<<< En la actualidad >>>

Abro los ojos, sintiendo una extraña desorientación en este nuevo entorno. Lentamente me incorporo y observo mi alrededor. No encuentro a nadie en mi proximidad, solo un extenso bosque se extiende ante mí. La soledad me envuelve, sin un destino claro al cual dirigirme. Sin embargo, mis recuerdos siguen intactos, un reconfortante ancla en esta desconocida realidad.

Al elevar mi mirada hacia el cielo, me sorprende la paleta de colores que lo adorna: un rojo profundo se mezcla con el negro de la noche. La tierra bajo mis pies se presenta árida, desprovista de verde pasto. Los árboles que se alzan a mi alrededor son imponentes en tamaño, pero sus hojas carecen de la viveza que uno esperaría.

Estoy muerta. No lo puedo creer morí, lo último que recuerdo fue mi hermano asesinando a la Reina Isis.

Escucho voces que rompen el silencio del lugar. Entre ellas, una urgente exclamación se destaca: "¡Corran, corran!" Intrigada, decido acercarme para averiguar qué está sucediendo.

Una figura desconocida me mira con una mirada fría y, sin titubear, me ínsita a correr. En la distancia, un aterrador rugido de una bestia enfurecida retumba en mis oídos, haciéndome imaginarla como una criatura gigantesca y veloz. Sin pensarlo dos veces, sigo a los extraños que se han cruzado en mi camino.

La persona desconocida me dirige con urgencia:

-"¡Por aquí, vamos por aquí, muévete!".