Doll
¡Una princesa!;
¡una muñeca!...
deliberaban agudas voces,
al verla llegar.
Es el único momento,
donde tolera usar rosa;
dejar la mente en blanco,
no existe de ninguna forma.
Se llena la cabeza,
de superhéroes y mariposas;
las estrellas en los ojos tintinean;
piden a su diestra y siniestra
y por el turno se pelean,
para irse a casa,
con colorida careta.
Sonríe con cada ¡Wow! en su mirada,
los suspiros de conformes,
son su paga.
Ni payasa,
ni princesa;
¡una muñeca!;
rosada como una chupeta,
que cobra vida
cuando la esperan.
Dicen que pinta caritas;
pero ver niños felices,
le pinta la vida a ella.
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