Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31.


¿Qué quieres decir?

Mejor decídete

¿Qué quieres decir?

¿Nos estamos quedando sin tiempo? — Justin Bieber.


Después de que todos habíamos comido la mejor comida, que México nos podía ofrecer, los cinco regresamos al hotel esperando la hora de irnos a la gala.

Yo por mi parte en cuanto llegué comencé a revisar el contrato que la editorial me había dado con mucho detenimiento. Desde el principio hasta el final. No quería ponerme exigente, pero tenía miedo de que, si no lo hacía y ellos me veían insegura, se pudieran aprovechar de mi miedo e inexperiencia.

Creo que he visto demasiadas películas en mi vida, para probarlo. O para volverme aún más loca.

Y mientras las chicas se arreglaban con la ayuda de un maquillista y un peinador, yo le preguntaba a Rocío por términos que no conocía.

—Esa parte se refiere a tus honorarios por libros, adelantos y regalías incluidas.

—Rocío, ya viste que el contrato trae una cláusula que dice que no puedo firmar con ninguna otra editorial por un año completo.

—Sí, cariño, esas cláusulas están ahí para protegerlos a ellos y también a ti, tienes un contrato que ambas partes deben cumplir al pie de la letra de lo contrario puede haber consecuencias legales graves.

—¿No crees que eso sea algo para tenerles miedo?

—No, solo es un procedimiento estándar, cariño.

—Ok, si tú dices que no hay nada que temer, no lo haré.

—Te juro que yo misma leí el contrato cuando veníamos de camino, es un contrato que solo te dará más, de lo contrario no dejaría ni que lo leyeras, nunca más te quitará nadie nada, lo juro.

—Te creo, pero eso no me quita el miedo de antes.

—¿Puedo interrumpir y dar mi opinión? —Dijo Valentina haciendo a un lado un rizo que se le estaba cayendo por el lado derecho de la frente. La entendía a la perfección, el cabello rebelde ha sido mi cruz por toda una vida. Se levantó de una silla y se sentó a mi lado, en la cama.

—Cariño, he trabajado para esta editorial por ya dos años y nunca han hecho nada malo en contra de sus autores, debes dejar tu miedo a un lado o tragártelo, sé que eres fuerte y lo puedes hacer, ellos te eligieron porque eres buena y eso es lo que tienes que creerte, porque solo tú te puedes convencer de ello.

—Es lo mismo que yo llevo diciéndote desde que te conozco.

—Es difícil creer que eres buena en algo, cuando todo está en tu contra. —Dije al fin. Me hice un ovillo en la cama y abracé mis piernas tratando de sentir lástima por mi misma, como siempre.

—¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? —Dijo Rocío viniendo a mi lado ¿para qué te lo creas?

—No lo sé, solo quiero creérmelo, pero por alguna razón no lo puedo creer por completo.

—¿Te serviría decir que desde que leí tu libro, me encantó y que todos en la división de lectores juveniles lo amamos en el segundo en que lo leímos?

Eso me hizo levantar de un salto. Me enderecé tan rápido que después me dolió la cabeza por solo unos segundos.

—¿Espera qué? —¿Qué acaba ella de decir?

—Sí, antes de aprobar un libro, el protocolo dice que Sara lo debe enviar por correo a todos nosotros y luego en una junta nos pide una opinión, claro que ella toma la última decisión, pero siempre toma en cuenta nuestras opiniones y las de todos nosotros dicen que tu libro es increíble.

—¿De verdad lo creen?

—Sí, sí, cuantas veces te lo tengo que decir o te lo tengo que gritar, ¿acaso? —Dijo Valentina a mi lado.

—Entonces no tengo nada más que pensar. —Tomé la carpeta y firmé el contrato.

Ahora la decisión estaba tomada.

En cuánto lo hice salí corriendo de la habitación. Había alguien en este hotel que tenía que saber que no solo era una grandiosa escritora, sino también era grandiosa para él.

Tenía que convencerse de una vez y por todas de que yo era perfecta para él, estaba segura que esta vez no iba a poder negarse.

Toqué su puerta y después de dos toques míos, abrió, me arrojé a sus brazos en cuánto lo vi.

—Oye, oye, ¿qué pasa? —Me dijo mientras me sostenía firmemente entre sus brazos.

—¡Soy genial!

—¿Qué? —Preguntó el hombre con total cara de asombro.

—¡Que soy genial, soy una escritora genial, ¡me aman! ¡Ellos me aman!

—¿Quiénes te aman?, ¿Iris? —Me separé de él totalmente atontada por su aroma y cercanía, pero más que nada por el hecho de que era una buena escritora, era buena en algo, estaba extasiada con la sensación que me provocaban las palabras de Valentina.

