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Capítulo 2: Segunda indirecta

Deku revisaba toda la estantería de su cuarto en busca de alguna película entretenida que ver. La gran mayoría era sobre All Might, pero teniendo en cuenta que ayer vieron su favorita, pensó en llevar algo diferente. Quizá una de aventuras no estaría nada mal.

¡Tres meses! O más o menos ese era el tiempo que llevaba saliendo con Shoto, tampoco es que contase los días exactos y para ser sincero, ni siquiera recordaba el día concreto en que se dieron el primer beso o cuando formalmente decidieron ser novios puesto que llevaban un tiempo saliendo cuando hablaron sobre el tema.

¡Aventuras! Sí, esa película seguro que le gustaría mucho a Shoto. Él siempre había sido un chico al que le gustaba ser un héroe, era su sueño igual que el suyo, así que una película sobre esa temática sería genial. Movió con suavidad el dedo índice sobre la carcasa para poder sacarla del estante donde guardaba toda su colección de películas.

La sonrisa inicial cesó unos segundos. Estaba tan a gusto saliendo con Shoto y, aun así, temía hacer algo mal y que todo se acabase. ¡Era una tontería! Porque su novio no le había comentado nada, lo que le hacía intuir que debía ir bien la cosa, aunque a veces, sentía que algo no estaba bien del todo. ¡Seguía sin poder besarle! Al menos iniciar él cuando, en el fondo, se moría de ganas por probar sus labios una y otra vez. Tenía demasiada vergüenza a ser rechazado, a hacerlo en algún momento inapropiado o... a cometer algún error que fastidiase lo bien que estaban. Por eso mismo, seguía dejando que Shoto diera el primer paso.

Con la carcasa ya en la mano, frunció ligeramente el ceño. ¡Estaba decidido! ¡Hoy iniciaría él ese beso! Costase lo que costase, lo haría. No estaba dispuesto a dejar que siempre fuera Shoto, él quería también conseguir que esa relación funcionase. Tenía que espabilar.

Sonrió con sutileza y se levantó del suelo para ir a la habitación de su novio. Había quedado a las cinco. Echó un vistazo al reloj de su dormitorio por una sencilla razón, no quería llegar demasiado pronto y que su chico no estuviera listo, como ayer, aunque reconocía que haberle visto sólo con esa toalla, le había gustado a la vez que avergonzado a sobre manera.

Cerró la puerta tras él y caminó por el pasillo hacia la de su novio. Para su sorpresa, al girar la esquina, tuvo que echarse atrás al ver cómo Bakugo sin miramiento alguno, impulsaba el cuerpo de su novio contra la pared por donde él iba a pasar, prácticamente, comiéndole la boca sin vergüenza alguna. Deku abrió los ojos ante aquello, ni siquiera se habían dado cuenta de que él iba a pasar cuando le empujó contra la pared.

Mejor pasar desapercibido, fue lo que pensó Deku, intentando cruzar tras la espalda de Bakugo y seguir por el pasillo. Sin embargo, la voz de su compañero le detuvo unos instantes. No era un insulto y la voz era algo más suave, así que supo que Kirishima era quien le hablaba.

- Ey, Deku. ¿A dónde vas? – preguntó, consiguiendo que Bakugo le mirase con cierta molestia, chasqueando la lengua en seña de frustración.

- Sólo... a la habitación de Shoto. Lamento molestaros, vosotros a lo vuestro – intentó irse de allí, pero la voz y sonrisa engreída de Bakugo le hicieron detenerse una vez más.

- Ohhh. ¿Sonrojado? ¿Es que no besas así a tu chico? – preguntó sin duda alguna, dándose cuenta de que Deku era demasiado tímido para hacer algo tan atrevido como aquello – patético.

¡No es que se estuviera metiendo con él! O no mucho, aunque Deku entendió lo que su compañero quería decirle. Sí se sentía un poco patético al no ser capaz de ser tan impulsivo, de reclamar un beso tan pasional como Bakugo hacía. En cierta medida, le tenía un poco de envidia a esa capacidad por lanzarse sin miedo alguno.

- Ese chico no esperará eternamente – se quejó Bakugo.

- ¡Bakugo! – se quejó Kirishima, tratando de relajar el ambiente tenso que su novio estaba creando – no le hagas caso, Shoto está realmente enamorado de ti.

