seis
Habían pasado los días y Lisa había aprovechado que él aroma de Somi aún estaban en sus sabanas para lograr dormir con seguridad. No entendía porque tenía tanta necesidad de estar con las alfas, pero aun así buscaba él momento justo para lograr al menos el más mínimo contacto con ellas.
Sabía que ellas se repartían los días para llevarle la comida, por ende podía verlas a todas al menos por dos segundos.
Las alfas estaban felices de que al menos Lisa dejara que la vieran cuando ellas le llevaban la comida.
No era exactamente él contacto que ellas querían tener con la omega, pero las convencía ver que estaba bien.
Lisa aun no entendía que le sucedía, no entendía la necesidad de ver a todas las alfas.
Ella estaba dispuesto a dejar de tomar los supresores para el simple hecho de saber que alfa vendría si ella necesitaba ayuda, pero no quería fallarle a sus mayores. Y mucho menos correr el riesgo de que ellas no estén en casa y alguien más entrase.
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— Debes hablar con ellos Minnie —Habló Jihyo mientras era abrazada por la omega.
— Lo sé, pero hable con los ancianos y dijeron que era mejor que ellos mismos descubran esto —Jihyo asintió y no dijo nada más con respecto a eso.
— ¿Piensas que Lisa se sentirá mal por ellas? —Habló luego de unos minutos en silencio la omega.
— Tal vez, ella las quiere y se encariño mucho con todas ellas —Suspiró— A demás, todas tienen la esperanza de que esa marca sea de sí misma —Minnie hizo un pequeño puchero, haciendo que Jihyo la abrace un poco más fuerte.
— Lisa si recuerda lo que sucedió —Murmuró Minnie, como si alguien más la pudiese oír— Pero sigue con la esperanza de que no sea así —Suspiró.
— Minnie —Murmuró esta vez Jihyo— Yo lo sé, pero todo esto pasó por algo. —Suspiró y se acomodó un poco en el sofá— Por algo ellas no me escucharon cuando les advertí, ni tampoco luego del primer celo de Lisa viviendo con ellas, tampoco cuando sus padres se los dijeron y mucho menos cuando aseguraron que ninguna sentía algo por ella como para marcarla —Minnie solo asintió y volvió a acomodarse en los brazos de la alfa.
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