ASI INICIA...
¿Qué les puedo decir de mí?
Mi nombre es Aioros Vlachos, y quiero compartirles mi historia...
Soy de Grecia, mi padre Sísifo era teniente de policía por lo cual yo elegí seguir su profesión, se jubiló y vive con mi madre Sasha y tres gatos cerca al mar , mi hermano menor Aioria es arquitecto y vive con su esposo muy cerca de donde vivo.
Todo empezó un lunes, al ingresar al trabajo mi jefe inmediato Docko Jwan me solicito en su oficina, yo acudí de inmediato. Hace tiempo estamos tras la pista de una peligrosa y organizada banda de trata de blancas, teníamos bastante información y por lo que me dijo ya se tenía la ubicación exacta de la mayoría de los delincuentes, iríamos la mayoría de patrullas, el me miro con determinación y me ordeno llevar compañía, a lo que yo me negué. El insistió pero yo dije de inmediato que iría solo... como siempre. Aioros es momento de enterrar el pasado y seguir adelante, volver a la normalidad, no eres culpable de nada, me dijo cerré los ojos, me apresure a salir, nada podía cambiar mi decisión. El solo suspiro y accedió diciéndome un ¡cuídate Aioros".
Todos en la estación me conocen por mi seriedad y carácter solitario, no socializo con nadie, solo lo estrictamente necesario, pero... no siempre fue así.
Hace seis años tenía una compañera de trabajo con quien solía hacer las patrullas de rutina o cumplir con los llamados de las personas que piden el servicio, éramos inseparables, ella tenía un carácter amable y fuerte a la vez, viuda, madre de dos pequeños Seika de 5 años y Seiya de 3, un día mientras acudíamos al llamado por robo a un banco, entramos en el juego cruzado de los asaltantes, estaban armados y no dudaron en disparar al observar la presencia policial, ella me dijo que esperáramos a entrar cuando estuviera seguro, yo no le hice caso, y me apresure a ingresar al salón donde los delincuentes tenían los rehenes, ella observo lo que yo en mi afán no vi, uno de ellos estaba en el otro lado y me apunto, escuche sus gritos pero era tarde así que ella corrió y se interpuso recibiendo de lleno la ráfaga de disparos que iban dirigidos a mí, mire con horror como sus cuerpo ensangrentado caía al suelo, mis compañeros abrieron fuego y acabaron con aquel que disparo a mi compañera, olvide por un momento la principal misión, arrastre su cuerpo detrás del auto mientras gritaba por ayuda, por una ambulancia, tome su mano y con mi mirada le suplicaba que se quedara con migo, que luchara por su vida, ella sonrió y me dijo los nombres de sus niños mientras me pedía que los cuidara y velara por ellos, tome su mano y vi con el corazón roto como lágrimas descendían por sus ojos mientras se cerraban para siempre y la sangre empezaba a escurrir de su boca. Fue la imagen que destrozo mi alma, fue mi culpa, por mi imprudencia ella murió, por mi culpa deje a dos angelitos sin madre, esos niños que ya habían perdido a su padre en un accidente de tránsito ahora se quedaban sin su madre, su heroína, debí ser yo, no ella. Me prometí nunca más tener un compañero, no volvería a arriesgar la vida de alguien, si moría seria yo solo. Marín tenía unos cuantos familiares pero ningunos quiso hacerse cargo de los pequeños, otros dijeron que podían hacerse cargo de ellos pero por separado y conociendo a Marín sería algo que no hubiera querido, mi hermano Aioria estaba casado con un hermoso joven hindú llamado Shaka y su mayor deseo era formar una familia por lo cual luego de trámites legales les concedieron la adopción de los dos pequeños, estaban fascinados con ellos y los niños luego de recibir acompañamiento psicológico están en perfectas condiciones, mi hermano y mi cuñado son padres amorosos, responsables y han creado un laso afectivo muy fuerte, en la actualidad Seika tiene 11 años y pronto empezó la educación secundaria y asiste a clases de gimnasia, Seiya tiene 9 y es un niño inteligente, alegre y bromista, va a la escuela y asiste a clases de natación. Podría decirse que con amor, estando juntos están teniendo una vida plena, saben que su madre era policía y cada mes van a visitar su tumba y dejarle flores, la recuerdan como aquella mujer valerosa y su heroína, yo soy su tío protector, esos niños son mi vida, son esa luz en mi mundo de tinieblas, esa luz que Marín me dejo para soportar la culpa, daría mi vida porque ellos estén bien.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro