Capítulo 5: Ignición
Frente a la puerta de su chico, Shoto dudó unos segundos. Le dijo que simplemente entrase, pero... no estaba seguro si sería realmente inapropiado. Tenían confianza, pero a él también le habían enseñado a ser educado. Por eso mismo, decidió tocar la puerta por si acaso antes de abrir.
- Con permiso – susurró antes de asomar el rostro.
Todo estaba oscuro. ¿No había vuelto aún de casa de su madre? Pocas veces había estado en ese cuarto, así que buscó con la mirada un reloj para poder ubicarse. En la mesilla había uno con la silueta del héroe número uno. ¡Llegaba a tiempo! Entró al cuarto y cerró la puerta tras él. Quizá había ocurrido algo y Deku se retrasaba un poco. Si ése era el caso, ¿era preferible esperar en su cuarto o era mejor retirarse y que Deku le buscase cuando llegase?
Pensaba en una solución al problema cuando el ruido de agua llegó a sus oídos. Había sido muy sutil, casi como si alguien se moviera dentro del líquido más que un chorro. Miró hacia el baño, había algo de luz bajo la puerta. Muy tenue pero le indicaba que quizá Deku siíestaba allí.
- ¿Izuku? – preguntó Shoto por salir de dudas.
- Estoy en el baño – escuchó que decía. ¡Le tocaría esperar a que saliera!
Si por él fuera, habría entrado sin problemas, pero conociendo lo tímido que era Deku, prefería no entrar. Revisó dónde podía sentarse a esperar, hasta que escuchó la voz de su novio.
- ¿Entras? – preguntó Izuku.
¿Había dicho entrar? ¿Era una invitación? Shoto tragó hondo. Sólo con imaginarse a su novio desnudo dentro de la bañera, ya conseguía excitarle. Pero quizá no estaba desnudo, quizá ya había terminado de ducharse y hasta estaba vestido. Puede que fuera a secarse el cabello o a saber...
Caminó hacia la puerta del baño y la empujó levemente. Respiró hondo antes de armarse de valor y acceder al interior, luchando por no mirar. Cerró la puerta tras él y se giró para ver el suelo lleno de pequeñas velas. Ahora entendía la tenue luz que había visto por la ranura de la puerta.
Sus ojos siguieron el camino de velas hasta la bañera. Deku estaba dentro, sólo podía ver su cabello revoltoso, nada húmedo aún, como si no hubiera hundido la cabeza; sin embargo, todo su cuerpo estaba dentro del agua. Parecía relajado. Deku le miró con una ligera sonrisa y un rubor en sus mejillas. ¡Nunca había hecho algo así y le daba vergüenza!
¡Rojo como un tomate! Era la primera vez que Deku veía de esa forma a su novio. Le miraba fijamente, pero tan rojo, que pensó que iba a explotar como un cohete. Shoto tragó saliva, imaginándose lo que habría tras lo que ocultaba el agua y la bañera. Deku desnudo, eso era lo que había al otro lado y era lo que volaba en su mente, su imaginación le estaba excitando a sobremanera sin siquiera haberle visto directamente.
- ¿Shoto? ¿Estás bien? – preguntó Deku completamente cohibido.
Una llamarada envolvió el cuerpo de Shoto. Deku, asustado ante aquello, intentó echarse un poco hacia atrás gritando un sonoro "wowww". Ni siquiera entendía cómo había entrado su novio en ignición espontánea, pero cerró los ojos, poniendo las manos delante de su rostro ante el inmenso calor.
Las llamas se apagaron de golpe y Deku abrió los ojos para ver a su chico completamente desnudo. ¡Había calcinado hasta su ropa! Y caminaba con rapidez hacia la bañera pese a lo rojo que estaba ahora Deku al ver aquello. ¡Sin duda alguna su chico estaba excitado!
De un salto, se metió en la bañera, colocándose encima del cuerpo desnudo de Deku y atrapando sus labios con pasión.
- Shot... - trató de hablar Deku antes de sentir los posesivos labios de Shoto devorarle.
Ni siquiera intentó ir deprisa. Shoto subió su mano al cuello de su novio, apoyando el pulgar en su mejilla para tener mejor acceso a sus labios. El agua se movía a cada movimiento de sus cuerpos desnudos.
Deku cerró los ojos para disfrutar de los labios de su chico, para disfrutar de las sutiles caricias que recibía. ¡No sabía qué hacer con sus manos! ¿Debía colocarlas en el rostro de Shoto? O quizá... ¿Era mejor bajarlas hasta su cintura? Pero eso le daba más vergüenza. Ambos estaban completamente desnudos. ¡Segunda base! Shoto quería llegar a esa segunda base y él estaba allí pensando otra vez en su maldita timidez. Si bajaba un poco las manos, Shoto no le diría nada porque quería realmente avanzar.
Bajó tímidamente las manos por el cuello de Shoto. Sus hombros eran amplios y su espalda ancha y fuerte. No bajó de su espalda, no era capaz de ir más allá de ese punto pese a sentir el miembro erecto de su chico presionando contra el suyo.
Un gemido se escuchó cuando el brazo derecho de Shoto rodeó la cintura de Deku, atrayendo más su cuerpo desnudo. Shoto quería sentirle completamente y se negaba a soltar sus labios. ¡Por fin conseguía pasar su brazo por la cintura! Al menos tocaba piel, eso pensaba Shoto. Acababa de entrar en la segunda base y Deku no pareció impedírselo de ninguna forma.
- Shoto... yo... – intentó hablar Deku ante la vergüenza del momento. Prácticamente su novio había quemado su ropa y se abalanzó sobre él, pero seguía siendo incapaz, pese a ver esa excitación, de continuar bajando las manos.
Shoto sonrió. No le hacía falta escuchar lo que su novio quería decirle, imaginaba lo que ocurría. ¡Era tímido! No se atrevía a bajar más las manos de su espalda, por eso mismo, apartó la mano izquierda del rostro de Deku y tomó una de las manos de su chico para bajarlas hasta su trasero.
- ¡Madre mía! – susurró Deku al tocar las nalgas de su novio, consiguiendo que Shoto sonriera por ese sonrojo tan gracioso que salió en las mejillas de Deku.
Eso era claramente una invitación de "haz y toca donde quieras", sin duda alguna, Deku pilló lo que quería decirle su novio. Apretó los dedos sobre su nalga. ¿Cuántos habrían deseado tener a Shoto de esa forma? Y él... era afortunado por estar en ese instante allí a su lado.
Su mano libre la apresó con fuerza en la nuca de Shoto para poder volver a unir sus labios. Esta vez fue Deku el que tomó la iniciativa. Los dos cerraron los ojos, sin embargo, gimió suavemente al notar la mano de Shoto en su entrepierna. Movía sus dedos con mucha suavidad, desplazándolos por su abdomen y provocando cierto cosquilleo en su muslo. Le gustaba esa sensación, pero no pudo evitar un respingo al sentir el tacto de sus yemas rozar su miembro.
Como chico, admitía que se había masturbado más de una vez, sin embargo, nunca antes había experimentado algo similar. Era un placer diferente cuando no controlabas tu propio placer, cuando era otra persona la que acariciaba.
¡Segunda base completada con éxito! No era ya sólo haber conseguido acariciar su cuerpo o abrazarle, sino que consiguió llegar a su miembro y Deku no se había echado atrás. De hecho, pareció todo lo contrario. Aquel gesto hizo que Izuku también moviera su mano hacia la parte frontal de Shoto. Completamente avergonzado, tocó con suavidad el miembro de su chico.
Deku sonrió entre besos. Finalmente habían pasado a la segunda base y escuchaba los ligeros jadeos de Shoto. ¡Le gustó escuchar esos varoniles gemidos! Y Shoto no pareció demasiado preocupado o tímido con aquello. Todo lo contrario, pareció disfrutar, dejándose escuchar y haciendo entender a Deku que le gustaba lo que hacía.
- Ey, Izuku... ¿Por qué no te sientas fuera un momento?
No entendía exactamente a qué se refería, al menos al inicio. Miró a su espalda, detrás de él había un pequeño banco de azulejo donde poder sentarse.
- ¿Tercera base? – preguntó Izuku algo cohibido.
- ¿Te apetece probarla o voy muy rápido?
- Quiero probarla. Quiero avanzar contigo.
Izuku deslizó su cuerpo por la bañera para subir hacia el banco, siendo ayudado por Shoto de inmediato. La bañera era un poco resbaladiza, pero Shoto se arrodilló y sostuvo a Deku para subirle y sacarle fuera del agua. La vergüenza se apoderó una vez más de él. Antes el agua le cubría, pero en ese momento, sentía que Shoto tenía una visión perfecta de todo él desnudo.
Fue Shoto quien apartó sus temblorosas manos de la intimidad y agarró con suavidad el miembro de Deku. Cerró los ojos para evitar que Izuku tuviera más vergüenza, aunque era casi imposible no sentirla incluso así. Shoto sacó la punta de su lengua y lamió sensualmente la punta del miembro de Deku.
¡Tercera base! Por fin llegaban a la tercera base y ninguno quería parar ahora. Era cierto que la primera vez les resultaba tremendamente embarazosa a ambos, pero Shoto estaba dispuesto a zanjar ese asunto hoy si Deku se lo permitía. La segunda vez sería mejor, y la tercera más todavía hasta que finalmente, ninguno de los dos volvería a caer en la timidez por lo que hacían. Todo en su relación sería mucho más fácil una vez superasen ese bloqueo.
Izuku se tapó la boca enseguida, mordiendo su muñeca para evitar que un jadeo más audible que los otros se escuchase cuando una de las manos de Shoto acarició sus testículos. Su boca no dejaba de moverse. No es que fuera un experto, de hecho, parecía estar probando diferentes cosas como si buscase qué era lo que más placer podría darle.
A veces jugaba sólo con la punta de su lengua, otras, succionaba o metía parte de su miembro en la boca, jugaba con diferentes ritmos a meterla y sacarla en su boca, hasta llegó a lamer sus testículos, cualquier cosa con tal de aprender y saber qué era lo que más le gustaba. La verdad era que, hiciera lo que hiciera, lo estaba disfrutando pese al sonrojo de Deku y de no saber qué hacer.
Lo único que se le ocurrió fue facilitarle el acceso abriendo un poco sus piernas. Ni siquiera sabía dónde colocar sus manos, hasta que finalmente, la que tenía libre se posó sobre el exótico cabello blanco y rojo de su novio, acariciándole y enredando sus dedos en él en agradables caricias.
- Shoto – susurró.
Shoto alzó la mirada, dejando todo lo que tenía entre manos para poder observar con sorpresa lo que su novio querría decirle. Quizá quería que parase, puede ser que estuviera yendo rápido para su gusto. Deku miró esos ojos que tanto le gustaban. Uno de cada color, tan raros como atrayentes.
- ¿Podría... intentarlo yo? – preguntó.
¡Una sonrisa escapó de los labios de Shoto! Se alejó sutilmente de su novio y afirmó con un movimiento de cabeza y una agradable sonrisa.
- Cambia conmigo entonces – susurró Deku, dejándose resbalar por una de las paredes de la bañera y metiéndose en el agua bajo el cuerpo de Shoto. Éste se lo permitió antes de ponerse en pie y sentarse donde anteriormente había estado Deku.
El sonrojo de Deku aumentó. Su novio estaba acostumbrado a desnudarse y de hecho, no tenía demasiado pudor en hacerlo, pero sí pareció sonrojarse ligeramente cuando Deku se agachó frente a su miembro. ¡Estaba más erecto que él! Lo que le dejaba intuir a Izuku, que realmente su chico estaba ansioso por tener sexo con él. Estaba muy excitado. Si alguna vez tuvo dudas sobre si su cuerpo lleno de cicatrices sería atractivo en algún momento, ahora ya no las tenía. A Shoto no parecía importarle, de hecho, sólo con ver su miembro sabía que realmente su cuerpo herido y magullado aún le excitaba tanto como si no hubiera tenido las cicatrices. Shoto siempre sería especial. No era de los que se fijaba demasiado en el físico, le amaba a él por como era, por el conjunto.
- Allá voy – susurró Deku, colocándose mejor entre sus piernas y sacando la lengua para imitar lo que anteriormente, hacía su novio.
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