Quisiera poder entregar mi corazón,
Que el peso de mi cariño sea satisfacción.
Hipnotizar tu belleza con la suave sensación
Del susurro, en tu oído, de mi respiración.

Quisiera hacer sonreír al cielo,
Confesarle al viento que no tengo miedo.
Vagar sin camino entre la gente y luego,
Voltearme y ver a la persona que quiero.

Quisiera decir mis locuras internas,
Que se vuelven mar bravío y hasta tormenta.
Creer que mis labios de loca comentan,
Lo que me hace que yo para ti sea eterna.

Quisiera afrontar los problemas con cordura,
Pensar en la vida con el alma pura.
Confiar en mi fuerza y mi mente madura,
Y seguir adelante si el camino perdura.

Quisiera de tu mano jamás soltarme,
Pues tu ser a este mundo ha logrado atarme.
En lo que más aprecias poder convertirme,
Y hasta el día del juicio por tu vida morirme.

(Quisiera que fueras un poco como yo,
Para no envidiar tanto lo que me faltó.
Un trozo de cristal que mi fuerza superó,
Un espejo que mi confianza con el tiempo alejó.)