32 - {III}
Jimin abrió la boca con incredulidad, preguntándose si acaso lo que acababa de escuchar era un chiste. El mundo parecía haberse silenciado solo unos segundos mientras veía a Seokjin negar con la cabeza. ¿Él acababa de decir...?
—¿Cómo que no planeas ayudarnos? —preguntó al borde de la histeria. El castaño volvió a negar.
—Ya me escuchaste. Lo que intentan hacer es... Un suicidio —murmuró Seokjin con voz queda—. Una denuncia no le hará ni cosquillas a Yeong; él tomará represalias y los va a enterrar... Metafórica y literalmente hablando. ¿Tienes el dinero para el traje que usarás en tu funeral?
Jimin golpeó la mesa con ambas manos mientras se levantaba.
—¡Kim Seokjin, es tu hermano de quién estamos hablando! —exclamó con indignación. Acababa de contarle todo y lo poco que sabía acerca de lo que pasaba dentro de la casa de los Kim; lo que le dijo Jungkook, los ataques de pánico, las discusiones y demás... ¿Y a aun así ese imbécil se estaba negando? ¿Acaso lo que Yoongi decía era en serio? ¿Kim Seokjin era igual a su padre?
—Primero que nada, cachetes, no me alces la voz —musitó Seokjin mientras hacía sonar su cuello. Sentía que una tonelada había sido puesta en sus hombros—. Y no me llames Kim Seokjin, te lo dije, porque él ya está muerto.
El pelinaranja soltó una estruendosa risa fingida que logró llamar la atención de varias personas en esa cafetería. Podía sentir sus instintos homicidas saliendo a la luz con cada segundo que pasaba y, si no podía controlarlos, estaba seguro de que esta vez sí que Seokjin iba a morir.
—Seokjin...
—Mira, incluso si quisiera, no podría hacerlo —le interrumpió el castaño mientras se levantaba—. Como has dicho, yo ya estoy muerto. Mi firma no hará la diferencia en un papel... Mi presencia, por el contrario, arruinaría mis planes. No es el momento, Park.
Al pelinaranja no le tomó ni siquiera dos segundos estirar la mano y empuñar su camisa hasta acercar sus rostros. Estaba tan molesto.
—¿Entonces cuándo es el momento? —siseó con molestia—. ¿Cuándo será que el magnífico Kim Seokjin querrá aparecer? Ahora sabes que tu hermano no la está pasando bien, sabes que hay problemas en tu casa...
Seokjin soltó una corta risa nasal. Su corazón dolía ahora que se daba por enterado de cómo estaba Taehyung en realidad. Todo ese tiempo pensando que su hermanito estaba mejor sin él, que el desaparecer les convendría a ambos; Seokjin sería libre de responsabilidades y Taehyung por fin tendría la atención que se merecía. Pero no.
Y lo peor de todo... Era que lo sabía, lo sospechaba. Sabía que la bella carita de Taehyung no sería suficiente para aplacar la carga que llevar el apellido Kim significaba; ni Yeong ni Sook le darían tregua... Lo sabía, pero su egoísmo le impidió hacer algo al respecto. Él deseó con sus fuerzas que Taehyung pasara por todo lo que él había tenido que sufrir en esa maldita casa, sin siquiera considerar las diferencias de edades y el obvio favoritismo de Yeong.
Por eso dudaba, siempre que recordaba la imagen de su hermano y su peculiar sonrisa, le surgían inseguridades acerca de lo que estaba haciendo. ¿Taehyung le perdonaría? ¿Taehyung entendería?
—No puedo ayudarte —dijo firmemente. Se zafó de su agarre apretando la muñeca del contrario, sonriendo de forma temblorosa—. Me importa una mierda... Me importa una mierda lo que pase con los Kim...
♥
Namjoon miró con curiosidad las flores que se exhibían en ramos decorados. Sin duda todas eran muy bonitas, pero él no podía decidirse por ninguna y tampoco iba a comprarlas todas. Hizo una mueca hacia el interior, preguntándose si sería buena idea pedirle ayuda a la chica en el mostrador, la cual lucía verdaderamente ocupada mientras ordenaba el escritorio; no quería ser una molestia en absoluto.