—Es que yo estaba estudiando el contrato como dije que lo haría, pero al hacerlo estaba comenzando a dudar de nuevo de mi capacidad y ella me dijo que le habían enseñado mi libro a toda su división ¡y les encanto! ¡Puedes creerlo!

—Por supuesto que puedo. —Dijo él poniendo una gran sonrisa en su rostro.

—Yo no, pero no importa, porque es así. —Estaba hablando tan rápido que apenas y podía respirar, tuve que tomarme unos segundos para tomar grandes bocanadas de aire para poderme reponer.

—Yo sé que tú eres increíble, Iris.

—¿Lo sabes?

—Siempre lo he sabido.

—Eso no te lo puedo creer.

—¿Porque?

—Porque siempre me has demostrado lo contrario.

—Lo siento por eso, no soy una persona muy abierta desde hace mucho tiempo.

—Sí no me dices, no me doy cuenta.

—Lo siento, no sé qué decir ante eso.

—Ahora no tienes que decir nada, puedes solo demostrarlo.

Me acerqué un poco a él, esperando que él diera el segundo paso. Lo hizo. Luego yo di otro y luego él dio otro.

El tiempo bien pudo haberse congelado para los dos en ese momento.

—Iris yo...

—Por favor no digas nada o lo arruinarás.

Cerré mis ojos esperando a que él me besará, pero en lugar de eso solo se quedó ahí viéndome.

Pero no hizo.

—No puedo... Así no.

Esto no era lo que esperaba.

—¿Así? ¿A qué te refieres? —Me hice atrás, tomé un poco de aire.

¡No, no y no!

—No ahora, no así.

—¿Así como?

Esto no es como se suponía que debía de ser este momento.

—No puedo tenerte así, no puedo faltar a mi deber y amarte, solo puedo ofrecerte estar cerca para ayudarte, cuidarte, pero no puedo amarte.

—Si tú no puedes amarme por completo, sino puedes decidirte por nosotros hoy, créeme que no te daré la oportunidad mañana.

—No puedo Iris, no puedo, tienes que confiar en mí en esto.

—Sabes, en el pasado un hombre me pidió que hiciera exactamente eso y nunca más volvió, nunca más volví a saber nada de él, se fue y me dejó con un montón de estúpidas esperanzas rotas —dije tratando de no llorar, lo estaba tratando, pero estaba fallando terriblemente porque las lágrimas estaban saliendo y no las podía evitar—. Y así como tú no te puedes decidir por mí, yo no puedo confiar en ti nunca más, después de esto que me dices —tomé aire de nuevo para decir lo siguiente— la verdad es que, aunque quiera, ya no puedo confiar en ningún hombre de ahora en adelante. Gracias a ti. —De acuerdo, eso no solo había dolido como el infierno, me había liquidado por completo.

Después de eso, me llevé a mi estúpido corazón a mi habitación para no volver a entregárselo a nadie más.

Nunca más.

Cuando llegué a mi habitación tuve que reprimir mucho lo que sentía para no soltarme a llorar, no debía de verme como una tonta a la que un hombre le había vuelto a hacer mierda el corazón por confiárselo a alguien que nunca lo iba a cuidar como yo estaba dispuesta a hacerlo.

Esa es una regla que ninguna mujer debe de olvidar, nunca entregar su corazón a una persona que no lo va a cuidar como lo mereces.


<<>>


Aun así, las chicas hicieron preguntas, yo las respondí mientras me estaba maquillando, pero preferí no profundizar demasiado en el tema.

Quisiera decir que se exactamente que había llevado a Kieran a tomar esa decisión, es decir, yo sabía que el sentía algo por mí, me lo había demostrado con el primer beso que compartimos. Pero no por eso, puedo decir que entiendo y aceptó lo que me dijo esta noche.

Esas palabras me iban a perseguir, quizás por siempre en mi mente y mi corazón, se iban a quedar como tatuajes en mi piel.

No sé qué había pasado, hasta hace unas horas, sentía que habíamos hecho algo de progreso, pero ahora parecía que nada había cambiado.

Y sí de algo estaba segura ahora mismo, es que él nunca se decidiría por nosotros porque le tenía demasiado miedo al amor, al cambio, al riesgo prefería andar detrás de niñas estúpidas, o de bonitas sin mente, que enfrentarse a una verdadera mujer, como yo.

