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ERICK

Luego de asistir a aquella reunión me despedí de todos y me fui de regreso al hotel donde me hospedaba.

Había pasado un tiempo agradable, y lo que me sorprendía era que si podía divertirme sin necesidad de andar en fiestas, bebiendo o drogandome. Estar con esos chicos era increíble y me hacían sentir bien y aceptado.

La pasé muy bien al estar ahí, pude sentir a Dios en mi vida y era algo hermoso. No podía verlo pero podía sentirlo dentro de mi corazón.

Y que decir de la comida, esas hamburguesas estaban deliciosas, aunque la que me tocó tenía ligeros toques de estar quemada, supongo que olvidaron voltearlas luego.

Intercambie un par de palabras con Paola, esa chica tenía algo especial. También tenía una linda sonrisa.

Con Mía, las cosas eran diferentes ahora, no me sentía con valor de acercarme y hablarle, sin mencionar que a cada momento estaba con Diego.

¿Será que ya son novios? ¡Ojala que no! Los veo muy juntos y al chico le brillan los ojos cuando la ve. Aunque Mía es demasiado inocente como para darse cuenta. Pero estoy seguro que Diego siente por ella algo más.

Es la única chica que realmente ha válido la pena y no supe verlo, no supe valorarla, y muy tarde me di cuenta de lo que sentía; Realmente me encantaría tener una oportunidad con ella otra vez y oro a Dios por eso.

Al llegar al Hotel entré a la habitación, Santiago había salido a una fiesta, me invitó pero le dije que no podía, él ya sabía que yo era Cristiano ahora y le preocupaba mucho lo que EL JEFE pudiera hacer así que intentaba persuadirme de alejarme de Dios y esas cosas.

Pero ¿Cómo alejarme cuando Dios ha sido lo único que me ha dado verdadera paz en mi alma? ¿Cómo alejarme si a cada momento él me atrae más y más?

¡Imposible! Se que estoy en el camino correcto, también se que no será fácil. Lo sé porque mis padres lo decían, en su ministerio como Pastores tuvieron que atravesar diversas dificultades, pero siempre se aferraron a su Fe y ahora se que están con Dios gozando de la eternidad y esa paz inefable.

Ahora lo entiendo, ellos están bien. Ellos están con Dios. No entiendo por qué, pero se que están mejor.

Estoy en Casa y se que mi Padre no va a desampararme nunca.

Aún no he tenido el valor suficiente para presentarme ante el jefe y renunciar a mi trabajo, pero ya encontraré una oportunidad. Quiero buscar a Dios y conocerlo a profundidad para cuando renuncie poder compartirle a mi Jefe y que él pueda escuchar lo que Dios tiene para su vida. ¿Será que esta bien eso?

Estando en la habitación salí al balcón y contemplé toda la ciudad desde ahí, al estar en el último piso se puede observar todo desde allí.

Las luces de la ciudad encendidas como estrellas luminosas en medio de la oscuridad. Una vista espectacular y mágica.

Cerré los ojos unos instantes sintiendo la brisa fresca soplar sobre mi rostro. Recuerdos comenzaron a venir a mi mente. Últimamente estaba teniendo más Recuerdos con mis padres, a mi mente venia un recuerdo de horas antes de que murieron.

— ¿por qué no puedo ir? — pregunté por décima vez. Me encontraba sentado en el sofá mientras sostenía un osito de peluche en mi mano.

Ahora que lo pienso, ¿dónde quedó ese osito que era mi favorito?

— Ya te lo dijimos, Erick — pronunció mi madre con dulzura — Es una reunión solo para los pastores y nos pidieron esta vez no llevar a nuestros niños, porque lo que nos dirán es muy importante y serio.

— Pero prometo no hacer travesuras y portarme bien — hice un puchero.

— Erick — esta vez fue mi padre quien habló — Volveremos luego, además te quedarás en casa de la abuela...

— No quiero — le respondí.

— La abuela está feliz de tenerte con ella — añadió — además dijo que horneara tu pastel favorito...

— ¿¡En serio!? — Exclamé — ¿¡Hará Pastel de Manzana!?

Mamá asintió sonriendo. Así si me quedó, la abuela hacía los pasteles más exquisitos y deliciosos que jamás había probado. Cómo la extraño a ella también.

— ¡¡Siii!! — me levanté del sofá gritando emocionado.

— Lo ves — dijo mamá mirándome con una sonrisa — estarás bien, y nosotros volveremos cuando menos lo imagines.

<ojalá hubiera sido así>

— Esta bien — sonreí.

Mis padres se acercaron y me abrazaron. Me encantaba que lo hicieran, me hacían sentir amado y seguro. Mi corazón sentía paz.

Quien iba a pensar que ese iba a ser nuestro último abrazo.

Mis padres me dejaron en casa de la abuela y se marcharon. La abuela estaba feliz por tenerme con ella, el abuelo había muerto hace unos años y ella se sentía un poco sola, así que le encantaba que me quedara con ella, decía que yo le recordaba a él.

Pasamos la tarde jugando y hablando mucho, hasta que...la noticia llegó.

La abuela recibió una llamada, una llamada que lo cambió todo. No recuerdo lo que pasó después, solo que desperté y mis padres no estaban, y no podía recordar mucho.

Solté un suspiro y volví a la realidad.

Sonreí al imaginar a mis padres felices y sonriendo.

— Espero que no estén decepcionados de mi — dije, aunque sabia que no podían oírme pero era una forma de desahogarme — aunque lo estarán por las cosas malas que he hecho, pero al fin entiendo todo, al fin he vuelto a casa...y se que todo va a estar bien.

Alguien tocó la puerta así que me apresure a ir a ver quien era.

— Hola, ¿Tú eres Erick? — preguntó una chica muy sonriente quien estaba recargada en mi puerta.

¿Qué hacía ella aquí? ¿Quién era? ¿A que venía? ¿Por qué traía un vestido tan diminuto?

— Si — respondí extrañado — ¿y tú eres?

— Mi nombre no importa — sonrió mientras una de sus manos acariciaba mi mejilla — solo te diré que tu amigo Santiago me ha enviado para convencerte de ir a la fiesta...

Debí suponerlo, todo era obra de Santiago.

— Ya le dije que no iré — aparté su mano de inmediato.

— Bien, como quieras — sonrió. Esta chica no paraba de sonreír y coquetear conmigo. — ¿pero podemos quedarnos aquí en tu habitación y pasarla bien?

Su propuesta me sonaba un poco indecente pero...una parte de mi me decía que aceptara.

— No lo sé — dije.

— Di que si. Te aseguro que no te arrepentirás.

Tragué grueso. Esto era demasiado.

En otras circunstancias, me refiero a si cristo no me hubiera salvado, le diría que sí, incluso ya la estuviera besando. Pero...ahora sentía que no podía, sabía que estaba mal y me sentía fatal al pensar en que esta chica no era la que yo quería. Ella no era Mía.

Pero era tan difícil controlarme y que mi cuerpo no reaccionara ante sus caricias en mi rostro.

<Dios ayudame>

Ella al ver que no decía nada, se abalanzó sobre mi con la intención de besarme. Pero inmediatamente reaccioné. No estaba bien. Así que la aparté.

— ¿qué pasa? — preguntó — ¿no te parezco linda?

— No es eso — expliqué — Si eres Linda pero no quiero hacer esto. Yo...no puedo...solo quiero hacer las cosas bien ahora.

— ¿a que te refieres?

— Yo...tengo mi corazón comprometido.

— ¿Tienes novia?

<Tenia y la dejé ir>

— No exactamente, pero si hay alguien que me interesa y aunque ella ahora no quiere saber nada de mi yo no puedo hacer esto...

— Si ella no te quiere, yo si — se encogió de hombros — te ayudaré a olvidarla...

— No creo que sea posible, ella está tan metida en mi mente y en mi corazón...

La chica me miró con cierta diversión en su rostro más no dijo nada.

— Sabes que...— volví a hablar — Dile a Santiago que no iré a ninguna de las fiesta de ahora en adelante y que no trate de persuadirme...

Suspiré mientras llevaba una de mis manos a mi cabeza.

— Eres una Linda chica, y creo que no está bien que hagas esto, mereces algo más, eres valiosa y Dios te ama.

<vaya, hasta yo quedé sorprendido por lo que le dije>

Ella no dijo nada solo rodó los ojos. Me di la vuelta y entré a la habitación. Me recargué en la puerta y suspiré.

Esto no iba a ser fácil, sabia que vendrían más tentaciones de este tipo o peores para hacerme caer nuevamente, pero estaba convencido de que no podía volver atrás.

Y como cantó Paola en la reunión de jóvenes, <con mi Jesús caminaré, porque él me amó a mi, le seguiré>

N/A

Hola! Bendiciones!❤

Me he demorado un poco en subir el capítulo porque estaba un poco mal de salud🤧y no me sentía con ánimos de escribir, pero Gracias a Dios ya estoy mejor ahora.

¿Qué tal les ha parecido?

¿Algo que quisieran saber de la historia?🤭

¿De dónde me leen?

Les envió un saludo desde México🇲🇽, y un fuerte abrazo.

Dios los bendiga!

Atte: PAOLA R.✌