—Solo entra y pide.
Saltó al escuchar la voz a sus espaldas, sonrojándose de inmediato por la vergüenza. Cuando se giró se dio cuenta de que se trataba de Hoseok.
Ambos se sonrieron con incomodidad.
—¿Para tu novia? —preguntó señalando los ramos.
—Uh, no... Es algo más complicado que eso —respondió el moreno. Solía ir al cementerio todos los años y colocar un ramo en la tumba de Seokjin por su cumpleaños, como única muestra de respeto. Nunca atendía a las exageradas cenas que hacía su familia, pues no solía llevarse muy bien con ellos, pero pese a todo su primo merecía algo de él. Después de todo fue alguien querido.
—Si no me quieres decir está bien —se mofó Hoseok, sin dejar su enorme sonrisa.
—¿Y tú... qué haces aquí?
—Buscaba trabajo.
Namjoon alzó una ceja. No compartía mucho con él, más que unas pocas palabras en los medio tiempo de los partidos en los que coincidían, pero por lo que sabía el pelirrojo trabajaba en una guardería.
Al parecer, su cara fue tan obvia que Hoseok volvió a reír.
—La guardería cerró —explicó sereno, moviendo las manos dentro de sus bolsillos mientras hablaba—. Creo que la jodimos con la persona... equivocada... —Las palabras murieron en su garganta al percatarse de una pequeña cosa. ¿No había dicho Jimin que se trataba del padre de Taehyung? ¿Namjoon no debería estar al tanto de eso entonces?
—¿Pasa algo?
—¿Acaso no eres familia de Taehyung?
—Lo soy —corroboró Namjoon sin entender—. Somos primos.
Hoseok soltó una risa irónica.
—Entonces deberías saber de qué hablo —bufó—. Su padre cerró la guardería hace una semana; la encargada envió varias cartas a medio mundo, literal, pero no pudimos hacer nada más que disculparnos con los padres y despedirnos de los niños... Fue algo triste.
Namjoon alzó las cejas en una expresión de sorpresa. No conocía la ubicación de la guardería ni su tamaño, pero dudaba que fuera realmente un punto estratégico comercial. El solo hecho de pensar en las razones que Yeong tendría para hacer eso lo hacía sentirse confundido y no podía recurrir a otra explicación que no fuera un simple capricho. Lo hicieron molestar y se desquitó porque podía... Sí, eso sonaba como a su tío...
—Trataré de hablar con él —resolvió con una pequeña sonrisa—. Debe haber una buena razón. Con un poco de diálogo seguramente entenderá que no es la mejor idea...
Hoseok ladeó la cabeza con curiosidad. ¿Eran todos los niños ricos tan...? Bueno, no sabía qué adjetivo utilizar. Despreocupado podría ser un buen adjetivo, pues vaya que tenían una solución para todo. Para alguien que había nacido en cuna de oro las cosas deberían ser realmente fáciles.
Soltó una risa y se alzó de hombros.
—Comprendo, pero no tengo tiempo para esperar a que resuelvas el problema. Gracias, pero está bien —dijo—. De todas formas, buscaré otro trabajo y luego veré si puedo entrar a estudiar.
El moreno suspiró con tristeza de forma imperceptible. Siempre era así; podía sentir una tensa apatía hacia él cada vez que decía ser un Kim o sus compañeros conocían la posición en la que se encontraba su familia. Era como si tuviera un letrero en la frente que dijera "CUIDADO, MUERDO" del que no podría desprenderse nunca. Le encantaría llevarse bien con todos como lo hacía con Yoongi, pero estaba claro que había un acantilado de distancia entre ellos... y el mundo.
—¿Eres bueno con los computadores? —preguntó entonces, sintiendo su mente iluminarse con una loca idea. Hoseok dudó—. Yoongi hyung suele componer canciones y recientemente decidió que quería abrir un estudio... Tiene dinero y contactos, así que será una realidad en nada. Si quieres ayudarle, creo que pueden llegar a un buen acuerdo.
