Encuentro caliente
Ambos corrían rápido, Minji no sabía a dónde iba, sus nervios estaban a flor de piel y estaba a punto de detenerse. Sus talones ya no eran suficientes, pero tampoco podía mantenerse en pie.
El pelinegro se detuvo al ver que la chica rubia estaba más pálida de lo que ya era.
─¡Hey, hey! ¿Te encuentras bien? ─La sujeta por los hombros y la mira con atención.
─Sí, sólo quiero descansar un poco. ─Baja la mirada y respira lentamente.
Minji sabía que no se encontraba bien, su visión empezaba a nublarse si no fuera por las manos del pelinegro que la sujetaban, ya estaría en el suelo.
─¿Estás segura de lo que dices? ─Él baja un poco su mirada para poder visualizar su rostro, ella apenas levanta la vista con dificultad.
─Sí, lo estoy. ─Contestó con dificultad.
Ella volvió a levantar la mirada y pudo ver la cara del hombre tatuado desenfocado. Estaba a punto de desmayarse.
─No, no, no...─Se da cuenta de que está a punto de desmayarse así que la carga de inmediato.
Pone una de sus manos alrededor de su cuello y visualiza su rostro. Por un momento siente que le recorren escalofríos por la espalda, al ver lo bonita que es.
Iba a preguntarle su nombre, pero ella ya se había desmayado en sus brazos.
Levanta la vista para encontrar la furgoneta y la ve dirigirse hacia ellos.
La furgoneta negra frena de golpe, justo cuando consiguen verle.
¡Sube! Tenemos a la policía detrás. ─ exclamó el de la tez pálida.
El hombre de cabellos oscuros abrió la puerta rápidamente. Miró a la rubia y sintió una punzada en el pecho. ¿Hacía bien en llevársela, sabiendo que era un criminal de alto riesgo?
Sabía que no era alguien en quien pudiera confiar y no entendía muy bien por qué la había salvado, pero sabía que estaría más segura con él que en aquel lugar.
Al entrar pudo ver cómo todos la observaban, Incluso pudo ver como el de tez pálida la miraba de reojo a través del espejo.
Sintió un estremecimiento al sentir la cabeza de la chica sobre su hombro.
─Y esta chica barbie ¿Quién es? ─Dijo el de hombros anchos. Mirándola con una sonrisa que reflejaba calidez.
─Ni siquiera le he preguntado su nombre, la he salvado de un pervertido que quería pasarse de listo con ella ─Desvió la mirada hacia la ventana.
Siseo en cuanto terminó de escuchar lo que decía el pelinegro.
─¡Oh! ¿Y desde cuándo el señor rescata a damiselas en apuros? ─Escucho el de tez pálida.
─No importa, lo importante es que estamos fuera de peligro. Los de policías han perdido nuestro rastro.
─Sí, sí. Cambia de tema, donjuán. Veamos, cómo reacciona Soo hee cuando se entere de la historia.
El tipo tatuado se limitó a poner los ojos en blanco y observar a la guapa chica rubia, que parecía cómodamente apoyada en su hombro.
Sentía una presión en el pecho cuanto más la observaba, ¿Habría sido buena idea haberla salvado de aquel tipo? ¿Se metería en problemas sólo por salvar a una niña rica?
Minji abre los ojos con dificultad al percibir un fuerte olor en sus fosas nasales.
─ ¡Te dije que funcionaría! ─Dijo el hombre castaño que estaba detrás de aquel
hombre tatuado que la había salvado.
─¿Estás bien? ─Escucha hablar al susodicho hombre.
Minji asiente con dificultad y da un gran suspiro. Coge un vaso de agua entre sus
manos y se lo da.
─Bébelo, y espéreme aquí. ─Ordena con semblante serio y se reincorpora
para llevarse al castaño a rastras.
─¡Adiós, barbie! Por cierto, soy... ─La puerta se cierra. ─¡TAEHYUNG!
─Se oye al otro lado de la puerta.
Ella ríe levemente, ante la acción del chico y bebe el vaso de agua mientras
mira alrededor de la habitación, parece muy acogedora.
Se levanta despacio para apreciar mejor dónde está y se detiene al ver un cuadro encima de una cómoda.
