Capítulo 12: UNA BENDICIÓN💭
Capítulo dedicado a:
HellenMolinares
Dios te bendiga!💙
________________________________
~🎸~
PAOLA
En el principio nos dice la biblia, que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
Somos creación de Dios y él tiene un propósito para cada ser humano. No somos un error o una coincidencia.
El libro de Jeremias nos dice que Dios nos ama con amor eterno, es decir, que su amor no tiene principio ni fin.
El amor de Dios no comienza en el momento en que nacemos, sino mucho antes de eso, incluso antes de la fundación del mundo. Dios ya había pensado en nosotros, en su propósito eterno estábamos tú y yo.
Es realmente sorprendente y maravilloso saber esto y entender que si estamos en el mundo, es porque Dios así lo quiso.
Mientras meditaba en esto, una llamada entró a mi celular.
— ¿Si? — dije.
— Soy Erick, necesito tu ayuda — se podía percibir desesperación y angustia en su voz.
— Claro, dime.
— ¿podría ir a tu casa?
— ¿ahora? — pregunté. La verdad es que no acostumbraba a recibir visitas ya en la noche y más aún si era un chico, pero esto sonaba algo urgente.
— Si — su voz sonaba más desesperado a medida que hablaba — Estoy en problemas, graves problemas...
— Te mandaré la ubicación por mensaje — respondí.
— Gracias — dijo e inmediatamente colgó.
Pasados unos minutos, escuché un auto detenerse y aparcar frente a mi casa. Me asomé por la ventana de mi habitación, Erick bajó sosteniendo algo que parecía un bulto entre sus brazos, no alcanzaba a distinguir muy bien debido a la Oscuridad de la noche.
Salí de mi habitación y me dirigí a la sala. Mi casa era de solo una planta pero muy amplio con muchas habitaciones.
— Mamá — la llamé, ella se encontraba sentada en la sala leyendo su biblia.
— ¿qué pasó? — levantó su vista y me miró.
— Uno de los chicos de la iglesia se encuentra en problemas y esta aquí...¿podemos recibirlo?
— Claro hija — respondió con una cálida sonrisa.
El timbre sonó. Me dirigí a abrir.
— Hola, Realmente disculpa que haya venido así — dijo agitado mientras se oía el llanto de un bebé.
¿Un bebé?
— No hay problema, pasa...
Erick se apresuró a entrar, fue entonces que pude ver que se trataba de un bebé lo que traía en brazos. Un bebé que estaba llorando. Una bebé más bien, lo supe por el color de su cobija que era rosa.
¿Qué hacía él con una bebé?
— ¡Estoy desesperado! ¡no se que hacer! ¡está llorando!
— Tranquilo, Déjame cargarla — me acerqué y tomé a la bebé tratando de calmarla.
Erick estaba temblando y respiraba muy agitado.
— Vamos a la sala y siéntate — le dije — ¡Mamá!
Erick caminó, y al llegar a la sala se dejó caer en uno de los sofás mientras su mirada se perdía en algún punto del suelo.
— ¿Qué le ha pasado? — preguntó mi madre al ver al chico — ¿Es su hija?
— No lo sé — mecí a la bebé intentando hacer que parara de llorar — Parece que tiene hambre.
Mi madre le quitó el bolso rosa que Erick traía y buscó si había algo de leche. Afortunadamente si, había un biberón con leche, se lo di a la bebé quien inmediatamente comenzó a comer y dejó de llorar.
<Uff, menos mal que ha parado>
Esto de cuidar bebés es algo complicado.
Cuándo Erick dijo que estaba en graves problemas no pensé que se refería a esto, aunque bueno, un bebé no es un problema, es una bendición.
Minutos después la bebé se quedó dormida, mamá la cargó y la llevó a la habitación para recostarla en la cama un rato.
Me acerqué a Erick tomando asiento enfrente de él.
— Erick — pronuncié su nombre — ¿Qué ocurre realmente? ¿La bebé que trajiste es tuya?
Tardó varios segundos en reaccionar pero al final lo hizo, tomó aire y comenzó a hablar:
— Acababa de llegar del trabajo y cuando ya estaba en casa alguien tocó a la puerta...— hizo una pausa — había una chica con una bebé, yo no la recordaba pero ella si...el caso es que...Soy papá...y la mamá de la bebé se fue dejandomela a mi...huyó...y...no...se que hacer...no se como cuidar de ella...¡no puedo!...¡no se!...
Estaba alterado, muy alterado y desesperante.
— Okey, okey, tranquilízate...— le pedí — Te traeré un té.
Erick asintió mientras respiraba hondo.
Me paré y me dirijí hacia la cocina a preparar el té. Cuando acabé, Lo serví en una taza y se lo traje al chico. Él agradeció y bebió un poco, luego colocó la taza sobre la mesa.
— ¿Te sientes mejor? — pregunté.
