los padres de nuestro príncipe siguen sin aprender, ¿no? ─── Tatareó Francis a su lado, desconcertado mientras bebía más de su copa llena de sangre.

Ahora, se dio cuenta Jungkook que de esa copa venía un olor raro pero no le prestó mucha atención, sus iris estaban mirando con furia, como Viktor tomaba en sus brazos a Taehyung, el cual lo hizo demasiado tensó. No se veía feliz pero tampoco rechazó al lobo, que pegaba sus cuerpos con esa mirada intensa. Jungkook apretó sus manos, tratando de calmarse, sus orejas lobunas se movieron hacia atrás, amenazadoras.

─── Mira eso, oh, Viktor sigue siendo un lobo muy, muy guapo, lástima lo idiota que es, solo porque viene de una larga línea de lobos buen pedigrí, aunque sigue sin ser tan guapo que mi lobo. ─── El vampiro siguió, aunque esta vez había terminado de beber de su copa. El olor esta vez incrementando, haciendo fruncir la nariz a Jungkook.─── Qué bonita imagen, los padres de su alteza se ven inmensamente felices, uhm, eso me recuerda. . . ugh.

El quejido de dolor viniendo del vampiro hizo que Jungkook volteara a verlo, quitando momentáneamente la mirada del príncipe, para ver cómo Francis se tomaba su estómago, retorciéndose hasta caer poco a poco al piso de dolor.

Un rugido furioso se escuchó por la sala, rabioso y enojado, Jungkook había intentado sostener al vampiro pero alguien más se adelantó, un hombre lobo grande, muy, muy, muy grande se precipitó hacia Francis, tomándolo en sus brazos con un bajo quejido. Sin embargo, apenas pudo observar, cuando varios vampiros empezaron a sufrir lo mismos que Francias, el caos empezó lentamente, primero un vampiro, luego tres, pero para Jungkook, solo un vampiro le importaba.

Rápidamente se precipitó al centro de la sala donde había dejado a su príncipe solo para conseguir a Viktor tratando de que Taehyung bebiera de su sangre, éste se retorcía de dolor en el piso, estaba sudando, y moviéndose desesperado. El corazón de Jungkook palpitó de dolor, acercándose para ayudar a su vampiro.

─── ¡Tienes que beber, Taehyung! Es la única manera de que el dolor pase. ─── Gritó la madre de éste, algo histérica, demasiado histérica. Casi loca y demandante por sus ojos saltones.

Cuando vio que Jungkook había llegado, su mirada se puso furiosa y rápidamente llamó a unos guardias para evitar que el lobo del príncipe se acercara más.

─── ¡Largo! ¡No lo mereces! Necesita beber de Viktor, ¡no de ti! ─── Dijo, de manera cortante. Sin embargo, la madre del príncipe jamás lo llegó a conocer, no era el guardia personal de su hijo por nada.

Varios vampiros se lanzaron hacia él, logró esquivar a algunos mientras dejaba salir sus garras y sus ojos cambiaba, fue rápido y violento, solo queriendo llegar a su príncipe.

No le llevó mucho tiempo, la mayoría de guardias estaban enfocados en los demás vampiros caídos. Una vez que despachó a esos vampiros, fue hacia Taehyung solo que Viktor se interponía entre ellos.

Había dejado a Taehyung en el piso, solo para poder enfrentarse a él. Eso le enojó demasiado, quería matarlo, pero no fue necesario alguna pelea, el grito doloroso de Taehyung los desestabilizó, era el príncipe, cada ser necesitaba atenderlo y ellos no fueron la excepción, solo que esta vez, Jungkook aprovechó ese momento para tomar a Viktor y hacerlo volar lejos de ellos.

Una vez eso, sin mirar a nadie más, se arrodilló al lado de su príncipe, su mirada turbulenta porque no sabía qué hacer.

─── ¿Dónde te duele? Joder. ─── gruñó impotente, su mirada preocupada, sus manos en alto no sabiendo donde tocar, hasta que recordó que la madre de Tae y Viktor querían que bebiera sangre del último.

Sin pensarlo mucho, Jungkook mordió su propia muñeca y le dio de beber a su príncipe, el cual aunque estaba en un dolor inimaginable, aceptó la sangre, no como con Viktor que se negaba a beberla.

La aceptó, y bebió.