A pesar de estar de espaldas a la menor, estaba ansiosa. Y sus nervios subieron aún más cuando sintió como la menor se acercaba a ella. No tenía problema con que ella estuviese cerca, ya que había llegado a la conclusión de que él acercamiento a cualquiera de las alfas la desesperaría un poco al comienzo. Ya le había sucedido con Rosé, y no creía que esto solo le sucediera con la mayor.

Lisa se volteó y miro a Somi, quien siquiera la miraba y continuaba como si ella no estuviese allí. Algo que la confundió y le dolió. ¿Ella no era importante para Somi?

— Debes dormir —Murmuró la alfa aún sin mirar a Lisa.

— No puedo —Murmuró en respuesta, haciendo que esta vez la menor si la mirase, examinándola y buscando algo fuera de lugar

— ¿Tienes hambre? —Lisa negó— ¿Necesitas algo? —Esta vez asintió— ¿Yo puedo ayudarte con eso? —Volvió a asentir, esperando alguna reacción de la alfa, pero no ocurrió y continuo con su gesto serio.

Somi sabía lo que Minnie le había llevado a Lisa, y entendía que era para ayudarla, pero en este momento ella no logra sentir él aroma de la omega y no le estaba siendo de ayuda para lograr saber que le sucedía. Y la omega tampoco se lo decía directamente, y eso la fastidiaba un poco.

— ¿Qué necesitas? —Lisa le sonrió y murmuró algo que ella no logro comprender del todo— Lisa... —Suspiró y se acercó a la omega para luego acercarla a ella y abrazarla, haciendo que la omega se aferrará a los brazos de la alfa. La omega tenía la necesidad de ese acercamiento. Necesitaba a alguna de las alfas.

A pesar de no quererlo Lisa estaba quedando dormida en los brazos de la alfa, algo que él noto, pero no estaba dispuesta a soltarla.

Somi se alejó un poco de Lisa, haciendo que la mayor bufara.

— Debes dormir —Repitió, esta vez Lalisa asintió con los ojos cerrados. Somi acompañó a la omega hasta su habitación, para luego abrirle la puerta y que entrase.

— Quédate conmigo —Murmuró la omega, aferrándose a uno de los brazos de la alfa.

Somi frunció levemente él ceño, si se quedaba tal vez tendría problemas.

— Por favor —Volvió a murmurar la omega.

Somi se adentró a la habitación de la omega, haciendo que Lisa sonriera.

La omega estaba aferrada a la alfa, mientras intentaba caer dormida, pero al mismo tiempo intentando que la alfa no se vaya y la deje sola.

En cuanto Somi noto que Lisa se había dormido por completo y que estaba amaneciendo, salió con mucho cuidado de la habitación de la omega y se dirigió a su habitación.

A pesar de que Lisa estaba dormida, pudo notar la ausencia de la alfa.

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