— Un poco si, aunque sigo pensando en que no se hacer Con la bebé.
— ¿No quieres quedartela? — fruncí el ceño.
— No puedo — respondió — No se cómo ser padre, además de que conmigo correría riesgo...
No entendía a que se refería con eso de que correría riesgo pero no pregunté.
— Ella no la quería — siguió diciendo — solo la tuvo porque sus padres la obligaron...estaba harta de ella y por eso me buscó...
— Podrías darla en adopción — sugerí — Hay muchos padres que no pueden tener hijos que seguro estarían encantados con una bebé como la tuya...
Siempre me ha parecido algo ilógico eso. Es decir, hay muchos padres que no pueden procrear y quienes pueden no los quieren y se deshacen de ellos.
Es triste. Porque un hijo siempre debería ser visto como una bendición de Dios, no como una carga o un problema.
Aunque entiendo a Erick, no tiene una pareja, tal vez a sus padres si, es joven aún y no se siente preparado para algo así. De hecho creo que nadie lo está, pero a medida que pasa el tiempo uno aprende con la ayuda de Dios.
— ¿Crees que sea lo correcto? — preguntó.
— ¿qué es lo que tu quieres?
Soltó un suspiro.
— Solo quiero su bienestar, que pueda tener amor...Yo no me siento preparado para algo así, no puede quedarse conmigo...— negó con la cabeza — Creo que esta bien darla en adopción.
— Bien, entonces...— me interrumpió.
— Pero no quiero ir a dejarla a un orfanato y que espere a que haya alguien, me gustaría que fuera alguien conocido que yo sepa que cuidara bien de ella...pero tiene que ser de inmediato, no puedo tenerla más días...
— Entiendo...— asentí — Mira, tu no preocupes ¿si? Confia en que Dios esta a tu lado y él acomodará todas las cosas...No te angusties, no te desesperes, Dios tiene el control de la situación...Todo va a estar bien.
Erick asintió mientras limpiaba unas cuantas lagrimas que habían salido de sus ojos.
— te noto muy cansado...— volví a hablar.
— Lo estoy — pasó su mano por su rostro y luego a su cabeza.
— Puedes quedarte aquí por esta noche, tenemos varias habitaciones extra...
— ¿Tus padres no se molestarán? — preguntó.
— No — negué mientras sonreía con amabilidad — Solo vivo con mi madre y a ella no le molesta.
— ¿y tu papá?
— murió hace un par de años...
— Oh, de verdad lo siento.
— No, no te preocupes — dije — Entonces, ¿te quedarás?
— Supongo que si — sonrió levemente — es tarde para volver a casa y no quisiera estar solo con la bebé.
— Descuida, yo y mi madre la cuidaremos esta noche, tu descansa...— le dije — ven, te mostraré la habitación.
Lo guié hasta una de las tantas habitaciones vacías y entramos. Saqué de uno de los muebles sábanas y una almohada para que estuviera cómodo y pudiera descansar.
El hecho de que haya tantas habitaciones vacías en casa, es porque a mis padres desde siempre les ha gustado hospedar a quienes lo necesitan. Aunque mi padre ya no está, mi madre sigue haciendo eso y Erick no sería la excepción.
— No te preocupes por la bebé — lo miré mientras caminaba hacia afuera de la habitación.
— ¡Espera! — me detuvo.
— ¿Si? — volteé nuevamente a verlo.
— De verdad te agradezco todo lo que estás haciendo. Se que esto no es tu problema pero no sabia a quien más llamar...
— Tranquilo, somos hermanos en Cristo y como tal debemos apoyarnos cuando lo necesitemos.
— Gracias en serio...
Sonreí e iba a retirarme, pero me detuvo una vez más.
— Será que puedo pedirte algo más...— lo miré en espera de lo que diría — se que ya has hecho mucho, pero necesito darme una ducha antes de descansar...
Reí.
— Claro, Hay un baño al final del pasillo puedes usarlo...
— De nuevo gracias.
Sonreí y me fui a la habitación donde estaba mamá con la bebé.
Le comenté lo que sucedía y ella propuso que oraramos por Erick y por su pequeña hija, que Dios fuera quien tomara el control de la situación y que abriera puertas para que hubiera alguien dispuesto a adoptar a la pequeña.
Mientras orabamos Pensé en dos personas. Tal vez y solo tal vez, ellos la quisieran.
Porque de algo estaba segura y era que: Esta pequeña no era un error, Dios tenía un propósito para su vida, Dios la amaba y sería una bendición para quien la aceptara como su hija, para quien la hiciera parte de su familia.
N/A
Holaa!
Les dejo la fotito de la pequeña🥰🥺¿no es preciosa y tan adorable?
Dios los bendiga!❤
Estaré haciendo dedicatorias en el transcurso de los capítulos🤗💖.
Hellen, no se como supiste que Erick llamó a Paola😅...
Hasta luego!
Atte: Yo✌
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro