Estamos en guerra no es momento de prepararse sino de entrar en acción. Debes tener la armadura que te he dado ya puesta para así poder protegerte y defenderte del maligno. Recuerda que esta guerra no es contra sangre y carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo y contra regiones celestes.

Recuerda que debes llevar puesta toda mi armadura para poder resistir el día malo y estar firme. Recuerda que debes ceñir tus lomos con la verdad y vestirte con la coraza de justicia y llevar puesto el calzado de mi evangelio de la paz. No te olvides del escudo de la fe con el cual podrás apagar todo dardo de fuego del enemigo de tu alma. Tomad el yelmo de la Salvación y junto con él la espada del Espíritu la cual es mi Palabra.

Todo debe estar acompañado de obediencia, ayuno y oración en todo momento y con toda súplica en el Espíritu por todos mis santos y con toda perseverancia. Debes estar velando en todo tiempo solo así podrás ganar la guerra.

No temas ni desmayes pues yo estoy contigo en todo tempo. Solo esfuérzate y sé valiente porque yo estaré contigo no te dejaré ni te desampararé yo te llevo de mi mano. Jesús.