Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31.


Ponte de rodillas y reza — Brian Deady.


—Cazo dragones, Kieran, ¿qué demonios crees que hago? —Miré la hora en mi reloj de mano, pasaban de las nueve y media hora, y algo dentro de mí me decía que mi amigo, se asustó al ver a Kieran por aquí y se fue.

Genial, justo lo que me faltaba.

—Sé que sigues molesta...

—No me digas. —Me levanté de mi asiento y comencé a caminar lejos de él, tenía que deshacerme de él o Nicholas nunca vendría aquí.

A ayudarme.

—Pero aun así sigo siendo policía y sigo estando en tu investigación.

—Eso no explica porque estás aquí.

—Solo iba pasando, te vi, quería asegurarme de que estuvieras bien, eso es todo.

—Más te vale.

Los dos nos quedamos en silencio, yo por mi parte miraba a todos lados, esperando, rezando que Nicholas no llegara.

Kieran solo estaba ahí, parado, siendo raro en la oscuridad.

—¿De verdad estabas cazando dragones? —Dijo él tratando de sonar divertido.

—Por lo que a ti respecta, yo podría estar esperando a Michael Jackson para bailar Thriller y no sería de tu incumbencia.

—Tienes razón, lo siento. —El hombre dio un paso hacia atrás, y se fue.

No dijo nada más y no me importaba en lo más mínimo ya si quería o no saber algo de mí.

Si pensaba o sentía algo más por mí.

Porque, aunque yo lo sintiera aún, ya me encargaría de matarlo por los dos.

Ante de irme, golpee la cadena del columpio, molesta.

Decepcionada y de nuevo molesta.

Si Kieran no se hubiera atrevido a meterse en mi camino, en este momento quizás tendría el nombre de la persona que quiso matarme.

Estaba llegando a mi casa ahora, apenas estaba parada en las escaleras de la misma, cuando sentí que alguien me estaba vigilando, me di la vuelta, pero no fui lo suficientemente rápida.

¿Porque me siguen pasando estas cosas a mí?

Me taparon los ojos y la boca con una prenda y cuando por fin los pude abrir un tiempo más tarde. Ya no estaba ni cerca de mi casa.

Oh Dios.


<<>>


—¿Y ahora dónde demonios estoy? —Lo primero que sentí es que mi boca no estaba cubierta por lo que pude hablar muy bien, casi gritar. Bueno no, la verdad es que mi boca estaba algo seca y aunque quise gritar solo salió una especie de chillido.

Nadie respondió, aún seguía atada de pies y manos, sin mencionar que mis ojos estaban cubiertos por un paño de color negro, así que menos sabría por ese medio donde estaba.

¡Demonios!

¡Había vuelto a ser de nuevo la damisela en apuros!

—¿Porque esto sigue pasándome a mí?

Trate de moverme, pero no, quien sea que me haya atado, lo hizo bien, así que comencé a intentar moverme, a hacer ruido, si había alguien ahí, necesitaba llamar su atención.

Aunque no creo que hubiese nadie ahí, realmente creo que estoy en un lugar, sola, en mitad de la noche y de acuerdo a cientos de ruidos de grillos, debo estar en un bosque.

O al menos cerca de él.

De nuevo, ¿porque estás cosas me siguen ocurriendo?

¡A mí!

Espera...

Ya una vez estuve cerca de un bosque...

Por lo que, en mi mente, deben estar las señales para reconocerlo.

Además, yo conozco la ciudad como la palma de mi mano.

Si he estado aquí, se dónde estoy, solo tengo que buscar en mi mente y sabré donde estoy.

¡Demonios!

Pero qué idea tan estúpida, ¿verdad?

Solo quiero irme a casa y rezar porque todo esto sea solo una horrible pesadilla.

Ponerme de rodillas y rezar, suena como algo que diría mi abuela en una situación así.

Espero poder ver a mi familia de nuevo.

Quiero ver a mi familia de nuevo.


<<>>


Supongo que debí de haberme quedado dormida, supongo que estaba tan cansada que al final nada importó y el sueño me ganó.

Estaría bien, de no ser porque cuando desperté aún seguía en el mismo lugar, cerca del bosque, atada y lejos de casa.

Solo que ahora había luz, debía de ser muy temprano por la mañana, lo sé porque algunas aves estaban cantando alrededor mío.

Ahora sí que podía notar más cosas.

Por ejemplo, sabía que estaba adentro, pero debía de ser un lugar con mucha luz, ventanas o algo por el estilo, ya que escuchaba el cantar de las aves muy cerca.

Casi como si estuviera en un lugar de aves.

Ojalá, me gustan mucho las aves desde que era una niña.

Solía admirarlas con mi madre, los domingos por la mañana, ella en compañía de su fiel taza de café y yo con mi té de manzanilla.

Solo hay otra persona en el mundo, además de mi madre que sabía ese detalle, era una cosa de las dos, no le dije a nadie más y una vez que ella murió, no lo había vuelto a hacer.

Con nadie más.

Raúl.

Ya sé dónde estoy.

—Ya puedes salir de donde sea que estés, Raúl. —Sonreí, porque esta vez, sabía que no estaba para nada en peligro.

Me quitaron la venda de los ojos y ahí estaba mi viejo amigo.

—Hola —dijo él hombre que tanto ame en el pasado.

—Hola, ¿quieres desatarme?

—Lo siento, no era mi intención dejarte ahí demasiado tiempo, el loco de Nicholas no quería tenerte por ahí husmeando mientras hacía algunas cosas.

—¿Qué cosas? —Pregunté.

—Todo a su debido tiempo.

—¿Y por eso me tuviste encerrada, amordazada y atada?

—Sí, por eso también me disculpo, él dijo que no debía de soltarte porque eras un buen contrincante para enfrentar y como yo sé que tiene razón, obedecí. —Me reí, porque era verdad.

Aun así, estaba molesta, por eso en cuanto me libero, le di una cachetada en la mejilla derecha.

—¿Y porque fue eso? —El hombre maduro de más de treinta años obtuvo su merecido y lo sabía. Se sobo la mejilla pero siempre sin dejar de sonreír.

—¡Por tenerme atada! —Dije riendo.

—Me lo merezco, está bien.

—No sabes cuántas ganas tenía de verte, grandísimo idiota. —Me le fui encima en un gran y perfecto abrazo de oso. Él no dudo, lo cual me hizo pensar que el hombre no estaba enojado conmigo.

Esperaba en el fondo de mi corazón que eso fuera cierto.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro