Dijo quién era y lo que era

hasta donde se conocía;

lo que sentía

y lo que no,

aunque no le creían.

Sembró expectativas

todas reales,

de incondicional ser;

renunció a lo que quería

por ver a otros estar bien;

y tampoco bastó.

Se decepcionó,

y se traicionó cada día;

para ser fiel y leal

a sus deseos de bienestar

para los demás,

por encima de su propio bienestar.

Si hubiese sido más fiel a él,

su egoísmo hubiese triunfado;

cumplir su promesa,

a cambio de un futuro enredado.

Su conducta ambigua,

detenía un alma asesina;

asesina de lo bueno,

asesina de lo correcto,

de lo más conveniente,

a costa de su imagen,

de leal y verdadero.

Sacrificó su credibilidad

por verle en mejores brazos,

sacrificó un rato,

¡su rato!.

El anhelo de ambos

¡su fiel anhelo!

para no ser visto como héroe

sino como villano.

Sí, fue infiel;

nunca pudo serse fiel

más que a la idea de

evitar hacer más daño.

Sí, fue desleal;

abandonó sus intereses

por atender los intereses de los demás.

Ama a otros, como a ti mismo;

¿cómo serle fiel a sus ideas?

que también eran buenas,

pero los demás no estaban listos para ellas.

¡No hay fidelidad, sin infidelidad a uno mismo!

¡No hay lealtad, sin ser desleal conmigo mismo!

Si solo fuera fiel a si mismo,

sería él mismo y sería más cruel;

no se vería "ambiguo",

igual como demonio lo han de ver,

sólo por complacerse a él.

Al final del día

era fiel e infiel;

leal y desleal;

todo para los demás,

sin reconocimiento además;

y poco para él.