- ¿Y lo sabes por su gran expresión en el rostro? – volvió a quejarse Bakugo.

¡! Shoto era conocido por su seriedad y tranquilidad, rara vez dejaba escapar alguna suave y casi tímida sonrisa. ¡Bueno, a veces tenía esa llena de arrogancia! Pero sobre todo cuando luchaba contra algún villano. Deku observó cómo Kirishima le daba un codazo a Bakugo en la cadera para que se callase, lo cual hizo sonreír a Deku. Ese chico sí sabía cómo manipular suavemente a su pareja sin hacerle pensar que perdía el control de toda situación.

- Llegaré tarde, os veo en clase mañana.

- En serio, qué antipático eres a veces – se quejó Kirishima al ver que Deku se perdía por el extremo del pasillo.

- ¿Yo? ¿He dicho alguna mentira?

- Shoto no iba a cansarse de él y lo sabes.

- Quién sabe... lleva más de un mes lanzándole indirectas.

- ¿Indirectas? ¿De qué?

- Imagino que quiere hacer un Home Run – sonrió Bakugo con cierta prepotencia – pero ni siquiera consigue llegar a segunda base, lo que me recuerda que tú y yo lo dejamos ayer precisamente ahí.

Una sonrisa apareció en el rostro de Kirishima, porque seguramente hoy, seguirían practicando la segunda base el tiempo que iban a estar juntos.

***

Shoto abrió la puerta, hoy vestido. ¡Tuvo bastante con ver la cara de vergüenza de su novio ayer! Intentó pasar a segunda base y no funcionó su plan. Hoy volvería a intentarlo con un plan mucho más atrevido de lo normal. Todo estaba listo, sólo debía despistar a Deku un rato.

Frente a él, en cuanto la puerta se abrió completamente, Deku apareció ante sus ojos notablemente acalorado. Debió venir corriendo e instintivamente, sacó la cabeza al pasillo para ver si había tenido alguna clase de problema.

- ¿Estás bien? – preguntó Shoto al verlo intentar recuperar el aliento.

- S-Sí – exclamó – sólo... me he cruzado a Bakugo en el pasillo.

- ¿Te ha dicho algo que te haya molestado?

Deku elevó la mirada con sus manos todavía apoyadas sobre sus rodillas. Shoto siempre se preocupaba demasiado por él, sobre todo conociendo el pasado de ambos. Prefirió sonreír para demostrarle que todo estaba en orden.

- Está todo bien. Se daba el lote con Kirishima en el pasillo.

- Ya veo – sonrió Shoto – veo que has traído algo de aventuras.

- Ya sabes que me encantan las películas, tengo muchas en el cuarto. Esta está genial, te gustará.

- Entra.

¡Sus labios! No podía dejar de mirar sus labios. Con lo que había visto en el pasillo, ¿por qué él no era capaz de lanzarse ahora mismo sobre su novio y comerle la boca como hacía Bakugo? El sonrojo se apoderó de sus mejillas y sus piernas temblaban. Shoto, en cambio, se había apartado de la puerta para dejarle entrar, todavía sosteniéndola con su mano.

- ¿Seguro que estás bien? – preguntó al ver que Deku no dejaba de mirarle completamente atónito.

Debía hacerlo. Sus latidos se intensificaban, tanto... que creyó que su corazón desbocado saldría de su pecho. Debía lanzarse, sólo tenía que atrapar sus labios y entonces, con la carcasa de la película bien sujeta entre sus dedos, se incorporó y se lanzó sobre el cuello de su chico.

De inicio, Shoto pareció sorprenderse, sobre todo al sentir los labios de su novio. ¡Era la primera vez que él iniciaba un beso! Estaba realmente anonadado con aquel milagro y, a la vez, terriblemente feliz por presenciarlo al fin. Sacó la lengua y buscó la de Deku, jugando con él para darle confianza en el beso.

- Vaya... – susurró Shoto.

- ¿Ha estado mal? – preguntó Deku con algo de temor.

- Para nada – sonrió para relajar el ambiente – todo lo contrario. Ha estado muy bien.

Los dos entraron en el cuarto. Deku se dirigió directamente al portátil como siempre. Colocaría la película, pero incluso antes de abrir la carcasa, el quejido de Shoto le hizo darse cuenta de que algo no iba bien.

- Lo siento, se me ha olvidado comprar refrescos y...

- ¿Quieres que vaya? Las máquinas expendedoras están ahí al lado.

- ¿No te importa?

- No, claro que no – sonrió Deku – dame un segundo, vuelvo enseguida.

¡Todo iba según su plan! Era fantástico que Deku siempre hiciera esa clase de cosas, porque le daba margen para llevar a cabo su magnífico plan. Tal y como Deku salió por la puerta, Shoto corrió a la estantería de al lado y sacó el CD con la nueva película que verían, sustituyéndola por la de la que aún estaba dentro de la carcasa. ¡Si esto no encendía a Deku y le hacía entender lo que buscaba... ya nada lo haría!

Deku regresó en unos segundos con un par de latas de refrescos y su brillante sonrisa. Shoto no podía dejar de pensar en ese cabello revoltoso, en su sonrisa, en sus ojos llenos de vitalidad que le volvían loco. ¡Realmente quería armarse de valor y pasar a segunda base con él! Deseaba sentir sus abrazos, pecho contra pecho, su piel rozándose, las caricias... ¡Soñaba con ello todas las noches!

Con un perfecto y suave lanzamiento, la lata llegó hasta las manos de Shoto, dejándola entonces sobre la mesilla antes de sentarse en la cama. Deku, que acababa de quitarse las zapatillas nuevamente, se lanzó sobre el colchón de rodillas, sacando el CD recién cambiado y poniéndolo en la disquetera.

¡La reproducción fue inmediata! Aquello creó varias reacciones: una, la de Shoto que miraba expectante cómo se tomaría eso Deku y, por otro lado, Deku, que no entendía qué había puesto, revisando la carcasa una vez más sin entender qué hacía ese tipo de películas en su colección y en una caja que nada tenía que ver.

- Vaya... – susurró Shoto al ver cómo el hombre comenzaba a desvestirse, acariciando todo su cuerpo con las manos y tratando de calentar a otro chico más joven que salía en la película.

- ¡Dios Santo! No veas esto – intentó ponerse Deku delante completamente rojo.

¿Qué hacía una película de porno homosexual en la carcasa de su película? ¿Quién la habría puesto ahí? Estaba completamente seguro de que él no tenía ese tipo de vídeos.

- Ey, no pasa nada – intentó calmarle Shoto, aunque Deku seguía poniendo sus manos en medio de la pantalla tratando de que no viera el contenido.

- ¿Qué?

- Que no pasa nada. Bueno, no sé por qué has traído algo así pero... – sonrió Shoto – podemos verla si quieres. No tengo problema con esto.

¿Qué decirle? ¡Había visto alguna película porno! Como casi todos los chicos y estaba seguro de que Shoto también, pero nunca jamás, la había visto acompañado y menos una homosexual. En parte, sentía curiosidad por saber lo que vería y, por otra parte, le daba una vergüenza sin igual sabiendo que estaba su novio al lado.

¿Pillaría Deku finalmente sus indirectas? Shoto se lo preguntaba y no dejaba de mirar su rostro, hasta que consiguió que se tumbase a su lado completamente cohibido.

- Bueno... supongo que podríamos ver un trozo.

¡Conseguido! Ahora sólo debía continuar el plan. Empezar con la primera base y lentamente... llegar a la segunda. Ni siquiera estaba pensando en sexo, sólo en alcanzar la maldita segunda base de una vez. Los jadeos eran lo único que escuchaban en esa película, excitando a ambos con las imágenes que veían.

- Izuku – susurró Shoto su nombre, consiguiendo que éste voltease su rostro para mirarle.

Shoto se acercaba a él, lentamente, sosteniendo con un par de dedos la barbilla de su novio. ¡Su corazón volvía a latir desbocado! Mirar los ojos de Shoto era como hipnotizarse. Realmente era un chico muy seductor y nunca se cansaría de mirarle, menos cuando tenía ese ligero sonrojo en sus mejillas. Él también tenía un poco de vergüenza y entonces... unieron sus labios, escuchando todavía los gemidos de la película de fondo. ¡No podía hacer otra cosa! Profundizó el beso, extasiado y excitado por lo que se reproducía y el tener a Shoto completamente embelesado en él. ¿Quién no desearía tener a Shoto así?, pensó Izuku en ese instante.

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