El pelirrojo hizo una mueca.
—¿Yoongi? No creo que yo... Le agrade mucho...
—Oh, vamos —Namjoon bufó mientras le daba una palmada en el hombro—. Si lo dices por los partidos de baloncesto, entonces puedes sacarte la idea de la cabeza. Sé que será difícil para ti adaptarte a las extravagancias de Yoongi, pero incluso en el mundo de los ricos se debe fingir una sonrisa si el negocio es bueno... Quién sabe, capaz y se lleven bien; podrían terminar siendo mejores amigos, no sé, chicos a prueba de balas o algo así...
Hoseok soltó una risotada que lo hizo doblarse a la mitad. Claro, no pertenecían a los mismos mundos pero podían unirlo. Todos tenían algo que compartir, enseñar y aprender. ¿Entonces por qué no llevarse bien?
—Tomaré eso como un sí, Hoseok.
—Bien, te lo agradezco —musitó con un poco de timidez—. Y, ah, Namjoon... El ramo de la esquina es el más bonito, a mi parecer.
Volvieron a sonreírse, esta vez con algo de complicidad. Para Namjoon no había barreras entre las personas; si eras bueno, merecías y recibías cosas buenas... Entonces, Kim Yeong, ¿qué mereces tú?
♥
—Pronto será tu cumpleaños, Taehyung. ¿Qué deseas de regalo?
Taehyung miró a su padre mientras colocaba la barbilla en la mano. Además de decir que estaba anormalmente bondadoso, no se le veía molesto incluso si hacía unos cuantos minutos Sooyoung y su hijo habían abandonado la empresa después de que Jungkook discutiera con medio mundo.
—Mi cumpleaños... —murmuró pensativo. De hecho, el cumpleaños de su hermano estaba más cerca que el suyo, pero seguramente no era buena idea recordárselo. Yeong dejó de teclear y lo observó con cuidado, preguntándose el porqué de su estado letárgico y esa mirada ida.
—¿Otra vez te sientes enfermo? —preguntó con genuina curiosidad—. Te veo sonrojado y luciendo como... un estúpido...
Taehyung soltó una risa nerviosa ante eso; sabía muy bien que su estado se debía a lo que hasta hacía unas horas acababa de pasar con el pelinegro, pero no estaba en sus planes el hacérselo saber a su padre. Se reincorporó en la silla mientras carraspeaba, sin abandonar esa sonrisa idiota.
—Lo que sea que quieras darme de cumpleaños estará bien para mí, papá.
—Si te estoy preguntando es porque no sé —objetó Yeong con molestia—. ¿Un auto, otro reloj, un viaje? Sook quiere hacer una cena, como ya habíamos planeado, pero eso suena aburridor... Tú y yo sentados en una mesa por tres horas intentando forzar una conversación padre-hijo. No sé tú, a mí me parece una estupidez.
—Papá, tú ni siquiera lo intentas —murmuró el menor con una sonrisa triste—. Has declarado tu odio contra mí y ni siquiera te importa ocultarlo. Sé que nunca seré como Seokjin, pero... ¿No somos hermanos al final, no somos tus hijos de igual forma? ¿Qué tiene él que no tenga yo? —preguntó—. Siempre estoy intentando alcanzarlo, siempre trato de ser el mejor... Pero no entiendo a dónde tengo que llegar, de verdad no sé qué hacer para ganarme un poco de tu estima.
Yeong soltó un resoplido de frustración mientras cerraba la computadora. No sabía si debía responder a eso estando a puertas del magnánimo contrato con Nonzee o si debía esperar hasta que tuviera asegurado su dinero; no quería que Taehyung arruinara todo con uno de sus berrinches.
—Que quede claro que yo no te odio. Realmente no eres tan importante, ¿lo captas? —Juntó las manos en el escritorio con un segundo suspiro—. Pero verte... Me fastidia un poco. Eres el vivo recuerdo de tu madre; te pareces a ella, tienes su mentalidad y a veces te vuelves tan insoportable como Chaewon solía ser... Siempre tratando de ser unos santurrones, absurdo de verdad.
