23
dEsCaRaDo 🙄
Nuevamente, la entrada que sostenía en sus manos parecía esconder los secretos del universo. Taehyung había encontrado algo relajante en ver el pedazo de cartón rojo cuando creía que nadie le observaba. No quería dejarlo en casa, porque allí estaba vulnerable a que Sook lo confiscara. ¿Qué diría su agraciada mentora? Posiblemente le daría un desmayo. ¡Ir a una sucia feria! Inaceptable.
Taehyung se mantenía impasible mientras lo miraba, sintiéndose un poco como William Shakespeare. ¿Ir o no ir?
Él no quería un castigo. Dios, ya no quería más problemas con su padre. Las últimas semanas todo había sido tranquilo, pacífico, como se suponía que debía ser en una familia. Finalmente era el heredero de Yeong, un muñequito con un resorte en la cabeza que solo le permitía asentir.
Pero deseaba tanto ir...
—¡Qué tenemos aquí!
Taehyung jadeó asustado cuando la boleta le fue arrebatada de las manos; al levantar la cabeza, su mirada se encontró con la de Park Jimin. El pelinaranja, que sonreía como un tiburón, ondeó frente a él el valioso objeto como si se tratara de una insignificante bandera.
—Ow, ¿esto es una boleta?
—D-Dámelo, por favor —murmuró Taehyung con un poco de miedo, sintiéndose bastante como en una escena de película. Había burla en los ojos del mayor y algo de molestia, que combinados con su linda sonrisa podía convertirse en algo verdaderamente intimidante. ¿Cómo algo que resplandecía como un sol podía hacerte sentir en la oscuridad total?
—¿Vas a seguir evitándome o qué? —espetó Jimin colocando la boleta en su espalda—. Estoy bastante cansado de andar tras tu trasero mimado y que me ignores. Arreglemos esto de una vez.
El castaño exhaló para tratar de calmar su corazón desbocado. Estaba bien: estaban en la Academia, lejos de los ojos de su padre o de Sook. Podía hablar con él.
—Jiminie... —intentó.
—Jiminie —repitió él con una voz más aguada—. Jiminie nada. ¿Qué está mal contigo? ¿Por qué tengo yo que soportar que me trates como a una escoria pero tengo que escuchar al tonto de Jungkook hablando de su encuentro?
—Jimin, no enti...
—No, déjame hablar. —Jimin puso las manos en las caderas mientras daba un pisotón—. ¿Qué demonios te dijo tu padre? No, no respondas porque no me importa. Voy a ser tu amigo, no el de Yeong. ¿Te queda clara la diferencia o voy y busco la plastilina?
El menor se quedó callado unos segundos, sintiendo algo burbujear en su interior mientras libraba una batalla visual contra Jimin. No debía sentirse así, con una creciente sensación de rabia corroyendo en su interior, porque sabía que la lengua del pelinaranja era buena para, entre otras cosas, hacer sentir mal a las personas.
Había notado que esa era la manera en la que aquel malvado chico se defendía del mundo, pero no había justificación para que le hablara de forma tan hostil y mucho menos como si lo supiera todo al respecto.
—¿Y bien? ¿No vas a responder?
—¡Tú no entiendes nada! —estalló Taehyung levantándose; la silla de su asiento cayó hacia atrás por su brusquedad y Jimin tuvo que retroceder un paso—. Estoy harto, estoy harto de todo esto. ¡Estoy harto de todos ustedes! —chilló—. Dejen de tratarme como a un niño, dejen de decirme qué hacer, ¡dejen de decirme cómo comportarme!
Sus ojos se cristalizaron con cada palabra, pero eso no impidió que su voz saliera en un potente grito que alcanzó a rasgar su garganta.
—Pero Taehyung, yo...
—¡No! —Preso de su propia ira, tomó el puesto en donde estaba sentado y lo volcó, totalmente desesperado—. ¿Podré tomar mis decisiones alguna vez? ¿Puedo vivir o necesito pedirles permiso para eso también? ¿Por quién demonios me toman? —sollozó con voz rota—. Todos quieren que yo... Todos esperan algo de mí... Todos quieren imponerme sus reglas... Los odio a todos...
Poco a poco sus gritos mermaron y se convirtieron en susurros a medida que se dejaba caer al suelo para abrazar sus rodillas. Jimin estaba ligeramente boquiabierto por su actitud y sus palabras, incapaz de moverse o decir algo mientras lo veía romper a llorar. No estaba acostumbrado a lidiar con esa faceta de Kim Taehyung; jamás había conocido al chico desesperado que se escondía detrás de esa máscara de príncipe y mucho menos había visto nunca las lágrimas que se ocultaban detrás de su radiante sonrisa.
—T-Toma —balbuceó incómodo, extendiendo hacia él la entrada a la feria. Taehyung la manoteó con fiereza.
—Quédatela. Ya no la quiero —escupió entre sollozos—. De todas maneras no voy a poder ir. ¿Por qué? Bueno, soy un jodido muñeco al que la gente gusta de manipular. ¿Y sabes qué es lo peor? —Rio, su voz rota y cansada—. Que soy tan débil que no puedo cambiar eso. Mi trabajo en la vida es sonreír y hacer como que no pasa nada, que soy el chico perfecto que tanto me esfuerzo por ser... Para ustedes yo no soy nada.
Jimin sintió su pecho oprimirse al escucharle. Tan vacío, tan roto... Las lágrimas que caían por sus mejillas dejaban en evidencia la frustración y el dolor que Taehyung guardaba siempre en su interior, fuera del alcance de los ojos desaprobatorios que le castigarían por decir eso en voz alta.
El pelinaranja tragó fuerte mientras se acercaba a él. Debía ser horrible sentirse como un cero a la izquierda, alguien sin valor o tan siquiera importante para opinar.
—Eso no es verdad —susurró Jimin con voz queda—. Taehyung, tú vales mucho. Y no lo digo por consolarte. Hay... De verdad hay muchas cosas en ti que son admirables y...
—Cállate —le interrumpió—. No digas mentiras. No soy valiente, no tengo fuerza de voluntad y a las personas a las que les importaba ya están muertas. No hay nada de bueno en mí.
—¡Eso no es verdad! —Nada de eso es verdad. Jimin sintió rabia entonces, sentimiento dirigido única y exclusivamente a Seokjin. Eres tan mal hermano... Dejaste que Taehyung se ahogara en su miseria. Egoísta. ¿Alguna vez pensaste en alguien más que no fueras tú?
—¿Qué no es verdad, Jimin? —bufó el castaño, mirándole con ojos llorosos—. De todo el patético teatro que es mi vida, ¿podrías decirme qué más no es verdad?
Si tan solo supieras...
—Lo que dices, no es verdad —Negó—. Tú les importas a muchas personas... A-A mí no porque... Bueno, mira, Dios te quiere. Eso dicen, ¿no? Dios los quiere a todos y entonces... entonces...
El repentino abrazo le sacó un jadeo a Taehyung. Torpemente, Jimin lo rodeó con sus brazos y escondió su cara donde el castaño no pudiera ver las rebeldes lágrimas que decidieron escaparse de sus ojos. Era vergonzoso para él tener que hacer eso, pero lo necesitaba.
—Imbécil —susurró Jimin—. Lo siento... Por todas las cosas crueles que te dije. Bueno, quizá en el momento las merecías así que no me arrepiento mucho, pero... Mierda, eres una molesta pero importante existencia en mi vida. ¿A quién voy a molestar si no quieres estar conmigo? —Se atrevió a mirarle mientras esnifaba, encontrando los ojos rojos y algo aturdidos de Taehyung. A esa distancia se veían del color de una avellana, tan claros y cálidos que Jimin sonrió—. ¿Crees que mi vida ha sido un poco más fácil que la tuya? Taehyung... Tu padre nos dejó en bancarrota. Kim Yeong es el culpable de todo. ¿Sabes cuán humillante fue para mí tener que rogarle al director para que me dejara presentar exámenes para una beca? No fueron una, ¡sino tres! ¿Crees que para mí es fácil caminar por estos pasillos y tener que soportar los murmullos de estos malnacidos? Mira, el que quedó en bancarrota. Vaya, no te acerques a él o tendrás siete años de mala suerte —bufó—. Yo no tengo amigos aquí adentro, estoy tan solo como tú. Siempre he estado solo y mi actitud no es como si me permitiera hacer muchas amistades —Relamió sus labios, un poco nervioso—. Por favor... Por favor no trates de alejarme ahora que he decidido abrirte mi corazón. Eso me dolería un infierno y correría a lanzarme por el primer precipicio que encuentre...
—Jiminie... —lloriqueó Taehyung, antes de lanzarse para abrazarlo otra vez—. ¡Lo siento tanto! ¡Lo siento, lo siento, lo siento! —Jimin pronto sintió las lágrimas del chico humedeciendo su cuello y soltó una risa amena, devolviendo el abrazo—. Olvida todas esas cosas crueles que te dije, solo tenía miedo... ¡No eran ciertas! ¡Por favor no me odies!
Tonto, ¿cómo crees que podría odiarte?
—Sí, mira, deja de moquear en mi uniforme —remilgó el mayor, fingiendo una molestia que obviamente no sentía—. La lavandería no es muy barata, ¿sabes?
—Lo siento, en verdad lo siento —Taehyung volvió a disculparse, llorando ahora por el alivio y quizá felicidad—. Es que nunca... Nunca había tenido a nadie que se considerara mi amigo... Yo... Bueno, estoy feliz —sonrió a medias mientras limpiaba sus lágrimas. Luego limpió las de Jimin, aunque este se quejó—. Podríamos hacer pijamadas y...
—Ew, no, ¿qué te pasa? No tenemos siete años...
—Oh, lo siento...
—Ya deja de disculparte. ¡Me hastías!
—Tú deberías dejar de ser tan cruel, Jiminie.
—Toma —El mayor le tendió otra vez la boleta, pero Taehyung se rehusó a tomarla—. ¿Por qué? ¿Qué pasa?
—Es en serio que no podré ir, Jiminie...
—¿Por qué? —preguntó este confundido.
—Porque... Mi padre no es muy fanático de estas cosas y bueno... La persona que me invitó no es como si le agradara mucho. Va a castigarme —expresó con incomodidad, revolviendo su cabello.
—¿Eh? ¡No eres un niño! —exclamó—. ¿Con quién planeas ir? ¿Un mafioso?
—Jungkook...
Jimin parpadeó.
—Sí, mira, tenemos que romper esta boleta. ¿Alguien tiene un encendedor?
—¡Jimin, no! —Taehyung le arrebató la entrada al ver que sus intenciones de verdad consistían en destruirla para luego abarzarla contra su pecho con un puchero—. ¡Yo de verdad quiero ir!
—¿No encontraste un tipo más amigable para ir? De verdad, busquemos a un mafioso...
—Jungkook es agradable.
—Uy, sí, casi tanto como yo —bufó Jimin con sarcasmo mientras rodaba los ojos—. Es un mocoso escandaloso, grosero, antipático...
—Creo que no estamos hablando del mismo Kookie... ¿Jimin? —Taehyung frunció el ceño—. ¿Estás bien? Te está temblando una ceja...
—Solo... —carraspeó—. No vuelvas a llamarlo Kookie en mi sagrada presencia... Las galletas no tienen la culpa de su existencia.
—Tú de verdad lo odias, ¿no es así?
—No lo es, no seas mentiroso.
Taehyung soltó un suspiro mientras volvía a recostarse a la pared. Se preguntó dónde demonios podría estar su maestro de inglés y por qué nunca llegó a su clase, pero agradecía el tiempo libre porque al menos había hecho algo bueno y eso fue hacer las paces con Jimin.
—¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
—No es nada —murmuró sonriendo.
—Si es así... —Jimin le miró con recelo antes de que volviera a adoptar una expresión tristona, dirigida hacia la boleta. Soltó un suspiro casi imperceptible, mientras se preguntaba qué tan importante era para Taehyung ir a una tonta feria... ¿Y por qué Jungkook no había dicho nada al respecto todas las veces que se encontraron en la guardería? Eso era indignante, sobretodo como guardaespaldas personal de Taehyung. Si ese chico quería pasarse de listillo sin duda iba a poner sus grandes dientes en una repisa después de arrancárselos uno por uno...
—Jiminie, ¿por qué sonríes así? —murmuró Taehyung con algo de miedo.
—Nada, no es nada tampoco.
Ambos soltaron una risilla mientras se miraban y el silencio que le siguió a eso fue bastante oportuno. Jimin suspiró con fuerza después de pensar un poco en la situación y se regañó a sí mismo por siquiera estar considerando la idea, pero no podía dejar el tema así.
—Taehyung, tú deberías ir a esa feria —murmuró.
—Pero...
—Yo me haré pasar por ti.
—¿Qué?
—Eso. Tú ve a divertirte y yo... Me encerraré en tu cuarto para que crean que sigues allí. Te harás el enfermo en la mañana y del resto me encargo yo.
—Pero Jiminie... ¿Cómo entrarás? Sook no es tonta. Tenemos distinta voz y...
—Estarás enfermo, ¿no? ¿Qué importa?
—Pero...
—BUENO, ¿QUIERES IR O NO? DE NADA ME SIRVE JUGAR A SER ESPÍA SI TÚ NO QUIERES COOPERAR.
—¡Sí quiero!
—Bien, Kim Taehyung... Nos vemos el sábado en tu casa. ¡Déjamelo todo a mí!
1. Yo necesitaba arreglar el Vmin primero porque el Vmin me da paz :')
1.1. Respecto a las parejas secundarias... Por favor revisen las etiquetas :') *cofcof*vmin*cofcof*
2. Todos quisieran un amigo como Jimin bai
3. Yo necesitaba poner el gif de Taehyung sí o sí, qué decirles
4. Houston, tenemos un problema. Yo les prometí maratón (y ya lo escribí >:v), pero me salió de cinco capítulos (contando este), creo... Y no subiré cinco capítulos de un tirón🤗 Porque pronto viajaré y allá donde estaré no hay internet🙄 Entonces debo actualizar con los datos y no c k tan rápido pueda. So... No sé si quieran darme sUgErEncIaS :v Porque mi única opcion por el momento es subir un capítulo día de por medio, lo normal :'')
Una señora me pidió ayer que sonriera... Fue tan raro... Entonces... ¡Sonrían! 😁💓
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