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Capitulo 8: Ayuda

— Capitán.— Dice cortésmente la agente, ganándose la atención de él capitán.

— ¿Si?— Pregunta Steve.

— Se ve preocupado y pensativo.— Comenta Natasha sentándose a su lado. Steve sólo suspira.

— En nada.— Responde Steve negando ligeramente, Natasha lo mira y hace una expresión de picardía.

— ¿En un chica?— Pregunta la agente Romanoff con curiosidad. Steve ríe levemente sin sonido.

— No. Sobre esos temas no soy bueno y la verdad no me interesan.— Dice Steve con toda sinceridad, Natasha comprende.

— Bueno, es que esa mirada preocupada no es por "nada"— Dice ella haciendo comillas con sus dedos.
— Debe haber algo que ocasione eso.—

Steve piensa mucho en decirlo pero tiene que desahogar esto con alguien.

— Pues estoy preocupado por todo.— Admite Steve y Natasha está dispuesta a escucharlo con atención e interés.

— ¿Que es ese todo?—

— Lo que está pasando, sinceramente no me siento muy preparado ni mentalizado para esto. La última vez que quise ser un héroe perdí todo.— Dice Steve con nostalgia. — Por hacerlo, dejé todo, mi hogar, entorno, amigos... Amor.— Dice con notorio dolor en su voz. Natasha al verlo así deja sin interés por información a un lado y lo escucha con atención genuina. — Ya no tengo nada que perder aquí, pero tengo miedo que pueda... no sé... volver a tener una vida y que en un instante lo pierda otra vez.— Dice él y Natasha baja la mirada, sabiendo lo que siente, lo que es perder todo

— Pues es el deber, por el bien de otros te tienes que arriesgar.— Dice Natasha pero sin saber que es eso, que es tener ese valor por dar tu vida para que los demás tengan una tranquila. Nunca lo ha hecho.

— ¿Me comprendes?— Le pregunta Steve mirándola y ella sonríe ligeramente.

— Casi, en el tema de perder todo solamente y el de una vida perdida.— Dice Natasha seguido de un suspiro. Refiriéndose a que toda su vida casi, fue entrenada para matar y que nunca vivió normal. Steve ríe ligeramente.

— Bueno, ya es algo.— Dice. — Al menos me entiendes en ciertos casos y con eso me conformo.—  Natasha lo mira con leve sonrisa, le empezaba a agradar el capitán. Pero, si sólo iba a interrogarlo no a conversar con él sobre dolor y una vida perdida ¿Cómo pararon a esto? no sabe.

— Bueno. Si hay alguien que está disponible a comprender... estoy aquí.— Comenta Natasha, Steve sonríe ligeramente.

Hey Romanoff, la información.—

Le dice Coulson a través del audífono comunicador, Natasha sólo lo escucha y procede a lo que realmente vino.

— Por cierto debo decirle que la verdad me impresionan sus azañas.— Comenta ella y Steve la mira.

— Oh... gracias.— Sonríe. — Últimamente la gente de esta época es muy difícil de impresionar.— Dice riendo ligeramente y ella corresponde.

— Lo sé, soy una de ellas. Pero con sus  historias es diferente. La verdad hay mucho de que hablar de usted aquí.— Dice Natasha llevando la conversación hasta el tema que debería de tocarse.

— ¿Ah si?— Pregunta Steve con curiosidad. — ¿Que dicen?—

— Ufff ¿Por dónde debo de empezar?— Se pregunta la pelirroja seguido de una ligera risa. — Pues, son cosas que realmente pasaron y otros rumores.—

— ¿Rumores?—

— Si.— Responde Natasha. — ¿De verdad quiere saber?—

— Pues si, sería interesante saber que piensan de mí los agentes.—

— Bueno.— Dice Natasha. — Pero no le diga a nadie que hablamos de esto, S.H.I.E.L.D se lo tomaría muy personal.— Steve asiente intrigado. — Pues bueno ¿Le han platicado del suceso en la base científica de Nueva York?— Le pregunta y Steve se tensa un poco.

— No.— Contesta Steve fingiendo interés del tema como si fuese nuevo.

— Pues bueno, yo estuve ahí y ví lo que pasó. ¿Si sabe de la hija de Loki? Quien robó el Tesseracto.— Le pregunta y Steve sólo evita el contacto visual directo con la agente. Natasha ve todas sus acciones.

— Si, decía algo de ella en la información.—

— Pues hasta peleé con ella y es enserio no estoy inventando nada.— Dice la agente con su misma naturalidad. — Me ganó, me duele decirlo.— Steve ríe pero algo nervioso.

— ¿Y cómo fue?—

— Pues jamás había peleado con alguien tan fuerte como ella, me impresionó.— Ríe.

— Y bueno ¿Que tiene que ver la chica en esto?— 

— Pues, no creerás que dicen que tú le ayudaste.— Dice Natasha algo divertida y Steve sólo finge una risa que suena completamente nerviosa.

— ¿Yo? Es imposible.— Dice Steve fingiendo incredulidad. Natasha alza una ceja.

— Lo sé, eso pienso también.—

— Natasha, si tuvo algo que ver.—

Notifica Coulson y ella mira a Steve.

— Digo ¿Cómo piensan que eres cómplice?— Le pregunta Natasha disimulando la pregunta que realmente era para Coulson. — Si ni siquiera tienen pruebas ni han hablado contigo cómo yo lo estoy haciendo.— Dice dandole a entender a Coulson que su opinión era muy repentina cuando sólo estaba oyendo todo.

Natasha. Es enserio, ella llamó y quiere hablar con Rogers.—

Natasha se queda atónita y ni siquiera escuchó lo que Steve decía, a lo cual Steve la miró con extrañeza al ver su falta de atención.

— Capitán Rogers... Creí que no había tenido más azañas después de la segunda guerra mundial.— Irrumpe Fury y Steve parece nervioso, Natasha sólo se queda callada.
— Agente Romanoff, la interrogación no hizo falta.— Le dice Fury y Steve mira a Natasha algo incrédulo, tomando todo lo que ella le dijo cómo mentiras sólo para llegar al tema.
Romanoff parece apenada.
— Acaba de llamar y bien sabes quién me refiero. Esta en España y dice haber escapado de la custodia de su padre y que quiere hablar urgentemente con nosotros.— Informa Fury y Steve parece preocupado. — Y contigo.—

Coulson hace aparición también.

— Vamos a despegar a dicho lugar en unos minutos así que tú y Romanoff vienen conmigo. Queda solo a tres horas de aquí.— Notifica Coulson y ambos asienten.

— Tienes mucho que aclarar, Rogers.— Dice Fury y Steve baja la mirada.
— Tranquilo.— Dice dándole palmaditas en la espalda. — No te castigatemos por eso, no es tiempo de discusiones.— Aclara Nick dejándolo un poco más tranquilo, y se retira.

Steve mira a Natasha con notoria decepción, pensando que realmente lo comprendía y aprovechando su estado para sacarle información a través de una charla. Así que sigue a Coulson y la deja sola.

Natasha se queda ahí y suspira, para después maldecir en ruso. Realmente que no era una buena persona y sólo servía para ser una espía y asesina, eso pensaba de ella misma.

Partieron a España cómo fue dicho, Coulson estaba sentado junto a Steve mientras Natasha estaba de copiloto en el avión.

— Sé que Steve tiene que venir por qué la conoce y ella lo pidió así. Y tú Coulson por qué eres siempre quién va a este tipo de sucesos ¿Pero yo? — Pregunta Natasha.

— Por qué sinceramente no confío en esto.— Contesta Coulson y ella lo voltea a ver.

—Ah. Y si es un gran problema yo debo de estar en el para defenderte.— Dice ella con ironía y Coulson ríe.

— Casi.— Contesta Coulson y ella ríe negando ligeramente, mira a Steve y esté parece algo serio, Natasha deja de reír un poco y vuelve su atención a los controles.

Después de una hora llegan a la capital de España, en la localización donde Danara se encontraba. Los tres pasan desapercibidos de los demás, entran a una plaza llena de gente. La plaza Salamanca.

Había algunas personas alrededor las cuales estaban charlando, caminando o en otros asuntos. Steve los miró esperando encontrar a su amiga entre toda la multitud, sin querer antecogió a una señora a la cual se cayó algo de su bolso, Steve se agachó a levantarlo y la alcanzó.

— Señora, se le cayó esto.— Le dijo pero la señora siguió caminando sin hacerle caso. Steve volvió a llamarla pero seguía sin percatarse de él, Steve sólo frunció el ceño confundido pero entonces se dió cuenta de lo que ocurre. Danara estaba cerca, alcanzó a los agentes y estos se habían detenido y veían fijamente al frente, Steve miró a la dirección donde ellos veían y ahí estaba ella, Danara vestida con su ropa asgardiana y su espada detrás.
Ella al verlo sonrió con cierto alivio.

— Steve.— Murmura ella y Steve sonríe. Natasha y Coulson los miran.
Coulson procede a hablar.

— Señorita.— Dice Coulson ganándose la atención de Danara. — Temo que lo que se deba hablar debe de ser confidencial.—

— No. Nadie nos ve ni escucha, para ellos somos cuatro amigos reencontrandose. — Aclara Danara y Natasha mira en un vidrio sus reflejos y efectivamente se proyectaba eso.

— Wow.— Murmura muy asombrada la pelirroja. Pero después vuelve a mantenerse y mira a Danara.
—¿Donde está Barton?— Le interroga, ella la mira.

— Barton, el ojo de halcón, puedo asegúrarte que no le sucede nada malo. Está bajo mi protección y la de mi padre.— Asegura Danara.

— ¿Tu padre? — Pregunta Natasha con dureza. — ¡¿El que lo secuestró y controló?! Ahora lo proteje.— Exclama Natasha enfadada, Danara ladea la cabeza sin saber de qué hablaba con "controló".
Steve intervino.

— Natasha, déjala. Por algo nos trajo hasta aquí.— Le dice el capitán.

— ¿Para que nos llamaste?— Interroga Coulson.

— Para pedirles su ayuda.—  Confiesa Danara.  — Tengo mucho que contarles.— Dice ella y mira a Steve, él va hacia ella y le ofrece caminar hasta el avión para marcharse y contar todo a Fury.

Ya estando ahí, habían hablado con Fury, el cual parecía no estar del todo convencido.

— Así que, escapaste para pedirnos ayuda para la locura de tu padre.— Comenta Fury y Danara sólo se mantiene seria y atenta a lo que decía. — Escapaste de su custodia cuando te enteraste de sus planes y de lo que hizo, pero ni siquiera sabemos de dónde vienes y que ha hecho tu padre en todo este tiempo.— Le dice y ella se pone abruptamente de pie, firme y con la frente en alto.

— Señor Nicholas Jay Fury.— Dice Danara con firmeza, haciendo que Fury se sienta retado. — Vine desde Alemania hasta aquí aquí para salvar a mi padre y la vez concientizar que planea algo bueno para su mundo y ustedes, mortales.— Dice mirando a todos en la habitación. — Sólo que no lo comprenden y él no los comprende a ustedes, yo soy la fuente de entendimiento para ambos lados.  Quiero unirlos para que arreglen sus diferencias.— Todos en la habitación murmuran, menos Natasha y Steve que se quedaron callados escuchandola.

Fury la miró y la encaró.

— ¿Cómo? Después de que destruyó una base, mató a agentes y científicos, controló a dos de mis trabajadores y nos llevó al punto que estamos ahora.— Se queja y ella sólo lo mira dejando que termine. —

— Sé que es difícil aceptar a alguien así que ha causado escándalo. Pero por primera vez escuche y no sea necio, con mi ayuda todo será más fácil. Muchos líderes de su mundo por su necedad y orgullo arrastraron a naciones a la perdición sólo por no querer escuchar y recibir ayuda. — Le dice ella con dureza y a la vez con actitud educada.  

Todos en la habitación se quedan sin palabras, nadie había enfrentado a Nick Fury así.
Nick sólo la mira y después mira a Steve el cual sólo lo mira con una expresión de no tener idea. Vuelve a mirar a la joven.

— ¿Entonces que decide? Ser cómo los líderes de oídos sordos o razonar con la vida de palabras.— Pregunta Danara.

Minutos después, Danara yace en una habitación con cama, sillón, un mini comedor, y paredes transparentes; una habitación de retención con vigilancia. Danara sólo rueda los ojos cuando cierran las puertas de su prisión.

— ¿No escuchó nada de lo que dije?— Le pregunta Danara incrédula de sus acciones.

— Si y lo tomaré en cuenta, nos ayudarás pero tengo que tomar mis precauciones por sí tramas algo detrás de esas palabras.— Dice Fury, desde el otro lado de la habitación. No confiaba en Danara por ser la hija de Loki.

— Realmente es muy testarudo.— Murmura Danara y Fury se retira. Steve se topa con él en el camino.

— Rogers, tu y yo aún no hablamos respecto a tu amiguita.— Le recuerda Fury mientras se va yendo y Steve sólo suspira y sigue su camino para llegar con Danara.

Danara estaba sentada en ese sillón y ve a Steve entrar, entonces una leve sonrisa se forma en sus labios.

— Steve... prefiero llamarte mortal.— Dice ella con una leve risa. Steve ríe ligeramente.

— ¿Se ha convertido en mi apodo de amigo?—

— Digamos que si.— Dice Danara, se levanta para acercarse al cristal. Ella Suspira. — No sabes cuánto lamento el caos que ha hecho mi padre.— Se disculpa bajando la mirada.

— Hey, tu no tienes la culpa de sus actos.— Le dice en consuelo.

— Lo sé, no puedo proteger a todos.— Dice cabizbaja y Steve sonríe de lado.

— No, no puedes... Pero eso no es malo. Es algo que tiene que pasar y contra el destino no se puede hacer nada.— Argumento Steve. — Así que ánimo. — Le sonríe haciendo que una ligera sonrisa conmovida se forme en los labios de Danara.

— Y dejando de hablar de mi.— Dice Danara. — ¿Que te motivó ahora para entrar aquí?— Le pregunta con notoria curiosidad.

— Pues... sinceramente no lo sé. Sólo pensé que al ya no tener una vida podría dársela a alguien más cómo a los que hay que proteger.— Explica Steve con nostalgia en su voz.
Danara sólo calla, no sabe que decirle.

— Bueno, tal vez tu vida es eso, hacer que los demás vivan su vida cómo tú no pudiste.— Comenta Danara sin más argumentos.

— Eres la única que entiende esto.— Comenta Steve y ella lo mira.

— Si, tal vez no he perdido todo pero si la mayoría... desde pequeña...— Ambos se quedan en silencio hasta que Danara decide hablar de nuevo. — Mi padre es lo único, por eso vine aquí y puedo asegurarte que no soy una amenaza, ni el tampoco. —

Natasha irrumpe para llamar a Steve:

— Capitán, no puede convivir con ella tanto tiempo.— Le informa la mujer y Steve suspira.

— Nos vemos, Danara.— Le dice él a la joven y ella asiente comprendiendo.

Steve sale de la habitación y Natasha se queda con Danara, a diferencia de Steve, ésta no le sonrió.

— Si es que estabas espiando la conversación cómo tiendes a hacer, te aseguro que lo que oíste es real.— Dice Danara sabiendo que Natasha estaba oyendolos todo el tiempo.

Natasha se queda callada y camina hasta estar a un metro del cristal.

— Tú tal vez no seas el verdadero problema. — Comenta Natasha de una forma cortante.  — Pero dejando a un lado discursos. Se me asignó preguntarte cosas importantes, si realmente dices que estás aquí para ayudarnos.— Aclara Natasha y Danara la mira con los ojos entrecerrados y sonríe ligeramente.

— Si. Su próxima parada será en Alemania, no me dijo donde exactamente, sólo les puedo decir que ahí estará.— Informa Danara acostándose en la cama, recargada en la cabecera.

— ¿Cómo sabemos que no te mintió o tú nos mientes?—

— Pues, ya aclaré que yo no tengo malas intenciones. Y la respuesta a tu primera duda: es no, no miente. Es parte de su plan, así que si lo dijo es por algo.— Natasha la mira con duda y sería. No confiaba en la joven, su actitud le daba mala espina.

— Si no es real lo que dices, o sabremos. De una forma u otra atraparemos a tu padre.— Dice Natasha retirándose con la información.

Danara la ve alejarse y sólo suspira, esperaba realmente que su padre no se metiera en líos grandes.
Parte de su actuación era enserio, quería saber lo que estaba detrás de todo esto y para eso necesitaba a ambos bandos.

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