—Papá, tú estás hablando de la mujer con la que te casaste y a la que dices amar —musitó Taehyung—. No deberías referirte a ella de esa forma...
Su padre soltó una risa nasal.
—Es a lo que me refiero —señaló—. Alguien tan visionario como yo no necesita gente estancada como ustedes dos. Seokjin entendía mis ambiciones, podía confiar en él para ciertas cosas. Comprendía el poder del dinero, la importancia de la jerarquía y la necesidad de imponer su autoridad. No era perfecto; él siempre me hacía enojar con sus decisiones y elecciones, pero jamás me decepcionó... Siempre que yo lo veía, me veía a mí de joven, veía el futuro de la familia... Y luego estás tú —terminó de forma despectiva. Su mirada se oscureció al enfocarlo y brilló con rencor, casi con asco—. Es triste de verdad verte y tratar de compararte con él... Un caso perdido.
Un sonido gutural escapó de la garganta de Taehyung, que fue algo así como una risa combinada como un sollozo. Era chistoso poder confirmar de primera mano que su padre no le tenía ni siquiera el más mínimo aprecio, pero no dejaba de ser triste.
—Quizá el que ya está perdido eres tú, papá —murmuró tratando de sonreír—. Llevarás a lo que queda de esta familia a un hondo y oscuro pozo... Yo puedo aceptarlo, puedo soportarlo si eso te hace sentir bien, pero no quieras arrastrar a Sooyoung y a Jungkook contigo. Déjalos en paz.
—En paz —bufó Yeong. Abrió la poca para objetar al respecto, pero una fuerte punzada en su cabeza lo hizo encogerse en la silla mientras soltaba un sonoro quejido.
—¿Qué pasa? —Taehyung preguntó al verlo tomar su sien; él siseaba en voz baja, al parecer maldiciendo a alguien. No necesitó un amplificador para enterarse de que se trataba de Jungkook.
—No es nada... Seguiremos con esta conversación en casa. Ahora necesito descansar.
El menor lo vio levantarse de la silla con afán, casi tropezando con el escritorio en el proceso. Yeong le dijo que lo esperaría en el auto, mas Taehyung no pudo moverse una vez que quedó solo en la oficina. Muy en el fondo estaba sopesando las palabras de su padre, la manera en la que había adulado a Seokjin. Sabía que cualquiera podría decantarse por su hermano, pues bien que él también se sintió deslumbrado en alguna ocasión, ¿pero estaban hablando de la misma persona?
Cuando Taehyung pensaba en Seokjin, no era una mala persona la que llegaba a su mente; su hyung no se parecía al hombre que les dio la vida, no era malvado. Era alguien bueno y de sonrisa gentil. ¿Entonces a quién describía Yeong?
Taehyung frunció el ceño, sintiéndose repentinamente mal. No quería que la imagen que tenía de su hermano mayor cambiara; haría oídos sordos a cualquiera que se atreviera a decir que Seokjin no era ni siquiera la sombra de lo que él tenía en su memoria. Los recuerdos con él serían para siempre lo más sagrado que tenía en su vida, así que desechar las palabras de su padre fue lo primero que optó por hacer. Así estaba mejor... Huir de la realidad, siempre era mejor.
Jinie, tú fuiste un buen chico, ¿verdad?
Quiero que noten que Seokjin se viene (? POCO A POCO, pero lo hará :'') 💓
No sé, no me pregunten qué estoy haciendo con mi vida, actualizando todo y para colmo subiendo una nueva novela, SI DEBERÍA ESTAR HAcIenDo OtrAS CoSaS 😤
Vayan a darle un vistazo :'') Es puras rosas y chocolates, igual que esta historia 😂💓
Iba a hacer este capítulo más largo, pero mejor no :'') El otro capítulo sí lo será (creo) y de paso les diré lo de la pareja secundaria, que siempre lo olvido >:v 😂
¡Sonrían! 😁💓
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