Típico de los mujeriegos. Pero también era mi culpa, sabía que no debía de entregar mi corazón a un tipo como él, lo supe en cuanto lo vi, quizás fue una especie de alarma el que se iluminó en mi cabeza cuando lo conocí, la pinta que tenía, la manera de comportarse con las mujeres a su alrededor, un tipo que jugaba a todas las de ganar, aparentemente, pero siempre se quedaba en el juego antes de alcanzar la meta.

Después de darme una última mirada al espejo e inspirarme de vitalidad y valentía rodeada de mis amigas y de Ariana Grande con sus letras que decían que debías de superar a quien no te quiere, que no debías de llorar, no debías de llorar por nadie.

Especialmente por ningún hombre, solo dales siguiente y gracias por participar decía la música.

—¡Wow, chica te ves increíble en ese vestido! Te aseguró que si con eso él hombre que quieres, no se decide, otro sí que lo hará esta noche. —Y eso es lo que quería.

Esta era la última oportunidad, si no se decidía hoy por mí, no tendría la oportunidad de hacerlo mañana.

Yo era mucha mujer para él y para cualquiera.


<<>>


Llegamos a la gala, puntuales y todos bien vestidos. En la puerta estaban algunos editores y por supuesto el dueño de la compañía quien al verme se alegró y acerco para saludarme.

—Señorita Herrera es un verdadero placer tenerla aquí, tengo entendido que el contrato ya está firmado, y por ello debo de decirle lo feliz que me hace esto. —El hombre dejo caer su mano en mi hombro suave y lentamente. No me gusto, pero lo permití porque después de todo estaría trabajando para él de ahora en adelante.

—Yo también estoy más que feliz por ello, Señor Valverde.

—Oh por favor, dime Ernesto, eres ya una de nosotros lo correcto sería que nos tratáramos con familiaridad. —El hombre me dirigió una sonrisa, que de nuevo no me gustó nada, con todos los dientes expuestos y un poco macabra para mi gusto.

—Por supuesto, Ernesto. —Respondí sonriéndole.

—En realidad si a su pareja y sus amigos nos permiten, me gustaría presentarte a algunos de los editores con los que te relacionaras próximamente.

Observé frente a mí a Kieran y a Raúl que iba bien acompañado, llevando del brazo a Valentina, quien lucía igual de deslumbrante que yo.

—Yo no tengo novio, y no creo que a mis amigos les importé.

—En ese caso. —Dijo él hombre extendiéndome su brazo para caminar.

No presté atención a ver si Kieran se sentía incómodo de alguna manera con lo que el Señor Valverde había dicho, solo me fui, sin embargo, vi por encima de mi hombro que mis amigas sí que me dieron su mirada de aprobación antes de irme.

"Si no vas jugar, no mereces ninguna recompensa, ni por intentar", me había dicho Rocío cuando regresé a la habitación refiriéndose a como Kieran no se quería arriesgar por nosotros.

Después de eso, me pasé toda la noche siendo tocada, presentada y besada en la mejilla más veces de las que me había pasado en toda mi vida, por hombres que por mujeres, los cuales parecían más interesados en ver si podían ver a través de mi vestido o dentro de mi escote que en mi platica sobre los mejores autores del momento en México.

Lo cierto es que las pocas mujeres con las que me topé en el evento eran editoras jóvenes, que entendían la importancia de que una mujer joven entrará en sus filas, por lo cual ponían total atención y valoraban lo que yo decía.

Tanta atención hizo que me sintiera tan mareada en algún punto de la noche y eso más unos cuantos tragos que le había dado a algunas bebidas que me habían pasado algunos invitados y meseros, mientras en mi estómago solo tenía un canapé pequeño, por lo que en medio de la velada estos hicieron que me sintiera en la obligación de irme a tomar un poco de aire.

Afuera me encontré de nuevo con Kieran, quién creo que se había alejado de todos para cuidarme, como siempre lo hacía.

—¿Quieres decirme a qué demonios estás jugando? —Me dijo quitándose su saco del traje y pasándomelo.

Lo rechacé y me hice la fuerte. Tenía frío, sí, pero no quería nada que viniera de él, si iba a ser solo una limosna.

—Estás temblando, tómalo. —Tenía razón, estaba muriéndome de frío, pero no iba a aceptar nada que viniera de él, nunca más.

—No necesito nada suyo, Detective.

—No hagas esto, Iris.

A lo lejos, en la fiesta escuché una versión acústica de What do you Mean de Justin Bieber.

—Tú no hagas esto, no puedes venir a preguntarme nada, ¡no tienes derecho y no estoy jugando a nada! —le grité estando más molesta de lo que quería que se notará.

—Cálmate, por favor, te puede hacer daño.