En ella puede ver al tatuado de pelo negro abrazando a un chico rubio y al hombre de pelo castaño que vio hace un rato.
En ese momento escucha un fuerte ruido y se oyen gritos que hacen que Minji
entre en pánico y el vaso de agua que tiene en las manos caiga sobre su top negro.
Maldice en voz baja mientras presiona sus ojos, levanta la vista que hace un momento
estaba en su top y mira una puerta y entra en ella y como ella pensaba es el baño de la habitación.
Se mira en el espejo y nota como su maquillaje se arruino y su ropa esta mojada.
Cierra la puerta y se quita la camisa en busca de una solución para secarse, intenta escurrirla
y la deja en el fregadero. Se mira de nuevo en el espejo y decide lavarse la cara, su maquillaje
a estas alturas era un desastre.
Se mira de nuevo en el espejo con la cara mojada y las gotas cayendo sobre ella y
respira con dificultad. Su preocupación por su mejor amiga vuelve y suspira.
¿Dónde se habrá metido? ¿Está bien? ¿Estará muerta?
Los tormentos de su pesadumbre se interrumpen cuando alguien abre la puerta de golpe.
La chica da un pequeño salto y mira al chico que ha entrado sin llamar.
Era alto, ancho de hombros y con rasgos definidos. Ella se cubre al instante con una toalla pequeña y el de hombros anchos se tapa la cara.
─¡Lo siento! Pensé que te habías ido o que alguno de los chicos querría hacerte algo.
Habla disculpándose. ─¡Por favor, no pienses que soy un pervertido o algo así!
Minji iba a comentar algo, pero sus mejillas se pusieron aún más rojas cuando aquel chico tatuado apareció de la nada y los miró.
─¡KIM SEOKJIN! ─ exclama con los rasgos endurecidos.
La rubia cierra la puerta rápidamente y da un gran suspiro.
─¿Qué demonios te pasa? ─Le agarra de la camisa haciendo mucha presión. ─¿No has oído lo que te he dicho en el coche?
─N-no, yo... es que creía que no estaba, vi la habitación sola y pensé que se había ido le había pasado algo malo. Nunca me pasaría de listo con ninguna chica, Jeon. Dice el último con seriedad y el pelinegro lo suelta.
─Sal de aquí, ya hablaremos más tarde. ─Dice mientras hace un gesto con la cabeza. El de hombros anchos no dice nada y se marcha en silencio.
El hombre tatuado llama a la puerta suavemente. en cuanto se asegura de que Jin se ha marchado.
─¿Te encuentras bien? ─Interroga.
La rubia abre la puerta sorpresivamente y se encuentran con la mirada del pelinegro.
─Lo estoy, él no me ha hecho nada, solo ha sido un malentendido. ─Responde sin despegar su mirada. Aunque parecía un poco intimidante la forma en que la estaba mirando.
─Tu camisa, esta...─Pausa en cuanto se da cuenta de que su top es transparente y puede ver su encaje. ─Húmeda. ─Se da la vuelta y busca en una cómoda una de sus camisas. ─Usa esto, mientras se seca tu camisa.
Le tiende una camiseta negra y ella la coge insegura. Va al baño sin decir naday el hombre de cabellos negros suspira, siente como su corazón empezaba a latir con algo más de rapidez de lo normal.
La rubia no tarda nada y sale del cuarto de baño con la camisa del pelinegro, que le queda como un vestido, dando la ilusión de que no lleva nada debajo.
─Soy Kim Minji, por cierto. Muchas gracias por salvarme, realmente no sé cómo agradecértelo. No dudes en decirme cómo podría hacerlo.
─ Eso no importa ahora, y no hace falta que me pagues con nada solo tengo curiosidad. Por saber ¿Qué hacías en un sitio de mala muerte como ese?
─No sabía que era en realidad, mi mejor amiga encontró el lugar. ─Al decir lo último. Su mirada cambió. ─Tengo que encontrar a Nayeon, ni siquiera sé dónde está, la he buscado por todo el club. Ya no se encontraba allí.
─Tal vez debió haberse marchado en cuanto oyó los disparos. ─Supuso.
─No, ya tiene que haber salido, muchas gracias de nuevo, pero tengo que salir a buscarla, ¿tienes un celular que me puedas prestar? Voy a llamar a sus padres y a la policía para denunciar su desaparición.
─Sí, pero ¿estás seguro de que quieres hacerlo? No crees que estaría mal llamar a sus familiares y preocuparlos cuando podrían pasar una buena noche y la policía no podría hacer nada, ni siquiera lleva 24 horas desaparecida.
─¡Pero es su hija y mi mejor amiga! Tengo que encontrarla. ─Estaba a punto de caminar hacia la salida, pero el hombre de cabellos negros la detiene.
La toma por los hombros y la mira fijamente, su rostro se endurece y la rubia traga saliva al sentirse asustada y nerviosa a la vez. Sabía que no podía llamar ahora mismo, y mucho menos a la policía que lo estaba buscando. No podía arriesgarse, necesitaba que ella se calmara.
─Tómatelo con calma, llama en cuanto llegues a casa. No hay mucho que puedas hacer en este momento más que permanecer serena.
La rubia suspira y mira hacia abajo. Estaba tan arrepentida de haberse quedado allí en medio de la calle con las piernas flexionadas en vez de ser valiente y no seguir buscando a su mejor amiga.
─Si está muerta, será culpa mía. ─Soltó, ni siquiera sabía por qué le estaba soltando todo aún completo extraño. Pero estaba segura de que no volvería a verle.
El ojinegro la toma de la barbilla con suavidad y ambos se miran. Ella puede ver el brillo de sus ojos y sus rasgos definidos. En ese momento pasa de estar triste a sentirse admirada por lo guapo que es el pelinegro.
─No sería culpa tuya, hiciste todo lo que pudiste. No seas tan dura contigo misma.
─Dibuja una media sonrisa que seduce a Minji. ─¡Al menos déjame compensarte! Déjame sentir que al menos esta noche, he hecho algo bien.
Dudando de lo que estaba a punto de hacer decide acercarse cada vez más hacia su rostro.
Si no podía recompensarla con dinero, porque no tenía su cartera ni su móvil para hacerle una transacción, la tenía a ella. Y sin duda aquel hombre de pelo negro era su tipo.
Tal vez estaba mal lo que iba a hacer, pero era la única manera de sentirme bien consigo misma.
Aunque no del todo ya que sabía que luego se arrepentiría.
─No hace falta...─Sintió el aliento del pelinegro golpear su boca.
─ Lo es. Le dije a mi mejor amiga que no quería pasar un sábado por la noche sin follar con nadie, aún lo mantengo.
La boca de la rubia estaba a escasos centímetros del pelinegro tatuado.
─Pero, si tú no quieres, lo entiendo. Al fin y al cabo, tú también estabas en la escena del incidente. Es mucho que procesar, disparos, armas, muertos.
Jungkook sonrió levemente, sabiendo que todo eso en su mundo no era más que otro día normal en su vida. Pero su sonrisa se desvaneció al darse cuenta de lo cerca que estaban.
Tenía tantas ganas de hacer lo que estaba pensando, pero ¿sería lo correcto? ¿No le traería más problemas de los que ya tenía con Soo He? Luchó internamente consigo mismo y dejó escapar un gran suspiro.
─Oh... ya lo entiendo.... ─Dijo la rubia de ojos bonitos, intenta dar un paso hacia atrás pero el pelinegro vuelve a tirar de ella por la cintura.
Sin decir una palabra, el hombre de ojos oscuros le planta un beso y Minji se apresura a corresponderle. Ambos se dieron cuenta del deseo que sentían cuando vieron el mismo ritmo en sus besos.
No tardaron en empezar a quitarse prenda por prenda mientras se dirigían a la cama. Minji juró que esa noche nunca la olvidaría. No después de ese encuentro caliente con aquel hombre de pelo negro.
¡Hola! ¿Qué le pareció el episodio? ¿Les gusto? ¡Espero que sí! Una disculpa por actualizar tarde, pero ya tienen el vídeo desde el prólogo hasta el episodio número tres, por si gustan verlop ><
Heyyy, feliz navidad <33!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro