nueve
Tiempo atrás...
Las siete alfas acababan de mudarse y estaban acomodando sus cosas y muebles, no se conocían hace mucho tiempo, pero realmente se llevaban bien y nunca habían tenido un conflicto entre sí.
Jennie se acercó a la sala, donde estaban Jisoo y Sorn intentando terminar de acomodar el sofá.
— Chicas, llamo alguien preguntando si aún tenemos un lugar disponible —Ambas miraron a la menor.
— ¿Qué le dijiste? —Preguntó Jisoo dejando el sofá en el suelo.
— Dije que sí, y que podía venir en unos días a ver el lugar —Jennie se encogió de hombros y le entregó su celular a Jisoo para que mirará lo que la chica que había llamado le había enviado.
— Entonces ya hay cuatro personas interesadas —Habló Sorn, acercándose a Jisoo para leer la información.
Ambas mayores se detuvieron en un punto en específico "omega".
Ambas se miraron y fruncieron el ceño, pero no dijeron nada con respecto a eso, más tarde hablarían con Jihyo.
Ambas alfas estaban en la cocina intentando convencerse a sí mismas que no debían aceptar a la omega, que eso les traería problemas.
Ya habían hablado con las demás y todas estaban de acuerdo con las mayores, no debían aceptar a la omega.
Habían pasado los días y las otras tres interesadas habían ido a ver el lugar, diciendo que les avisarían lo antes posible si querían o no el lugar. En este momento las alfas estaban intentando hacer que tres de las alfas se fueran del lugar, ya que al ser las más jóvenes tal vez no lograrían estar en un mismo lugar junto con la omega. Pero las tres estaban decididas a quedarse y no hacer nada estúpido, eran jóvenes, pero conocían los límites.
Jihyo estaba con ellas en cuanto la omega llego, mirando la reacciones de cada una al tener a la omega frente a ellas.
Jisoo, al ser la mayor y lograr tener más control sobre el aroma de la omega, le enseño el departamento. Junto con Jisoo y Sorn, quienes a pesar de lograr soportar el aroma de la omega intentaban no estar demasiado cerca.
Jihyo se los había advertido, hace demasiado tiempo que no sentían el aroma de una omega que no estuviese reclamada y eso tendría algún efecto en ellas lo quisieran o no.
La omega era linda, amable y muy cortés. Además de eso las alfas con solo mirarse concordaron que tenía una sonrisa muy bonita.
Por lo que Jihyo logró ver, la omega estaba acostumbrada a estar con alfas, ya que se notaba en la forma en la cual les hablaba y como se comportaba con ellos.
La omega, o Lisa, como se había presentado hacia las alfas, ya se había ido y les había agradecido que hayan aceptado que fuese a ver el lugar y que si ellas creían que no molestaba iba a estar esperando su llamado.
— No están listas para convivir con una omega —Habló Jihyo mirando a las siete chicas, para luego salir de allí e irse a su departamento
Las siete alfas podían asegurar que el aroma de la omega había quedado en el departamento, ya que lo sintieron por los siguientes dos días, y no lograban tomar una buena decisión.
— Yo no creo que sea un problema que ella viva aquí —Habló Jennie luego de aclarar su garganta.
— Yo tampoco, supongo que nos acostumbráremos a su aroma y nada malo puede pasar —Habló esta vez Sorn mirando a las demás.
— No creo que sea buena idea —Mina habló algo insegura de sus palabras y frunció el ceño.
— Ella necesita un lugar para quedarse, y nosotros lo podemos ayudar con eso —Joohyun se encogió de hombros.
— A demás todos dicen que es mejor vivir con un omega —Roseanne se acomodó en su lugar.
— Sí, eso dicen —Jisoo miro a Rosé— Pero no cuando son siete alfas las que vivirán junto a una omega —Se sentó y cerró sus ojos, pensando.
— Si lo dicen por mi —Somi miró a sus mayores— No deberían, estoy acostumbrada a convivir con omegas, mis hermanas lo son al igual que la mayoría de las personas que conozco —Se encogió de hombros.
— Digo lo mismo, estoy bastante acostumbrado a lidiar con omegas —Habló Mina, también mirando a sus mayores.
— Pero ella no es su hermana o hermano, ni tampoco un amigo —Volvió a hablar Jennie.
— ¿Por qué no le decimos que venga sólo por un tiempo? Así lograremos saber si podemos lidiar con ella o no —Habló Jisoo acomodándose en su lugar y abriendo los ojos.
Todos estuvieron de acuerdo con eso. Excepto Jihyo, ella les pregunto demasiadas veces si realmente estaban seguras. Inclusive sus padres habían hablado con ellas para que lo pensaran, pero ellas ya habían tomado la decisión.
Probar por un tiempo, y si no lograban lidiar con ella, le pedirían que se vaya.
Ojalá se les hubiese hecho tan fácil, luego de dos semanas conviviendo con la omega ya no querían que se vaya.
Luego de tres semanas lograron llevarse mucho mejor con ella y compartían mucho más tiempo, individualmente, con Lisa.
Al mes Lisa se había vuelto parte de ellas, la cuidaban siempre y no les molestaba dejar su aroma en ella con el simple hecho de que ningún alfa se sobrepasará con Lisa. La omega, ingenuamente, lo aceptaba.
Los primeras dos semanas del segundo mes de convivencia no habían sido diferente a los anteriores, excepto por el hecho de que ahora era la omega quien (sin intención alguna) les pedía más cariño. Y ellas gustosas se lo entregaban.
Pero todo se complicó cuando él primer celo de Lisa —conviviendo con ellas— se acercaba. Él aroma de Lisa, posteriormente al comienzo de su celo, se había vuelto más fuerte y muchos alfas se acercaban al departamento por el simple hecho de sentir el aroma de una omega que estaba por entrar en celo.
Las alfas dejaron muy en claro que nadie iba a tocarla, y que no dejarían que nadie (que no fueran ellas) se acercara a la omega.
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