—¿Ahora sí te interesa lo qué me haga daño? Sabes que regresando a casa le pediré al capitán que te quité de mi caso.

—No puede.

—Claro que puede, me conoce desde que era niña, solía ser amigo de mi madre y estoy segura de que lo hará si le digo que me has estado acosando.

—Yo jamás haría eso y yo sé que tú no serías capaz de algo tan bajo ¡solo para mantenerme lejos de ti!

—¿Porque querría tenerte cerca mío?

—Porque me quieres, pero yo no te quiero a ti, no de esa manera, así que tienes que dejar de pensar que es así, me preocupo por ti como lo haría como por cualquiera persona en el mundo, pero te repito que no siento ningún tipo de interés romántico por ti.

No me esperaba eso, no me lo esperaba para nada.

—Entonces es cierto, ¡soy solo trabajo! —Ahora sí las lágrimas estaban ahí y no podía detenerlas, aunque quisiera.

Me faltaba el aire, necesitaba salir de ahí, necesitaba irme, necesitaba alejarme de él.

—Hazme un favor y no te vuelvas a acercar a mí jamás, no quiero tu lastima ni tu estúpido cariño, me rompiste y nunca volveré a ser la misma de ahora en adelante. —Le dije antes de irme corriendo. Me quité los zapatos mientras corría y me agarré el vestido para no tropezarme.

Pero como iba a evitar tropezarme con mi corazón y mi dignidad que se habían caído y nunca volverían a ser lo que eran antes de él.


<<>>


Corrí hasta que mis pies ya no me dejaron correr más. Me detuve en la oscuridad de la noche a revisar que no me hubiese seguido Kieran, tal y como se lo había pedido.

No lo había hecho. Y yo no podía estar más decepcionada con la idea. Las lágrimas amenazaban con asomarse de nuevo, y esta vez, aquí en la oscuridad y muy a pesar de que no quería, salían a raudales. No me importaba estar en una ciudad extraña a la mía, no me importaba que estaba oscuro y que mi vestido perfecto se había arruinado tal vez para siempre, no me importaba lo mal que me veía, lo despeinada o lo corrido que estaría mi maquillaje.

Solo podía pensar en sus palabras una y otra vez mientras lloraba en la fría y sola oscuridad. Sola como yo.

"No siento ningún tipo de interés romántico por ti"

Sus palabras retumbaban en mi mente, y hacían que llorará aún más, cada que sentía que quería comprenderlo un poco, yo misma, traía sus palabras a mi mente a manera de recordatorio de lo que una idea puede destruirte por completo.

Quería recordarme a mí misma, que una vez más, había dado todo por la persona equivocada, que me había hecho ideas una vez más en mi cabeza, sueños, deseos, que nunca iban a pasar.

—Dijiste que no era solo eso, dijiste que no era solo trabajo, tú lo dijiste. —Le grité a la noche mientras seguía llorando. Estaba sola.

Estaba desgarrándome por dentro, esto era mucho más doloroso de lo que nunca había sentido.

Incluso más que un aborto espontaneo.

Incluso más que un infarto.

Un corazón roto, era la peor sensación del mundo.

Sentía que te morías, pero aun estabas viva, así lo sabías, porque seguía doliendo.

Miré a todos lados y me encontré sola en la noche.

La noche estaba llena de oscuridad y sombras que no conocía. Y una vez que reaccioné sobre donde estaba, fue muy tarde para darme cuenta de que estaba muy lejos de casa o del hotel.

Las sombras me alcanzaron antes de que si quiera pudiera empezar a correr. Y de pronto tenía un paño húmedo con algo que olía espantosamente horrible en mi boca y nariz.

Y entonces la oscuridad me devoró de una vez y por todas.



¡¡¡ANUNCIO!!!

Hooola, primero que nada espero que estén disfrutando de este viernes, yo tuve un buen San Valentín y espero que ustedes también. Segundo, Estoy suuuper feliz porque De Regreso a Ti esta en su primer concurso con la editorial EditStrawBay y no les voy a negar estoy súper feliz con la idea.

No les pido que voten por mí, solo les pido que le den una oportunidad a mi libro. Yo se que es increíble y creo en el como creo en que el mundo es un mejor lugar del que a veces parece cuando las cosas no se ven nada bien y espero que un día tu también creas en el como yo ya lo hago.

Y por último coméntame que te esta pareciendo el libro hasta ahora, aquí abajo, ansió saber sus opiniones desesperadamente y no te pierdas ningún detalle que esta a nada de terminarse esta historia tan retorcida y revuelta y te prometo que el final sera todo y más de lo que has deseado de un final digno.

#strawcontest.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro